ANTONIO MARTÍN ORTIZ: mayo 2010
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

sábado, 29 de mayo de 2010

CURIOSIDADES EN
LAS NOCTES ATTICAE

DE AULO GELIO:
EPITAFIOS DE
PACUVIO, PLAUTO Y NEVIO


Aulo Gelio nació en Roma en los primeros años del Principado de Adriano, posiblemente entre el 126 y el 130 aC.. No se sabe con certeza la fecha de su muerte. Tuvo una educación esmerada, estudiando con los mejores maestros de su tiempo, como Herodes Ático, Frontón o Apolinario. Su única obra son Las Noches Áticas, que empezó a escribir en las largas noches de un invierno que pasó en el Ática, y que terminó en Roma. En ella anotó desordenadamente todas las curiosidades que oía o leía en otros libros. Está dividida la obra en 20 libros, de los que nos han llegado todos menos el octavo. Contiene notas sobre historia, geometría, gramática, filosofía, y casi cualquier otra materia, y fragmentos de otros autores cuya obra se ha perdido. Es una obra interesante, más que por su valor literario, porque nos da noticias de eventos y circunstancias que, de otra forma, no conoceríamos.

En el fragmento que les propongo hoy, nos recuerda los supuestos epitafios de Gneo Nevio, que vivió en el siglo III aC. y escribió Comedias, Tragedias, y un Poema Épico, el Bellum Poenicum [La Guerra Púnica]; Tito Maccio Plauto (251-184), el más grande comediógrafo Romano, que escribió unas 130 Comedias, de las que sólo conservamos 21; y Marco Pacuvio (220-130), considerado el mayor poeta trágico de la República Romana, pero del que sólo conservamos algunos fragmentos.


Máscara Cómica
Bild: Aulus Gellius (gest. 180 AD) beim nächtlichen Exzerpieren (Frotnispiz einer Ausgabe der »Noctes Atticae«, Amsterdam: Elzevir 1651)

Epitafios de tres poetas antiguos, Nevio, Plauto y Pacuvio, escritos por ellos mismos y esculpidos en sus sepulcros.

Tres poetas ilustres, Cn. Nevio, M. Plauto, M. Pacuvio, han compuesto cada uno una inscripción para servir de epitafio a su tumba. La elegancia y la belleza de estos textos me han incitado a insertarlos en esta selección. El epitafio de Nevio se resiente un poco del orgullo de los poetas de la Campania: los elogios que se prodiga a sí mismo podrían parecer merecidos, si hubiesen salido de otra boca:

Si los Inmortales pudiesen llorar a un Mortal, la Musas divinas derramarían sus lágrimas sobre la tumba del poeta Nevio. Desde que él descendió a las riberas sombrías, en Roma se han olvidado de hablar en Latín.

Sigue a continuación el epitafio de Plauto. Nosotros dudaríamos en atribuirlo a este escritor, si M. Varrón no lo hubiera incluido en el primer libro de su obra sobre Los Poetas:

Desde que Plauto nos ha sido arrebatado por la muerte, La Comedia está en duelo, La Escena está desierta: Las Risas, Los Juegos, La Comedia, La Poesía en verso libre, derraman conjuntamente lágrimas sobre su tumba.

Los versos de Pacuvio son un modelo de modestia, de pureza; son dignos de su gravedad llena de elegancia:

Joven hombre, por mucha prisa que tengas, este mármol te llama. Acércate y lee: Aquí descansa el poeta Pacuvio. Es lo que yo quería decirte. Adiós.

Aulo Gelio, Noches Áticas, I, XXIV

Texto Latino

Tria epigrammata trium ueterum poetarum, Naeuii, Plauti, Pacuuii, quae facta ab ipsis sepulcris eorum incisa sunt.

[1] Trium poetarum inlustrium epigrammata, Cn. Naeuii, Plauti, M. Pacuuii, quae ipsi fecerunt et incidenda sepulcro suo reliquerunt, nobilitatis eorum gratia et uenustatis scribenda in his commentariis esse duxi.

