ANTONIO MARTÍN ORTIZ: marzo 2010
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

miércoles, 31 de marzo de 2010

EL DIOS PRÍAPO Y LAS BRUJAS CANIDIA Y SAGANA (HORACIO, SÁTIRAS, I, VIII)


La sátira octava del libro primero de los Sermones (Sátiras) de Horacio es un ejemplo perfecto, por un lado, del género satírico en Roma, justo cuando se halla en una situación de difícil equilibrio entre lo que entendemos actualmente por sátira (que será esencialmente representada en Roma por los posteriores Persio y, sobre todo, por Juvenal) y la creación original de Lucilio; por otra parte, nos muestra el savoir faire literario de Horacio en un cuidado y elaborado poema.

Que el género satírico es creación típicamente romana, mezcla de elementos heterogéneos de procedencia griega (comedia, diatriba cínica, epigrama...) y romana (el italum acetum, los poemas populares...), bien se demuestra aquí:

- El inicio del poema presenta una situación típica de los populares Priapeos: un Príapo interpela al lector, y es el narrador-protagonista del poema, al narrarnos una escena de brujería bajo el pretexto de la construcción de los jardines de Mecenas en el Esquilino (acuden allí las brujas por haber sido un cementerio). Para ello se vale de tópicos presentes en el Corpus Priapeum, como el hecho de mencionar que antes era un pedazo de madera hasta que un artesano lo convierte en dios (v.1-3 = CP 10; 25, 63…).

- Nombres parlantes, que nos recuerdan el ambiente popular y cómico de las comedias:

Sagana (Bruja), Pantolabo (del griego Πάν [Todo] y Λαμβάνειν [Coger]: el que todo lo coge, arramblador), Scurra (¿Parásito?), son ejemplos de este recurso.

- Descripciones tomadas de otras obras literarias: la de Canidia (que, además, aparece también con Sagana en varios épodos, por ejemplo en el III, 5 y 17). Recordemos a este respecto el carácter intertextual de toda la literatura antigua.

- La finalidad de esta sátira narrativa puede ser social, ya que una de las posibles interpretaciones de este poema puede ser, junto a la humorística, la crítica social hacia la magia y superstición que invade la Sociedad Romana consideradas como una amenaza para la Comunidad en una época de fuerte regeneración moral, religiosa y de costumbres, impulsada por Augusto, gran amigo de Mecenas.

Las intenciones artísticas de Horacio son muy claras: pretende dar altura literaria a un género que Lucilio creó lastrado por un exceso de prolijidad y descuido. Busca dar una apariencia de habla común a la máxima elaboración literaria, unir la denuncia de conductas inmorales y viciosas a un gusto culto y educado, eludiendo el carácter coloquial y plebeyo del género.

El metro aquí también queda fijado: de la Polimetría Luciliana Horacio se queda con el hexámetro dactílico.


Origen de los datos precedentes

Príapo. Fresco de la Casa de los Vetti, Pompeya
Príapo. Museo Pio Clementino (Museos Vaticanos)

Antaño era un tronco de higuera, un leño inútil, cuando un artesano, dudoso si haría un escaño o un Príapo, prefirió que fuera un dios. Desde entonces un dios soy yo, el mayor terror de ladrones y aves; pues mi diestra y el palo rojo que se levanta de la obscena ingle castigan a los ladrones, mientras que la caña fija en mi cabeza aterra a las inoportunas aves y les impide posarse en los nuevos jardines.

Aquí antes el consiervo colocaba en una vil arca los cadáveres que habían de ser llevados desde las estrechas celdas. Este sepulcro común se alzaba para la plebe mísera, para el maricón del Pantolabo y el derrochador de Nomentano. Un cipo daba aquí mil pies de ancho y trescientos de profundo; y una inscripción dice: El monumento no pasará a los herederos.

Ahora se puede habitar en el saludable Esquilino y pasear en su llanura soleada, por donde hace poco los desdichados contemplaban el deforme campo por los blancos huesos; ahora no tanto me causan preocupación y fatiga los ladrones y las fieras que suelen maltratar este lugar, cuanto las brujas que trastornan los espíritus humanos con sus conjuros y venenos; a éstas de ningún modo puedo perder ni impedir que no cojan huesos y hierbas nocivas en cuanto la luna errante muestra su bello rostro.

