ANTONIO MARTÍN ORTIZ: septiembre 2009
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

miércoles, 23 de septiembre de 2009

ELENA PASCUAL, CUANDO SE PONE A ESCRIBIR, ES LA VIDA MISMA, EN TODA SU GRANDEZA Y EN TODA SU MAGIA: UNA MARAVILLA



SI LO DESEAS, PINCHA AQUÍ

Hace unos días, yo publiqué aquí una ENTRADA, con el título de “EL ÉPODO XII DE HORACIO: OTRO EJEMPLO DE EROTISMO DESCARNADO Y PROCAZ”. Lo podéis leer aquí mismo, al pie de esta ENTRADA. Mi gran amiga, Elena Clásica, que es el pseudónimo que utiliza Elena Pascual, Ἑλένη, para su exquisito foro en el que nos endulza la boca, y la vida, con sus elegantes y bien construidos poemas, llenos de vida e inspiración todos, decía yo, Elena Clásica ha tenido la gentileza y la grandeza de hacer un comentario a ese Épodo, de tanta calidad y tan profundo y bien estructurado, con tanta sabiduría contenida en él, que merece ser publicado como un poema en prosa, como una creación de tal calidad que puede mirar de frente y con la cara bien alta al mejor de los escritores, incluso a esos Clásicos que tanto admira ella. Si Horacio se hubiese encontrado con nuestra Elena, seguro que los dos habrían conversado de tú a tú.

Y si Cicerón, el que más entendía de Oratoria en Roma, hubiese leído lo que escribe nuestra Elena, de buen seguro que le habría dirigido sus alabanzas, lo mismo que se las dirigió a Cornelia, la madre de los hermanos Gracos, los dos únicos que llegaron a edad adulta de entre los doce que dio a luz, esos dos grandes oradores Romanos que, desafortunadamente, fueron quitados de en medio de forma violenta por sus oponentes políticos. No sigo escribiendo, aunque ya me gustaría, porque ahora el protagonismo lo tiene mi amiga Elena, no yo. Aquí tenéis sus palabras. No hacen falta más comentarios ni prólogos. Muchísimas gracias, mi querida Elena, por tu generosidad, por tu grandeza, por tu inspiración, por tu elegancia, por tu sabiduría, por tu dominio de la Lengua: por todo.


Julio Romero de Torres: NARANJAS Y LIMONES


Imagen tomada de ELENA CLÁSICA



"Mi queridísimo Antonio:

es un placer continuar por este recorrido Horaciano, por el recordatorio del concepto literario de la literatura romana, por la veracidad de las ideas, que más próximas nos parecen que nunca. Y, especialmente, por la valentía tuya de revisar los testimonios artísticos que no merecieron censura entonces y, gracias a ti, tampoco la merecen ahora, por estos lares poéticos de tu bitácora. Inaquia, Amintas de Cos, Horacio, Catulo, Lesbia, Clodia: qué universo tan particular crearon estos nombres en nuestra Roma clásica, y de qué manera hacen trascender los sentimientos y las historias domésticas de hace siglos, pues podría parecer que nos los vamos a encontrar de un momento a otro, injuriándose unos a otros, o quizás más bien amándose y destrozando otro nombre sólo por la inseguridad producida por los celos, ante otro amante más grato.

En este caso, Horacio lleva a cabo un ejercicio literario de primer orden, pues introduce el diálogo imaginario con esta mujer denostada, pero es precisamente en la supuesta réplica de ella, "con crueles palabras", cuando Horacio parece afectado por su rechazo, a favor del mencionado Amintas de Cos. Mientras, por los comentarios con las amigas, parece que Horacio le teme a la desidia de esta mujer hacia él.

No nos engañas, Horacio, con esas terribles palabras hacia esta mujer poderosa, que gustaba de maquillarse y que igualmente perdía el colorete en el acto amatorio, pues ello parece ofrecerte un viaje hacia el Olimpo. ¿Por qué, si no, lo primero de lo que presumes es de que ella está celosa de Inaquia? ¿Por qué calificas de "crueles" sus palabras, cuando te jactas de no sentirte atraído ante tamañas cualidades sensuales relatadas? ¿No sería, pues, que no era tan terrible su retrato, sino que tu miedo ante el fracaso te haga hablar en esos términos? ¿Por qué te explayas en esa visión viril de Amintas de Cos en boca de nuestra musa, y te hiere cruelmente? ¿Por qué, Horacio, imaginas que ella demanda tu presencia y clama contra tu desdén?

