ANTONIO MARTÍN ORTIZ: SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274)
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

sábado, 20 de marzo de 2010

SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274)

Albrecht Dürer. Cupid the Honey Thief. 1514.
Pen and ink and watercolour on paper.
Kunsthistorisches Museum, Vienna, Austria

http://www.abcgallery.com/D/durer/durer45.html

EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE Y SUS DIFERENTES MANIFESTACIONES: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274)

François-Pascal-Simon Gérard. Amor and Psyche, also known as Psyche Receiveing Her First Kiss of Love. Oil on canvas. 186 x 132 cm. Louvre, Paris, France


Lucas Cranach the Elder. Venus and Cupid. 1509.
Oil on canvas. The Hermitage, St. Petersburg, Russia. More.
http://www.abcgallery.com/C/cranach/cranach3.html

Vergilius Hadrumetensis (ca. 250 p. Chr. n.)
El día 14 de Febrero comentaba yo aquí mismo un verso de Virgilio, extraído de Las Geórgicas:

AMOR OMNIBVS IDEM
[EL AMOR ES EL MISMO PARA TODOS]
(VIRGILIO: GEÓRGICAS, III, 244)


Posteriormente, con fecha 6 de Marzo, publicaba otro comentario, referido también a unos versos de Las Geórgicas:

FVROR EQVARVM... VENTO GRAVIDAE
[EL FUROR AMOROSO DE LAS YEGUAS... PREÑADAS POR EL VIENTO
]
(VIRGILIO, GEÓRGICAS, III, 266, 274)

Ambos escritos han provocado una serie de comentarios, todos ellos abundantes y con un nivel intelectual tan alto, que me ha sido imposible responder individualmente a cada uno de ellos. Además, como yo no me creo en posesión de la Verdad Absoluta, ni mucho menos, no me veo en la obligación de resolver las aparentes contradicciones que se han creado en torno a esos versos: la atracción amorosa y erótica, el Amor Espiritual, el Amor Místico, el Amor a los Valores, las desviaciones del Instinto, y algunas cosas más.

Voy a exponer mi punto de vista, apoyándome, en lo posible, en las opiniones de quienes, precediéndome en el tiempo, tienen el reconocimiento general de ser grandes pensadores aceptados, si no por todos, por lo menos por la mayoría de quienes tienen por oficio el Pensamiento.

Leía yo, hace años, en un libro de esos que le impactan a uno por la clarividencia y la sencillez de los pensamientos que expone:

La primera obligación de todo ser vivo es precisamente eso, vivir, y, una vez conseguido este objetivo, su primera aspiración es ser feliz.

Es ésta una Verdad de esas que pueden escribirse con Mayúscula. Podríamos situarla perfectamente en lo que Parménides (siglos VI/V) llama El Ser [Τὸ ὅν], Platón Una Idea, o Eduard Spranger una manifestación del Espíritu Absoluto. Podríamos decir, con palabras de Hegel que Es racional porque es real, y es real porque es racional.

Si seguimos con esta argumentación, la primera obligación de la especie es también su propia conservación, es decir, la reproducción.

Estos instintos están genéticamente programados en todas las especies, incluida la nuestra, y es conveniente recordar que, antes de pertenecer al género humano, pertenecemos a la especie animal. Vamos, que la aparición del Espíritu en la vida de los humanos es cronológicamente secundaria y responde a un momento determinado de la evolución. Es el proceso de irrupción del Espíritu en nuestra Existencia, y la dicotomización del Ser Humano en Cuerpo y Alma.

Decía yo en reflexiones anteriores que no estoy seguro de que esa dicotomización sea buena para nosotros, porque, si miramos bien, nosotros, con la aparición del Espíritu y la Conciencia, estamos condenados, como muy bien dijo Erich Fromm en su conocido libro El miedo a la Libertad, a ser libres. (*)

El resto de los mamíferos están genéticamente programados por el Instinto y tienen la vida resuelta. Nosotros, al contrario, tenemos que decidir en cada momento qué es lo que vamos a hacer, y eso puede que nos haga más libres, e incluso, más felices, pero representa un esfuerzo y una sobrecarga de la que pueden perfectamente prescindir el resto de los animales.

Entonces, a mi entender, pasa lo siguiente: El Instinto de Conservación de la Especie, en su forma primigenia y original, se manifiesta en el instinto sexual y la atracción erótica entre los sexos diferentes. Es lo que garantiza la reproducción.

Cuando el sexo se manifiesta fenomenológicamente como separado del Amor, o, si lo decimos de otra forma, cuando el Amor, tal como lo entendemos corrientemente, toma Entidad propia, independiente del sexo y la atracción erótica, lo que ha pasado es que el Instinto ese primordial y primigenio se ha manifestado de una forma independiente en cierta forma de su origen. Es como si el instinto hubiese tomado nueva figura, nueva apariencia, si utilizamos la Teoría de las Ideas de Platón.

Siendo así las cosas, no veo yo que haya problema alguno en reconocer que cuando Virgilio habla del Amor y cuando habla del Furor Eroticus está hablando de lo mismo. Caben aquí perfectamente todas las formas o manifestaciones del Amor: el amor adolescente, instintivo y sin punto de fijación definido todavía, el amor adulto en cualquiera de sus formas, el amor espiritual, el amor platónico, el amor en general por cualquiera de los que Max Scheler llamó Valores. Vale para todos ellos la fórmula

Amor omnibus idem
El Amor es el mismo para todos.

La esencia, como diría Parménides, es la misma e inmutable. Son sus manifestaciones, su fenomenología lo que cambia.

En algún comentario se ha aludido a las desviaciones sexuales, a la agresividad contra el otro o la otra, a la pederastia, a la pedofilia…

Creo que no necesita demostrarse que este tipo de comportamientos no pueden ampararse bajo el concepto del Amor, del Instinto, ni nada que se le parezca. Son, en todo caso, degeneraciones o enfermedades de lo anterior. Son otra cosa. Son, si queréis, la cara opuesta. Y es que no se puede definir a la Enfermedad como una característica de la Salud. Es otra cosa. Lo anormal no es lo que es diferente a lo normal, lo anormal es otra cosa. Son Esencias diferentes, no una manifestación de la misma Esencia.