Yo mismo he visto a Canidia, ceñida con su capa negra, con los pies desnudos y el cabello suelto, y ululando con Sagana la mayor: la palidez las había hecho de aspecto horrible. Comenzaron a escarbar la tierra con las uñas y a desgarrar a mordiscos una cordera negra; su sangre se mezcló en una fosa para, a continuación, arrancar de los Manes las almas que van a contestar.

Y había una figura de lana, otra de cera; la mayor es la de lana, como un amo que reprime con castigos a un servidor; la de cera estaba en postura suplicante, como un esclavo dispuesto a morir. Una invoca a Hécate, la otra a la cruel Tisifone: podrías ver a las serpientes y perros infernales vagar y a la luna ruborizada esconderse detrás de los grandes sepulcros para no ser testigo de sus crímenes.

Pero, si miento, sea mi cabeza manchada de blancas mierdas de cuervo y me caguen y meen encima Julio y el afeminado Pediacia y el ladrón Vorano. ¿Por qué recordar cada cosa, una por una, cómo las sombras dialogando con Sagana emitían sonidos tristes y agudos, y cómo la barba de lobo ocultaban en la tierra furtivamente con un diente de serpiente multicolor, y un fuego más grande prendió en la imagen de cera y cómo yo, no testigo sin venganza, me horroricé con los hechos de las dos Furias?

Pues yo, abierta la nalga, me tiré un pedo tan grande como suena una vejiga reventada; por su parte, ellas echaron a correr a la ciudad. Podrías ver con gran risa y diversión caer de sus brazos las hierbas, los lazos mágicos, la alta peluca de Sagana y los dientes de Canidia.

(Horacio, Libro primero de las Sátiras, VIII)


Imagen tomada de:
http://ahimsa.foros.ws/t311/-priapo-/

Olim truncus eram ficulnus, inutile lignum,
cum faber, incertus scamnum faceretne Priapum,
maluit esse deum. Deus inde ego, furum auiumque
maxima formido: nam fures dextra coercet
obscaenoque ruber porrectus ab inguine palus,
ast inportunas uolucris in uertice harundo
terret fixa uetatque nouis considere in hortis.
Huc prius angustis eiecta cadauera cellis
conseruus uili portanda locabat in arca;
hoc miserae plebi stabat commune sepulcrum;
Pantolabo scurrae Nomentanoque nepoti
mille pedes in fronte, trecentos cippus in agrum
hic dabat, heredes monumentum ne sequeretur.
Nunc licet Esquiliis habitare salubribus atque
aggere in aprico spatiari, quo modo tristes
albis informem spectabant ossibus agrum;
cum mihi non tantum furesque feraeque suetae
hunc uexare locum curae sunt atque labori,
quantum carminibus quae uersant atque uenenis
humanos animos: has nullo perdere possum
nec prohibere modo, simul ac uaga luna decorum
protulit os, quin ossa legant herbasque nocentis.
Vidi egomet nigra succinctam uadere palla
Canidiam pedibus nudis passoque capillo,
cum Sagana maiore ululantem: pallor utrasque
fecerat horrendas adspectu. scalpere terram
unguibus et pullam diuellere mordicus agnam
coeperunt; cruor in fossam confusus, ut inde
manis elicerent animas responsa daturas.
Lanea et effigies erat altera cerea: maior
lanea, quae poenis conpesceret inferiorem,
cerea suppliciter stabat, seruilibus ut quae
iam peritura modis. Hecaten uocat altera, saeuam
altera Tisiphonen: serpentes atque uideres
infernas errare canes Lunamque rubentem,
ne foret his testis, post magna latere sepulcra.
mentior at siquid, merdis caput inquiner albis
coruorum, atque in me ueniat mictum atque cacatum
Iulius et fragilis Pediatia furque Voranus.
Singula quid memorem, quo pacto alterna loquentes
umbrae cum Sagana resonarint triste et acutum,
utque lupi barbam uariae cum dente colubrae
abdiderint furtim terris et imagine cerea
largior arserit ignis, et ut non testis inultus
horruerim uoces furiarum et facta duarum?
Nam, displosa sonat quantum uesica, pepedi
diffissa nate ficus; at illae currere in urbem.
Canidiae dentis, altum Saganae caliendrum
excidere atque herbas atque incantata lacertis
uincula cum magno risuque iocoque uideres.