¿Qué poderoso influjo femenino y sensual ejercía la dama para hacer nacer el delirio de la poesía en boca de Horacio? Un prodigio, como siempre, el poema de Horacio, pues está exento de palabras artificiales y admitidas "por el buen gusto". Suscribo, querido Antonio, el BUEN GUSTO de difundir las palabras de los gigantes clásicos, en las que bulle el amor auténtico, la pasión arrolladora, los miedos del temor al rechazo y a la comparación, pues son constantes universales del corazón humano, y en ellos nos sentimos identificados y estallamos de placer ante la confesión irreverente, que parece quizás ocultar la atracción magnética de esta musa, que sigue dando que hablar y ocupando nuestras mentes y nuestras almas. ¿Es cierto, por otra parte, que los antiguos romanos consideraban el hígado como el órgano receptor de sentimientos, así como nosotros hoy en día hablamos del corazón en estos términos?

Muchas gracias, Antonio, por brindarnos nuevamente un pedazo de vida en llamas. Qué grandeza que en este blog encontremos tanta autenticidad, belleza, y versos estremecedores. Nunca podré agradecerte tus dedicatorias y tu apoyo suficientemente.

Un besazo, Antonio querido, de tu admiradora Ἑλένη".


jueves, 17 de septiembre de 2009

EL ÉPODO XII DE HORACIO: OTRO EJEMPLO DE EROTISMO DESCARNADO Y PROCAZ

Aquí tenéis el Épodo XII de Horacio, para el que valen todas las explicaciones dadas al Épodo VIII, pues se supone que ambos están dirigidos a la misma mujer, en el caso de que no sean un simple ejercicio literario y estén realmente dirigidos, o dedicados a una mujer real.

Repito aquí las explicaciones dadas entonces, a las que podéis acceder pinchando aquí. Allí podréis encontrar también el excelente y contundente comentario hecho por Elena Pascual, que no tiene desperdicio.

Podéis acceder al excelente blog de Elena Pascual, Elena Clásica, Ἑλένη, así, en Griego, como a mí me gusta llamarla, pinchando aquí.
Quinto Horacio Flaco nació en Venusia, Apulia, en el 65 aC. y murió en Roma el 8 aC. Perteneció al Círculo de Mecenas, ante quien lo introdujo Virgilio. Escribió, entre otras obras, 17 Épodos, en la década del cuarenta al treinta. Los Épodos son obras primerizas de Horacio, que escribió tomando como modelo al yambógrafo griego Arqíloco, un poeta mordaz y directo, y que sirven de preparación para sus obras posteriores, más maduras y de mayor alcance.

Aquí os dejo el Épodo XII, en el que Horacio deja rienda suelta a su lengua mordaz y a sus impulsos juveniles. La obra es un buen ejemplo de lo que entendían los Romanos por Literatura: se dice lo que se piensa y se dice como se piensa. El eufemismo y el rodeo en el lenguaje es desconocido para Horacio: Ello puede comprobarse con la lectura de este Épodo.

El poema está escrito en estrofas de dos versos, con el siguiente esquema: hexámetro dactílico y tetrámetro cataléctico dactílico.

NOTA PREVIA: Os advierto por anticipado que el texto es muy procaz y muy duro, pero es lo que escribió el gran poeta Romano llamado Horacio hace más de dos mil años. No voy a ser yo quien lo censure o lo corrija, ni siquiera el que lo eufemice.