(*)Dilman publica una interesante entrevista de Pablo Correa al jefe de Neurología de la Universidad de Harvard con el sugerente título de La razón nos ha traído más daños que beneficios, que va en la línea de que la irrupción de la Cultura entre los humanos es más un retroceso que un progreso.

Dejo aquí unas cuantas referencias que pueden justificar o aclarar lo que acabo de escribir.

Un solo camino queda, pues, del que se puede hablar: que el Ser es. Muchos signos llevan a esta vía: que el Ser es inengendrado e indestructible y completo en su estructura, inmutable y carente de fin. Nunca fue ni será, porque es actualmente; es el Todo, intacto a la vez, Uno, continuo, definitivo. ¿Pues qué origen podría buscarse para él? ¿De donde vendría su nacimiento? Ni te permitiré hablar o pensar que su fuente es el No Ser; luego no es expresable ni pensable que el No Ser es…

¿Cómo podría perecer el Ser? ¿Cómo podría nacer? Si viene a la existencia no es, y así también si ha de surgir en el futuro. De este modo el nacimiento queda extinguido y el perecer ignorado. No es el Ser divisible, puesto que es totalmente homogéneo. No puede el Ser en una parte ser más que en otra menos, porque ello impediría su cohesión; está, pues, lleno de Ser. En consecuencia, resulta por siempre continuo: el Ser está en contacto consigo mismo. (Apud Platón, Sofista 237ª; Sexto Emp. Adv. Mat. VIII, 114; Simplicio, Física, 144) (Parménides en: Alfredo Llanos, Los Presocráticos y sus fragmentos, Traducción según la recopilación en Griego de Hermann Diels, JUÁREZ Editor, Buenos Aires, 1969, Pág. 137-8).

No es que los Griegos sean nuestros Clásicos: es que, en cierto modo, los Griegos somos nosotros (Javier Zubiri, Naturaleza, Historia, Dios, Ed. Nacional, 1944, 410).
La forma más primitiva en que el Espíritu Objetivo penetra en el complejo de la estructura individual es el Instinto (Eduard Spranger, Psicología de la Edad Juvenil, Revista de Occidente, Madrid, 1961, Pág.23).

Quien no puede amar tampoco puede creer (Eduard Spranger, Ibidem, Pág.101).

Lo erótico no es, por tanto, una función de lo sexual, ni lo sexual una función de lo erótico. Sino que ambos constituyen esencialmente una totalidad de vivencias, con arreglo al sentido de la evolución. Ambos se diferencian, partiendo de una fundamental unidad. Y marchan durante algún tiempo separados, para reunirse en el punto culminante de la vida en flor. De otro modo no puede comprenderse su mutua relación (Eduard Spranger, Ibidem, Pág.135).

Las siguientes citas tomadas de:
Manuel F. Galiano, José S. Lasso de la Vega, Francisco R. Adrados, El descubrimiento del amor en Grecia, Editorial Coloquio, Madrid 1985).

El camino del Espíritu –escribió Hegel- es el rodeo.

Siempre los dioses empujan al semejante hacia su semejante (Empédocles, FR. A 20 a Diels-Kranz).

Amando da de sí mismo lo mejor el mortal (Hölderlin).

En esencia sólo se aprende de aquel a quien se ama (Goethe).

Sólo del Amor surgen los más profundos pensamientos (Nietzsche).

No es que haya dos amores…, sino dos sujetos del Amor, de los cuales uno ama para ser amado, mientras que el otro ama porque es amado (Platón, Symp.212 a).


Carlos Hernández, Chacien, en un sesudo y sólido comentario, me sugiere que todo esto se puede resumir con la frase de San Agustín:

Ama et quod uis fac [Ama y haz lo que quieras].

Atiendo a su sensata sugerencia y añado el contexto de la frase:

Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Como está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz (San Agustín, Apud: Erotismo en la historia, curiosidades y anécdotas, Carlos Fisas, Ed. Plaza Janés, 1999, Pág. 162).

25 comentarios:

Chacien dijo...

Debo confesar, Amigo Antonio, que el tono general con que trata al AMOR (así, en mayúsculas) me parece mucho más ecuánime en esta última entrada de la serie. Mi sentido de la justicia ya no reacciona espontáneamente rebelándose ante la orientación que parece dar a sus palabras; lo cual vendría a confirmar que se trataba de una cuestión más de forma que de fondo, y me alegro de que así sea.

Por otra parte, echo mucho de menos una cita entre la abundante copia con que nos regala al final de su exposición. No le culpo por ello, pues el tema ha dado para mucho a lo largo de la Historia y la lista sería interminable, pero a mí me parece que el archiconocido "Ama y haz lo que quieras" de San Agustín vendría como anillo al dedo, casi serviría como piedra de toque, para una definición de lo que es o no es Amor. Tan seguro estaba el santo venerable de la bondad y la belleza del auténtico amor que no es capaz de concebir ni siquiera la posibilidad de que un acto derivado de dicho sentimiento pueda ser malo. En buena lógica, lo que usted llama desviaciones o degeneraciones, etc. serían incompatibles con el amor, serían, como usted bien apunta, otra cosa.

A la afirmación de que "La razón nos ha traído más daños que beneficios" yo le respondería con un "no" bastante matizado. Con esto probablemente pase como con los alumnos de una clase (usted debe saber algo de esto), que los que son buenos y responsables casi pasan desapercibidos y los que están más a la vista son los díscolos y rebeldes porque se hacen más de notar. Si ponemos encima de la mesa las guerras, la polución, la bomba atómica, etc., estaríamos dando todo el protagonismo a los efectos "díscolos" de la civilización y dejaríamos en un lamentable segundo plano los avances en la medicina, la tecnología y el conocimiento. ¿Se da usted cuenta que la ropa que viste, el hogar donde habita y hasta un humilde lapicero con que escribe es producto de la civilización? El agua corriente, la calefacción, el teléfono, la luz eléctrica... ¿son o no son un beneficio? ¿Usted cree que podríamos sobrevivir, con nuestra frágil naturaleza, más de una semana en competencia con el resto de especies animales si prescindiéramos de todo lo que sea civilización?