(Horatius, Sermonum liber primus, VIII)

Texto Latino, con algunos cambios de grafía:
http://www.hs-augsburg.de/~Harsch/Chronologia/Lsante01/Horatius/hor_s108.html

Imagen tomada de:
http://ahimsa.foros.ws/t311/-priapo-/


Príapo. Fresco de Pompeya

Quod peto, si dederis, quod petis, accipies.
Si me das lo que te pido, recibirás lo que me pides.


(PRIAPEOS: Smithers & Burton 1980. ISTA: 38 PRIAPVS)

El dios Príapo, un dios menor, tenía una función bien específica: proteger huertos y campos de posibles ladrones, a los que amenazaba con su atributo.

¿Por qué tengo al descubierto mis partes obscenas quieres saber? Pues averigua por qué ningún dios oculta sus armas. El señor del mundo, rey del rayo, lo muestra abiertamente, y no tiene el dios marino un oculto tridente. Ni Marte esconde la espada, a la que debe su valía, ni Palas, intrépida, disimula la lanza en los pliegues de la ropa. ¿Siente acaso vergüenza Febo de llevar en bandolera sus áureas flechas? ¿Es que Diana lleva a escondidas su carcaj? ¿Tapa el Alcida el astil de su nudosa maza? ¿Guarda el dios alado bajo su túnica el caduceo? ¿Quién ha visto a Baco cubrir con sus ropas el ligero tirso, o a ti, Amor, con la antorcha oculta? No sea, pues, un delito para mí tener la verga siempre al descubierto: si me faltase esa arma, quedaría inerme.

(Corpus Priapeorum, Traducción de Enrique Montero Cartelle, en BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, Pág.44-45).


Texto Latino, con modificaciones de grafía:

Cur obscena mihi pars sit sine ueste, requiris?
Quaere, tegat nullus cur sua tela deus.
Fulmen habet mundi dominus, tenet illud aperte;
nec datur aequoreo fuscina tecta deo.
Nec Mauors illum, per quem ualet, occulit ensem,
nec latet in tepido Palladis hasta sinu.
Num pudet auratas Phoebum portare sagittas?
Clamne solet pharetram ferre Diana suam?
Num tegit Alcides nodosae robora clauae?
Sub tunica uirgam num deus ales habet?
Quis Bacchum gracili uestem praetendere thyrso,
quis te celata cum face uidit, Amor?
Nec mihi sit crimen, quod mentula semper aperta est:
hoc mihi si telum desit, inermis ero.

Don Camilo José Cela le da vida al Príapo Hispánico y lo reencarna en el CIPOTE DE ARCHIDONA

Paa visualizarlo, parar primero la música del blog.

sábado, 20 de marzo de 2010

SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274)

Albrecht Dürer. Cupid the Honey Thief. 1514.
Pen and ink and watercolour on paper.
Kunsthistorisches Museum, Vienna, Austria

http://www.abcgallery.com/D/durer/durer45.html

EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE Y SUS DIFERENTES MANIFESTACIONES: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274)

François-Pascal-Simon Gérard. Amor and Psyche, also known as Psyche Receiveing Her First Kiss of Love. Oil on canvas. 186 x 132 cm. Louvre, Paris, France


Lucas Cranach the Elder. Venus and Cupid. 1509.
Oil on canvas. The Hermitage, St. Petersburg, Russia. More.
http://www.abcgallery.com/C/cranach/cranach3.html

Vergilius Hadrumetensis (ca. 250 p. Chr. n.)
El día 14 de Febrero comentaba yo aquí mismo un verso de Virgilio, extraído de Las Geórgicas:

AMOR OMNIBVS IDEM
[EL AMOR ES EL MISMO PARA TODOS]
(VIRGILIO: GEÓRGICAS, III, 244)


Posteriormente, con fecha 6 de Marzo, publicaba otro comentario, referido también a unos versos de Las Geórgicas:

FVROR EQVARVM... VENTO GRAVIDAE
[EL FUROR AMOROSO DE LAS YEGUAS... PREÑADAS POR EL VIENTO
]
(VIRGILIO, GEÓRGICAS, III, 266, 274)

Ambos escritos han provocado una serie de comentarios, todos ellos abundantes y con un nivel intelectual tan alto, que me ha sido imposible responder individualmente a cada uno de ellos. Además, como yo no me creo en posesión de la Verdad Absoluta, ni mucho menos, no me veo en la obligación de resolver las aparentes contradicciones que se han creado en torno a esos versos: la atracción amorosa y erótica, el Amor Espiritual, el Amor Místico, el Amor a los Valores, las desviaciones del Instinto, y algunas cosas más.

