ANTONIO MARTÍN ORTIZ: EL DIOS PRÍAPO Y LAS BRUJAS CANIDIA Y SAGANA (HORACIO, SÁTIRAS, I, VIII)
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

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miércoles, 31 de marzo de 2010

EL DIOS PRÍAPO Y LAS BRUJAS CANIDIA Y SAGANA (HORACIO, SÁTIRAS, I, VIII)


La sátira octava del libro primero de los Sermones (Sátiras) de Horacio es un ejemplo perfecto, por un lado, del género satírico en Roma, justo cuando se halla en una situación de difícil equilibrio entre lo que entendemos actualmente por sátira (que será esencialmente representada en Roma por los posteriores Persio y, sobre todo, por Juvenal) y la creación original de Lucilio; por otra parte, nos muestra el savoir faire literario de Horacio en un cuidado y elaborado poema.

Que el género satírico es creación típicamente romana, mezcla de elementos heterogéneos de procedencia griega (comedia, diatriba cínica, epigrama...) y romana (el italum acetum, los poemas populares...), bien se demuestra aquí:

- El inicio del poema presenta una situación típica de los populares Priapeos: un Príapo interpela al lector, y es el narrador-protagonista del poema, al narrarnos una escena de brujería bajo el pretexto de la construcción de los jardines de Mecenas en el Esquilino (acuden allí las brujas por haber sido un cementerio). Para ello se vale de tópicos presentes en el Corpus Priapeum, como el hecho de mencionar que antes era un pedazo de madera hasta que un artesano lo convierte en dios (v.1-3 = CP 10; 25, 63…).

- Nombres parlantes, que nos recuerdan el ambiente popular y cómico de las comedias:

Sagana (Bruja), Pantolabo (del griego Πάν [Todo] y Λαμβάνειν [Coger]: el que todo lo coge, arramblador), Scurra (¿Parásito?), son ejemplos de este recurso.

- Descripciones tomadas de otras obras literarias: la de Canidia (que, además, aparece también con Sagana en varios épodos, por ejemplo en el III, 5 y 17). Recordemos a este respecto el carácter intertextual de toda la literatura antigua.

- La finalidad de esta sátira narrativa puede ser social, ya que una de las posibles interpretaciones de este poema puede ser, junto a la humorística, la crítica social hacia la magia y superstición que invade la Sociedad Romana consideradas como una amenaza para la Comunidad en una época de fuerte regeneración moral, religiosa y de costumbres, impulsada por Augusto, gran amigo de Mecenas.

Las intenciones artísticas de Horacio son muy claras: pretende dar altura literaria a un género que Lucilio creó lastrado por un exceso de prolijidad y descuido. Busca dar una apariencia de habla común a la máxima elaboración literaria, unir la denuncia de conductas inmorales y viciosas a un gusto culto y educado, eludiendo el carácter coloquial y plebeyo del género.

El metro aquí también queda fijado: de la Polimetría Luciliana Horacio se queda con el hexámetro dactílico.


Origen de los datos precedentes

Príapo. Fresco de la Casa de los Vetti, Pompeya
Príapo. Museo Pio Clementino (Museos Vaticanos)

Antaño era un tronco de higuera, un leño inútil, cuando un artesano, dudoso si haría un escaño o un Príapo, prefirió que fuera un dios. Desde entonces un dios soy yo, el mayor terror de ladrones y aves; pues mi diestra y el palo rojo que se levanta de la obscena ingle castigan a los ladrones, mientras que la caña fija en mi cabeza aterra a las inoportunas aves y les impide posarse en los nuevos jardines.

Aquí antes el consiervo colocaba en una vil arca los cadáveres que habían de ser llevados desde las estrechas celdas. Este sepulcro común se alzaba para la plebe mísera, para el maricón del Pantolabo y el derrochador de Nomentano. Un cipo daba aquí mil pies de ancho y trescientos de profundo; y una inscripción dice: El monumento no pasará a los herederos.

Ahora se puede habitar en el saludable Esquilino y pasear en su llanura soleada, por donde hace poco los desdichados contemplaban el deforme campo por los blancos huesos; ahora no tanto me causan preocupación y fatiga los ladrones y las fieras que suelen maltratar este lugar, cuanto las brujas que trastornan los espíritus humanos con sus conjuros y venenos; a éstas de ningún modo puedo perder ni impedir que no cojan huesos y hierbas nocivas en cuanto la luna errante muestra su bello rostro.

Yo mismo he visto a Canidia, ceñida con su capa negra, con los pies desnudos y el cabello suelto, y ululando con Sagana la mayor: la palidez las había hecho de aspecto horrible. Comenzaron a escarbar la tierra con las uñas y a desgarrar a mordiscos una cordera negra; su sangre se mezcló en una fosa para, a continuación, arrancar de los Manes las almas que van a contestar.

Y había una figura de lana, otra de cera; la mayor es la de lana, como un amo que reprime con castigos a un servidor; la de cera estaba en postura suplicante, como un esclavo dispuesto a morir. Una invoca a Hécate, la otra a la cruel Tisifone: podrías ver a las serpientes y perros infernales vagar y a la luna ruborizada esconderse detrás de los grandes sepulcros para no ser testigo de sus crímenes.

Pero, si miento, sea mi cabeza manchada de blancas mierdas de cuervo y me caguen y meen encima Julio y el afeminado Pediacia y el ladrón Vorano. ¿Por qué recordar cada cosa, una por una, cómo las sombras dialogando con Sagana emitían sonidos tristes y agudos, y cómo la barba de lobo ocultaban en la tierra furtivamente con un diente de serpiente multicolor, y un fuego más grande prendió en la imagen de cera y cómo yo, no testigo sin venganza, me horroricé con los hechos de las dos Furias?

Pues yo, abierta la nalga, me tiré un pedo tan grande como suena una vejiga reventada; por su parte, ellas echaron a correr a la ciudad. Podrías ver con gran risa y diversión caer de sus brazos las hierbas, los lazos mágicos, la alta peluca de Sagana y los dientes de Canidia.