En cuanto al conocimiento, sería un bien o un mal según las preferencias de cada uno. El conocimiento es siempre un acercamiento a la verdad y, muy a menudo, la verdad duele. Cuando somos niños vivimos en una especie de paraíso porque ignoramos la realidad de la vida y solemos ser muy felices (por eso los crímenes contra la infancia resultan tan execrables); el aborigen o el salvaje que vive en la selva sin contacto con la civilización vive feliz en comunión con la naturaleza porque ignora todas sus posibilidades (las de la civilización); el marido cornudo vive feliz porque ignora que su mujer le engaña; el analfabeto vive feliz aunque esté oprimido porque ignora sus derechos y todo lo maravilloso que se puede encontrar en los libros... Así pues, en cada uno de estos supuestos y para todo en la vida, ¿qué es preferible, conocer la verdad aunque nos duela o seguir en la ignorancia que nos hace felices ? Lo peor es que una vez alcanzado el conocimiento ya no es posible elegir. No obstante, opino que lo más prudente, lo ideal, ya que sólo se vive una vez, sería alcanzar el mayor nivel de conocimientos sin apartarse del camino de la virtud (palabra esta, lamentablemente, tan venida a menos que casi no puede pronunciarse sin rubor) con el fin de que nuestros actos contribuyan a mejorar esta civilización que, aunque imperfecta, insisto en que nos reporta más beneficios que perjuicios. La virtud no existe sin el conocimiento, el valor tampoco: el valor sin conocimiento es temeridad, la virtud simpleza.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Carlos Hernández, Chacien,

Hay veces en la vida en las que uno se queda boquiabierto y sin palabras. Tal es la sensación que me ha producido su sólido, sensato, y bien argumentado comentario. También éste es una manifestación del Espíritu Absoluto de Spranger. Quedo desbordado así, en una primera lectura, por la forma suya de expresarse, por el rigor intelectual, por la precisión y la claridad de pensamiento que se hacen manifiestas en su forma de leer y de escribir.


Como estamos hablando de formas evolutivas, tengo ahora que recordar a todos quienes tengan la amabilidad de leernos, a Vd. y a mí, que, como dicen los que saben mucho más que yo de Biología y todo eso, hay características que se heredan.

Viene esto a propósito de que su precisión, la de Vd., Don Carlos, me ha traído a la mente la precisión y el rigor de su padre, Don Serapio, a la hora de hacer tallas en madera. Él es un Genio, que recibiría con seguridad la aprobación y la admiración del propio Fidias. En eso Vd. no puede negar que es hijo suyo: Vd. le debe a su padre, además de la propia Existencia, un cúmulo de cualidades que los demás estamos en condiciones de ver y de admirar. Puede Vd. estar orgulloso de su padre, Don Serapio, y de Vd. mismo también.

Muchas gracias por la sugerencia que me hace de añadir la frase de San Agustín Ama et quod uis fac [Ama y haz lo que quieras].

Como podrá comprobar, ya está en el lugar que le corresponde: al final, como corolario, resumen y broche de oro de lo que antecede.

Reciba Vd., Don Carlos, toda mi admiración y un gran abrazo,

Antonio Martín Ortiz

Fernando dijo...

Amigon Antonio: en primer lugar quiero agradacerle su preocupación por mi operación. Sigue esta fase de gotas y advertencias de que no lea ni escriba demasiado. El ojo izquierdo será operado el 15-4. Todo va aparentemente bien y espero con ilusión volver a mi trabajo personal. Me gusta mucho leer a gente tan racional y culta,como se puede apreiar por los dos comentarios de hoy. Unn abrazo cordial.

Aristos Veyrud dijo...

Amigo Antonio, Tema capital para la supervivencia de la especie nos presentas esta vez, aunque tus lectores sabemos que es una preocupación constante en tus trabajos que consciente o inconscientemente has asumido con fiel responsabilidad.
Desde que la humanidad empezó a serlo, siempre hemos tenido la dificultad de reconciliar lo irracional con lo racional y como supeditar esta lucha a un estado amoroso supra-universal.
En tus trabajos hemos asistido a la lectura desde sus mismas fuentes (tesoro que con generosidad a lo Zaratustra ofrendas y que muchos agradecemos) a la narración mítica de cómo la humanidad tuvo su edad dorada idílica hasta llegar a la edad del hierro a la de la guerra.
También hemos pasado por la dificultad humana de manejar el equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisiaco, justo aquí es donde la historia de la filosofía a la luz de muchos pensadores entre ellos F. Nietzsche ubican el principio de la decadencia de la vitalidad y salud humanas cuando lo apolíneo el dios de la forma, la medida y la regla se apodera del curso de la historia en su manifestación idealista socrática platónica y más tarde derivada en judeo cristiana.
Estoy convencido que el reestablecimiento del equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisiaco no será desde la razón sino desde la filosofía con su principal aliada la poesía o desde la poesía con su principal aliada la filosofía. Esto lo sustento en otro de tus escritos entregado el año pasado en un poema de Hesíodo titulado “Feliz aquel…” http://antoniomartnortiz.blogspot.com/search?updated-max=2009-10-11T08%3A59%3A00%2B02%3A00&max-results=3
“18. Cuando el usurero Alfio hubo así discurseado, dispuesto a convertirse de inmediato en labrador, recogió en las Idus todo su dinero, decidido a renovar sus préstamos en las Calendas.”
Aquí se expresa claramente esa contradicción entre amor y razón, ese sacrificio del amor en aras de la razón.
Y es que precisamente una de las condiciones del cálculo instrumento de la razón es que ha de reducir a meras cifras lo humano en pos de una utilidad egoísta e inmediata. Por ejemplo, dos manos mas dos manos son cuatro manos, según la regla esto no tiene la más mínima objeción, pero esta regla no es la única herramienta para procurarnos la existencia, esas manos no especifican si son de niños o de mujeres, si son de niños que van a la escuela o deben trabajar bajo condiciones de esclavitud, si esas manos son de un niño que debe empuñar un arma y estar en una guerra, todos esos datos mas muchos otros datos escapan a la regla de dos mas dos.
La razón tiene su expresión máxima en la filosofía pragmática (pragmatismo) que se da en EUA y que lentamente avanza como amenaza hacia el solidarismo experimentado en algunos países europeos y hacia el modelo socialista de los países escandinavos.
Estamos frente a una crisis mundial donde la razón colapsa y la única casa donde todos habitamos está en peligro de muerte. Propuestas de discusión como la que adelanta el amigo Antonio y otros blogueros sin duda darán sus frutos para el beneficio de la vida misma, nuestra vida:

Aristos Veyrud dijo...