Voy a exponer mi punto de vista, apoyándome, en lo posible, en las opiniones de quienes, precediéndome en el tiempo, tienen el reconocimiento general de ser grandes pensadores aceptados, si no por todos, por lo menos por la mayoría de quienes tienen por oficio el Pensamiento.

Leía yo, hace años, en un libro de esos que le impactan a uno por la clarividencia y la sencillez de los pensamientos que expone:

La primera obligación de todo ser vivo es precisamente eso, vivir, y, una vez conseguido este objetivo, su primera aspiración es ser feliz.

Es ésta una Verdad de esas que pueden escribirse con Mayúscula. Podríamos situarla perfectamente en lo que Parménides (siglos VI/V) llama El Ser [Τὸ ὅν], Platón Una Idea, o Eduard Spranger una manifestación del Espíritu Absoluto. Podríamos decir, con palabras de Hegel que Es racional porque es real, y es real porque es racional.

Si seguimos con esta argumentación, la primera obligación de la especie es también su propia conservación, es decir, la reproducción.

Estos instintos están genéticamente programados en todas las especies, incluida la nuestra, y es conveniente recordar que, antes de pertenecer al género humano, pertenecemos a la especie animal. Vamos, que la aparición del Espíritu en la vida de los humanos es cronológicamente secundaria y responde a un momento determinado de la evolución. Es el proceso de irrupción del Espíritu en nuestra Existencia, y la dicotomización del Ser Humano en Cuerpo y Alma.

Decía yo en reflexiones anteriores que no estoy seguro de que esa dicotomización sea buena para nosotros, porque, si miramos bien, nosotros, con la aparición del Espíritu y la Conciencia, estamos condenados, como muy bien dijo Erich Fromm en su conocido libro El miedo a la Libertad, a ser libres. (*)

El resto de los mamíferos están genéticamente programados por el Instinto y tienen la vida resuelta. Nosotros, al contrario, tenemos que decidir en cada momento qué es lo que vamos a hacer, y eso puede que nos haga más libres, e incluso, más felices, pero representa un esfuerzo y una sobrecarga de la que pueden perfectamente prescindir el resto de los animales.

Entonces, a mi entender, pasa lo siguiente: El Instinto de Conservación de la Especie, en su forma primigenia y original, se manifiesta en el instinto sexual y la atracción erótica entre los sexos diferentes. Es lo que garantiza la reproducción.

Cuando el sexo se manifiesta fenomenológicamente como separado del Amor, o, si lo decimos de otra forma, cuando el Amor, tal como lo entendemos corrientemente, toma Entidad propia, independiente del sexo y la atracción erótica, lo que ha pasado es que el Instinto ese primordial y primigenio se ha manifestado de una forma independiente en cierta forma de su origen. Es como si el instinto hubiese tomado nueva figura, nueva apariencia, si utilizamos la Teoría de las Ideas de Platón.

Siendo así las cosas, no veo yo que haya problema alguno en reconocer que cuando Virgilio habla del Amor y cuando habla del Furor Eroticus está hablando de lo mismo. Caben aquí perfectamente todas las formas o manifestaciones del Amor: el amor adolescente, instintivo y sin punto de fijación definido todavía, el amor adulto en cualquiera de sus formas, el amor espiritual, el amor platónico, el amor en general por cualquiera de los que Max Scheler llamó Valores. Vale para todos ellos la fórmula

Amor omnibus idem
El Amor es el mismo para todos.

La esencia, como diría Parménides, es la misma e inmutable. Son sus manifestaciones, su fenomenología lo que cambia.

En algún comentario se ha aludido a las desviaciones sexuales, a la agresividad contra el otro o la otra, a la pederastia, a la pedofilia…

Creo que no necesita demostrarse que este tipo de comportamientos no pueden ampararse bajo el concepto del Amor, del Instinto, ni nada que se le parezca. Son, en todo caso, degeneraciones o enfermedades de lo anterior. Son otra cosa. Son, si queréis, la cara opuesta. Y es que no se puede definir a la Enfermedad como una característica de la Salud. Es otra cosa. Lo anormal no es lo que es diferente a lo normal, lo anormal es otra cosa. Son Esencias diferentes, no una manifestación de la misma Esencia.

