ANTONIO MARTÍN ORTIZ: PVBLIVS OVIDIVS NASO: Técnicas de seducción en el ARS AMANDI
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

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lunes, 13 de junio de 2011

PVBLIVS OVIDIVS NASO:
Técnicas de seducción en el ARS AMANDI

Dulcifiquemos con los nombres las macas reconocidas: llamemos morena a la que tenga el cutis más negro que la pez de Iliria; si es bizca, digamos que se parece a Venus; si pelirroja, a Minerva; consideremos como esbelta a la que por su demacración más parece muerta que viva; si es menuda, di que es ligera; si grandota, alaba su exuberancia, y disfraza los defectos con los nombres de las buenas cualidades que a ellas se aproximan.

No le preguntes los años que tiene o en qué consulado nació; deja estas investigaciones al rígido censor, máxime si se marchitó la flor de su juventud, si su mejor tiempo ha pasado y ya comienzan a blanquear las canas entre sus cabellos. Mancebos, esta edad u otra más adelantada cuadra a vuestros placeres, estos campos habéis de sembrar porque producen la mies en abundancia.

[Mientras los pocos años y las fuerzas os alientan, tolerad los trabajos, que pronto vendrá con tácitos pasos la caduca vejez. Azotad las olas con los remos, abrid la tierra con el arado, o empuñad briosos las sangrientas armas del combate, o entregaos en cuerpo y alma al servicio de las bellas, que como el de la guerra os ofrecerá ricos despojos].

Se ha de añadir que las mujeres de cierta edad son más duchas en sus tratos, tienen la experiencia que tanto ayuda a desarrollar el ingenio, saben, con los afeites, encubrir los estragos de los años y a fuerza de ardides borran las señales de la vejez. Te brindarán si quieres de cien modos distintos las delicias de Venus, tanto que en ninguna pintura encuentres mayor variedad. En ellas surge el deseo sin que nadie lo provoque, y el varón y la hembra experimentan sensaciones iguales.
Aborrezco los lazos en que el deleite no es recíproco: por eso no me conmueven los halagos de un adolescente; odio a la que se entrega por razón de la necesidad y en el momento del placer piensa indiferente en el huso y la lana. No agradezco los dones hijos de la obligación, y dispenso a mi amiga sus deberes con respecto a mi persona. Me complace oír los gritos que delatan sus intensos goces y que me detenga con ruegos para prolongar su voluptuosidad. Me siento dichoso si contemplo sus vencidos ojos que anubla la pasión y que languidece y se niega tenaz a mis exigencias.

Publio Ovidio Nasón, Arte de Amar, II, 657-684


Fuente de la traducción:
http://usuarios.multimania.es/chimichurrijoaquin/historia.htm
Texto Latino de la Bibiliotheca Augustana, con algunos cambios de grafía:
http://www.hs-augsburg.de/~Harsch/Chronologia/Lsante01/Ovidius/ovi_ars2.html

Nominibus mollire licet mala: fusca uocetur,
nigrior Illyrica cui pice sanguis erit:
si straba, sit Veneri similis: si raua, Mineruae:
sit gracilis, macie quae male uiua sua est;
dic habilem, quaecumque breuis, quae turgida, plenam,
et lateat uitium proximitate boni.
Nec quotus annus eat, nec quo sit nata, require,
consule, quae rigidus munera Censor habet:
praecipue si flore caret, meliusque peractum
tempus, et albentes iam legit illa comas.
Vtilis, o iuuenes, aut haec, aut serior aetas:
iste feret segetes, iste serendus ager.
[Dum uires annique sinunt, tolerate labores:
iam ueniet tacito curua senecta pede.
aut mare remigiis, aut uomere findite terras,
aut fera belligeras addite in arma manus,
aut latus et uires operamque adferte puellis:
hoc quoque militia est, hoc quoque quaerit opes.]
Adde, quod est illis operum prudentia maior,
solus et artifices qui facit, usus adest:
illae munditiis annorum damna rependunt,
et faciunt cura, ne uideantur anus.
Vtque uelis, uenerem iungunt per mille figuras:
inuenit plures nulla tabella modos.
Illis sentitur non inritata uoluptas:
quod iuuet, ex aequo femina uirque ferant.
Odi concubitus, qui non utrumque resoluunt;
hoc est, cur pueri tangar amore minus.
Odi quae praebet, quia sit praebere necesse,
siccaque de lana cogitat ipsa sua.
Quae datur officio, non est mihi grata uoluptas:
officium faciat nulla puella mihi.
Me uoces audire iuuat sua gaudia fassas,
quaeque morer meme sustineamque rogent.
Aspiciam dominae uictos amentis ocellos:
langueat, et tangi se uetet illa diu.

17 comentarios:

Chacien dijo...