Oficina y denuncia.

Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato.
Debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero.
Debajo de las sumas, un río de sangre tierna.
Un río que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales,
y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.
Existen las montañas, lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría,
Lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo.
Yo he venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de la cobra.
Todos los días se matan en New York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millón de vacas,
un millón de corderos
y dos millones de gallos
que dejan los cielos hechos añicos.
Más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros
en las alucinantes cacerías
que resistir en la madrugada
los interminables trenes de leche,
los interminables trenes de sangre,
y los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas
y los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones;
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible
que levanta sus montes de cemento
donde laten los corazones
de los animalitos que se olvidan
y donde caeremos todos
en la última fiesta de los taladros.

Aristos Veyrud dijo...

Os escupo en la cara.
La otra mitad me escucha
devorando, orinando, volando en su pureza
como los niños en las porterías
que llevan frágiles palitos
a los huecos donde se oxidan
las antenas de los insectos.
No es el infierno, es la calle.
No es la muerte, es la tienda de frutas.
Hay un mundo de ríos quebrados
y distancias inasibles
en la patita de ese gato
quebrada por el automóvil,
y yo oigo el canto de la lombriz
en el corazón de muchas niñas.
Óxido, fermento, tierra estremecida.
Tierra tú mismo que nadas
por los números de la oficina.
¿Qué voy a hacer?, ¿ordenar los paisajes?
¿Ordenar los amores que luego son fotografías,
que luego son pedazos de madera
y bocanadas de sangre?
San Ignacio de Loyola
asesinó un pequeño conejo
y todavía sus labios gimen
por las torres de las iglesias.
No, no, no, no; yo denuncio.
Yo denuncio la conjura
de estas desiertas oficinas
que no radian las agonías,
que borran los programas de la selva,
y me ofrezco a ser comido
por las vacas estrujadas
cuando sus gritos llenan el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Federico G. Lorca

Carmen López dijo...

¿Por qué lo llaman amor cuando en realidad quieren decir sexo?
Bien, don Antonio, con el título de una película española poco sesuda pero muy práctica, encauzo un poco el tema en cuestioón para no perderme entre Las Ideas de Platón, La Razón, el dios de Nietzsch, los desviados, los pedofílicos, de La Cultura como el principio del fin...etc, etc.
¿Hablamos del AMOR universal? Entonces sobra el erotismo, ahí me acojo a la frase de San Agustín: Ama y haz lo que quieras. Es más, me remito a la famosa carta de San Pablo a los corintios: el amor es paciente, el amor es afable, el amor no se engríe ni lleva cuentas del mal...
Pero vaya, don Antonio, permítame que me exprese en mi línea y en el tema que nos ocupaba (que tan suculentos comentarios han convertido en una clase de antropología, filosofía, teología y sociología), en el dueto que nada tiene que ver con el Amor uiversal, sino que con ese sentimiento de tú a tú que mueve montañas: erotismo/amor , o lo que es lo mismo atracción sexual/amor ¿Unimos? ¿Separamos? En primer lugar pensemos en lo que nos gustaría que fuese: indudablemente todos quisiéramos que el amor y el erotismo, que la atracción sexual y el sentimiento del amor fuesen unidos, que el sexo sea más que instinto y reproducción, que perpetuación de la especie. Precisamente porque ustedes, los hombres, no compiten a porrazos como el resto de los machos de la mayoría de las especies por sus hembras y como selección natural del más fuerte, es por lo que podríamos decir que la evolución del ser humano, la aparición de ese sentido espiritual, tiene mucho que ver en la forma de emparejarnos, de seleccionarnos y terminar con esat persona y no con aquella. La Cultura ha influido mucho, sin lugar a dudas, creo que negativamente, aquí sí, generando demasiados tabues y limitando la forma de amar, queriendo convertir todo un ritual erotico/sexual/amoroso poco menos que en un encuentro místico religioso, con camisones hasta el cuello y limitándolo al acto de reproducirse y poco más.
¿Cuando usted ve una mujer y le gusta, la ama inmediatamente? No creo, pero ¿le apetecería besarla o abrazarla? Esa mujer, su erotismo, despierta en usted un sentimiento, el deseo (instinto), y usted desearía abrazarla sólo por el placer de hacerlo, y en su intención no creo que esté reproducir con ella. Pero su educación y su cultura le dicen que usted no puede ir abrazando por ahí a cuanto se le antoje. Su educación y su cultura le privan de su libertad para relacionarse. Porque sexo no es sólo el acto del coito, el erotismo y el sexo es todo un ritual al margen del amor, si se acompaña de éste mejor que mejor, es como culminar el encuentro, pero evidentemente hay quien puede desear sin necesidad de amar y viceversa, pero este último es un amor digamos de místicos y ascetas.
Obviando lo que es delito y depravación, ahora me encamino a "esas otra desviaciones"... Qué grande, don Antonio, poder demostrarle a alguien, en cuerpo y alma, lo mucho que te importa, lo mucho que lo quieres sea como sea, al margen de su sexo. Qué grande sería una sociedad sin ese miedo a "lo diferente". Qué grande sería no tener que fustigarse por ser diferente, ni sentirse culpable por uno sentimientos que no se pueden abortar, ni enfermo, ni desviado. Qué grande sería no tener que vivir en el ostracismo dentro de una sociedad cuyo objetivo debería ser caminar juntos en busca de la Felicidad y uno de los principios de la Felicidad, además del amor, es la tolerancia. Entonces, ahora sí, ama y haz lo que quieras, pero deja también hacer lo que quieran, siempre desde el amor, claro está.
Reciba usted un cordial saludo, y don Antonio, es usted infatigable, madre de dios, la miga que mete usted en su post, es que casi preciso de un equipo anatómico-forense para diseccionar frase por frase.

Aristos Veyrud dijo...

El poeta que menciono en el trabajo del amigo Antonio es Horacio y no Hesíodo.
Gracias amigo Antonio por notificarme el lapsus.

elena clásica dijo...

Querido Antonio:

Asisto extasiada a esta entrada llena de sabiduría, conocimiento y amor por la Literatura.

