ANTONIO MARTÍN ORTIZ: EL POEMA DEL OLVIDO DE ELENA PASCUAL DA ORIGEN A DOS POEMAS MÁS, UNO, DE SOLEDAD SÁNCHEZ MULAS
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

lunes, 19 de octubre de 2009

EL POEMA DEL OLVIDO DE ELENA PASCUAL DA ORIGEN A DOS POEMAS MÁS, UNO, DE SOLEDAD SÁNCHEZ MULAS



Para la exposición de hoy, me refugio en Ovidio, ¿cómo no?, que en sus Amores (II, X, 1-14) dice:


Tu mihi, tu certe, memini, Graecine, negabas
uno posse aliquem tempore amare duas.
Per te ego decipior, per te deprensus inermis:
Ecce, duas uno tempore turpis amo!
Vtraque formosa est, operosae cultibus ambae;
artibus in dubio est haec sit an illa prior.
Pulchrior hac illa est, haec est quoque pulchrior illa;
et magis haec nobis, et magis illa placet!
Erro, uelut uentis discordibus acta phaselos,
diuiduumque tenent alter et alter amor.
Quid geminas, Erycina, meos sine fine dolores?
Non erat in curas una puella satis?
Quid folia arboribus, quid pleno sidera caelo,
in freta collectas alta quid addis aquas?



Tú me decías, Grecino, tú me decías, yo me acuerdo bien, que era imposible amar a dos mujeres al mismo tiempo. Por tu culpa yo he caído en la trampa, yo he sido sorprendido sin defensa. Sí: yo amo a dos mujeres al mismo tiempo, y no me avergüenzo. Una y otra son hermosas, ambas están igualmente preocupadas por su elegancia, y es difícil de decir si es la primera o la segunda la que tiene más talento. La primera es más hermosa que la segunda, pero, a su vez, la segunda es más hermosa que la primera. Es ya la primera, ya la segunda, la que me gusta más. Mi corazón, como una ligera barca con velas empujadas por vientos opuestos, flota incierta entre estos dos amores que se lo disputan. ¿Por qué, diosa del monte Erix, duplicar mis tormentos, de los que no veo fin? ¿Por qué hacerme preocupar? ¿No era suficiente una sola belleza? ¿Por qué añadir hojas a los árboles, estrellas al cielo que está lleno, aguas nuevas a los mares profundos?

Resulta que el 30 de Septiembre, mi gran amiga Elena Clásica, que es el pseudónimo de Elena Pascual, publica en su espacio un poema profundo y bien construido, lleno de inspiración, que podéis encontrar en su blog, adornado de sugestivas imágenes, y que, con su permiso, presento aquí:


Poema del olvido

Es prioritario olvidarlo todo,
olvidar la misma lectura de Cortázar,
olvidar a Polanski,
el Dakota, a Mr.X
olvidar a Buñuel,
así reza una película suya, ¿no?
olvidar tus aciertos,
¡qué gracia!
olvidar tus errores,
-mejor-,
olvidar tus sonrisas,
pues anda que tu crueldad...

Olvidar tus manías,
olvidar los paraguas
negros en una tarde mística.
Olvidar los sueños: los sueños todos,
olvidar el azar: olvidarlo también.

Olvidar la magia, sí, sí, olvidarla,
y ni resto de poemas:
fuera los polacos que conmueven,
los salvadoreños que sacuden,
fuera para siempre los suicidas,
ni hablar de la Pizarnik,
ni saber de la Peri Rossi,
ni asomarse el de Cuenca.

Olvidar que un día te inventaste
mermelada en la comisura de mis labios y la saboreaste.

Olvidar que protegías mis medias
de las nubes y las apartabas de la lluvia.

Olvidar las trazas de las líneas
que decoran tu cuerpo y te dejan plasmado en carboncillo.

Olvidar mi sujetador en el tendedero
cuando lo recogías.

Olvidar mil veces que la luna sonreía.