[2] Epigramma Naeui plenum superbiae Campanae, quod testimonium iustum esse potuisset, nisi ab ipso dictum esset:

Inmortales mortales si foret fas flere,
flerent diuae Camenae Naeuium poetam.
Itaque postquam est Orcho traditus thesauro,
obliti sunt Romae loquier lingua Latina.

[3] Epigramma Plauti, quod dubitassemus, an Plauti foret, nisi a M. Varrone positum esset in libro de poetis primo:

Postquam est mortem aptus Plautus, Comoedia luget,
Scaena est deserta, dein Risus, Ludus Iocusque
et Numeri innumeri simul omnes conlacrimarunt.

[4] Epigramma Pacuuii uerecundissimum et purissimum dignumque eius elegantissima grauitate:

Adulescens, tam etsi properas, hoc te saxulum
rogat ut se aspicias, deinde, quod scriptum est, legas.
Hic sunt poetae Pacuui Marci sita
ossa. Hoc uolebam, nescius ne esses. Vale.

Aulus Gellius, Noctes Atticae, I, XXIV


Aurelii prudentii clementis; Quae existant, Recensvit et adnotationibus illustravit Ch. Cellarius que et indices copiosiores rerum et verborum addidit.; Halae Magdeburgicae; Sumtibus Orphanotrophei; 1703; 559S; Gebunden in Leder; Mit gebunden Coelii Sedvlii, poetae interchristianos veteres elegantisimi; Literatur; Alte Buecher; ID:28027

viernes, 21 de mayo de 2010

EL CONEJO [CVNNVS & CVNICVLVS]: BIBLIOGRAFÍA

He comprobado, por los comentarios que he recibido, que el escrito titulado

ha sido bien entendido y ha provocado risas y sonrisas, además de serios comentarios como el de Elena Clásica, pongamos por caso, que es una Filóloga a la que no se le escapa ningún detalle, y que hace gala de un rigor extraordinario. Eso me complace. Es lo que yo pretendía. En cierta forma, podríamos decir que ha resultado conejudo (ya sé que el palabro conejudo no existe, que es un neologismo, pero se entiende perfectamente). Y digo conejudo, porque la palabra en la que estaréis pensando más de uno, y más de una, tiene, según he podido escuchar a varias personas, cierto olor a machista, como cojonudo, que tiene un sentido positivo, al contrario de coñazo, que lo tiene negativo, cosa que ha provocado la consternación y el enfado de más de una fémina, según he podido comprobar in uiuo en diferentes ocasiones, entre mis compañeras de trabajo. Por supuesto que hacer una discriminación de género, o de sexo, que no es lo mismo, es algo que a mí jamás se me ocurriría: nunca utilizaré un vocablo con resonancias machistas, porque siempre he pensado que la mujer es superior al hombre. En todo. Y mejor que él. Todo ello, a sabiendas de que nosotros, los hombres, las aventajamos a ellas, las mujeres, en un aspecto importante, en que podemos aprender de ellas mucho más que ellas de nosotros.

Y ahora voy a lo que iba: no os penséis que yo escribo por los codos y sin apoyarme en documentos serios y fehacientes. El texto que escribí me lo inspiró un libro que leí hace ya algunos años, publicado por


Fue este libro la base de la Tesis Doctoral, sostenida el 18 de Diciembre de 1973, en la Universidad de Santiago de Compostela, ante el tribunal presidido por el Dr. Don Lisardo Rubio Sánchez, [R.I.P], el mejor Latinista que conozco en España, acompañado de cuatro eminencias más en Filología Latina.

Es un libro que vale la pena leer.

Quiero ahora dejar constancia aquí de mi admiración sincera y mi agradecimiento amplio por todos los comentarios que he recibido: yo también me lo he pasado bien, y me he reído y sonreído con ganas, al convertirme en partícipe de las opiniones de todas y todos quienes han tenido a bien leer lo que yo, en tono irónico y desenfadado, escribí. También mis conocimientos al respecto han quedado sobradamente enriquecidos. Muchas gracias a todas y a todos.