(Horacio, Libro primero de las Sátiras, VIII)


Imagen tomada de:
http://ahimsa.foros.ws/t311/-priapo-/

Olim truncus eram ficulnus, inutile lignum,
cum faber, incertus scamnum faceretne Priapum,
maluit esse deum. Deus inde ego, furum auiumque
maxima formido: nam fures dextra coercet
obscaenoque ruber porrectus ab inguine palus,
ast inportunas uolucris in uertice harundo
terret fixa uetatque nouis considere in hortis.
Huc prius angustis eiecta cadauera cellis
conseruus uili portanda locabat in arca;
hoc miserae plebi stabat commune sepulcrum;
Pantolabo scurrae Nomentanoque nepoti
mille pedes in fronte, trecentos cippus in agrum
hic dabat, heredes monumentum ne sequeretur.
Nunc licet Esquiliis habitare salubribus atque
aggere in aprico spatiari, quo modo tristes
albis informem spectabant ossibus agrum;
cum mihi non tantum furesque feraeque suetae
hunc uexare locum curae sunt atque labori,
quantum carminibus quae uersant atque uenenis
humanos animos: has nullo perdere possum
nec prohibere modo, simul ac uaga luna decorum
protulit os, quin ossa legant herbasque nocentis.
Vidi egomet nigra succinctam uadere palla
Canidiam pedibus nudis passoque capillo,
cum Sagana maiore ululantem: pallor utrasque
fecerat horrendas adspectu. scalpere terram
unguibus et pullam diuellere mordicus agnam
coeperunt; cruor in fossam confusus, ut inde
manis elicerent animas responsa daturas.
Lanea et effigies erat altera cerea: maior
lanea, quae poenis conpesceret inferiorem,
cerea suppliciter stabat, seruilibus ut quae
iam peritura modis. Hecaten uocat altera, saeuam
altera Tisiphonen: serpentes atque uideres
infernas errare canes Lunamque rubentem,
ne foret his testis, post magna latere sepulcra.
mentior at siquid, merdis caput inquiner albis
coruorum, atque in me ueniat mictum atque cacatum
Iulius et fragilis Pediatia furque Voranus.
Singula quid memorem, quo pacto alterna loquentes
umbrae cum Sagana resonarint triste et acutum,
utque lupi barbam uariae cum dente colubrae
abdiderint furtim terris et imagine cerea
largior arserit ignis, et ut non testis inultus
horruerim uoces furiarum et facta duarum?
Nam, displosa sonat quantum uesica, pepedi
diffissa nate ficus; at illae currere in urbem.
Canidiae dentis, altum Saganae caliendrum
excidere atque herbas atque incantata lacertis
uincula cum magno risuque iocoque uideres.

(Horatius, Sermonum liber primus, VIII)

Texto Latino, con algunos cambios de grafía:
http://www.hs-augsburg.de/~Harsch/Chronologia/Lsante01/Horatius/hor_s108.html

Imagen tomada de:
http://ahimsa.foros.ws/t311/-priapo-/


Príapo. Fresco de Pompeya

Quod peto, si dederis, quod petis, accipies.
Si me das lo que te pido, recibirás lo que me pides.


(PRIAPEOS: Smithers & Burton 1980. ISTA: 38 PRIAPVS)

El dios Príapo, un dios menor, tenía una función bien específica: proteger huertos y campos de posibles ladrones, a los que amenazaba con su atributo.

¿Por qué tengo al descubierto mis partes obscenas quieres saber? Pues averigua por qué ningún dios oculta sus armas. El señor del mundo, rey del rayo, lo muestra abiertamente, y no tiene el dios marino un oculto tridente. Ni Marte esconde la espada, a la que debe su valía, ni Palas, intrépida, disimula la lanza en los pliegues de la ropa. ¿Siente acaso vergüenza Febo de llevar en bandolera sus áureas flechas? ¿Es que Diana lleva a escondidas su carcaj? ¿Tapa el Alcida el astil de su nudosa maza? ¿Guarda el dios alado bajo su túnica el caduceo? ¿Quién ha visto a Baco cubrir con sus ropas el ligero tirso, o a ti, Amor, con la antorcha oculta? No sea, pues, un delito para mí tener la verga siempre al descubierto: si me faltase esa arma, quedaría inerme.

(Corpus Priapeorum, Traducción de Enrique Montero Cartelle, en BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, Pág.44-45).


Texto Latino, con modificaciones de grafía:

Cur obscena mihi pars sit sine ueste, requiris?
Quaere, tegat nullus cur sua tela deus.
Fulmen habet mundi dominus, tenet illud aperte;
nec datur aequoreo fuscina tecta deo.
Nec Mauors illum, per quem ualet, occulit ensem,
nec latet in tepido Palladis hasta sinu.
Num pudet auratas Phoebum portare sagittas?
Clamne solet pharetram ferre Diana suam?
Num tegit Alcides nodosae robora clauae?
Sub tunica uirgam num deus ales habet?
Quis Bacchum gracili uestem praetendere thyrso,
quis te celata cum face uidit, Amor?
Nec mihi sit crimen, quod mentula semper aperta est:
hoc mihi si telum desit, inermis ero.

Don Camilo José Cela le da vida al Príapo Hispánico y lo reencarna en el CIPOTE DE ARCHIDONA

Paa visualizarlo, parar primero la música del blog.

28 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Algunos creen que han descubierto la modernidad en estos tiempos.
Ni siquiera el estilo se puede considerar anticuado.

Chacien dijo...

Muy instructiva y esclarecedora la introducción a esta sátira de Horacio; después de leerla el texto resulta muy diáfano y comprensible.

En cuanto a la sátira, me llama la atención la capacidad del sonoro, hediondo y humilde pedo para despertar nuestra hilaridad en las más variadas circunstancias. Recuerdo una anécdota, cuando, no hace mucho, posiblemente menos de un año, estaba viendo Los cuentos de Canterbury de Pasolini, obra maestra donde las haya del humor irreverente en el cine. La cuestión es que existen un par de escenas donde se utiliza a conciencia este recurso del pedo que a mí me hicieron mucha gracia, sobre todo por el contexto donde se producían, y, fíjese como será, que hasta mi madre, enferma de Alzheimer, se reía hasta llegar a las lágrimas; quise hacer la prueba de que lo viera y el resultado siempre era el mismo: cada vez que retrocedía y volvía a mostrarle una secuencia, era producirse el (los) pedo(s) y ya estaba ella riéndose y, créame: se le saltaban las lágrimas. ¿Qué tendrá el pedo que tanto nos divierte?

¿Así que el dios Príapo era un trozo de madera que un artesano convirtió en dios? No lo sabía y, como usted comprenderá, amigo Antonio, esto es algo que me complace muchísimo. ¿Se imagina que una de las tallas de mi padre cobrara vida? No obstante, (perdóneme Príapo) en tal caso yo preferiría que se hiciese realidad el mito de Pigmalión o, al menos, que quien viera la luz y cobrara aliento fuera una ninfa, aunque fuera una de las más humildes.

Sólo añadir, para finalizar, que nada más conocer el origen del dios me ha venido de inmediato a la mente el personaje de Pinocho, probablemente por lo que tiene en común con Príapo. No sé si Carlo Collodi se inspiraría en el dios mitológico para su creación, pero lo cierto es que se da la circunstancia que ambos, incluso, tienen un apéndice enormemente desarrollado que crece de un modo desmesurado; cuando miente, en el caso de pinocho y, cuando se excita (espero por el bienestar y la comodidad del propio dios que su erección no fuera permanente), en el caso de la deidad clásica.

Saludos muy afectuosos.

García Francés dijo...

¿Priapismo en Semana Santa? Vade reto, Satanás... Excomunión...

Me encanta ver que mantiene usted buena amistad con Monsieur, amigo mío.

Le deseo que disfrute con su gente estos días de Semana Santa. Un abrazo, querido.