(*)Dilman publica una interesante entrevista de Pablo Correa al jefe de Neurología de la Universidad de Harvard con el sugerente título de La razón nos ha traído más daños que beneficios, que va en la línea de que la irrupción de la Cultura entre los humanos es más un retroceso que un progreso.

Dejo aquí unas cuantas referencias que pueden justificar o aclarar lo que acabo de escribir.

Un solo camino queda, pues, del que se puede hablar: que el Ser es. Muchos signos llevan a esta vía: que el Ser es inengendrado e indestructible y completo en su estructura, inmutable y carente de fin. Nunca fue ni será, porque es actualmente; es el Todo, intacto a la vez, Uno, continuo, definitivo. ¿Pues qué origen podría buscarse para él? ¿De donde vendría su nacimiento? Ni te permitiré hablar o pensar que su fuente es el No Ser; luego no es expresable ni pensable que el No Ser es…

¿Cómo podría perecer el Ser? ¿Cómo podría nacer? Si viene a la existencia no es, y así también si ha de surgir en el futuro. De este modo el nacimiento queda extinguido y el perecer ignorado. No es el Ser divisible, puesto que es totalmente homogéneo. No puede el Ser en una parte ser más que en otra menos, porque ello impediría su cohesión; está, pues, lleno de Ser. En consecuencia, resulta por siempre continuo: el Ser está en contacto consigo mismo. (Apud Platón, Sofista 237ª; Sexto Emp. Adv. Mat. VIII, 114; Simplicio, Física, 144) (Parménides en: Alfredo Llanos, Los Presocráticos y sus fragmentos, Traducción según la recopilación en Griego de Hermann Diels, JUÁREZ Editor, Buenos Aires, 1969, Pág. 137-8).

No es que los Griegos sean nuestros Clásicos: es que, en cierto modo, los Griegos somos nosotros (Javier Zubiri, Naturaleza, Historia, Dios, Ed. Nacional, 1944, 410).
La forma más primitiva en que el Espíritu Objetivo penetra en el complejo de la estructura individual es el Instinto (Eduard Spranger, Psicología de la Edad Juvenil, Revista de Occidente, Madrid, 1961, Pág.23).

Quien no puede amar tampoco puede creer (Eduard Spranger, Ibidem, Pág.101).

Lo erótico no es, por tanto, una función de lo sexual, ni lo sexual una función de lo erótico. Sino que ambos constituyen esencialmente una totalidad de vivencias, con arreglo al sentido de la evolución. Ambos se diferencian, partiendo de una fundamental unidad. Y marchan durante algún tiempo separados, para reunirse en el punto culminante de la vida en flor. De otro modo no puede comprenderse su mutua relación (Eduard Spranger, Ibidem, Pág.135).

Las siguientes citas tomadas de:
Manuel F. Galiano, José S. Lasso de la Vega, Francisco R. Adrados, El descubrimiento del amor en Grecia, Editorial Coloquio, Madrid 1985).

El camino del Espíritu –escribió Hegel- es el rodeo.

Siempre los dioses empujan al semejante hacia su semejante (Empédocles, FR. A 20 a Diels-Kranz).

Amando da de sí mismo lo mejor el mortal (Hölderlin).

En esencia sólo se aprende de aquel a quien se ama (Goethe).

Sólo del Amor surgen los más profundos pensamientos (Nietzsche).

No es que haya dos amores…, sino dos sujetos del Amor, de los cuales uno ama para ser amado, mientras que el otro ama porque es amado (Platón, Symp.212 a).


Carlos Hernández, Chacien, en un sesudo y sólido comentario, me sugiere que todo esto se puede resumir con la frase de San Agustín:

Ama et quod uis fac [Ama y haz lo que quieras].