Elena Clásica, que es pseudónimo de Elena Pascual, es una mujer con unos conocimientos tan extensos, que sobrepasan todo lo que uno pueda imaginar: su rigor filológico no conoce límites, y, cuando se pone a escribir, nos ofrece siempre el resultado de una larga y atinada reflexión, es decir, que nos ofrece la flor y nata de lo mejor que hay en ella, que es mucho, y más que mucho.

Ha dejado, a propósito de lo que yo escribí, un comentario que puede circular por sí mismo. Ha convertido su comentario en una obra nueva, una obra de altos vuelos. Como no tengo ni la capacidad ni los conocimientos suficientes para comentar lo que ella ha escrito, aquí os dejo su comentario, tal cual, para que seáis vosotros quienes saboreéis de primera mano el producto de su exhaustiva y rigurosa reflexión.

Muchísimas gracias, Querida Elena, Φίλη Ἑλένη, Querida Elena.

Antonio.

Mi queridísimo Antonio:

Desde el amor por la Filología, hay que reivindicar inmediatamente el neologismo "conejudo", pues la formación de esta palabra nos lleva a la certeza de un uso ingenioso y creativo de la Lengua. Bien lo has explicado, el léxico de una lengua refleja la manera de pensar de la sociedad a la que pertenece, y ciertamente encontramos más sexismo del que quisiéramos, tantas veces la palabra que atañe al sexo femenino es despectiva, negativa, insultante. Así que, desde el conocimiento etimológico y desde la justa reivindicación femenina, la palabra "conejudo" debe formar parte de nuestro léxico desde este momento.

Pues sí, querido Antonio, hemos disfrutado muchísimo de tu sentido del humor unido al estudio, ya lo dijo nuestro amigo Ar Lor, ésta es la mejor faceta del ser humano, el estudio y la enseñanza, y siguiendo la estela de Horacio el "enseñar deleitando".

Agradezco profundamente tu comentario sobre mí, inmerecido, pues lo que hago siempre es aprender del Maestro.

En esta entrada nos aportas una bibliografía excelente en un estudio sobre el léxico erótico y sus aspectos semánticos en la literatura, realizado por Enrique Montero Cartelle. He devorado esta obra con devoción y maravilla, pues está llena, con toda seguridad, de años de estudio y de un amor inmenso hacia los autores y obras mencionados. Requiere un estudio de esta altura muchos conocimientos, de muchos de los cuales yo carezco, por ello relεeré una y otra vez la obra, y sobre todo algunos fragmentos relativos a mis autores preferidos. Por ofrecérnosla y facilitárnosla miles de gracias, Maestro.

La obra es absolutamente maravillosa, me gustaría compartir en este foro de amantes del latín y de la literatura clásica, el uso vehemente siempre de Catulo en su léxico, y cuando a los genitales femeninos se refiere su utilización a modo de insulto. El doble sentido con que Plauto dota a muchas palabras, desde la referencia procaz a otra más casta. Y un comentario de Cicerón, que me parece fantástico: el uso de "nobiscum" en lugar de "cum nobis" que daría lugar a una asociación fonética con el término "cunnus".

Otra curiosidad ha sido la explicación sobre el término "cognoscere" y su uso bíblico, cristiano, su uso en los orígenes latinos, y también el uso que de la palabra hace el gran dramaturgo, Plauto.

En definitiva, una entrada llena de sapiencia y con la bibliografía selecta que le corresponde a los grandes como tú.

Gracias nuevamente y un beso gigante de tu admiradora Ἑλένη.

sábado, 8 de mayo de 2010

EL CONEJO [CVNNVS & CVNICVLVS]:
ESTUDIO FILOLÓGICO.
TEORÍA Y REALIDAD


Etimológicamente es el conejo un derivado del Latín cuniculus [cunículus] [madriguera], que a su vez deriva del Ibérico, o del Vasco (Vide: Antoine Meillet & Alfred Ernout, Dictionnaire étymologique de la langue latine, Paris, Éd. Klincksiek, 4º Edic. 2001), con el mismo significado y no es, como algunos creen, un diminutivo del Latín cunnus [coño], que se relaciona, a nivel etimológico, con otra palabra también vulgar, culus [culo]. Queda pendiente de estudio la conexión que existe entre el conejo en su acepción literal y en su acepción metafórica, es decir, cuando se sitúa entre las columnas, algunas veces jónicas, que sostienen el cuerpo femenino, vamos, lo que las mujeres tienen inter inguina [entre las ingles]. Aparece documentada por escrito la palabra conejo por primera vez en la lengua de Cervantes en 1130. Cuniculus está documentado en Latín desde Gayo Valerio Catulo (87-54 aC), en su Carmen [Poema] XXV, que empieza con estas palabras:

Cinaede Thalle, mollior cuniculi capillo.
[Maricón de Talo, más tierno que el pelo de un conejo].