Marcos Ana y enlace a blog de Santiago González

Ar Lor dijo...

Querido amigo Antonio
Un entrada de fábula, iluminadora para un ignorante como yo, al que la erudición le es ajena, pero si se presenta con mordiente, le atrae, como la miel a las moscas.
Es increíble lo que Horacio, comunica sobre el mundo, en unos pocos versos y como los comentaristas, Amando Carabias María han destacado, la impresión que nos provoca el lenguaje de Horacio, es la de ser intemporal y por ello, actual.
Casualmente preparo una entrada sobre un librito "Coprógenas", de principios del siglo XX, en cuyo prólogo, se menciona el pedo que se echa Príapo, para ahuyentar a las dos brujas, estos mismos versos citados en el prólogo, son mas modernos que el lenguaje adocenado del autor,
influido por la imitación de lo que considera clasicismo del estilo.
Y es que un clásico escribe, como le da ...la María Magdalena gana.
Amigo Antonio, Cuaresma y Príapo, campanas y badajos, muy buena partitura.
Muy apropiada, también, la observación del Sr. Chacien, sobre los apéndices de Pinocho y Príapo y muy ingeniosa su preferencia a que en caso de cobrar vida alguna de las figuras de las tallas de su padre, se tratase de una "humilde ninfa". (Caso de ocurrir este milagro y de tener, digamos, a la venta, la talla de un harén, rogaría se ponga
en contacto el primero conmigo, para iniciar la puja, pues sería una posible solución para los muchos sobrinos que tengo en edad de merecer).
Tampoco conocía que Príapo "antaño era un tronco de higuera" y desde luego he tenido que buscar en el diccionario, lo que significa "cipo".
El último verso que nos citas "Pues yo, abierta la nalga,...", es tan nítido que he visto correr a las brujas y reírse a Príapo. En el Fresco de la Casa de los Vetti,
nos muestras a Príapo, pesando las ganancias de la cosecha, ese órgano, vale su peso en oro.
Y visto lo visto y como de lo que se come se cría, habrá que dejar las criadillas de toro de Fernando V de Aragón y pasarse a los higos.
Un abrazo, querido amigo Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Don Alfredo García Francés,

Ya lo ve: Vd. celebrando la Semana Santa en Granada, cosa que me complace enormemente, porque yo también soy Granaíno, y yo, tratando de enaltecer a los dioses paganos, inmiscuido en los vicios y las tentaciones de la Carne, representados ahora por el dios Príapo. A este ritmo, Vd. irá al Cielo y yo me temo que voy a ir al Infierno. Eso puede suceder dentro de tres o cuatro siglos. No obstante no se preocupe Vd. por mi futuro en la Ultratumba: tengo, dada mi formación y educación, buen acopio de comuniones, confesiones, Rituales Santos los que quiera, Missas, Directores Espirituales y todo eso. Siendo así las cosas, creo que tengo méritos más que sobrados, a pesar de mi postura actual de Ateismo no militante, de que me acepten en el Reino de los Cielos.

Si, llegado el caso, eso no fuese suficiente, espero que siga yo contando con su amistad, de forma que Vd., que tan bien sabe escribir y hablar, convenza a San Pedro o a sus ayudantes los Santos, de que me dejen entrar en el Reino de los Bienaventurados. Si su amistad, con la que cuento, no fuese suficiente, tengo una última arma: como todo el mundo sabe, Dios y los suyos hablan en Latín y, como ahora se estudia tan poco esta Lengua, tiene que haber allí deficiencia de intérpretes para hablar con Dios. En ese caso, creo que mi presencia y mis servicios serán imprescindibles.

Para prepararme el terreno, yo ya ando practicando un poco y le confieso que yo me comunico directamente con Dios, sin intérpretes ni intermediarios.

En cuanto a mi amistad con Monsieur Sans-Foy, tengo que decirle lo que Vd. ya sabe de sobras, que es un hombre de muchas cualidades y, cuando se pone a escribir, en prosa o en verso, no hay quien le gane. Espero que él también, al igual que Vd., me recomiende ante Dios, si me veo en tal necesidad.

Reciba un cordial saludo, y que pase una buena Semana Santa, que tampoco hace falta que sea Santa al cien por cien, porque, como decía San Pablo, la carne es débil.

Antonio
.

Chacien dijo...

Sr. Ar Lor,

Siento tener que comunicarle que mi progenitor hace años que decidió no vender ninguna de sus obras. No obstante, tenga en cuenta que, de obrarse el milagro con la talla de un harén, una vez que hubiesen cobrado vida las bellas odaliscas, nos parecería improcedente, a estas alturas de la civilización, mantenerlas en un estado de degradante esclavitud, así que, como primera medida, les concederíamos la libertad de inmediato. Por consiguiente, si usted o alguno de sus sobrinos aspirara a conseguir a alguna de nuestras odaliscas tendría que ganársela desplegando toda su capacidad de seducción y no comprándola en vil almoneda. Debo añadir que si, haciendo uso de su libertad, las hermosas doncellas, ya sea por agradecimiento o por convicción, decidieran quedarse con nosotros, muy bien podrían hacerlo a condición de que se mantuvieran (en lo que sería un nuevo prodigio) poco menos que del aire y fueran fieles y discretas; con el añadido de que (suponiendo que ellas mismas, atendiendo a la avanzada edad de su creador, me eligieran a mí dueño del harén), entre todas juntas, mantuvieran sus derecho de cohabitación en un límite razonable, siempre inferior, por poner como ejemplo un referente literario, al nivel de exigencia de la joven Alibech sobre el rústico ermitaño encargado de su custodia en el cuento décimo de la jornada tercera de la más famosa obra de Bocaccio.

Saludos y felicidades por su estupendo sentido del humor.

Ar Lor dijo...

Le agradezco Sr. Chacien, su amable comentario sobre mi sentido del humor. El suyo no se queda atrás. Y desde luego ha descubierto mis auténticas intenciones con respecto al harén. Si, desde luego, es para mis sobrinos, pero... ¡en herencia!. Y aún espero vivir algunos años.
Y en cuanto a darles la libertad a las odaliscas, no se me había pasado por la cabeza, aunque supongo que según las fuerzas fuesen menguando, en la misma proporción las iría manumitiendo.
Por otra parte he acudido al Decamerón (mi erudición es de pacotilla), para descubrir cual es el límite razonable que menciona, sobre el derecho de cohabitación de las odaliscas, para con Vd.,y
me parece razonable. La alusión a Alibech, es así mismo una perla preciosa en su comentario.
Por último, si el harén milagroso, cobrase vida, solo deseo que su "diablo" y el tamaño del mismo (teniendo presente a Príapo), disfrute y quepa en todos los infiernillos del harén.
Es un placer comentar con Vd., pero no le tengo tomada la medida de mis comentarios hacia Vd.,y espero no haberme sobrepasado
Un saludo afectuoso

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigos Carlos Hernández, Chacien; y Ar Lor:

Veo que esta exposición mía sobre

EL DIOS PRÍAPO Y LAS BRUJAS CANIDIA Y SAGANA (HORACIO, SÁTIRAS, I, VIII)

está provocando un debate que yo no me imaginaba ni de lejos. Ya ha habido quien ha tenido la idea de que yo puedo ser excomulgado por mezclar en el tiempo al dios Príapo con la Cuaresma y la Semana Santa. Tengo que decirles que el diálogo en el que están entrando Vds. dos resulta de lo más interesante y demuestra el gran sentido del humor que ambos tienen. A mí me encantan este tipo de debates y tengan por seguro que ya pondré mi grano de sal en el momento oportuno, que no se hará esperar.

