ANTONIO MARTÍN ORTIZ: febrero 2010
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

viernes, 26 de febrero de 2010

MATRIMONIVM VERSVS PATRIMONIVM:
MATRIMONIO FRENTE A PATRIMONIO:
UNAS ETIMOLOGÍAS CURIOSAS



Todo el mundo sabe que las palabras matrimonio y patrimonio proceden del Latín matrimonium y patrimonium. También es conocido que ambas, en Latín y en Castellano, significan:

Matrimonium: la unión y cohabitación de dos personas de género diferente;
Patrimonium: el conjunto de propiedades que se tienen, sean del tipo que sean.

Parece que son dos palabras paralelas, y no lo son en nuestra Lengua, pero sí lo eran en la Lengua Latina. En efecto, ambas están formadas de mater-matris (madre) y pater-patris (padre).

Resulta que en la Sociedad Romana el pater familias, el padre, era el propietario de todo lo que había en su casa: mujer, hijos, animales, enseres diversos, tierras, etc.

Es evidente que cada Lengua tiene sus propias Leyes a la hora de formar palabras: ambas palabras tienen en Latín un sufijo en –monium que, desde época muy antigua, dio origen a palabras con el significado de acción o agente y posteriormente dio lugar a nombres de estado jurídico.

En este sentido matrimonium significaría la función o capacidad para ser madre, y patrimonium la situación jurídica del que es el propietario de todo, que, por su etimología y por la Realidad de la Época Romana, es el padre, el pater familias, el padre de la familia.

Evidentemente que las palabras tienen su evolución en la forma y en el significado, pero siempre queda algo de su significado primigenio y eso no se puede obviar.

En este sentido es una contradicción interna llamar matrimonium a la unión de dos personas que per se son incapaces de realizar la función de ser madre, salvo que se recurran a medios no naturales, como puede ser el caso de dos hombres o de dos mujeres, porque, en ese caso, es imprescindible la intervención de un agente externo a ellos.

Si nos queremos atener a todas las consecuencias, se podría optar por llamar matrimonium a la unión de dos mujeres, y patrimonium a la unión de dos hombres, pero, claro, eso sería ridículo.

Si ha aparecido una nueva Realidad, como lo es la unión de dos personas del mismo género, habría que buscar un nombre nuevo, pero no hacer un mal uso de uno ya existente y que, además, tiene un significado bien preciso, y una antigüedad, como mínimo, de tres milenios.

Es que la Sociedad y su concepción de la vida puede variar, pero hay cosas que son inamovibles, porque llevan en sus genes, diríamos, algo de lo que no se pueden desprender.

Es como si nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI, quisiéramos, en aras a la evolución, renunciar a nuestros orígenes de homínidos y, si me apuráis mucho, de simios.

Digamos, para finalizar, que el Legislador puede llamar a las diferentes situaciones, a los estados jurídicos, como considere oportuno, pero La Lengua, que es más sabia, se resiste a asumir ciertas contradicciones. Al Legislador le corresponde aplicar los Derechos y los Deberes, mediante las Leyes que promulga, y en esto estamos todos de acuerdo, en que todas las uniones entre humanos, sean las que sean, tienen los mismos Derechos, pero, a la hora de dar nombre a cada tipo de unión, hay que tener en cuenta otros aspectos, más lingüísticos que jurídicos.

Bibliografía utilizada:

Pierre Monteil: Eléments de phonétique et de morphologie du latin, NATHAN, UNIVERSITÉ, INFORMATION, FORMATION, Paris, 1974;
A. Ernout et A. Meillet: Dictionnaire Étymologique de la LANGUE LATINE, LIBRAIRIE C. CLINCKSIECK, Paris, 1967.

Observación: si hacéis click en la correspondiente imagen, podréis leer los textos que confirman lo que acabo de decir.










APÉNDICE

Esta reflexión mía pretendía al inicio exclusivamente explicar la etimología de matrimonium y patrimonium, sin ulteriores connotaciones. Posteriormente a su publicación, recibo, en un comentario, la petición de mi amigo Fernando de que amplíe algunos términos referidos a la actividad sexual y erótica de la Antigua Roma.