Olvidar, por Dios, el placer en tu rostro.

Olvidar, ¡por caridad!
la música de Schubert sobre el volcán.

Olvidar, ¡sí, carajo!
quién era Simone Choule
y quién Rosemary
y quién era la maga
y Rocamadour, y Mimi y Carol,

¡basta,
prioritario olvidar,
ya basta!

Y entonces: olvidar,
hasta la misma entraña
hasta el hueso del olvido.

Olvidarlo todo, olvidarlo otra vez y otra
y olvidarlo otra,

y morir de olvido, y morir de
traza y morir de cuerpo y morir de sonrisa
y morir de carboncillo y de carbunclo y de medias
y de perfumes y labios,
y morir de lluvia.

Y cuando haya muerto de olvido
que el olvido ya no viva má
s,
que ya no viva más...

Firmado: Elena Pascual






Conmovido e iluminado por tan fecundo poema, el día 2 de Octubre yo le hago un comentario que podéis leer a continuación:



Quisiera,
pero me es imposible.
A lo mejor es que no quiero,
o no puedo.

¿Qué pasa con tus manías?
Mi paraguas y la lluvia,
la mística presencia,
mis sueños, y los tuyos
los nuestros:
¿Fueron sólo puro azar,
o van a ser reales?
¿Tanto como lo fueron,
o lo son,
quienes nos rodean,
los que no son,
porque son diferentes,
o porque eligieron lo otro?

Y ¿por qué olvidar
esa tarde que pasé contigo?

Tú,
con tus labios sensuales,
granates e insinuantes,
con tus medias transparentes,
¡qué hermosura!
¡Qué oportuna esa lluvia,
que nos obligaba
a mezclarnos!

Tú,
con ese cuerpo, el tuyo,
que siempre superaba
a todas las pinturas.

Tú,
con ese sujetador,
que yo imaginaba en tu cuerpo,
pieza innecesaria,
porque nada tenía que sujetar:
tus senos altivos
me miraban de frente,
y se mantenían erectos,
no sé si insinuantes
o amenazantes...

Y esas noches,
pasadas contigo,
bajo el resplandor
de la luna traicionera.

Tú,
con la sonrisa en el rostro,
al son de una música celestial,
las palabras titubeantes
que salían de tus labios…
y de los míos.

Y todos esos nombres
de gente importante,
que ya no lo eran,
porque tú lo eras todo,
y lo sigues siendo.

Me pareció por un momento,
que todo estaba al revés,
o casi todo,
porque la mujer
de Van Oostzanen
parece real:
ésa eres tú.
Y la de Rebecca Campbell,
también es real,
pero no eres tú,
porque está al revés.

Y es que yo
no quiero olvidar,
ni mucho menos olvidarte a ti,
porque tú estás dentro de mí,
y yo, sin ti,
ya no soy yo.

En ese caso,
sería otro,
y yo quiero seguir
siendo yo,
pero contigo.

Antonio Martín Ortiz

Entre éstas, o a continuación, mi gran amiga también Soledad Sánchez Mulas, que está toda ella llena de inspiración y encanto, cuando se pone a escribir, y también cuando no escribe, me envía un correo electrónico el día 4 de Octubre, alabando el poema de Elena Pascual, y comentando, en forma de diálogo, lo que yo escribí, sin optar por publicarlo como comentario en el blog de Elena Pascual, porque parecería demasiado barroco tanto comentario, y, sobre todo, para no convertirse en protagonista ella, Soledad Sánchez Mulas, porque aquí el protagonismo es todo para Elena Pascual, que es la que dio origen a estos comentarios en cascada, porque su poema es fecundo y muy fecundo, ya que ha sido el origen y la causa de todo. Le digo a Soledad Sánchez Mulas que sus versos no deben quedar sin ser publicados, porque son exquisitos, como lo son todos los suyos, y me da permiso para que los haga públicos en mi espacio. Le doy las gracias y os los pongo a continuación (en color rojo, lo que yo escribí; y en color azul, lo que ella intercaló):


Quisiera,
pero me es imposible.
A lo mejor es que no quiero,
o no puedo.