Pasa ahora que me voy a dedicar unos días a hacer Penitencia, como corresponde en estos días y, en consecuencia debo abstenerme de traer a colación las tentaciones de la carne, que, como Vds. ambos saben perfectamente, siempre le acechan a uno.

Sean Vds. un poco pacientes en recibir mi propuesta al respecto de sus comentarios y el debate que se está creando sobre las magníficas tallas de su padre, el de Vd., Don Carlos, es decir, Don Serapio.

Como cosa previa a mis comentarios, que Vds. recibirán con seguridad, vaya por delante, Don Carlos, el sentimiento de ternura que ha provocado en mi la anécdota que Vd. nos explica sobre su madre. Eso son momentos irrepetibles.

Seguiré por ahora haciendo Penitencia y reconciliando mi Espíritu con quien proceda, no sea que me esté ganando el Infierno.

Insisto, antes del Tercer Día resucitaré, y haré un comentario que pueda estar a la altura de los que Vds. están haciendo, pero les reitero que tengo que tomarme mi tiempo, porque Vds. han puesto el listón muy alto.

Que tengan Vds. una buena Semana Santa y que lo disfruten.

Un cordial abrazo a ambos,

Antonio

Chacien dijo...

Contando con el beneplácito de nuestro anfitrión, voy a abundar un poco más en el debate señalando, amigo Ar Lor, que a mí en nada me ha ofendido con su último comentario y, si se ha sobrepasado o no (lo mismo que si yo lo he hecho), eso queda a juicio de quien tenga a bien seguir este cruce de comentarios: es cuestión de dónde coloque cada cual el límite del buen gusto.

Por otro lado, quisiera también señalar el cariz (y para ello le reto a usted y a cualquiera a que repase, con rigor y detenimiento, todo lo que he dicho) radicalmente distinto de nuestra actitud ante el supuesto que se está debatiendo: usted mismo ha declarado la condición de sus lascivas y lujuriosas intenciones, producto de sus más bajos instintos, cuando yo me he limitado a expresar cuál podría ser nuestra actitud en el hipotético caso de que se produjera el milagro de las odaliscas, teniendo en cuenta la responsabilidad de mi señor padre por haberlas traído al mundo; cuidando, por tanto, de favorecerlas y ampararlas, y atendiendo, casi como imperativo moral, a lo que pudiera ser su dicha y bienestar, no únicamente a la satisfacción egoísta de mis propios deseos.

Saludos afectuosos.

Melba dijo...


Hola, Antonio y comentaristas, he seguido con mucho interés esta lectura. Muchas gracias.

Salud♥s

Ar Lor dijo...

Amigo Chacien, abusando también de nuestro amable anfitrión, le confirmo que han sido mis bajos instintos (que por desgracia para mí, solo en la parte más alta del cuerpo, se muestran libremente), los que me han hecho creer que podía llegar a un entendimiento, crematístico, se entiende, sobre la "talla milagrosa" de las odaliscas. Es evidente que el gigantesco estandarte a media asta, que corona nuestros comentarios en esta entrada, me ha deslumbrado y como la "cabra tira al monte", lo demás ha sido un dejarse ir. Acepto que no se puede hacer nada contra el imperativo moral que le obliga a procurar la "dicha y bienestar" de las odaliscas, teniendo en cuenta que ese imperativo es del tipo categórico y la verdad sea dicha, mis intenciones, encajan a duras penas en uno hipotético.
Le aseguro que seré más moderado en mis peticiones, para próximas ocasiones, si es que se da el caso y coincido con nuestro anfitrión Antonio, en que lo que nos ha contado de su madre, nos ha hecho más sabios y más felices.
Un saludo afectuoso

Aristos Veyrud dijo...

Amigo Antonio derroche de erudición en esta edición en la cual se destaca la facultad humana de saber mediante el humor, en este caso por medio de la sátira: “Sólo puedo creer en un dios que sepa reír y bailar”…
Debía de ser un poeta quien escogiera la herramienta precisa para enfrentar la superchería empleando el recurso del cuesco para desacreditar los rituales brujos.
Las flatulencias como lapsus en los eventos que revisten suma seriedad siempre han sido atentados hilarantes, irreverentes e impertinentes.
Muchas veces estos trastornos digestivos antes de corresponder a la mera fisiología tienen su vínculo directo con la psicología.
El psicoanálisis identifica tres estadios de formación psíquica en la infancia: El oral, el anal y el genital. Todos estos estadios son importantes en la construcción de las futuras estrategias de relación social que la persona desarrollará. (Podríamos citar como ejemplos vivos de un desarrollo del estadio anal especial a Bush, Blair y al mismo Aznar, todavía estamos sufriendo las consecuencias de sus…administraciones). El manejo de las emociones de antipatía y simpatía están estrechamente relacionadas con la formación de estos estadios. El amigo Chacien nos trae un buen ejemplo del empleo de estos fenómenos en la literatura con los cuentos de Canterbury, específicamente cuando la mujer del comerciante se lía amorosamente con el seminarista, la simpatía se manifiesta en los estadios oral (besos) genital (coito) y la antipatía en el estadio anal (flatulencia en el rostro del pretendiente rechazado)
Es clara la confrontación de poder que se da en el relato del poeta. Las brujas en máximo trance en su ritual salen huyendo ante una simple descarga gasificada intestinal del dios. La autoridad bruja y su poder quedan con el hecho en ridículo.
No es el único evento que me ha hecho reír lo suficiente en esta edición, pues el humor se desborda en Chacien y Ar Lor, lo mismo que en su oferta para ocupar un puesto en el staff de intérpretes celestiales.
Por lo demás yo ya me resigné a mi condena de no tener ninguna gracia del cielo cuando tenga que rendir cuentas pues todas presentan saldos muy en rojo y si usted no llega a calificar para tan santas tareas, le espero allá con tridente en mano y pijama roja persiguiendo las ninfas que nuestros interlocutores hoy se disputan.
Un abrazo Maestro!!!