Atiendo a su sensata sugerencia y añado el contexto de la frase:

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Como está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz (San Agustín, Apud: Erotismo en la historia, curiosidades y anécdotas, Carlos Fisas, Ed. Plaza Janés, 1999, Pág. 162).

sábado, 6 de marzo de 2010

FVROR EQVARVM... VENTO GRAVIDAE
[EL FUROR AMOROSO DE LAS YEGUAS... PREÑADAS POR EL VIENTO
]
(VIRGILIO, GEÓRGICAS, III, 266, 274)


Amigas lectoras y lectores: si tienen la paciencia de leerse este escrito, y, si no, también, les aconsejo que lean el comentario sólido, bien estructurado, sensato, y, en definitiva, soberbio, que hace mi amigo Carlos Hernández, Chacien. Es el primero que hay. No se arrepentirán.
Yeguas galopantes
(Imagen tomada de Soledad Sánchez Mulas, que dedica un poema a este tema)


Venus y Eros

Comentaba yo hace unos días el verso de Virgilio (Geórgicas, III, 244)

Amor omnibus idem
El amor es el mismo para todos

Y describía el furor, la furia amorosa, la fuerza erótica, la locura, que se apodera de todos los seres vivientes en aras a la reproducción y perpetuación de la especie.

La tal reflexión tuvo un enorme éxito, si nos atenemos a los comentarios recibidos y las lecturas hechas por los internautas. Me ha parecido que el tema tiene mucho interés, y es éste el motivo por el que continúo con el mismo tema, ofreciéndoos los versos de Virgilio que siguen. Sigue inmediatamente, después del texto ofrecido en la anterior reflexión:

Scilicet ante omnis furor est insignis equarum
(Geórgicas, III, 266).
Es, sin duda, el furor amoroso de las yeguas el más sensible de todos.

Y más adelante:

Et saepe, sine ullis coniugiis, [equae] uento grauidae (mirabile dictu),... saxa per... diffugiunt
(Geórgicas, III, 274-6).


Y muchas veces, sin ayuntamiento alguno, [las yeguas], fecundadas por el viento (maravilloso es contarlo), huyen por los peñascos.


Tiziano: Sísifo (Museo del Prado)

(Sísifo era padre de Glauco, que criaba yeguas antropófagas en Potnias, cerca de Tebas, en Beocia)

No hay mejor comentario que dar el texto de Virgilio, entero:

Es, sin duda, el furor amoroso de las yeguas el más sensible de todos. Esta disposición se la concedió Venus misma, cuando las cuadrigas de Potnias despedazaron con sus quijadas los miembros de Glauco [Hijo de Sísifo, criador de yeguas a las que alimentaba con carne humana, en Potnias, cerca de Tebas. Para tenerlas más ligeras, las apartaba de los machos, para que no se apareasen, por lo que Venus les infundió una especie de locura que las llevó a despedazar a su propio dueño]. El amor las lleva al otro lado de los montes Gárgaros y tras las aguas del sonoroso Ascanio; escalan las montañas y cruzan a nado los ríos y, al punto que la llama penetró en sus ávidas médulas, sobre todo en primavera, porque en la primavera vuelve a los huesos el calor, vueltas todas ellas de cara al Céfiro, se están sobre las rocas altas y reciben dentro de sí los suaves vientos.

Y muchas veces, sin ayuntamiento alguno, [las yeguas] fecundadas por el viento (maravilloso es contarlo) huyen por los peñascos y picachos y por encajonados valles, no adonde tú, Euro, naces, ni adonde sale el sol, sino hacia el Bóreas y el Cauro, o allí donde nace el sombrío Austro y entristece el cielo con su lluvioso frío. Es entonces cuando un veneno viscoso, que los pastores con exacto nombre llaman hipómanes, se destila de su ingle; el hipómanes, que con frecuencia recogieron las malvadas madrastras y lo mezclaron con hierbas, pronunciando maléficos conjuros
(Geórgicas, III, 266-283).
(Traducción de Tomás de la Ascensión Recio García y Arturo Soler Ruiz, BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 141, EDITORIAL GREDOS, MADRID, 1990).


Observaciones:
Cita Virgilio los vientos: Céfiro (del Oeste), Euro (del Sureste), Bóreas (del Norte). Cauro (del Noroeste), y Austro (del Sur).

Había una antigua creencia de que las yeguas podían quedar preñadas por el viento. La leyenda es mencionada por varios autores antiguos: Homero, Columela, Plinio el Viejo, Lactancio, San Agustín, además del ya citado Virgilio.

Un estudio serio del tema lo podéis encontrar en:

http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1060


(Noticias de la Universidad Autónoma de Madrid, en la página 7).