Es tanto lo que aquí hay que disfrutar y leer que necesito tiempo para impregnarme bien de todos los saberes que en esta exposición se desgranan.

Aprovecho para saludarte, con la promesa de volver en breve a hacer un comentario después de haberme deleitado en profundidad de todos los detalles de esta entrada.
Un abrazo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga El Patio,

Paso a hacer algunas anotaciones a su comentario a mi

SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274) .

Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dice y comenta. Además, lo hace con un rigor y una naturalidad que le dan carta de Naturaleza y Realidad a lo que escribe. Totalmente de acuerdo en que, si uno ve a una persona del otro sexo y encuentra en ella ciertas cualidades, que no hace falta que sean reales, sino simplemente que sean percibidas por uno como tales, en ese caso uno se siente uno atraído por ella y desearía ciertas cosas que, por imperio de la Cultura, la Civilización, y el Buen Gusto, deben reprimirse, o, por lo menos, no pueden manifestarse sin más ni más. Es necesaria una aproximación, un rodeo, como diría Hegel.

Lo que yo quería, y quiero, decir es que todos esos procesos suceden porque ahí está, sin que nosotros seamos conscientes de ello, el Instinto de Conservación de la Especie, que actúa por su cuenta, sin que nosotros nos demos cuenta de ello. Es eso lo que garantiza la reproducción. Es evidente que, cuando un hombre siente atracción por una mujer, o viceversa, en su Conciencia no hay ningún deseo de reproducirse, sino otra cosa, pero ese hombre o esa mujer actúan movidos por el Instinto de Reproducción, que actúa por su cuenta y de forma totalmente autónoma.

Le pongo un ejemplo: nosotros comemos porque tenemos hambre y porque sentimos placer al comer, pero eso sólo ocurre cuando nuestro cuerpo necesita ser alimentado. Tenemos sed cuando tenemos déficit de líquidos y nuestro cuerpo nos pide siempre lo que necesita, sin que tengamos nosotros que hacer ninguna reflexión sobre si nos hace falta sodio, glucosa, hierro, o lo que sea. Es nuestro cuerpo que, de una forma autónoma, nos incita a tomar los alimentos que necesita. Y ¿por qué actúa nuestro cuerpo con tanta Sabiduría? Pues por lo de siempre: movido por el Instinto, que es anterior y está por encima, aunque no lo percibamos, de nuestra voluntad. En este caso se trata del Instinto de Conservación del Individuo.

Amiga El Patio, puede comprobar por todo lo expuesto que no hay divergencia de opinión entre Vd. y yo: lo único que hay es un diferente punto de mira.

Muchas gracias por su extenso comentario y por la sensatez que demuestra cuando se pone a escribir.

Reciba un cordial saludo,

Antonio

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Como siempre, Antonio, es un auténtico placer leer tus entradas. Haces una exposición completa y bien documentada... y después los contertulios -pues tu blog es así, una amigable tertulia de personas muy inteligentes-, matizan tus apreciaciones.

Coincido contigo en muchos aspectos -creo que hemos hablado "algo" sobre estos temas-, pero me quedo con parte de lo que tú mismo has comentado más arriba:

"Es eso lo que garantiza la reproducción. Es evidente que, cuando un hombre siente atracción por una mujer, o viceversa, en su Conciencia no hay ningún deseo de reproducirse, sino otra cosa, pero ese hombre o esa mujer actúan movidos por el Instinto de Reproducción, que actúa por su cuenta y de forma totalmente autónoma".

Y particularmente con "OTRA COSA". Aislar los componentes de esa COSA que se siente justo en ese instante...

Bueno. Queda a tu/vuestro criterio.

El tema, tiene miga, sin duda.

Un beso, maestro.

S.

Ar Lor dijo...

Querido amigo Antonio
Lo cierto es que tal y como comenta la amiga El patio: «que casi preciso de un equipo anatómico-forense para diseccionar frase por frase» y la querida amiga Elena clasica: «necesito tiempo para impregnarme bien de todos los saberes que en esta exposición se desgranan», yo he necesitado además de tiempo, de un equipo de hermeneutas y he tenido que recurrir al equipo de sabios que siempre están de guardia, o deberían de estarlo. Al leer el staff disponible, este fin de semana; Schleirmacher, Dilthey, Husserl, Ricoeur, Gadamer; casualidad ninguno estaba presente, ni siquiera su jefe de
servicio, Heiddeger, parece que estas ausencias se han debido al "puente". Por otra parte al ver el precio de sus consultas,
vi que no estaban a mi alcance, no podía permitírmelas y al final, he tenido que ser pragmático y conformarme con lo más barato, así que a un R1, que pasaba por allí, un tal Williams James, sino entendí mal el rotulito que colgaba de su bata, le expuse el caso, presentándolo como el de un amigo (igual que el judío Abernathy, con su médico). Ni que decir tiene que intentó zafarse del asunto: "que si esto no es de mi incumbencia", "no soy telépata",etc. etc., al final logré persuadirle al menos, para que me dejara exponerselo y una vez que lo hubo escuchado, me preguntó: "¿intervienen en el problema solo elementos naturales? Me sorprendió su pregunta, pero le respondí:"hasta dónde yo alcanzo, si". "Entonces la solución es
natural", respondió. Le dije entonces: "Willy, me puedes aclarar el significado de tus palabras". Se rió, por ese intento de sonsacarle más y dijo: "los pragmáticos podemos semejar bizantinos, ¿o que creías? Además, es gratis ¿pues no piensas pagar
nada por esta respuesta, puesto que no es para tí, o me equivoco?". "Pues..." balbuceé. Al verme tan mal, se apiadó y me
dijo: "dile a tu "amigo" que corte el nudo gordiano, que no se enrede en desenredarlo".
Así que a ello voy.
Tenemos dos proposiciones:

AMOR OMNIBVS IDEM
[EL AMOR ES EL MISMO PARA TODOS]
FVROR EQVARVM... VENTO GRAVIDAE
[EL FUROR AMOROSO DE LAS YEGUAS... PREÑADAS POR EL VIENTO]

El nudo gordiano es si el amor es el mismo para las yeguas y los seres humanos.

Ar Lor dijo...