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Carlos Hernández, Chacien: y amigo Ar Lor,
Tenía yo preparado el comentario que sigue, para publicarlo después de una revisión del mismo, tras el comentario recibido de Don Carlos, en el que hace referencia a otro anterior del Sr. Ar Lor. Entre éstas, el Sr. Ar Lor, con cierta nocturnidad, se me ha adelantado y ha aclarado la situación deshaciendo cualquier malentendido que pudiese existir y restableciendo el equilibrio y el savoir faire en todos los sentidos. Para que todo el mundo pueda seguir con claridad la evolución de los acontecimientos en su aspecto diacrónico, dejo aquí el comentario que tenía preparado, tal cual:
Es Vd., Don Carlos, impecable a la hora de escribir y, estoy seguro, también a la hora de pensar. Cualquier persona es capaz de ver que el estilo del amigo Ar Lor no es el suyo, y ambos, Vds., viajan de forma paralela, pero por caminos diferentes. Me imagino yo que el Sr. Ar Lor no ha querido ofenderle ni a Vd., Don Carlos, y, por supuesto, tampoco a su padre, Don Serapio, al que Vd. y yo admiramos y respetamos profundamente, cada uno a su manera: Vd. en su condición de hijo digno de su padre, y yo en la condición de admirador de ambos dos Vds., Don Carlos y Don Serapio. También hay que tener en cuenta la gran admiración y respeto que tenemos los dos, Vd. y yo, por las personas que nos llevan la delantera en bastantes años: eso les da un prestigio y unos merecimientos que hay que tener en cuenta siempre.

Si yo tuviera que pedirle a su padre, Don Serapio, que hiciera una talla, haría lo mismo que Vd., Don Carlos: me inclinaría por la estatua de Pigmalión, tan artísticamente descrita por Ovidio en Las Metamorfosis. Jamás se me ocurriría pedirle que tallara algo lascivo o degradante para la mujer o para el hombre.

Y otra cosa: las tallas de su padre es lógico que no estén en venta: resulta que su valor artístico es tal y tan grande que no hay dinero suficiente en el mundo para pagarlas. Y es que hay cosas que no se pueden comprar ni vender.

Por mi parte, pienso que aquí no ha habido mala intención por parte de nadie, ni por parte de Vd., Don Carlos, por supuesto, ni por parte del Sr. Ar Lor. Seguramente lo que ha pasado es que el Sr. Ar Lor no se ha paseado lo suficiente por su blog, el de Vd., Don Carlos, y en consecuencia desconoce algunos de los detalles y el contexto de las tallas de su padre, el de Vd., las tallas de Don Serapio.
Quiero entender que la lascivia atribuida al Sr. Ar Lor es producto de su entorno cultural, y quizá sea puramente literaria. Y es que el sentido del humor con respecto al trato que hay que darles a los Seres Humanos en general y a las mujeres en particular es muy diferente en la Argentina y en la Europa Occidental. Esto lo digo con fundamento de causa, porque hace algunos años yo pasé una temporada en la Argentina y lo pude comprobar in situ.

Espero y deseo que estos malentendidos no sean motivo de polémica, porque, como decía Cicerón en su Discurso Pro Milone, lo moralmente censurable no son los hechos concretos sino la intencionalidad de los mismos.

Siendo así las cosas, Don Carlos, creo que Vd. y yo podemos convenir en que el Sr. Ar Lor no ha pretendido en ningún momento ofenderle a Vd. y mucho menos faltarle el respeto a su padre.

Desde aquí yo le aconsejo al Sr. Ar Lor que se dé un paseo por el blog de Vd., Don Carlos, y entonces podrá comprobar lo que es un auténtico respeto, admiración y dedicación al que le dio la vida a uno, a Vd., Don Carlos.

Reciba Vd., Don Carlos, y Vd., Sr. Ar Lor, un afectuoso saludo y que pasen ambos unos bien merecidos días de descanso durante este fin de semana especial.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Carlos Hernández, Chacien: y amigo Ar Lor,

Tenía yo preparado el comentario que sigue, para publicarlo después de una revisión del mismo, tras el comentario recibido de Don Carlos, en el que hace referencia a otro anterior del Sr. Ar Lor. Entre éstas, el Sr. Ar Lor, con cierta nocturnidad, se me ha adelantado y ha aclarado la situación deshaciendo cualquier malentendido que pudiese existir y restableciendo el equilibrio y el savoir faire en todos los sentidos. Para que todo el mundo pueda seguir con claridad la evolución de los acontecimientos en su aspecto diacrónico, dejo aquí el comentario que tenía preparado, tal cual:

Es Vd., Don Carlos, impecable a la hora de escribir y, estoy seguro, también a la hora de pensar. Cualquier persona es capaz de ver que el estilo del amigo Ar Lor no es el suyo, y ambos, Vds., viajan de forma paralela, pero por caminos diferentes. Me imagino yo que el Sr. Ar Lor no ha querido ofenderle ni a Vd., Don Carlos, y, por supuesto, tampoco a su padre, Don Serapio, al que Vd. y yo admiramos y respetamos profundamente, cada uno a su manera: Vd. en su condición de hijo digno de su padre, y yo en la condición de admirador de ambos dos Vds., Don Carlos y Don Serapio. También hay que tener en cuenta la gran admiración y respeto que tenemos los dos, Vd. y yo, por las personas que nos llevan la delantera en bastantes años: eso les da un prestigio y unos merecimientos que hay que tener en cuenta siempre.

Si yo tuviera que pedirle a su padre, Don Serapio, que hiciera una talla, haría lo mismo que Vd., Don Carlos: me inclinaría por la estatua de Pigmalión, tan artísticamente descrita por Ovidio en Las Metamorfosis. Jamás se me ocurriría pedirle que tallara algo lascivo o degradante para la mujer o para el hombre.

Y otra cosa: las tallas de su padre es lógico que no estén en venta: resulta que su valor artístico es tal y tan grande que no hay dinero suficiente en el mundo para pagarlas. Y es que hay cosas que no se pueden comprar ni vender.

Por mi parte, pienso que aquí no ha habido mala intención por parte de nadie, ni por parte de Vd., Don Carlos, por supuesto, ni por parte del Sr. Ar Lor. Seguramente lo que ha pasado es que el Sr. Ar Lor no se ha paseado lo suficiente por su blog, el de Vd., Don Carlos, y en consecuencia desconoce algunos de los detalles y el contexto de las tallas de su padre, el de Vd., las tallas de Don Serapio.
Quiero entender que la lascivia atribuida al Sr. Ar Lor es producto de su entorno cultural, y quizá sea puramente literaria. Y es que el sentido del humor con respecto al trato que hay que darles a los Seres Humanos en general y a las mujeres en particular es muy diferente en la Argentina y en la Europa Occidental. Esto lo digo con fundamento de causa, porque hace algunos años yo pasé una temporada en la Argentina y lo pude comprobar in situ.

Espero y deseo que estos malentendidos no sean motivo de polémica, porque, como decía Cicerón en su Discurso Pro Milone, lo moralmente censurable no son los hechos concretos sino la intencionalidad de los mismos.

Siendo así las cosas, Don Carlos, creo que Vd. y yo podemos convenir en que el Sr. Ar Lor no ha pretendido en ningún momento ofenderle a Vd. y mucho menos faltarle el respeto a su padre.