Goya y Lucientes, Francisco de
La maja desnuda
98,00 cm x 191,00 cm
1797 - 1800
Museo del Prado
Sala 36

Según Plinio el Viejo (Naturalis Historia, 8, 217), el vocablo es de origen hispano, porque en la Hispania Romana abundaban los conejos. Lo dice el propio Gayo Valerio Catulo (Carmen XXXVII, 18), donde a un tal Egnatius, hombre de depravada vida y fama, oriundo de Hispania, lo llama:


Cuniculosae Celtiberiae fili.
(Hijo de la Celtiberia rica en conejos).


Queda pues constatado que no hay ninguna relación entre cunnus [coño] y cuniculus [conejo]. Al decir de Cicerón, es una palabra vulgar y sólo la utilizan los Satíricos, los Priapeos (Poemas fálicos, referidos a Príapo, el dios protector de los campos de labranza, de la fecundidad masculina, y también de la masculinidad), y los Graffiti (Incripciones en las paredes, generalmente, de los prostíbulos). En la Antigüedad recibió su correspondiente culto, pues tenemos constancia de que en Grecia se le rendía culto como símbolo de fecundidad en las fiestas en honor de Deméter que se celebraban en Eleusis. Las mujeres ofrecían a la diosa pastelillos en forma de cunnus [coño]. Algo semejante ocurría en Roma:

Illa siligneis pinguescit adultera cunnis (Marcial, IX,2,3).
[Ella, la adúltera, engorda con coños de flor de harina].

Mirator cunni Cupiennius albi (Horacio, Sátiras, I, II,36).
[Cupienio, admirador de un coño blanco].

Nam fuit ante Helenam cunnus taeterrima belli causa.
(Horacio, Sátiras, I, III, 107-8).
[Pues ya antes de Helena un coño fue la causa tristísima de la guerra].



Establecida la imposibilidad de relación entre el cunnus [coño] y cuniculus [conejo], el conejo y el conejo, en sus dos acepciones, veamos ahora cómo se podría definir lo que es un conejo.

Tarea difícil es ésta ya que a primera vista no se ve que haya demasiada relación entre el conejo semoviente, el que salta y, sobre todo, corre, y aquél otro que simplemente se corre. El uno lo hace de forma instintiva, ante un peligro inminente y el otro exactamente al revés, cuando pretende un acercamiento, cuando manifiesta un deseo. Ambos pueden estar húmedos: el uno de sudor, de tanto correr, y el otro de humedades que hacen que se corra. Quiere ello decir que en el uno las afluencias de líquidos vienen provocadas por el excesivo ejercicio y en el otro se presentan para facilitar el ejercicio. Ambos tienen pelo, ambos son sensibles al tacto. No obstante las formas son variables en ambos y variantes en el segundo. Más oquedades, más abertura tiene el segundo y, también, más sinuosidades. Tampoco el color es el mismo. El uno tiene color fijo, pardo, blanco, atigretado algunas veces; en el otro predomina el sonrosado vivo. El uno corre campo a través y el otro se corre hacia dentro (y hacia fuera), aunque también tiene manifestaciones externas. El uno apenas despide aromas, el otro adquiere unas odorancias que se impregnan de densidad a medida que entra en actividad.