Debería dejarme caer en el olvido,
pero sé que me enganchas...
siempre tus tibios músculos alerta
para sacarme a flote.

¿Qué pasa con tus manías?
Mi paraguas y la lluvia,
la mística presencia,
mis sueños, y los tuyos
los nuestros:
¿Fueron sólo puro azar,
o van a ser reales?
¿Tanto como lo fueron,
o lo son,
quienes nos rodean,
los que no son,
porque son diferentes,
o porque eligieron lo otro?


Esa montaña mágica
de minúsculas cosas
que elevamos, a medias,
¿existe?, díme, ¿se hace perenne?
¿vive?


Y ¿por qué olvidar
esa tarde que pasé contigo?


¿Vaciarme de tí?
¿Ahogarme ahora
en la turbia humedad de tu presencia?


Tú,
con tus labios sensuales,
granates e insinuantes,
con tus medias transparentes,
¡qué hermosura!
¡Qué oportuna esa lluvia,
que nos obligaba
a mezclarnos!

Tú,
con ese cuerpo, el tuyo,
que siempre superaba
a todas las pinturas.

Tú,
con ese sujetador,
que yo imaginaba en tu cuerpo,
pieza innecesaria,
porque nada tenía que sujetar:
tus senos altivos
me miraban de frente,
y se mantenían erectos,
no sé si insinuantes
o amenazantes...

Y esas noches,
pasadas contigo,
bajo el resplandor
de la luna traicionera.

Tú,
con la sonrisa en el rostro,
al son de una música celestial,
las palabras titubeantes
que salían de tus labios…
y de los míos.


Sí, sé que fue un estruendo
el golpe de tu carne
en mi carne.
Sí, me comí tus labios
debajo de una luna indolente,
y te prometí pócima
de jugo eterno y franco.
Sí, sin tí no fui nadie,
hasta que aquella tarde
llovió café en mi sábana...


Y todos esos nombres
de gente importante,
que ya no lo eran,
porque tú lo eras todo,
y lo sigues siendo.

Dejé de ser así, como quería,
para serte
a tu forma.
Se cayeron mis naipes.

Me pareció por un momento,
que todo estaba al revés,
o casi todo,
porque la mujer
de Van Oostzanen
parece real:
ésa eres tú.
Y la de Rebecca Campbell,
también es real,
pero no eres tú,
porque está al revés.


Y eras tú.
Por dentro y por debajo,
todo piel, todo cuerpo,
y sólo era tu cara
mi amordazante espejo.

Y es que yo
no quiero olvidar,
ni mucho menos olvidarte a ti,
porque tú estás dentro de mí,
y yo, sin ti,
ya no soy yo.


Quiero olvidarme entera de los otros,
y ahogarme en tu costumbre.
Tú y yo,
pero sin mí,
sólo contigo.

En ese caso,
sería otro,
y yo quiero seguir
siendo yo,
pero contigo.

Soledad Sánchez Mulas & Antonio Martín Ortiz


Como si de un acto mágico se tratase, Elena Pascual publica el 11 de Octubre una entrada con el título de En mis nocturnos sueños imagino que te tengo, un texto lleno de inspiración y cariño, que me dedica y en el que incluye una buena parte de las palabras que yo dejé como comentario a su poema, detalle que yo le agradezco muy sinceramente.


PS.: Para mí es todo un placer y un gran orgullo poder contar con la amistad de Soledad y Elena, y tener la oportunidad de disfrutar de sus escritos, en verso y en prosa, que siempre son enriquecedores. Y tengo que agradecerles a ambas que me hayan permitido adornar mi humilde espacio con poemas soberbios escritos por ellas.