Desde aquí yo le aconsejo al Sr. Ar Lor que se dé un paseo por el blog de Vd., Don Carlos, y entonces podrá comprobar lo que es un auténtico respeto, admiración y dedicación al que le dio la vida a uno, a Vd., Don Carlos.

Reciba Vd., Don Carlos, y Vd., Sr. Ar Lor, un afectuoso saludo y que pasen ambos unos bien merecidos días de descanso durante este fin de semana especial.

Antonio

Chacien dijo...

Estese tranquilo, Sr. Art Lor, que aun antes de que mediara nuestro amigo Antonio estaba seguro de sus intenciones (a pesar del trazo grueso [cuestión de estilo] de sus palabras), y sabía que no eran las de ofenderme en absoluto y así, de algún modo, lo hice constar en mi comentario. Si el motivo de dejarse ir fue el deslumbramiento ante cierto "estandarte a media asta", deseche mitos y supersticiones: algo así sólo puede concebirse como un castigo más que una ventaja, de modo que, si usted aterrizase en un harén con cuatrocientas odaliscas, a cual más hermosa y sensual, con semejante atributo, ¿no iba a pasar más hambre y mas sed que el propio Tántalo y a maldecir, ciertamente, el rigor de su suplicio, rogando a los dioses que le devolvieran a su estado normal?

En cuanto a mi argumentación, no la tenga por tan categórica, considérela acaso sutil, porque, ¿está usted seguro que no hay algo de sorna en el hecho de plantear la posibilidad de yacer con las odaliscas por "imperativo categórico", como un "sacrificio", casi como "haciendo un favor" o por obligación? No niego ni afirmo nada (cuestión de estilo), pudiera ser así o tal vez no.

Amigo Dilman, usted si que tiene un estilo personal y característico. Confieso que en ocasiones me resulta difícil seguirle, no sólo porque maneje parcelas del conocimiento que apenas he pisado o he visto de lejos, sino porque a menudo confiere a sus escritos algo de ese arrebato o impulso emocional propios de la poesía. Recuerdo que me gustaron, precisamente, algunas palabras que dejó en este mismo espacio, en algún comentario, refiriéndose a la poesía y a la inspiración.
Celebro que se haya reído leyendo nuestros comentarios; yo mismo lo he hecho de un modo, más que suficiente, pleno. Y le agradezco haber respondido a mi pregunta "¿Qué tendrá el pedo que tanto nos divierte?". Casualmente, formulé tal pregunta porque, sabiendo cuál era el motivo, no encontraba las palabras más idóneas para expresarlo: "Las flatulencias como lapsus en los eventos que revisten suma seriedad siempre han sido atentados hilarantes, irreverentes e impertinentes".

Saludos a todos, y a usted, maestro, gracias por su paciencia.

Aristos Veyrud dijo...

Amigo Antonio ruego a usted y a los comentaristas me disculpen por cualquier desatino involuntario o indirecto en el que haya incurrido. Consciente soy de sus esfuerzos por construir a favor del bienestar al que todos queremos contribuir.
Mis saludos Maestro!!!

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigos todos los que tenéis la paciencia y la generosidad de leer lo que aquí, entre todos, escribimos.

Quiero felicitaros a todos por la excelsa categoría de vuestros comentarios, cada uno desde un punto de vista bien definido. También me congratulo de que se haya felizmente resuelto el malentendido que parecía existir entre algunos comentarios. Lo hago, no utilizando mis propias palabras, que por necesidad serían pobres, sino poniendo al final del texto un estupendo Priapeo, en el que queda bien claro que la función principal de Príapo no era precisamente la lascivia, sino la de utilizar su enorme atributo masculino como arma para ahuyentar a posibles ladrones en huertos y campos.

Dejo también aquí el citado Priapeo.

El dios Príapo, un dios menor, tenía una función bien específica: proteger huertos y campos de posibles ladrones, a los que amenazaba con su atributo.

¿Por qué tengo al descubierto mis partes obscenas quieres saber? Pues averigua por qué ningún dios oculta sus armas. El señor del mundo, rey del rayo, lo muestra abiertamente, y no tiene el dios marino un oculto tridente. Ni Marte esconde la espada, a la que debe su valía, ni Palas, intrépida, disimula la lanza en los pliegues de la ropa. ¿Siente acaso vergüenza Febo de llevar en bandolera sus áureas flechas? ¿Es que Diana lleva a escondidas su carcaj? ¿Tapa el Alcida el astil de su nudosa maza? ¿Guarda el dios alado bajo su túnica el caduceo? ¿Quién ha visto a Baco cubrir con sus ropas el ligero tirso, o a ti, Amor, con la antorcha oculta? No sea, pues, un delito para mí tener la verga siempre al descubierto: si me faltase esa arma, quedaría inerme.

(Corpus Priapeorum, Traducción de Enrique Montero Cartelle, en BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, Pág.44-45).

Ar Lor dijo...

Amigo Chacien, nuestro común amigo Antonio, con su sabiduría y bonhomía, ha mediado en esta "disputa de estilos", atinando certeramente, pues ese es el fondo de la cuestión para mí, "los distintos estilos".
Es el "estilo" el que habla, el hombre, que soy yo, está cortado, a la muy antigua usanza, por el Eterno Femenino. La virtud de las odaliscas, como hombre, estaría tan a salvo, como la virtud de Alien, caso de que la tuviese a mi disposición, en algún lugar con las condiciones adecuadas para su cautiverio. Y el honor de las personas es tan sagrado para mí, como el
fuego olímpico y no hay duda, al menos para mí, que el cruce de comentarios, tiene algo de juego.
Y Vd. y yo, jugamos limpio, aunque a veces y debido al "estilo", surjan "turbiedades".
Sin contradecir esta declaración de principios, válidos sólo para la Tierra, me apunto a la actividad y al lugar "ese" en que el Sr.Dilman y acaso el amigo Antonio, sino consigue que le den el puesto de intérprete de latín en las Alturas, se dedicarán a perseguir, "en pijama y tridente en mano" a las ninfas y odaliscas.
Un saludo afectuoso

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Ar Lor,

Me congratulo sinceramente de su categoría y también de su estilo, estilo propio, como muy bien dice Vd. Tengo la sensación de que tanto Vd. como yo, precisamente en estos días de Semana Santa, no nos estamos ganando el Cielo, sino que iremos directamente al Infierno, dada nuestro arraigado posicionamiento en nuestra condición humana. Como es lógico, algo tendremos que hacer allí para pasar el tiempo y la sugerencia que hace Vd. me parece ideal y apropiada. Tengo pendiente escribirle al Sr. Dilman, para puntualizar su exquisito comentario y solicitarle que me, o nos, haga un estudio psicoanalítico serio de nuestro afincamiento en la carne, dejando un poco de lado el Espíritu Absoluto, del que yo hablaba en mi edición anterior. Seguro que él sabrá encontrar las palabras y los consejos adecuados.