Una excelente relación, exhaustiva diría yo, de la terminología referida a la actividad sexual la podéis encontrar en Léxico erótico latino. Tengo que añadir que la mayoría de palabras, exceptuadas las que se refieren a la actividad entre el pater y la mater familias, tienen una dosis despectiva y de vulgarismo. Y no os molestéis en comprobarlas en los diccionarios usuales de Latín: han sido excluidas de ellos y sólo se encuentran en diccionarios especializados.

La mejor forma de conocer esa terminología es recurrir a los Clásicos, como pueden serlo Horacio y Catulo, que hacen un uso abundante y preciso de ella. Yo mismo he publicado aquí dos poemas de Horacio, con su texto Latino y una excelente y exacta traducción, que no es mía:

EL ÉPODO VIII
Y
EL ÉPODO XII.

En ellos podéis encontrar abundancia de términos referidos a la actividad sexual en Latín.

domingo, 14 de febrero de 2010

AMOR OMNIBVS IDEM [EL AMOR ES EL MISMO PARA TODOS] (VIRGILIO: GEÓRGICAS, III, 244)



En un día como hoy, 14 de Febrero, dedicado especialmente al AMOR, aunque son todos y cada uno de los días del año los que habría que dedicar al AMOR, tengo el gusto y el placer, y el orguillo, de poner a vuestra disposición unos versos de LAS GEÓRGICAS de Virgilio (III, 242-257), que representan, a mi entender, el Canto y la Oda más grandiosa y solemne que se ha escrito jamás sobre este tema. Hay que añadirle a ello que LAS GEÓRGICAS son, sin lugar a dudas, la obra más perfecta que existe en toda la LITERATURA LATINA durante el milenio y medio de permanencia in uiuo de la Lengua Latina.

Os dejo los versos de Virgilio, en Latín y con la traducción al Castellano. Cuando es Virgilio el que está hablando, a mí sólo me queda una opción: el silencio y el gozo estético ante sus versos, cincelados de forma magistral. Es que, después de Virgilio, ya no se puede añadir nada al respecto.

Especialmente dedicado a María Gracia [R.I.P.], matri meae, IN MEMORIAM, y a Ana María, mi parte femenina.

Peter Paul Rubens. Venus at a Mirror. c.1615. Oil on panel. Sammlung Fürst von Liechtenstein, Vaduz, Liechtenstein
http://www.abcgallery.com/R/rubens/rubens88.html



Aquí está el texto en Latín, con algunas modificaciones de grafía:

Omne adeo genus in terris hominumque ferarumque
et genus aequoreum, pecudes pictaeque uolucres,
in furias ignemque ruunt: amor omnibus idem.
245
Tempore non alio catulorum oblita leaena
saeuior errauit campis, nec funera uulgo
tam multa informes ursi stragemque dedere
per siluas; tum saeuus aper, tum pessima tigris;
heu male tum Libyae solis erratur in agris.
250
Nonne uides ut tota tremor pertemptet equorum
corpora, si tantum notas odor attulit auras?
Ac neque eos iam frena uirum neque uerbera saeua,
non scopuli rupesque cauae atque obiecta retardant
flumina correptosque unda torquentia montis.
255
Ipse ruit dentesque Sabellicus exacuit sus
et pede prosubigit terram, fricat arbore costas
atque hinc atque illinc umeros ad uulnera durat.


(Vergilius, Georgicon liber tertius, 242-257)

Traducción al Castellano:

Ciertamente los seres todos que viven en la tierra, hombres y fieras, los animales del mar, los ganados y aves de variados colores, se lanzan furiosamente hacia ese fuego: el amor es el mismo para todos. En ninguna otra ocasión la leona, olvidada de sus cachorros, anduvo errante más furiosa por los campos, ni los deformes osos causaron por doquier tantas muertes y matanzas en las selvas; entonces es el jabalí feroz, entonces el tigre más cruel que nunca. ¡Ay! Con qué peligro entonces se camina por las llanuras solitarias de la Libia. ¿No ves acaso cómo un temblor conmueve el cuerpo entero de los caballos si tan sólo el olor les trajo los efluvios conocidos? Y por eso, ni el hombre con los frenos ni con el látigo cruel, ni los peñascos y barranqueras, ni los ríos que se oponen a su paso los detienen, aunque arrastren con sus aguas montañas descuajadas. El mismo jabalí sabélico se lanza y aguza sus colmillos y escarba con los pies la tierra, se rasca las costillas contra un árbol y endurece sus espaldas para las heridas por uno y otro lado (Virgilio, Geórgicas, Libro III, 242-257).