A lo largo de esta exposición habréis encontrado los múltiples enlaces que os remiten a los correspondientes espacios de Elena y Soledad.

21 comentarios:

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Querido Antonio:

Con tu permiso y con inmensa alegría, me he apropiado de esta entrada para pasarla a mi blog.
El Poema del Olvido de Elena Pascual merecía, sin duda, éste y otros muchos reconocimientos.
El mejor de todos fueron tus versos...

Me ha parecido una idea estupenda agruparlos todos en una misma entrada.

Independientemente de su valor literario, yo deseo que recojan el testimonio de nuestra amistad.

Un beso, maestro.

Soledad.

elena clásica dijo...

Y ahora, ¿cómo podré estar a la altura de estas circunstancias?
Y me pregunto una y otra vez, qué estrella me ha elegido para que Soledad y Antonio así me acojan y me den este espacio desde los suyos privilegiados.
Poemas en cascada y yo participando con vosotros, en sueños observo las constelaciones que tienen vuestro nombre, y me sonríen.
Tímidamente sólo quisiera llamaros MAESTROS, brindaros mis más sincero agradecimiento y esperar desde mi estrella iluminada seguir aprendiendo de vosotros.
De corazón muchas gracias, AMIGOS.

Begoña S.R. dijo...

Al leer el poema de Elena mis ojos se han llenado de lágrimas, igual hoy estoy algo sensible, pero al seguir leyendo todo mi cuerpo se ha estremecido.
Gracias Elena, gracias Antonio y gracias Soledad, formais un trio con tanta creatividad y sensibilidad que haceis de la poesía un diálogo tierno y comprensible al resto de los mortales.

Un beso Antonio y gracias por haber publicado y compartido esta entrada

carmen dijo...

Sigue siendo cierto que el lenguaje de la poesia es divino, único para expresar lo que late dentro de nosotros, y es más... Por eso las lágrimas desbordan el dique del espíritu

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Querido Antonio, una colaboración llena de lírica y sensibilidad.

A propósito del poema de Elena se ha ido creando una serie de intervenciones excelentes que consiguen aportar un aire personal en cada aportación nueva.

Finalmente Soledad con su respuesta a tu poema ha reado una atmósfera exquisita y pasional muy certera y singular.

El poema a dos manos resulta una delicia y da gusto leerlo y dejarse acariciar por tan sublimes versos llenos de amor con el alma como protagonista no exentos de una sensualidad transparente y cálida.

Os felicito a los tres, habeís logrado llegar a nosotros en comunicación, amistad y altas dosis de talento.

Un abrazo fuerte.

Isabel Barceló Chico dijo...

Una colaboración que podríamos llamar a “tres manos” y que resulta muy, muy sugerente. La unión de la creatividad de los tres da un fruto nada común, interacciona de manera sutil e integrada. ¡Creo que tendrías que ir pensando en hacer un libro entre los tres! Es una maravilla esa capacidad vuestra para inspiraros los unos en los otros. Felicidades por esta nueva colaboración y un abrazo muy fuerte, querido amigo.

ROSARIO dijo...

La vida es así, mágica, como la que creaís los tres, Elena, Soledad y Antonio, vosotros soís los actores, los creadores, nosotros los que disfrutamos de vuestra inpiración y de vuestra pasión al dibujar vuestro talento en primer lugar, pues todo aquello que sale con entusiamo de cada cual ha de ser asi, pasional,para que los demás disfrutemos con vuestra aportación a nuestra felicidad...... Bravo, a vosotros los actores, yo os dedico mi más fuerte APLAUSO, por tener el privilegio de compartir con todos vosotros.......Gràcies a tots. Merci beaucoup. Gracias

Begoña S.R. dijo...