Y tenemos todo un "corpus" de comentarios, de los que entresaco tres,en los que se plantean,con un primor intelectual

maravilloso, el imperio de la naturaleza y del amor, sobre todas las cosas;el imperio del poeta Virgilio y el alcance

imperecedero de su mensaje, a través del tiempo; y la dicotomía del amor,por los seres humanos o si el amor humano es

excepcional.

«El hecho es que la naturaleza se impone, por supuesto, y de manera mágica es el propio viento el que a veces las fecunda, mi

lectura es que el instinto amoroso es el elemento insoslayable que anida en todos los seres vivos, que forma parte de nuestra

esencia, y por más que queramos evitarlo, esquivarlo, siempre estará presente, y ello viene simbolizado por el viento, pues

simbólicamente el viento nos rodea, nos aporta el oxígeno para nuestra respiración (tan necesaria como el amor), y de una

manera inesperada acaba realizando la pasión, que se está evitando de otro modo más natural, más cercano a la esencia de las

yeguas en este caso: antes de llegar hasta la presencia de sus semejantes machos, el propio viento se ocupará de

satisfacerlas y nacerá de ellas el hipómanes».Elena clasica

«El ser humano como poeta desarrolla un estado alterado de conciencia similar a los estados de celo alcanzando capacidades

sublimes máximas, aumento de sensibilidad y agudeza de pensamiento que le permiten percibir mucho más allá de los estados

ordinarios de conciencia. Es mediante los sentidos que se perciben los 5 elementos físicos siendo uno de estos el aire y su

movimiento el viento. La historia de la poesía está llena de ejemplos y uno que es reiterativo es la relación de la feminidad

y el viento, recordemos una famosa foto de Marilyn Monroe cuando el viento levanta su falda».Dilman

«Virgilio, en Las Geórgicas, describe a los seres vivientes todos, animados por el instinto de conservación de la especie, al

que indistintamente llama amor y furor [furor, furia, locura]. Parece ser que son precisamente las yeguas, entre el resto de

los animales, las que tienen más desarrollado ese instinto e impulso para aparearse y, en consecuencia, para garantizar la

supervivencia de la especie. En ellas no había ocurrido, como en ninguna otra especie del mundo animal, a excepción de la de

los humanos, esa separación, no sabría yo decir si buena o mala, impuesta por la Cultura y la Civilización, esa separación

entre el instinto de conservación de la especie (furor, libido) y el amor, tal como se entiende corrientemente».ANTONIO

MARTÍN ORTIZ

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

La Sra. EL Patio ha hecho un sabroso comentario aquí mismo. Yo le he contestado en la medida de mis conocimientos y mis posibilidades, dejando el texto aquí y en su propio blog. Ella me ha respondido en su propio blog con un comentario que no tiene desperdicio. Con sus previsibles permiso y acquiescencia, dejo aquí el comentario que ella ha hecho, porque creo que tiene un enorme interés para todos los que tienen la paciencia de leer lo que aquí se escribe:

Agradezco enormemente su delicadeza al dejar siempre en mi blog sus apreciaciones a mis comentarios en el suyo. Es un detalle, don Antonio.

Sólo puntualizo unas cosillas:

Igual que el comportamiento, en cuanto a la atracción sexual instintiva, se ha transformado en función de las culturas, el instinto del hambre también se ha modificado, don Antonio: comer ya no es satisfacer el instinto del hambre, es más que nunca un acto social y, sobre todo, un placer. El hambre como instinto desaparece con el asentamiento de los pueblos, con establecer horarios en función de trabajo y organización social. Por tanto, comemos por costumbre, no por hambre, saciamos el apetito, no el hambre. De igual manera hemos destruido el instinto de la saciedad, de ahí que uno no deja de comer cuando está saciado, sino cuando termina el postre, que ni le cabe. Indudablemente nacemos con ellos, pero desaparecen paulatinamente.

Claro que usted y yo decimos lo mismo, y, aunque subyace el instinto primario, el placer de la caricia, o del beso, simplemente por placer da un poquito, o un mucho, de felicidad.

Instintivamente he elegido a un hombre, pero instintivamente podría haberlo rechazado y por sepa dios qué confabulación de astros, podría haber elegido, instintivamente también, a una mujer con la que encontraría igual placer, y a la que desearía amar de igual manera que el resto ama a quien ha elegido amar.

Lo que quiero decir, don Antonio, es que una manzana ya no se come por hambre, sino por el placer que produce comerse una manzana: el crujido, el sabor, la textura, la suavidad de su piel, el frescor que produce en la boca... Y siempre habrá alguien a quien no le guste comer manzanas y coma otra cosa.

Gracias, una vez más, por sus trabajados comentarios. Es un placer que nada tiene que ver con los instintos, sino con el orgullo de que su sapiencia deje su huella por aquí.

23 de marzo de 2010 20:22

Ar Lor dijo...

La naturaleza fundamental del amor es la misma para los humanos y los animales similares a nosotros, las diferencias que

percibimos, son de grado, no de clase. Nuestro amor no es excepcional, en comparación al de las yeguas. Y como en la canción,

"la respuesta está en el viento". El aire y su movimiento, como tan poéticamente lo han expresado algunos comentaristas,

sirve para ejemplificar: la brisa de un jardín, puede representar el amor de Dante por Beatriz; el ardiente aire que emana

del suelo del desierto, el amor de Humbert por Lolita; la brisa de la noche, el amor de San Juan de la Cruz, por Dios;la

brisa del mar, el amor por la sabiduría; el aire del tornado, los amores de Júpiter y los huracanes, el amor de las yeguas.

Todo es aire en movimiento. El grado con que se mueve, lo lleva de un amor suave a otro enérgico. El amor de San Juan de la

Cruz puede ser un huracán de pasión, igual que el de Dante. Las "categorías" del amor, están en nosotros. Y en cuanto a

nuestras "desviaciones amorosas", no lo son en cuanto al amor, sino en cuanto al objeto del amor. Si este objeto, es un ser

al que debemos proteger, lo debemos hacer sin contemplaciones, pues el amor es ciego, pero el portador de él, debe ver, que

su acción amorosa causa un mal a un ser indefenso. Los mismos animales protegen a sus cachorros, ante la agresión de otros

miembros de su especie. No somos únicos en esto.
Y como síntesis, el amor de las yeguas y el nuestro, está hecho del mismo aire. AMOR OMNIBVS IDEM.
Algo exhausto, un saludo querido amigo Antonio

elena clásica dijo...