¿Qué pretendes,
mujer más digna de los elefantes negros?
¿Por qué me envías regalos,
por qué tarjetas,
si no soy un joven fuerte, ni tengo mal olfato?
Pues soy único en oler si duerme
en tus sobacos hirsutos un pólipo
o el hedor pesado,con más sagacidad
que el perro agudo rastrea
dónde se esconde el jabalí.
¡Qué sudor le brota en los miembros lacios,
qué mal olor por doquier,
cuando, aflojada mi polla,
se apresura a calmar su indómita rabia
y ya no se le mantienen los húmedos polvos de greda
ni el colorete conseguido con caca de cocodrilo
y, cuando le viene el gusto,
rompe los muelles de la cama y el lecho,
o cuando censura mi desgana
con palabras crueles!
“Con Inaquia te cansas menos que conmigo.
A Inaquia le echas tres en una noche;
conmigo siempre estás remiso para un polvo.
Muera de mal modo Lesbia
que, cuando buscaba yo un toro,
me señaló a ti, un calzonazos,
teniendo como tenía a mano a Amintas de Cos,
en cuyo carajo hay un nervio más constante
que el árbol nuevo que arraiga en el collado.
¿Para quién cardaba aprisa los vellones de lana
dos veces tratada con púrpuras de Tiro?
Para ti, por supuesto,
para que no hubiera un invitado entre los de tu edad,
a quien su mujer quisiera más que a ti.
¡Ay!, ¡desgraciada de mí!
Me rehúyes como la cordera se asusta
de los lobos violentos
y las cabras monteses de los leones”

(Traducción de Bartolomé Segura, en “Antología de Poesía Erótica Latina”, EDICIONES EL CARRO DE LA NIVE, SEVILLA, 1989)

OBSERVACIÓN:
Después de leer este poema, a uno le puede quedar cierto mal sabor de boca y la necesidad imperiosa de lavarse los dientes, las ideas, las sensaciones percibidas, es decir, de purificarse un poco, y tener una καθάρσις [kathársis] (purificación), y restablecer la dignidad de la mujer. Si pincháis aquí, podréis leer, en este mismo espacio, el mejor homenaje que se ha escrito en Latín dedicado a la mujer, a Venus como diosa generatriz del Amor que lo impregna todo. Lo dediqué en su momento a las madres, a dos madres que "ya se fueron", a la mía y a la de una gran amiga, y ahora lo hago extensivo a todas las mujeres, a las que están y a las que "ya no están".


Pedro Manuel Suárez Martínez dice en “ESTUDIOS CLÁSICOS” (Órgano De la Sociedad Española de Estudios Clásicos) (XXXVI, 105, Madrid, 1994) que el poema está dirigido a una mujer real, una vieja libidinosa, con impulsos impropios de su edad, que podría ser perfectamente la Lesbia de Catulo, es decir, la Clodia real, mujer de mundo y mucho mayor que Catulo, y que fue su amante, entre otros varios. Si queréis leer el estudio completo, podéis hacerlo pinchando aquí.
Quid tibi uis, mulier nigris dignissima barris?
Munera quid mihi quidue tabellas
mittis nec firmo iuueni neque naris obesae?
Namque sagacius unus odoror,
polypus an grauis hirsutis cubet hircus in alis
quam canis acer ubi lateat sus.
Qui sudor uietis et quam malus undique membris
crescit odor, cum pene soluto
indomitam properat rabiem sedare, neque illi
iam manet umida creta colorque
stercore fucatus crocodili iamque subando
tenta cubilia tectaque rumpit.
Vel mea cum saeuis agitat fastidia uerbis:
«Inachia langues minus ac me;
Inachiam ter nocte potes, mihi semper ad unum
mollis opus. pereat male quae te
Lesbia quaerenti taurum monstrauit inertem.
Cum mihi Cous adesset Amyntas,
cuius in indomito constantior inguine neruus
quam noua collibus arbor inhaeret.
Muricibus Tyriis iteratae uellera lanae
cui properabantur? Tibi nempe,
ne foret aequalis inter conuiua, magis quem
diligeret mulier sua quam te.
O ego non felix, quam tu fugis, ut pauet acris
agna lupos capreaeque leones.»

Texto:
Horatii opera omnia
Ed. F. Klingner, Leipzig 1959


http://www.hs-augsburg.de/~Harsch/Chronologia/Lsante01/Horatius/hor_en12.html
Traducción Francesa:

CONTRE UNE VIEILLE DEBAUCHEE

Que demandes-tu, ô femme digne d'être accouplée avec de noirs éléphants? Pourquoi m'envoyer des présents, des tablettes, à moi, qui ne suis pas un gars vigoureux, et dont l'odorat n'est pas éteint? À moi qui ai le nez plus fin pour flairer un polype, ou le bouc immonde caché sous des aisselles velues, que le chien pour flairer la retraite d'un sanglier? Quelle sueur et quels miasmes malfaisants s'échappent de tous ses membres, quand après avoir épuisé, sans se rassasier, un amour languissant, elle s'agite pour tromper son impudicité mal satisfaite, quand, de son visage, dégouttent la craie et ce fard composé des excréments du crocodile, et que, dans ses mouvements lascifs comme ceux du porc, elle rompt son lit et en disperse les couvertures! Mais combien n'est-ce pas plus immonde encore, quand elle essaie de vaincre mes dégoûts par ces amers reproches: "Tu es moins languissant avec Inachie qu'avec moi. Trois fois dans une nuit tu sers Inachie; avec moi, c'est toujours trop d'une fois pour ta mollesse! Malheur à Lesbie à qui je demandais un taureau, et qui m'a indiqué un amant impuissant! N'avais-je pas sous la main Amyntas de Cos, lui dont le membre est mieux planté et plus indomptable qu'un jeune arbre que ses racines enchaînent à la colline? Pour qui avais-je préparé ces tissus deux fois teints dans la pourpre de Tyr, si ce n'est pour toi, si ce n'est pour qu'il n'y eût pas un convive, parmi les hommes de ton âge, qui fût plus aimé de sa maîtresse que toi? Malheureuse moi-même, moi, que tu fuis et que tu redoutes comme la brebis les loups, comme la chèvre les lions!"

Ch-M. LECONTE de LISLE (1818-1894), HORACE, traduction nouvelle, Paris, A. LEMERRE, 1911
Traduction reprise au site
MYTHORAMA avec l'autorisation de Vincent CALLIES.

Ch. M. Leconte de Lisle, que editó y tradujo al Francés la obra completa de Horacio, dijo que los Épodos VIII y XIII no se podían traducir, cosa que reparó A. Lemerre en 1911 traduciéndolos e incluyéndolos en la edición de su predecesor.
http://agoraclass.fltr.ucl.ac.be/concordances/horace_epodes/lecture/12.htm


jueves, 10 de septiembre de 2009

EL ÉPODO VIII DE HORACIO: UN EJEMPLO DE EROTISMO DESCARNADO Y PROCAZ

QVINTVS HORATIVS FLACCVS


Quinto Horacio Flaco nació en Venusia, Apulia, en el 65 aC. y murió en Roma el 8 aC. Perteneció al Círculo de Mecenas, ante quien lo introdujo Virgilio. Escribió, entre otras obras, 17 Épodos, en la década del cuarenta al treinta. Los Épodos son obras primerizas de Horacio, que escribió tomando como modelo al yambógrafo griego Arqíloco, un poeta mordaz y directo, y que sirven de preparación para sus obras posteriores, más maduras y de mayor alcance.

NACIMIENTO DE VENUS DE BOUQUEREAU


Aquí os dejo el Épodo VIII, en el que Horacio deja rienda suelta a su lengua mordaz y a sus impulsos juveniles. La obra es un buen ejemplo de lo que entendían los Romanos por Literatura: se dice lo que se piensa y se dice como se piensa. El eufemismo y el rodeo en el lenguaje es desconocido para Horacio: Ello puede comprobarse con la lectura de este Épodo.
El poema está escrito en estrofas de dos versos, compuestas de un t
rímetro yámbico y un dímetro yámbico


VENUS DE CNIDO


VENUS DE MILO

“¡Que, podrida por un largo siglo, me preguntes
qué enerva mis fuerzas,

cuando tienes los dientes negros y la vieja ancianidad
surca tu frente de arrugas,

y entre dos secas nalgas boquea vergonzante
el culo como el de una vaca dispéptica!

Pero me excita tu pecho y tus tetas podridas
como las ubres de una yegua,

y tu vientre blando y tus muslos flacos
pegados a hinchadas pantorrillas.

Sé feliz, que bustos triunfales
abran tu cortejo fúnebre

Y no haya esposa que pasee cargada
de perlas más pulidas.

¿Qué importa qué librillos estoicos gusten
de estar tirados en tres cojines de seda?

¿Acaso los nervios de los incultos empalman menos
o languidece menos el nabo?

Para hacerlo salir desde los altaneros huevos,
tendrás que trabajar con la boca”.