Los poemas eróticos de Ovidio, "Los amores", "El arte de amar", "El remedio del amor", e, incluso, "Los cosméticos", son un verdadero filón del que podría usted extraer, amigo Antonio, material de primerísima calidad para deleitarnos con una prolongadísima serie de fragmentos e ideas en torno al amor. En mi opinión, la mayor parte de esas ideas se caracterizan por su universalidad, por ser reflejo o testimonio de ciertas pasiones del alma y del cuerpo, las cuales son constitutivas de nuestra naturaleza humana y, por lo tanto, no varían ni con el paso del tiempo ni con las modas ni con los más diversos avatares: no tienen caducidad, mantienen intacta su frescura aunque hayan pasado más de 2000 años, y, de hecho, ya existían con anterioridad. El problema para usted, si me pongo en su lugar, sería qué elegir que tenga mayor vigencia y autenticidad entre toda la variedad que nos ofrece la técnica amatoria de Ovidio.

Un cordial saludo.

Carla Tormenta dijo...

Cómo sabía Ovidio del amor y sus demandas.
"Me complace oír los gritos que delatan sus intensos goces y que me detenga con ruegos para prolongar su voluptuosidad. Me siento dichoso si contemplo sus vencidos ojos que anubla la pasión y que languidece y se niega tenaz a mis exigencias"


Toda esta parte me recuerda a un poema del catalán José María Fonollosa, quizás influenciado por el gran poeta romano:

Dicen que arrodillarse es humillante.

Que es esta posición la del vencido,
del sumiso, del vil, del que renuncia
a la última esperanza de salvarse.

Que estar arrodillado en una calle,
en un templo o salón, afrenta incluso
a aquel que lo contempla y no lo impide.

Como afrenta una bomba que no estalla
a quien confiaba actuara su explosivo.

Sí. Es innoble actitud arrodillarse
delante de otro ser, cuando el sujeto
es pasivo. Mas no si éste es activo.

Porque hay una excepción en que es victoria,
gozo y satisfacción esta postura:
cuando el sexo la exige ansiosamente.

Entonces es divino arrodillarse.


Bueno querido Maestro, como siempre es todo un placer refinado asistir a tus entradas, que por falta de tiempo no siempre puedo comentar.

Besitos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Ja, ja, me identifico con una de esas a las que no hay que preguntar en qué consulado han nacido y cuentan con experiencia abundante... ¿Qué puedo decirte de mi querido Ovidio? Tal vez que combina la sabiduria en el amor con una elaborada estrategia para degustar sus frutos con delectación. Y que me encantan sus deseos expresados de hacer del placer compartido su mayor y mejor placer: he aquí un amor que no es egoísta, sino que valora el juego erótico y comprende que que es cosa de dos (como mínimo...) Besos, querido amigo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Don Carlos Hernández, Chacien,

Buena y trabajosa es la tarea que me propone Vd., de que les vaya dejando fragmentos y pinceladas de las obras de Ovidio que se relacionan con el arte de seducir. Tengo que decirle que una vez me dijo un Profesional de la Medicina, Profesional de lo más competente, que estas formas, las de seducir, no han cambiado en lo esencial en los últimos cinco mil años. En consecuencia, lo que Ovidio hace es recordarnos lo que nosotros, con buen sentido común, deberíamos poner en práctica, si nos dejáramos guiar por el Instinto, que nunca engaña, y nos olvidásemos un poco de los códigos, extraños muchas veces, que nos ha puesto o impuesto la Civilización.

Claro, tendríamos que renunciar a muchos clichés y cosas por el estilo. Ahora, por ejemplo, resulta que a instancias de una Ministra, de cuyo nombre no vale ni la pena acordarse, ha decretado que decirle un piropo a una mujer puede ser constitutivo de delito. Ya sabíamos de antes que ciertos sectores Feministas acérrimos, y no sé si bien encaminados, consideran como de mala educación, acoso casi, que un hombre le regale una rosa a una mujer.

Pues no: Ovidio no estaba sometido a estos condicionamientos, ni de lejos. Si quiere Vd. saber lo que dice Ovidio, sólo tiene que hacer una introspección en sí mismo. De buen seguro que llegará Vd., como hombre muy sensato y cultivado que es, a las mismas conclusiones que Ovidio.

No obstante, y aún a sabiendas de que no es necesario, le prometo que, de cuando en cuando, dejaré ir unas citas de las obras eróticas de Ovidio.

Le envío un afectuoso abrazo, amigo mío, Don Carlos.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Carla Tormenta,

Muchas gracias por el título que me otorga Vd. cuando se dirige a mí, llamándome Maestro, cosa que le agradezco sinceramente, pero que está muy lejos de la Realidad, pero, bienvenido sea ese título que me concede Vd. gratis et amore.

Por supuesto que Ovidio era un gran entendido en mujeres. Tenga Vd. en cuenta que se casó tres veces y con seguridad que tuvo sus devaneos, como cualquier hombre Romano interesado en el mundo femenino. Se suele alegar como motivo oficial de su destierro a Tomis, en el Ponto Euxino (El Mar Negro) el hecho de que había escrito un Ars amandi, que el emperador Augusto consideraba demasiado atrevido, y poco concorde con las costumbres que él quería imponer en Roma, pero también tenemos la sospecha de que el motivo real del destierro fuese algún lío de faldas en el que hubiese intervenido Ovidio.