Mi queridísimo Antonio:

Vuelvo a la entrada. Leo y releo, una y otra vez, y cada vez disfruto más y aprendo más, tanta es la Filosofía, la Historia, la Literatura que aquí se respira.
Cada nuevo comentario es una perla para este collar que has querido regalarnos.
Hay tantas ideas en esta entrada que dan lugar a la revisión de los presocráticos, Platón, San Agustín, Nietzsche, Erich Fromm... algunos filósofos que están "de puente", bendito sentido del humor de Ar Lor. Incluso Lorca se asoma desde su visión desgarrada de "El poeta en Nueva York", gracias a Dilman.

Y Virgilio presidiendo la creación que se mantiene en los siglos: "El amor es el mismo para todos" y "El furor amoroso de las yeguas", y todo ello sin salirnos de las "Geórgicas". Grande Virgilio, grande.

Bien, creo muy sinceramente, que planteas la conciliación de las posturas que como términos separados o incluso opuestos habían sido esgrimidas. Vuelvo a la admiración por mi querido Humboldt: hemos estado hablando de lo mismo desde un principio. Esta aclaración queda sin duda resulta en unas palabras concisas, directas, precisas, que utilizas, y que llegan con una claridad diamantina al fondo de la cuestión, con una belleza, por cierto, insuperable:

"lo que ha pasado es que el Instinto ese primordial y primigenio se ha manifestado de una forma independiente en cierta forma de su origen. Es como si el instinto hubiese tomado nueva figura, nueva apariencia, si utilizamos la Teoría de las Ideas de Platón". Tan sencilla era la solución de la cuestión:

siendo siempre Virgilio el que habla, no podemos olvidarnos de que habla de lo mismo, la misma esencia, aunque distinta fenomenología. Eso es, relucientes palabras como perfecta explicación, Maestro.

El amor, como concepto que manifiesta la atracción erótica, sexual desde el Instinto de Conservación, es primero y esencial en cuanto al hombre como ser vivo. Más adelante se tiñe de una esencia espiritual o mística; tan rica y tan compleja es la existencia humana, trascendida por el Espíritu: ¡segundo momento en la evolución!

"El amor de las yeguas y el nuestro está hecho del mismo aire", concluye exhausto Ar Lor.

Difícil añadir algo a esta entrada. Gracias por la profundidad de las ideas, por la complejidad del pensamiento que nos traslada a la dicotomía de lo racional y lo irracional, con la exposición de Dilman.

En fin, Maestro, ha sido una experiencia profunda y gozosa como pocas, la conciliación de ideas que habían enfrentado. Ésta es la maravilla de los Clásicos: dos ideas y miles de palabras como reflexiones, comentarios, dudas, que surgen y que nos sugieren el diálogo, un diálogo tan extraordinario como éste lo está siendo... Me parece ahora estar viviendo en el Renacimiento, como en "El diálogo de la lengua" de Valdés, donde ante todo primaba el concepto humanista de la amistad.

Enhorabuena, Maestro, el Carro de Faetón parece iluminarte estos días, y la luz de Carla que tanto brilla.

Mi abrazo gigante de reconocimiento, admiración, amistad y cariño.
Tu admiradora Ἑλένη.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Dilman,

Como ya nos tienes acostumbrados, en tu comentario, vuelas por encima de lo inmediato y te sitúas en el terreno de lo conceptual con un análisis que trasciende lo contemporáneo y te remites a lo primigenio y a la evolución de las ideas. Me parece muy ajustada tu recurrencia a Nietzsche, con la referencia del paso de lo dionisíaco a lo apolíneo, con las ventajas, pero sobre todo desventajazas, que ese paso en la evolución conlleva. Y, como es de esperar en ti, buscas el equilibrio entre ambos extremos. Comparto en la totalidad las ideas que expones y pongo mi fijación en esa referencia que haces a lo apolíneo, cuando dices que esta forma de pensar nos tiene como encarcelados y encadenados, amenazando nuestra propia supervivencia como especie.

Muy apropiado es el poema de F. García Lorca que nos traes para que releamos.

Es verdad que aquí se está creando un foro y se están debatiendo unas ideas que están tomando cuerpo a medida que comentarios tan exquisitos, como el tuyo y los otros, van apareciendo. También es verdad que los comentarios posteriores quedan enriquecidos por los anteriores y, en este caso, es como si estuviésemos subiendo entre todos, por la pendiente de una montaña, y cada vez estamos más cerca de la cima. Sería el camino inverso al de tu Zaratustra que bajó de la montaña.

De verdad que es un placer y un enriquecimiento leer todo lo que todos vosotros estáis dejando aquí.

También tengo que reconocer, y lo hago muy gustosamente, que, después del comentario de Elena Pascual, Elena Clásica, poco es lo que puedo añadir yo. Ella nos ha remitido a otro de los grandes,a Humboldt, situando su argumentación en el terreno que me es más grato, el de la Filología.

Te envío todo mi agradecimiento y un cordial y afectivo saludo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Mi amigo Fernando Jiménez-Ontiveros me envía el siguiente mensaje que publico aquí, con su permiso, en forma de comentario, dado el gran interés que tiene.