(Traducción de Bartolomé Segura, en “Antología de Poesía Erótica Latina”, EDICIONES EL CARRO DE LA NIVE, SEVILLA, 1989)


AFRODITA DE MELOS

Pedro Manuel Suárez Martínez dice en “ESTUDIOS CLÁSICOS” (Órgano de la Sociedad Española de Estudios Clásicos) (XXXVI, 105, Madrid, 1994) que el poema está dirigido a una mujer real, una vieja libidinosa, con impulsos impropios de su edad, que podría ser perfectamente la Lesbia de Catulo, es decir, la Clodia real, mujer de mundo y mucho mayor que Catulo, y que fue su amante, entre otros muchos. La tal Clodia, nombre de resonancias plebeyas, era en realidad Claudia Pulchra Tertia, de origen patricio, y que había renunciado a su nombre original, para parecer más plebeya. Viuda, tras la muerte sospechosa de su segundo marido, se dedicó a llevar una vida desordenada y entregada a la "libido". La sospecha era que su segundo marido había sido envenenado por ella. Es Cicerón quien más detalles nos da de su vida. Si queréis leer el estudio completo, podéis hacerlo pinchando aquí.


QVINTUS HORATIVS FLACCVS (Museum of Fine Arts de Boston)


Rogare longo putidam te saeculo,
uiris quid eneruet meas,

cum sit tibi dens ater et rugis uetus
frontem senectus exaret

hietque turpis inter aridas natis
podex uelut crudae bouis.

sed incitat me pectus et mammae putres
equina quales ubera

uenterque mollis et femur tumentibus
exile suris additum.

esto beata, funus atque imagines
ducant triumphales tuum

nec sit marita, quae rotundioribus
onusta bacis ambulet.

quid, quod libelli Stoici inter Sericos
iacere puluillos amant,

inlitterati num minus nerui rigent
minusue languet fascinum?

quod ut superbo prouoces ab inguine,
ore adlaborandum est tibi.

Texto:
Horatii opera omnia
Ed. F. Klingner, Leipzig 1959



Mi muy amiga Elena Pascual, que tiene un blog titulado “Elena Clásica”, motivo por el que le gusta ser llamada Ἑλένη, así en Griego, digo, tiene un blog en el que podemos saborear de cuando en cuando el producto de su inspiración y su capacidad exquisita de escribir. Es toda una gozada leer lo que ella escribe y os aconsejo que la visitéis, pinchando aquí.

Pues bien, ha tenido la elegancia y la delicadeza de dejar aquí, en mi espacio, un comentario sobre ese Épodo VIII de Horacio que merece todos los encomios y halagos por mi parte. Le ha dado vida a esa Clodia, o Claudia, o Lesbia, que, hay que decirlo también, era una mujer muy culta y muy entendida en la Filosofía Griega, y nos ha demostrado que una mujer entrada en años también tiene derecho a tener una sensibilidad y unos impulsos vitales que, por lo menos yo, atribuía sólo a las más jóvenes. Ella ha rejuvenecido a esa mujer tan maltratada por los poetas romanos, principalmente Catulo y Horacio. Sobre la sospecha de que envenenó a su segundo marido, también podríamos preguntarnos qué clase de marido era ése. Yo no lo sé y tampoco creo que haya que tomarse la Justicia por su mano, pero en esa Roma que tan mal trataba a las mujeres, ¿qué recurso podría encontrar una mujer ante una “violencia doméstica” (que no lo sé si existió), esa tipología que tan actual es?.

Bueno, nuestra Elena escribe con la delicadeza de las Musas y con la fuerza y contundencia de Horacio o Catulo. Y, cuando ella escribe, percibimos, por lo menos yo, la inspiración, la fuerza de la palabra equilibrada, y la clarividencia de las ideas. Vamos, que escribe divinamente. Yo me imagino a esos y esas adolescentes que debe tener en sus clases, escuchándola boquiabiertos, y sin tomar ni siquiera apuntes, porque la tal actividad podría distraerlos de la fruición de sus palabras.

Para no ser excesivamente prolijo, sitúo aquí en primera página, por mérito propio de ella, el comentario que me ha dejado al Épodo de Horacio. MUCHÍSIMAS GRACIAS, QUERIDA ELENA.


"Mi queridísimo Antonio:

y es que este blog es como siempre la vida con el pulso auténtico de los clásicos, es que Horacio grita porque éste es su lugar en el mundo, porque un espíritu tan grande tiene que perdurar a pesar del paso del tiempo, que no es tan insalvable, pues el tiempo quizás, como cualquier otro parámetro tomado desde las dimensiones humanas, es relativo.