Mi querido amigo;
¡Eres sorprendente! No sabes cuánto me he reído con tu ocurrencia.
Lo cierto es que se duerme en las nubes después de todos los piropos recibidos. Ya te dije una vez que viniendo de ti los acepto todos y "me los creo" que no está la vida para dejar pasar estas oportunidades.
Muchas gracias, en serio
Esa expresión es muy manchega, al menos en mi casa se decía mucho.
Tanto tanto me inflé que rompí hasta la red jajajaja Estoy sin conexión, parece ser que ya.com tiene una gran avería en mi zona. Te escribo desde la casa de mi hijo.

Gracias Antonio por estos momentos tan agradables

Besos

Aristos Veyrud dijo...

Amigo Antonio completamente de acuerdo con la observación que dejaste en mi sitio: las opiniones obececen a las circunstancias históricas.
Por otra parte dejo aquí mi comentario que ya dejé en el sitio de la Poeta Soledad con relación el ejercicio estético que surge de tres apasionados de los versos:
Es emocionante ser testigo de cómo a partir del tema del olvido tres almas sensibles poetizan con gran dedicación y de forma natural, reflejando estados y vaivenes del espíritu que ponen lo humano sobre todas las cosas. Espontáneo logro de la experiencia y comunicación bloguera.
Mi gran saludo Maestro!!!

Begoña S.R. dijo...

Mi querido Antonio,

No quisiera yo hacer la competencia a los clásicos con sus frases áureas.

Es todo un honor para mí estar presente en tu blog, sabes que te admiro y aprecio Maestro (con mayúscula porque quiero y así lo siento)

Buenos días

Isabel Barceló Chico dijo...

Querido antonio, muchísimas gracias por tu cariño y por la difusión que le estás dando a mi libro. Es tanto más de agradecer porque como todos sabemos es muy difícil abrirse un hueco en las estanterías de las librerías cuando hay tantas novedades de grandes editoriales acompañadas de gran aparato publicitario. A los demás nos queda el célebre "boca a boca" y la esperanza de que funcione también en nuestro caso.
Respecto a esta novela, la siento mía y de más gente, de ahí que en el post de la portada diga "mi/nuestra". Te cuento, porque creo que cuando nos conocimos virtualmente esa aventura ya había terminado. Empecé a escribir sobre Dido y propuse a mis lectores y amigos que, quien quisiera, "adoptase" un personaje de los que cita Virgilio o se inventara uno: bastaba con que me diera un nombre y a qué quería que se dedicara el personaje y yo me comprometía a incluirlo en la historia. Cuando ya llevaba 70 peticiones, tuve que cerrar la nómina de personajes... Así que fue un gran reto creativo para mí y un gran disfrute para todos. Ya puedes imaginarte, cada cual hacía especulaciones sobre su personaje o sobre la continuación de la historia, y yo siempre trataba de sorprenderlos... Ha sido una aventura extraordinaria, la verdad. Y el resultado fue muy coherente, dicho sea con modestia. El libro se inicia desde el momento en que la reina Dido se encuentra en peligro en Tiro, narra luego su vagar por los mares, la fundación de Cartago y, por fin, el encuentro con Eneas cuyo final, por respeto a tantos lectores que no conocen la historia, tendremos la precaución de no desvelar. En fin, una aventura en toda regla.

Por otra parte, decirte que he leído tu post anterior sobre Daniela, su madre, tu hijo, y me ha parecido maravilloso. Me ha faltado tiempo para ir al blog de Daniela y me ha sorprendido muy agradablemente, se ve que es hija vuestra, por su amor por las letras, su belleza y su buen gusto (eso seguro que le viene de su madre). En fin, enhorabuena también por una familia tan maravillosa.

Un abrazo muy fuerte para todos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Soledad,

Me dices en tu comentario que te has apropiado de mi entrada. Tengo que decirte que no comparto esa idea: tú no te has apropiado de nada. Esto ha sido una colaboración de tres personas, en la que cada uno ha puesto su granito de arena. En el caso de tu poema, tú has sabido poner un broche de oro, como es habitual en ti, al genial poema de Elena, y al comentario que yo hice. Para mí también ha sido un placer enorme, y muy enriquecedor colaborar con Elena y contigo.