Muchas gracias, amigo Antonio. Gracias también por leer mis poesías. Me hubiera gustado participar activamente en tu intercambio de ideas sobre el amor de tu última entrada, pero yo me dedico básicamente a escribir poemas y no suelo participar en tertulias o debates. El tema del amor, sin embargo, me interesó mucho, sobre todo por la influencia que tuvo sobre mí el jesuita Teilhard de Chardin debido a la lectura de su libro "La aparición del hombre".( Ediciones Taurus.1954). Yo andaba por aquellos tiempos estudiando con bastante profundidad el derecho romano (básico para cualquier amante del derecho) y fui alumno de un magnífico profesor de derecho natural, Manuel Fernández Galiano, que tú citas en tu entrada por su libro “El descubrimiento del amor en Grecia", Editorial Coloquio, Madrid 1985. La verdad es que estaba harto, seguramente por mi juventud, de ser un "ser viviente" con la convicción, como decía Tucídides, de estar colaborando en una obra que jamás ha de tener fin. Tampoco me gustaba el punto de vista de escritores como R. Seidenberg, que preveía el término de la totalización humana como la desaparición de las fuerzas de libertad de conciencia y de amor. Me atraía más el menospreciado "élan vital" de Bergson, y admitía la tendencia de la Weltstoff a "ser" más bien que "a no ser".El hecho de tener que memorizar las asignaturas y mi paralela autoreflexión me conturbaba intelectualmente, y por eso me pareció buen hallazgo la lectura del libro citado de Teilhard en especial su teoría de que en el Universo que se unifica en sí por la simple agrupación de elementos entre sí, la evolución viene incontestablemente "valorizada". En cambio, el Universo que se unifica bajo la influencia de algún "supremamente uno" ya existente, es decir, en definitiva, por adhesión a un "Supremo Cualquiera" se halla además "amorizada". Encaja ciertamente en esta dirección el pensamiento de San Agustín “Ama y haz lo que quieras”. ¿No será cierto que habrá que ligar objetivamente (por intermedio de algún influjo “revelador”) las capas rápidamente convergentes de la onda humana con un centro real y ya existente, centro de su implosión? La teoría del padre Teilhard influyó sobre mi búsqueda personal del amor. Creo, por supuesto, que la razón, o quizás sería mejor decir la autorreflexión recíproca entre los hombres, ha sido nuestro fundamental principio evolutivo. Pero el amor desde entonces impregnó sustancialmente mi vida y he buscado siempre llegar a entender a ese núcleo “amorizante”. Difícil es que yo intervenga en tertulias o discusiones, cuando yo mismo vivo en la permanente duda. El amor, en la poesía, sí lo he encontrado, y en alguna ocasión escribiré en mi blog “meditaciones y relatos” algo sobre ese maravilloso mundo. Perdona esta descabellada explosión de mi “abstinencia activa”, refiriéndome a las tertulias, pero no al pensamiento político, como recuerdo que tú has mencionado alguna vez en tu blog (palabra que por cierto nada me gusta). Gracias, Antonio, y un saludo “ab imo pectore”. Fernando Jiménez-Ontiveros

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Soledad,

Como siempre, en unas pocas palabras condensas lo principal y lo esencial de mi reflexión sobre

SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274)

Es una maravilla poder comprobar en todo momento tu capacidad para ver lo que está escrito y también lo que se insinúa, lo implícito. Siempre es muy enriquecedora tu aportación y tu punto de vista en cualquiera de los temas que se discuten.

Muchas gracias y un abrazo cariñoso,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Ar Lor,

No tengo más que palabras de agradecimiento por tu esclarecedor comentario a mi reflexión

SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274).

Es de admirar el gran sentido del humor que tienes y la enorme abundancia de recursos de que dispones, de forma que se me hace difícil, si no imposible, añadir nada nuevo que tú no hayas dicho.
Quiero resaltar la lectura profunda y bien meditada que has hecho de todo, insistiendo yo en que este debate, con tu aportación, cobra más vida y brillantez que la que yo me imaginaba, yo, que lo que he hecho es limitarme a transmitir las palabras de otros, bien documentados ellos: eso sí.

Te envío mi agradecimiento sincero y un abrazo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Elena, Elena Pascual, Elena Clásica, Φίλη Ἑλένη, Querida Elena,

Después de leer tu comentario a mi

SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE: EL AMOR ESPIRITUAL VERSVS LA ATRACCIÓN SEXUAL: ANOTACIONES A UNOS VERSOS DE LAS GEÓRGICAS (III, 244, 266, 274).

ya no queda nada que decir. Tú has sabido, con un comentario soberbio y bien documentado, hacer una síntesis general de todo lo que yo he pretendido decir, añadiendo a ese generoso y amplio comentario tuyo todo lo que han ido aportando los diferentes lectores, ilustres y bien atinados todos, que han tenido la paciencia de leer con atención y dedicación laudables todo lo que aquí se ha escrito.

Yo, por mi parte, nada tengo que añadir al corolario y broche de oro que tú has puesto en el conjunto, porque ha sucedido lo de siempre: allí donde pones el ojo y la desbordante Sabiduría que te ampara, todo queda impregnado de tu sensibilidad y tus amplios conocimientos.

Es muy difícil, por no decir imposible, añadir algo que sea nuevo o algo que tú no hayas intuido y explicitado de forma generosa, bien documentada, y sensata.

Yo ya estoy pensando en esa Pompeya que tú realzas en tu último poema, y en los frescos, eróticos la mayoría, que aparecen en los restos que nos han quedado de esa ciudad, en la que se practicaba en abundancia el Amor más auténtico y el Erotismo más refinado, sin olvidarme del dios protector de todo ese ambiente.
Dejaré por momentos mi dedicación a la diosa del Amor, la Afrodita / Venus, y pondré mi punto de mira en ese otro símbolo también del Amor Carnal, o, si lo prefieren los lectores, el representante de la Fuerza Erótica Masculina.

Me estoy refiriendo al dios Príapo, que también debe tener su lugar en estos Lares.
Te envío mi agradecimiento, mi admiración, mi entusiasmo, y también un afectuoso abrazo.

Antonio

Melba Reyes A. dijo...


Hola, Antonio, ha sido una verdadera delicia la lectura de esta interesante e ilustradora entrada, así como de cada uno de los excelentes comentarios.

Salud♥s agradecidos

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Muchas gracias por visitar mi espacio y por las palabras que escribes sobre él. Yo hago lo que sé y puedo: nada más.

Muy tierna la anécdota que nos explicas en tu espacio sobre la la niña y la forma de enseñarle lo que no sabe.

El hecho de que al final acabe en un chiste no le quita ternura ninguna.

Un cordial saludo,

Antonio

Jose dijo...

Gracias por la cita de las Geórgicas. Me será muy útil para lo que estoy haciendo: http://enbuscadeeros.blogspot.com/

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo José Antonio,

Muy satisfecho quedo de que te hayan gustado y te sean útiles las frases de Las Geórgicas. Me he dado un paso por tu blog, que en adelante seguiré, y me ha parecido que tiene mucho interés por el sabor Greco-Latino que tiene.

Si quieres 52 frases de Las Geórgicas, escogidas por mí mismo, pincha en este enlace.

Te envío un cordial saludo,

Antonio Martín Ortiz