(Traducción de Tomás de la Ascensión Recio García y Arturo Soler Ruiz, BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 141, EDITORIAL GREDOS, MADRID, 1990)


Decía yo al principio que, después de Virgilio, ya no se puede añadir nada. No es que me retracte ahora de lo que dije entonces, pero me lo aplico a mí mismo: soy yo el que ya debía mantener silencio; pero sí ha habido alguien que, de forma soberbia, majestuosa, emotiva, viva, con fundamento, con inspiración y emoción, ha puesto un corolario de oro a estas palabras de Virgilio. Es Elena Clásica, Elena Pascual, Ἐμή Φίλη Ἑλένη, Mi Querida Elena. Me faltan palabras para expresar mi admiración y mi agradecimiento hacia ella. Ahora sí es verdad que debo mantener silencio: después de ella, es más cierto que nunca que ya no puedo, por lo menos yo, añadir nada.

Aquí tenéis el
COMENTARIO DE ELENA CLÁSICA, ELENA PASCUAL:

Mi queridísimo Antonio:

Cómo nos has llevado al cielo con este texto de Virgilio, sin duda uno de los más bellos y conmovedores de la Historia de la Literatura.

"Amor omnibus idem".

Qué concepto tan elevado de la vida, del amor que nos posee, del que no podemos escapar y que hace que el Mundo gire, vibre al son de las cuerdas de la música celestial. Qué grande es el Universo, y cuánto más se engrandece cada vez que siente el Amor.

El Amor está poseído, imbuido de la extraordinaria esencia de la pasión. Ésta es la idea que parece querer regalarnos con sus mágicas palabras el gran Virgilio. Será este concepto el que tenga una acogida y un eco en la posteridad de los siglos.

Pensemos en los espíritus sutiles de Guido Cavalcanti, el poeta florentino del S. XIII, espíritus que se debilitan ante el dolor de una pasión no correspondida: los ojos son el lugar, espejo del cuerpo, donde se produce la comunicación del amor y donde acuden esos espíritus sutiles. Su idealización, que compartirá Dante en el XIV de la "donna angelicata", es la estilización, el más puro refinamiento, si queremos, no de otro sentimiento sino el del deseo, el de la pasión que posee al poeta para siempre y habrá de dedicarle su vida y su obra, a la mujer a la que ama. Como hará el otro gran poeta del S. XIV, Petrarca, a su amada Laura, a la que conoció en Santa Chiara de Avignon, y la pasión lo dominará para siempre.

Una joya del mester de clerecía del Siglo XIV: "El libro de Buen Amor", del Arcipreste de Hita, nos regala unas palabras sobre la pasión: insiste el arcipreste en que la intención de su libro es defender el amor espiritual, considérese el resto pecado, y sus consejos sólo querrán alejar al posible lector del "mal amor", y con mucha ironía añade:

"Empero, porque es humanal cosa el pecar, si algunos, lo que non los consejo, quisieren usar del loco amor, aquí fallarán algunas maneras para ello".

Ah, Juan Ruiz, estimado Arcipreste, hemos entendido tus palabras.

A caballo entre la Edad Media y la Literatura del Ranacimiento, en prosa, surge la joya de "La Celestina": en ella Fernando de Rojas nos habla de la pasión que domina al mundo, Calixto retratado, en principio, casi como un trovador del amor cortés, siente el deseo hacia el cuerpo de la amada y así lo expresa:

Calixto:
Señora, el que quiere comer el ave, quita primero las plumas (XIX, 181).

Tomando esta tradición latina e italiana que llega a nuestro Renacimiento, y perdurará en la escuela garcilacista, pues el soldado y hombres de Letras que fue Garcilaso, también se sintió imbuido de la pasión por Isabel, a la sazón una dama casada, de la que nunca lograría olvidarse; lleguemos a Lope de Vega: bien nos explica el enamorado y traspasado por las flechas del Amor, poeta y dramaturgo, qué significa el Amor unido a la Pasión: "quien lo probó lo sabe". También en el S. XVII, "supo nadar la llama de Quevedo el agua fría", como nos explica en uno de sus más célebres sonetos. Qué significa, me pregunto yo, el Fuego: las llamas del Amor son llamas de pasión, son volcanes de corazones flechados y heridos, sangrantes por el deseo.