Un beso,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena Pascual, Elena Clásica, Ἑλένη,

Tú escribes como los ángeles y flotas como las estrellas del firmamento. Cuando leo tu comentario y tu agradecimiento, soy yo el que queda como meciéndose en una nube de magia y de bienestar, porque, realmente, eres tú la que tienes la inspiración, y yo, lo único que hice fue glosar esas palabras tuyas, que tan bien sonaban, preñadas todas de profundo significado. Aquí la que lleva la voz cantante eres tú: yo soy un acólito que aprende de ti, y se inspira en lo que tú nos regalas a todos. Sigue siendo la que eres, que eres un tesoro y una joya.

Recibe un beso gigante,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Begoña,

Contesto aquí y ahora a los tres estupendos comentarios que he recibido de ti.

En primer lugar, tú no tienes que sentirte achicada ante Los Clásicos ni las Frases Áureas de ellos. La Genialidad hay que reconocerla allí donde esté, y yo he encontrado genialidad en algunas de las frases que tú has emitido. Por lo menos para mí son geniales y por eso las he puesto en mi columna lateral, y no las he esculpido en bronce, porque no sé hacerlo.

Es toda una satisfacción saber que alguno de mis textos te han provocado hilaridad y alegría. Eso es un buen síntoma: para ti, y para mí también, aunque sea inmodestia por mi parte decirlo. No me importa reconocerlo.

Ya lo decía Ovidio en su Ars amandi: Hasta las lágrimas son útiles. Si algo de lo que has leído aquí te ha provocado lágrimas y conmoción, lo que tengo que decirte es que el mérito principal es de nuestras amigas Soledad Sánchez y Elena Pascual. Ellas son las que tienen la genialidad. Yo me limito a admirar y glosar lo que ellas escriben.

Resumiendo, que es todo un placer y una alegría verte por aquí y poder percibir los sentimientos y sensaciones que te produce esta colaboración que hemos hecho entre los tres. La verdad es que también nosotros estamos muy satisfechos de esta complicidad.

Te envío un beso lleno de conmoción y entusiasmo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Carmen,

Tienes razón en lo que dices a propósito de la poesía y las lágrimas. Efectivamente el Arte en general expresa lo que las palabras no pueden expresar, salvo cuando esas palabras conforman un arte nuevo, que es la poesía.

Pero dejemos el nombre de poetas a Soledad y a Elena, que yo soy un humilde pensador que comenta lo mejor que puede y sabe lo que los Sabios y las Sabias escribieron o dijeron.

Un beso fuerte,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Carmen Pascual, Carmensabes,

Sólo tengo elogios para el entusiasmo que pones en tus comentarios, llenos de inspiración y buen gusto. Tu forma de describir lo que hemos hecho entre tres personas amigas es fantástica. Casi conviertes tus comentarios en prosa poética. Les das el mismo tratamiento que les das en tu blog a esas pintoras o escritoras, o ambas cosas a la vez, que nos resultan tan atractivas. Te recuerdo que la idea de colaboración nos la sugeriste tú. Te adelanto que ahora mismo se está gestando otra colaboración a tres. Ya veremos.

Tengo que finalizar este comentario recordándote que el mérito principal corresponde a las dos féminas, amigas tuyas y mías también, que han intervenido. Mi trabajo ha sido el de saber apreciar el mérito y la valía de ellas, cosa que me ha sido muy gratificante y enriquecedora. Estoy más que orgulloso de aparecer al lado de tu consanguínea Elena Pascual y de Soledad Sánchez. Un mérito sí que me reconozco: el de tener la capacidad de rodearme de los, de las en este caso, mejores. Bueno, en rigor y para ser exactos, para reunir a todas las mejores, aquí faltaba una fémina: adivina, adivinanza.