En todo caso, me quedo con la frase de Terencio:

Homo sum: humani nil a me alienum puto.
(Heauton timorumenos, 77).
Hombre soy: nada de lo humano lo considero extraño a mí.


Reciba un cordial saludo,

Antonio

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Maestro Antonio!

Estoy muy honrado con su visita y comentario. Debo agradecerle altamente sus generosas palabras y permitame decirle que me admira mucho la interpretación que usted ha hecho de mi poema. Estoy de acuerdo con sus palabras "Has sido capaz de expresar en él todos los presagios y las Soledades que es capaz de proporcionarnos la noche". Si, la noche, ese momento prolongado del tiempo en el que la luz se escapa a otras esferas del Universo para que nosotros la recordemos y la añoremos.
He leído, Don Antonio, la traducción alternativa de la frase de Sófocles, la cual me ha reafirmado en mi apreciación dejada en su blog. Es increible como una frase, que leida desprevenidamente, sería una hermosa frase, pero que, analizandola tiene un significado tan profundo hasta el punto que su análisis se convierte ya en todo un desafío para nuestro intelecto.
Maestro, desde hace meses estoy siguiendo con mucha fruición y goce su bitácora y desde esta casa le confieso que me siento en estado de trance con ese derroche de arte y sabiduría que usted, como un erudito en la materia, nos deja para que nosotros, oh dichosos profanos, recordemos y profundicemos más en la historia, la mitología y la literatura griega y latina. Lo que usted ha hecho junto con Elena Clásica y Doña Soledad Sánchez M. ha sido y es algo para aplaudir de pies. Usted junto con estas dos inmensas Damas nos ensenñan, de una manera exquisita, con una pedagogía extraordinaria, la fastuosidad de la literatura de los griegos y los latinos; Tengo que decir que lo que usted y ellas han hecho y hacen es de elogio y es todo un goce para el espíritu.
Un abrazo de alumno a Maestro y esta bitácora es una casa de puertas abiertas para usted.

2 de abril de 2010 11:33

Chacien dijo...

Me sumo a las palabras del amigo Dilman en previsión de los posibles desatinos que haya cometido. Pido disculpas en los mismos términos y me reconozco a favor de ese bienestar común que menciona. No soy experto en psicoanálisis, pero deduzco de sus palabras que en nuestra estrategia de relación social nos hallamos, afortunadamente, mucho más cerca del estadio oral que de aquel otro, tan atinadamente ejemplificado en la figura de Bush y compañía, cuyos efectos, hay que admitirlo, aún nos están dando que sentir.

Oportunísima, amigo Antonio, su cita y su aclaración sobre la utilidad del miembro de Príapo. Me lo represento en un huerto, a media noche, y no me cabe imaginar un "espantapájaros" más eficaz por lo contundente, por un lado, y lo ruidoso y lo maloliente, por el otro, de su armamento efectivo (qué risa, y qué inventiva la de estos clásicos antiguos).

Amigo Ar Lor, me congratula ver reforzada nuestra amistad después de este tira y afloja de los "estilos"; lo que importa, por encima de las apariencias, es lo que de verdad guarda en su corazón un hombre y, créame, en su caso vislumbro vetas de oro puro. Solo lamento no poder apuntarme con entusiasmo a su reunión con los amigos Antonio y Dilman para el más allá; no porque prefiriera ir al cielo con un camisón blanco y unas alitas, sino debido a mi gran escepticismo sobre el destino del ser una vez que dejamos esta vida y al convencimiento de que si hay un cielo y un infierno están aquí, entre nosotros.

Mi afecto y consideración hacia todos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Dilman,

Hago referencia y contesto a los comentarios que has dejado en mi predio a propósito de Príapo y las brujas Canidia y Sagana.

Tus interpretaciones son siempre holísticas, es decir, que ponen broche de oro a todo lo que antecede. En este caso has sabido conjuntar el humor existente en la propia Sátira de Horacio, con ese Príapo bien documentado que, con una simple y natural flatulencia, que, por lo que podemos suponer, fue importante, dada la magnitud de sus emblemas, fue capaz de poner en ridículo y en fuga a esas brujas que, bien conocedoras de su profesión y con un buen dominio de ella, se dedicaban a engatusar y a engañar a todo ser viviente. Y es que los vividores, y las vividoras, que también las hay –lo digo por eso de la Igualdad, que en nuestra España tiene incluso un Ministerio y una Ministra, ¡faltaría más!-, pues eso: que siempre los y las ha habido, los vividores y las vividoras.

Tiene gracia que los tres individuos a los que tú mencionas de entre la caterva de los Políticos estén en una fase anal. Me pregunto yo, como se preguntaban los Romanos en estos casos, si su función fue la de dar o la de recibir, porque, como es bien conocido, la primera estaba bien vista entre los Romanos, mientras que la segunda era degradante y humillante.

Tiene su riqueza la aportación filosófica y psicoanalítica con la que siempre tiñes tus comentarios. A mí en concreto me encanta esa visión, porque clarifica muchas cosas y da una nueva visión a lo que los profanos en esta materia vemos desde un punto de vista menos profundo, obviando el inconsciente, que también existe.

Con respecto a la afluencia de aspirantes que veo que hay ya para situarse a las órdenes de Lucifer, y no es porque seamos malos, sino porque somos un poco rebeldes en aspectos determinados de lo que a Religiones atañe, tengo que decirte que me alegra poder estar en tu compañía, para poder compartir contigo ideas y opiniones, aunque no sea en las mejores circunstancias.

No obstante, quiero decirte que yo iré al Infierno, si no tengo más remedio, pero, si puedo sobornar o doblegar la voluntad de alguno de los que mandan en el Cielo, yo me apunto a este lugar con preferencia.

Yo no sé cómo andará la Enseñanza en Costa Rica, pero puedo asegurarte que, tal como están las cosas educativas en nuestra España, cuando yo me presente ante San Pedro –situación que procuraré dilatar todos los siglos que pueda-, y le presente mis Credenciales de Intérprete de Latín, para que las almas bienaventuradas puedan comunicarse con Dios, cuya Lengua Oficial es el Latín, voy a tener muy pocos competidores.

Si éste es el caso, no tengáis miedo los que estéis en el Infierno, porque, desde el Cielo, yo haré todo lo posible, sobornando a quien haga falta, para que vosotros podáis cambiar de estancia en el menor tiempo posible.

Incluso recurriré, si lo considero oportuno, a los Servicios de las brujas Canidia y Sagana, y, si tengo fuerzas, me atreveré incluso con la propia Medea, que, ésa sí, ésa era una bruja de las que hay que no fiarse.

Te envío un cordial saludo y mi agradecimiento por tus lúcidas y oportunas aportaciones a este debate que estamos enriqueciendo entre todos.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Gustavo,

Muchas gracias por leer lo que hay en mi espacio, y por las palabras elogiosas que me dedica, que no estoy seguro de merecer, pero, bueno, bienvenidas sean.

Vayamos por partes.