¿Cuál es el tema de la Novela ejemplar de Cervantes "El celoso extremeño"? Si estructuralmente toda la narrativa se reduce al deseo de quebrantar una cerradura, tomemos esta expresión literal también en su sentido metafórico, la pasión logrará abatir las habitaciones más recónditas y enclaustradas.

Vayamos a la tradición hebrea: así, en el "Cantar de los cantares", también encontramos un amor sensual, gozoso, que no se avergüenza de serlo, sino que proclama su libertad y su vitalidad identificándose con los elementos de la Naturaleza y sus colores, sus sabores y olores:

"Tu estatura es semejante a la palmera,
Y tus pechos a los racimos.
Yo dije: Subiré a la palmera,
Asiré sus ramas.
Deja que tus pechos sean como racimos de vid,
Y el olor de tu boca como de manzanas,
Y tu paladar como el buen vino,
Que se entra a mi amado suavemente,
Y hace hablar los labios de los viejos".


Quizá la interpretación alegórica del extraordinario "Cantar de los Cantares" no desdeñe el placer:

"gocémonos, Amado".


Bien nos han quemado estas palabras de Virgilio, tan hermosas como la vida.

Maestro, un lujo de entrada, una maravilla de intensos resplandores.

Con todo cariño, tu admiradora Ἑλένη, con mi beso gigante de respeto y amistad.

domingo, 7 de febrero de 2010

EL MUNDO DE LAS SOMBRAS Y LOS ESPECTROS: COMENTARIOS DESDE LOS INFIERNOS (II): CLITEMNESTRA DE MICENAS



COMENTARIO RECIBIDO DE CLITEMNESTRA DE MICENAS DESDE LOS INFIERNOS

Yo soy Clitemnestra de Micenas y también me he escapado por un rato de Los Infiernos y no es porque Safo de Lesbos ni mi hermana Helena de Esparta me hayan dicho cómo lo han hecho, porque ellas no se hablan conmigo. Ellas dicen que son honradas y a mí me consideran casi como una puta, porque le fui infiel a mi marido, a Agamenón, cuando él se fue a la Guerra de Troya.

Y es que Egisto era un tipo que, oye, no estaba mal, aunque en el fondo no sé si iba por mí o por mi Reino, pero la cuestión es ésa: que pasé con él más de diez años. Pues por ese motivo esas dos no se hablan conmigo y me he tenido que buscar la vida yo sola, si “vida” se le puede llamar a la que llevamos en Los Infiernos. Lo que ha pasado es que el asqueroso perro Can Cerbero, que tiene nada menos que tres cabezas, lo que significa tres bocas, seis filas de dientes y también seis ojos, cuando me ha visto, se ha asustado, porque yo soy un espectro que da miedo hasta a las sombras de Los Infiernos, y entonces, del susto, se ha puesto a correr ladrando, y ha desaparecido, momento que he aprovechado yo para escaparme y conectarme a Internet, porque yo les oí decir a esas dos dónde estaba el Cibercafé para conectarse.

Aquí estoy esperando en Los Infiernos, a ver si algún día me reencarno nuevamente, pero lo tengo crudo, porque, si al mismo tiempo se reencarna mi hijo Orestes, es capaz de volver a liquidarme, porque, como sabéis por La Tierra, yo fui asesinada por mi propio hijo, en venganza porque yo, con mi amante Egisto, había quitado de en medio a mi marido Agamenón, cuando volvía victorioso de Troya.

Vosotros me conocéis bien, porque ese maldito Esquilo le ha puesto letra a mi vida y ha sacado a relucir todos mis trapos sucios, con esas tragedias que ha escrito y que tanto os gustan a vosotros, y a ti también, Antonio, que haces ostentación de conocerlas bien y las difundes por
Internet.

Mi madre era Leda, que ¡menuda mujer era! En la misma noche se lo hizo con su marido, si a Tindáreo se le puede llamar marido, porque el pobre llevaba unos cuernos de ¡olé!, y también con Zeus, que era un mujeriego y se lo hacía con todas las que estaban a su alcance, que eran muchas, Pues eso, que mi madre Leda, de un viaje, parió a Cástor y a mí misma, que éramos hijos de su marido, y a Helena y Pólux, que eran hijos de Zeus.