Te envío un fuerte abrazo, un abrazo de amistad profunda, y de admiración hacia ti y hacia lo que tú haces.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Isabel Barceló,

Tengo que darte las gracias por esos dos comentarios que has dejado en éste, mi espacio, y también por los halagos que haces hacia los miembros de esta familia, especialmente Daniela, así como por el comentario que has inscrito en su blog.

En cuanto a tu libro, Dido, reina de Cartago sólo me queda insistir en lo ya dicho: que le deseo el mayor éxito y la mayor difusión. Realmente es una forma muy original la que nos explicas que has utilizado para componer el libro. Por la reseña que he leído en la contraportada, tengo la certeza de que el libro es muy bueno, y que se abrirá camino entre los lectores.

Me ha parecido de lo más normal poner un enlace en mi blog a un libro en el que creo, pues te conozco a ti y sé la forma y el rigor con el que tratas los temas Romanos.

Es muy halagadora la sugerencia que me haces de escribir un libro a tres, pero tú, por experiencia, seguro que sabes lo difícil que es escribir un libro que tenga ciertas garantías. Seguro que mis amigas de colaboración tienen de sobras la capacidad suficiente. El que no está seguro de tenerlas soy yo.

Bueno, querida Isabel, es todo un placer tener estos contactos con una mujer de tanta valía y conocimientos, como eres tú.

Recibe un gran abrazo y mis mejores deseos, para ti y para tu libro,

Antonio

Begoña S.R. dijo...

Mi querido amigo y Maestro,
Gracias una vez más por tu amistad y cariño.
La frase que has puesto hoy la decía siempre mi madre, sobre todo al final cuando su mala memoria le hacía olvidar alguna fecha importante.

Un 18 de Octubre "se durmió definitivamente...ahora descansa en paz con su marido" y su querido hijo Pascual.

Recibe mi agradecimiento por tus amables palabras, con un entrañable y cariñoso abrazo

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Dilman,

Aunque sea con un retraso considerable, te agradezco el comentario que hiciste a nuestra colaboración a tres sobre un poema de Elena Clásica. Tú tienes la capacidad de remitirte a lo esencial y tus comentarios tienen todos un aire filosófico, a lo presocrático, como si de Parménides se tratase. Siempre es un placer leer lo que tú escribes.

Desde esta España, más querida por vosotros que por nadie, te envío un cariñoso saludo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Rosario,

Me falta el adjetivo para poner delante de tu nombre, porque no acierto a atinar en el tratamiento que debo darte, tratándose de una consanguínea mía, como eres tú. En cualquier, caso tengo que decirte que tu comentario me ha encantado, porque tú demuestras que eres una persona sensible al buen gusto y al mérito de los demás. Pienso que en la vida es importante saber valorar los méritos de los demás, porque es la única forma de aprender algo nuevo cada día, y de enriquecerse.

Por lo demás, te recuerdo que aquí los méritos principales son de Elena y de Soledad: yo soy un admirador más de ellas, de las que aprendo mucho, y, entre otras cosas, me dedico a glosar o comentar lo que ellas tan generosamente ponen a nuestro alcance.

Te envío un beso muy cariñoso y un abrazo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Begoña,

Hoy el que va a dormir más ancho que largo y se va a inflar tanto, tanto que romperá hasta la red soy yo, porque, al poner en mi columna lateral una frase áurea tuya, ha acertado del todo. Me ha emocionado que sea un homenaje a tu madre, un homenaje tan tierno el que le haces al escribir una frase que ella solía decir. Es una forma sublime de homenaje a las madres, fundamentalmente a las que se fueron, aunque nunca se fueron del todo, porque ellas están presentas en nuestra vida y pensamientos. En su momento yo hice un homenaje a dos madres que ya se fueron, la mía y la de una amiga común. Hago extensivo ese homenaje a tu madre y me uno a tu recuerdo y tu añoranza. Puedes acceder a ese homenaje pinchando aquí.

Te envío un beso y un abrazo tiernos y cariñosos,

Antonio