El hipómanes, de ἵππος [híppos] (caballo) y μαίνομαι [máinomai] (volverse loco), es palabra muy usada en la magia antigua, con la que se designa tanto el producto viscoso que emanaba de las ingles de las yeguas, como una excrecencia en la frente de las crías recién nacidas, y que las yeguas, todavía calenturientas, devoraban con ardor.

Cuando uno ve la imagen de esas yeguas galopantes, las que aparecen en la imagen tomada de Soledad Sánchez Mulas, alegres, rítmicamente corriendo al son de la música, la que sea, al son del viento y el canto de los pájaros, tiende uno, y tiendo yo también, a creerse que la locura del AMOR, el FVROR del que habla Virgilio, es real, y que el impulso de esos nobles animales, que algunas veces podríamos envidiar, es un regalo de la divinidad misma, de la diosa Venus, por lo menos
.


Virgilio, en Las Geórgicas, describe a los seres vivientes todos, animados por el instinto de conservación de la especie, al que indistintamente llama amor y furor [furor, furia, locura]. Parece ser que son precisamente las yeguas, entre el resto de los animales, las que tienen más desarrollado ese instinto e impulso para aparearse y, en consecuencia, para garantizar la supervivencia de la especie. En ellas no había ocurrido, como en ninguna otra especie del mundo animal, a excepción de la de los humanos, esa separación, no sabría yo decir si buena o mala, impuesta por la Cultura y la Civilización, esa separación entre el instinto de conservación de la especie (furor, libido) y el amor, tal como se entiende corrientemente.

Elena Pascual, con su poético e inspirado blog, Elena Clásica, Ἑλένη, viene haciendo unos comentarios aquí que, por su elegancia, inspiración y autonomía, tienen derecho a vida propia, por lo que es un placer para mí incorporar también aquí el que en su momento hizo a una primera redacción de este escrito.


“Cuando la fuerza de los instintos es reprimida, ésta celebra su coraje y vuela arrastrando a su paso todo obstáculo. Sean maravillosas las yeguas, sea ante todo celebrado el amor y la búsqueda de las delicias: ¿qué sería, pues, del ser viviente, si no se dejara trascender y purificar por la exquisitez?


Las yeguas se proyectarían a las esferas, si ello fuera necesario: ¿qué impiden, pues, los ríos, las ásperas montañas? Que Sísifo siga con su piedra a cuestas, pues no parece tan terrible este peso como la privación del amor, más terrible será encontrar despedazado a Glauco, pero Venus y la locura primaveral no perdonan.

Una vez más la energía indómita, la transparencia del amor, entraron por todos los resquicios y llenaron este espacio, una vez más el travieso Cupido está presente y nos muestra traviesillo sus flechas como quien desconoce el objeto que porta.

Alabado sea Virgilio mil veces por el furor retratado, y que este blog siga inundando de amor y belleza cada momento, pues entonces hasta el mismo Sisifo será un feliz "empujapiedras".

Este espacio es un encanto y la mano sabia de quien lo guía con fuerza, encanto y armonía: características que conmueven mi ánimo con palabras latinas.

Muchas gracias por tu dedicación y amabilidad,
Antonio Querido.
Un besito.
Ἑλένη (Gracias mil veces)”


Texto Latino con algunas modificaciones de grafia:

Scilicet ante omnis furor est insignis equarum;
et mentem Venus ipsa dedit, quo tempore Glauci
Potniades malis membra absumpsere quadrigae.
Illas ducit amor trans Gargara transque sonantem
Ascanium; superant montis et flumina tranant.
Continuoque auidis ubi subdita flamma medullis
(uere magis, quia uere calor redit ossibus), illae
ore omnes uersae in Zephyrum stant rupibus altis,
exceptantque leuis auras, et saepe sine ullis
coniugiis uento grauidae (mirabile dictu)
saxa per et scopulos et depressas conuallis
diffugiunt, non, Eure, tuos neque solis ad ortus,
in Borean Caurumque, aut unde nigerrimus Auster
nascitur et pluuio contristat frigore caelum.
Hic demum, hippomanes uero quod nomine dicunt
pastores, lentum destillat ab inguine uirus,
hippomanes, quod saepe malae legere nouercae
miscueruntque herbas et non innoxia uerba.


Yegua Fabiola


Venus de Milo