Goya y Lucientes, Francisco de
La maja desnuda
98,00 cm x 191,00 cm
1797 - 1800
Museo del Prado
Sala 36

Respecto a los cuidados que necesitan uno y otro, hemos de anotar una gran diferencia: el uno es autónomo, no necesita cuidados, el otro necesita ser tratado con cierta asiduidad y alimentado con atenciones especiales: no se puede por ello decir que tenga vida propia, ya que necesita de la atención y la manutención de un agente externo. El uno se te escapa, el otro se te retiene; el uno huye, el otro se te acerca, casi te habla, casi a gritos. El primero suele esconderse en su madriguera, el otro es su propia madriguera: a veces se resiste, otras veces no, tiene sus caprichos, no siempre se deja coger, a veces es tímido, otras agresivo, unas veces se presenta él mismo, otras se hace el esquivo, se retrotrae.

Resumiendo, podemos decir que entre las dos especies de conejos existe una clara preferencia, comúnmente aceptada, por el segundo: es más juguetón, es más agradecido, es más comunicativo, es más dócil, no se suele escapar cuando se tiene atrapado, es sonriente, casi habla, a su manera, claro.


Lucas Cranach the Elder (German, 1472-1553). Venus, 1532.
Mixed media on beechwood. 37.7 x 24.5 cm (14 7/8 x 9 5/8 in.)

Éstas son las reflexiones que hemos podido establecer sobre los orígenes de los vocablos y las características esenciales de tan importantes seres vivientes. Queda para una posterior ocasión la comprobación empírica de los principios aquí enunciados. Ha sido un estudio rápido, pero riguroso, el que hemos pretendido hacer. Incompleto lo es, por supuesto, pero puede ser el principio de una investigación que puede completarse más adelante, cuando dispongamos de más tiempo y más bibliografía, sin que se olvide la práctica que necesita cualquier investigación seria que se precie de serlo.



Es lo que he podido concluir, para vosotras y vosotros también, con humor y en tono cariñoso e íntimo, pero con seriedad.

Cerámica pintada
Isla de Sacrificios, 900-1521 d. C.
El conejo se asocia al pulque, única bebida embriagante de la época en Mesoamérica, asociada a rituales mágico-religiosos. Este vaso serviría quizás para beber pulque.
British Museum, Londres
Ethno. 1844.7-20.947


Carla Tormenta, que tiene dos blogs deliciosos, FANTASY y MÁGICO ARTE, y, como mujer que es, conoce, supongo, a la perfección el tema tratado, ha dejado un comentario que, a mi buen entender, merece ocupar un lugar de privilegio en esta reflexión mía. Es como un corolario de oro al tema tratado:

Hola, querido Maestro, me encanta esta entrada tan didáctica e interesante sobre el conejo, gran estudio sin duda. He de decir que la sonrisa no se me ha quitado de los labios desde que empecé a leer tan instructivo análisis.

Te regalo un poema a propósito del asunto, de la poetisa Isla Correyero:


Poema Coño Azul de Isla Correyero

Mi coño es negro como carbón
evaporado. Pero se vuelve azul a la luz
de la tele y de la luna.
La característica más peculiar que
explica su color y su forma
es
que tiene circulación lenta y
estremecida que va navegando hacia la
tinta de las venas y se abre al desamparo
de mi dormitorio como si
comprendiese que un dedo impenetrable,
masculino,
no pasara por él ni por las sábanas.
Sería una esperanza considerar
que sobre mi coño solitario aún pueden
caber volúmenes remotos
o
un pañuelo azul que penetrase las dos
mitades húmedas y abiertas y así pasar
esta tela azul, ensangrentada,
quedándose,
rompiéndome
porque mi coño ya es invencible,
mi enemigo.
Aislado del amor
cualquier coño es violento.

(De su libro: Mi coño azul)
Abrazos y sonrisas verticales, amigo supremo de la sabiduría.

Muchas gracias, amiga Carla, eres un primor.
Antonio


Carmen Pascual, con el pseudónimo de Carmensabes, nos regala un sugerente poema de ISABEL ESCUDERO, titulado A TI, QUE DE PAR EN PAR…, que podéis leer en Comentarios o pinchando aquí mismo: en este caso encontraréis bastantes poemas más, relacionados con el mismo tema, así como una serie de imágenes reales y expresivas de uno de los conejos que se estudian aquí, el conejo femenino, vamos, el coño.

Muchísimas gracias,
amiga Carmen.
Antonio