Aquí fluye la vida, los sentimientos y ante todo las pasiones de los que amaron y desearon. Pues, esta Clodia maravillosa, que bebió la vida a grandes tragos, y rompió el corazón a nuestro querido Catulo, provocó muchas palabras incisivas, también por parte de Horacio.

Me encanta ese concepto tan asumido por los romanos para su literatura, que nos comentas: no hay lugar para la hipocresía, se dice lo que se piensa, tal y como se piensa. Cuánto tenemos que seguir aprendiendo de la sabiduría de nuestros predecesores, de su autenticidad y belleza, la más elevada y la profundamente mordaz. Lo que me arrebata de este poema es la embestida contundente con la que empieza a arremeter contra esta mujer enérgica y cómo con el mismo enfático pulso contrapone, sin transición suave, la conjunción adversativa "pero": a pesar de tan terrible retrato, ella, la terrible protagonista, Clodia perdurable, le causa estremecimientos libidinosos, así:

"sed incitat me pectus et mammae putres
equina quales ubera".

Bravo por Horacio que tales palabras utiliza, alejándose de absurdos eufemismos, grande su pluma y su valentía, bárbara también nuestra Clodia, pues así supo enfrentar la vida (si bien lo lamento por el hipotético envenenamiento del segundo esposo), y que, ante todo, no se arredró ante las críticas consabidas o las costumbres políticamente correctas.

Ante todo, me estremece el arrojo de Horacio que se reconoce excitado ante la presencia poderosa de esta mujer, que sigue provocando ardorosos comentarios ¡y sigue invicta!
Qué maravilla sois tú y tu conocimiento, Antonio.
Tu admiradora Ἑλένη"

martes, 1 de septiembre de 2009

NOVEDOSO SISTEMA DE RELAJACIÓN: IMÁGENES Y MÚSICA



De cuando en cuando todos necesitamos liberar a nuestro Espíritu de las tensiones provocadas por las contradicciones existenciales de nuestra vida y de nuestra Existencia. También es necesario que nuestro Cuerpo se desprenda del cansancio diario, al que lo sometemos, a veces de forma innecesaria, cada día, con nuestra actividad frenética y nuestra forma de vida actual, que consiste en estar siempre en tensión, haciendo todos excesiva exhibición del esfuerzo y la lucha por ser mejores que los demás. Porque, en nuestra forma de vivir actual, ya no vale ser bueno, ya hay que ser mejor que los demás: es la única forma de triunfar.

He pasado largas horas pensando cómo se puede solucionar eso, y he llegado a una conclusión importante: hay que relajar el Cuerpo y el Espíritu (y escribo con mayúscula ambas palabras, para realzar su importancia).

Si tú, hombre o mujer agotada y tensa, te sientas en un sillón cómodo, puedes hacer que tu Cuerpo y tu Espíritu entren en un estado de sosiego general. Esto es lo que tienes que hacer:

1. Ya has entrado en este foro
2. Ahora pinchas con el ratón este mismo escrito, o el título del mismo.
3. Pones en marcha el PLAY, pinchando en el símboloque aparece en el mismo.
4. Ya estás preparado para que tus ojos se deleiten con una serie de imágenes de todo tipo, que son la mayoría de las que existen en este blog
.

No obstante, si quieres alcanzar el éxtasis báquico, próximo al orgasmo cósmico, cuando el Espíritu se confunde con el Cuerpo, y quieres gozar de la fruición de las imágenes y la audición de los mejores Coros y Arias de las mejores Cantatas de Johann Sebastian Bach, y las polkas de Johann y Joseph Strauss, es decir, de la música de fondo del blog, puedes hacer lo siguiente:

Cuando estén visualizándose las imágenes, minimizas la pantalla con el símbolo, que aparece en la parte superior derecha de tu pantalla.

Luego vuelves a abrir el blog y lo minimizas igualmente con el símbolo .

Se habrá maximizado el reproductor de imágenes en pantalla completa. Si no es así, lo restauras tú mismo, para que sea visible en pantalla completa.

Una vez hecho esto, disponte a disfrutar de las imágenes y de la mejor música

Además, si no te convence, siempre te queda la posibilidad de apagar el ordenador y hacer otra cosa que te interese más.