En cierta forma yo me parezco a mi madre y me veo siempre muy sola, porque nadie quiere hablar conmigo, por la vida que llevé en La Tierra. Prácticamente no tengo ninguna amiga aquí en Los Infiernos, y mucho menos amigos. Todos sienten repugnancia por mí. ¡Es que ni mi propia hermana, esa Helena de Esparta, de la que tanto habláis vosotros, me dirige la palabra! Eso no es una hermana.

Ya os iré explicando más cosas, si consigo conectarme otra vez, que no lo sé, aunque casi estoy segura de que sí será posible, porque ese perro Cerbero, al que tanto asco le tengo, me tiene miedo, y, a la que me ve, se espanta y se queda como anonadado.


¡De algo tiene que servir haber sido una perversa y una asesina en La Vida! Todo el mundo me tiene miedo y asco, aunque aquí, en Los Infiernos, no sé por qué tienen que tenerme miedo. Aquí soy un espectro más, una sombra aborrecida por todos, y aquí no puedo hacer daño ninguno a nadie. Ni yo ni nadie.

Bueno, me voy porque ya oigo desde aquí los ladridos del perro. Puede que se haya recuperado ya del susto que se llevó sólo con verme, y sea capaz de plantarme cara cuando intente volver a Los Infiernos. Si ese asqueroso perro no me deja entrar en Los Infiernos, ¿a dónde voy a ir a parar?, porque, en mi estado actual, tampoco me aceptarían en La Tierra.

Me voy corriendo, y no os penséis que es eso lo que me ocurre, ¡malpensados!, que aquí y a mi edad eso ya no ocurre, y ya os explicaré más cosas, si consigo salir nuevamente.

A propósito, Antonio, hay cosas de tu blog que no me gustan, porque tú me haces revivir cosas y sucesos que yo quisiera olvidar y también quisiera que los olvidara todo el mundo.

Bueno, hasta la próxima. No te digo “Adiós”, porque aquí eso no se estila, aquí lo que se lleva es: ¡vete a Los Infiernos!

CLITEMNESTRA DE MICENAS


It was constructed in 1250 BC
http://www.sikyon.com/Mykinai/Monuments/monum_eg05.html





The north entry gate to the Acropolis of Mykenae
http://www.sikyon.com/Mykinai/Monuments/monum_eg02.html





The Lions Gate at Mykenae. It was the main entrance to the Acropolis and its opening was closed by a double door with sheets of bronze. The relief consists of two confronting lions, their heads made from different material. The structure is dated to 1250 BC
http://www.sikyon.com/Mykinai/Monuments/monum_eg01.html




The entry to the tomb of Klytaemnestra
http://www.sikyon.com/Mykinai/Monuments/monum_eg06.html




The Acropolis of Mykenae
http://www.sikyon.com/Mykinai/Monuments/monum_eg00.html


COMENTARIO DE ELENA CLÁSICA A CLITEMNESTRA

Querida Clitemnestra:

Pues no sabes qué trasiego hay allá por ese mundo de sombras del cual emerges, bella heroína trágica. Tu hermana acaba de asomarse por aquí. ¡Cuánto lamento que los lazos fraternales se hayan enturbiado con momentos de silencio! Deseo que Helena y tú prontamente volváis a estar tan unidas como lo estuvisteis hace ya muchos años... Pues ella también llevaba el signo del sufrimiento grabado en su frente, y tú necesitas de una comprensiva confidente, después de que te rozara el peor de los presagios en tu íntimo dolor de mujer y de madre. Yo sé muy bien que era la dolorosa venganza de la muerte de tu hija la que te nubló el sentido y no escatimó muerte para el padre asesino. ¿Es que tu hijo Orestes no se acordaba de Ifigenia? Lamento que tus historias íntimas anden de mano en mano, pero no te olvides de que Esquilo quiso reivindicarte, alma poderosa de mujer.

Espero que, al igual que tu hermana Helena, te aficiones al mundo internauta y nos visites muy a menudo: ya sabes que, al fin, el Can te teme.

Señora, mis saludos, es un verdadero placer.


ELENA CLÁSICA, ELENA PASCUAL, ἙΛΈΝΗ