La traducción alternativa de la frase de Sófocles (Antígona, 332) se basa en que en Griego la palabra δεινὰ es el plural neutro de δεινός-ή-όν que significα desconocido, imprevisto, maravilloso, terrible, prodigioso, es decir, todo lo que nο estά controlado por nuestra lógica ni nuestras previsiones.

En cuanto al análisis sobre su poema La Noche, lo primero que me ha venido in mentem es el fragmento de la Eneida de Virgilio, que cito a continuación, y que refleja el momento en el que Eneas, acompañado de la Sibila de Cumas se dirigen a Los Infiernos, para visitar las sombras de los que fueron sus antepasados y los espíritus de los que están esperando nueva reencarnación para tomar forma humana y regresar a este mundo.

Entonces, si hay algún mérito en mi comentario, hay que atribuirlo a Virgilio, y no a mí.

Reciba Vd., Don Gustavo, todos mis respetos y un cordial saludo,

Antonio


Traducción Castellana, con cambios

Iban a oscuras por la sombra bajo la noche solitaria
y por las moradas vacías de Dite y los reinos inanes:
como es el camino bajo una luz maligna en los bosques
con una luna incierta, cuando ocultó Júpiter el cielo
con sombra y a las cosas robó su color la negra noche.

(Virgilio, Eneida, VI, 268-272)

Texto Latino, con cambios de grafía

Ibant obscuri sola sub nocte per umbram
perque domos Ditis uacuas et inania regna:
quale per incertam lunam sub luce maligna
est iter in siluis, ubi caelum condidit umbra
Iuppiter, et rebus nox abstulit atra colorem.

(Vergilius, Aeneis, VI, 268-272)



Natàlia Tàrraco dijo...

En la entrada de la casa en Pomeya vemos a Príapo que algunos toman como Mercurio, tal vez por dedicarse a disolver a los ladrones de caminos (siendo el patrón de los mismos, de tapadillo, más o menos)
A golpe de cipote los desvanecía, !qué gran portento!. Y Horacio, el más sutil, el irónico, levanta pelucas y círios y máscaras y se ríe bajo el árbol florido, bebiendo "dos tiasos" coronado de rosas !evohé! En estas místicas festividades, paganas ellas, entre saetas y círios nos acordamos de meditar en...mañana será otro día.
Gloria a Príapo fertil, símbolo de la sana mentalidad de aquellos tiempos. !Ave! amigo desde el Finis-terrae.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Amando,

Muy apropiada y muy sensata esta edición que nos presentas en tu espacio para la Semana Santa, que debe dedicarse a la Meditación y al encontrarse con uno mismo. De toda la música que nos propones, yo me quedo con LA PASIÓN SEGÚN SAN MATEO de Johann Sebastian Bach. Creo que no ha salido de la mano ni de la inteligencia del hombre nada más grandioso que esa Música. Incluso yo que, formalmente no soy creyente, aunque en su momento lo fui, me transformo y me traslado al Paraíso cuando escucho esos impresionantes Coros de Bach.

Como bien dices en el comentario que has hecho en mi espacio, algunos se creen que lo están descubriendo todo, cuando todo ya está descubierto.

Yo soy capaz de leer una Sátira de Horacio ridiculizando a Príapo y a las Brujas y luego irme a una Catedral a escuchar cualquiera de las Pasiones de Bach o una o varias de sus Cantatas.

Recibe un cordial saludo,

Antonio

elena clásica dijo...

Mi querido Antonio:

Aunque me incorporo con mucho retraso a este foro del dios Príapo, tengo que decir que he disfrutado enormemente con la lectura de las Sátiras de Horacio, siempre magistral.

Me ha gustado mucho la defensa que hace de sí mismo este dios del aspecto masculino de la naturaleza, sin él, desde la simbología que representa, no habría lugar al nacimiento de cada uno de los nuevos ciclos de la Naturaleza, de la vida.
Así pues, ¿por qué ha de avergonzarse de sus atributos? Bien al contrario, debe lucir su potencia viril con el orgullo que el homenaje a la vida le merece. Buena defensa de sí mismo, bien argumentada la que hace el buen Príapo desde la voz del valiente Horacio, fiel representante de la literatura latina, que, como he aprendido, de tu mano, Maestro Antonio, huía con veloz carrera de la censura y la falsa moral.

Sin duda, bien lo explicas, Maestro, la elaboración artística, literaria es minuciosa en Horacio, que adopta una apariencia expresiva de familiaridad o cotidianidad, para llevar a cabo sus objetivos creativos, bien pudiera ser esa crítica a la superstición, que con buen sentido del humor dirige a las brujas.

Un hermoso homenaje al dios Príapo, principio masculino de la germinación, de la vida.

Una entrada prodigiosa y bella en sus expresiones pictóricas acompañando a las literarias.

Un placer como pocos participar en este foro del arte y de la vida.

Besazos de tu admiradora Ἑλένη.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena Pascual, Elena Clásica, Φίλη Ἑλένη, Querida Elena,

Me refiero a tu comentario a mi edición de la Sátira de Horacio:

EL DIOS PRÍAPO Y LAS BRUJAS CANIDIA Y SAGANA (HORACIO, SÁTIRAS, I, VIII)

La verdad es que, cuando uno trata un tema tan delicado, por lo escabroso y procaz que puede aparece a mentes y sensibilidades poco conocedoras de nuestros Orígenes y de nuestra Tradición, percibe uno, es decir, yo mismo, la sensación de que lo expuesto puede herir la sensibilidad de alguien, y está uno, yo, esperando recibir el comentario bien hilvanado y bien documentado de alguna persona sensata y con mente abierta, porque es característica del Genio el no cerrarse a ningún aspecto de la Realidad y ser receptivo a todas las posibles interpretaciones de cualquier hecho o circunstancia.

Quería llegar a ti, a tu bien documentado y transparente comentario, exquisito en todos sus detalles. Después de leer tu comentario, Querida Elena, uno se queda con la sensación, y también la certeza, de que lo que ha presentado ante los demás es una obra digna de elogios, y también de que ha sido bien recibida por parte de los lectores avezados.

Entonces tu comentario, es, como siempre, como un epílogo, un corolario, a esta Sátira de Horacio tan bien construida. Y el dios Príapo ha sido situado en su lugar correspondiente, aunque el hecho de ser un dios menor lo haya a veces convertido en un dios de aspecto no siempre bien recibido.

Príapo está situado por ti en su lugar apropiado: es el dios de la Germinación, de la Fecundidad, de la Alegría de los Campos que nos describe Virgilio en Las Geórgicas. También es, a veces, el dios de la Exuberancia Masculina, pero este aspecto no era el más interesante ni el más importante de los que se refieren a él.

Precioso y preciso comentario el tuyo, amiga Elena.

Un abrazo y todo mi agradecimiento, al tiempo que mi admiración por la clarividencia y sensatez de todo lo que escribes.

Antonio

Anónimo dijo...

So happens. We can communicate on this theme. Here or in PM.