Es precioso el poema que nos regala Vd. de José María Fonollo. Como en todo, también aquí tenemos una excepción en cuanto a lo posición de arrodillado. Y es que, como ha dicho con seguridad más de uno, el sexo y el amor es un motor que es capaz de mover montañas.

Gracias por su visita tan generosa.

Le envío un afectuoso abrazo, a la espera de visitarle en su propia casa, que tiene dos espacios maravillosos y fantásticos.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Mi querida Isabel,

No te voy a preguntar en qué consulado naciste, porque es de caballeros no preguntar esas cosas a una dama, pero tengo que decirte que, independientemente de la imagen que todos hemos visto tuya, tu Espíritu y tu Esencia están rebosantes de Juventud, así en mayúscula, y lo serás por muchos años más. Para saber de tu Juventud, no hay más que leer tus escritos y el ímpetu que pones cuando hablas de Dido, o de Rea Silvia, o de Alba Longa, o de cualquier circunstancia Romana que se tercie.

¿Qué puedo yo añadir sobre Ovidio, que tú no sepas? Pues sencillamente nada, porque de todos es conocido que Ovidio, y sobre todo sus Amores es uno de tus poetas preferidos.

Te envío un caluroso abrazo, amiga mía.

Antonio

elena clásica dijo...

Mi queridísimo Antonio:

Entrada bella entre las bellas, los consejos de Ovidio al amador, al amante, al hombre vivo y su invitación a disfrutar del goce de la vida, imposible sin la pasión y el deseo arrebatado.
Menuda lección nos da Ovidio, que sigue siendo el poeta de la magia, las transformaciones maravillosas, los cuentos de la noche y la mañana y cómo no, del amor.
No ha habido mejores consejos que los de Ovidio, a lo largo de los siglos, tantos buenos amantes y poetas han asumido su grandeza y se han rendido a sus pies. Leámoslo una y otra vez y sumerjámonos en los mares del espasmo y la voluptuosidad. Salve Ovidio!

Felices y sabios consejos los que derrama Ovidio en el "Ars amandi" sobre la valoración de la belleza que siempre está presente. Dejemos para el censor las preguntas arduas y amemos. Bien puede aprender el hombre de la mujer madura y experimentada que le enseñará al buen amador caminos poco trillados y luminosos. Así puede aplicarse igualmente la mujer tal consejo.
Plenitud alta, gozosa, trémula la que encontramos en los consejos avanzados, de una modernidad cada vez más sorprendente. ¡Otra vez los Clásicos! Maravillas de la literatura latina, del viaje en el tiempo a través de las Letras.

No puedo dejar de pensar en uno de mis más admirados escritores, clérigo él, de alto cargo y dignidad. Y además de todo esto, uno de los más grandes amadores de todos los tiempos, bajo los auspicios de Ovidio, "don Ovidio Nasón" según la expresión medieval que integraba el mundo clásico a las creencias espirituales cristianas. Cargo importante de la iglesia y gran amador, ¿y esta paradoja? No tal, que se erige mi amado escritor en el defensor de la vida clerical acompañado de mujer buena, tolerada por cierto hasta el siglo XIV, momento en el que amante- escritor- clérigo - seguidor de la escuela ovidina, escribe el extraordinario "Libro de Buen Amor", una protesta de tipo goliardesco frente a la postura de Gil de Albornoz que pretendía extender a su diócesis la doctrina papal del celibato obligatorio, frente a la tradición hispánica de la barraganía o contrato de convivencia de un sacerdote con una mujer, más asentada en un territorio multicultural como era la diócesis de Toledo.

No podía ser otro nuestro autor: Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.
Nunca hubo un clérigo con mejor humor, más claros sentimientos y mejor cantor de la mujer, eso sí, siguiendo a nuestro adorado Ovidio.

(Continúa)

elena clásica dijo...

No quisiera extenderme más allá de lo debido, tanto podemos soñar con Ovidio y con el Arcipreste, eso sí me gustaría dejar constancia de algunos de los consejos de don Amor al Juan Ruiz, la fuente ovidiana se deja ver con una claridad transparente.
El exquisito respeto a la mujer que manifiesta el Arcipreste nos hace olvidar por un momento el dolor medieval y la relegación de la mujer al sufrimiento, así como la negación de la propia sexualidad femenina. Nuevamente Ovidio, ¡claro!

He aquí algunos de los versos que más hacen amar la vida y la belleza, y que nos recuerdan que "a pesar de los pesares" la alegría, el goce deberían formar parte de la vida del hombre y de la mujer, salve Juan Ruiz! ¡Bendito seas mil veces! Ahí vamos:

"Si leyeres a Ovidio que por mí fue educado,
hallarás en él cuentos que yo le hube mostrado,
y muy buenas maneras para el enamorado;
Pánfilo, cual Nasón, por mí fue amaestrado.

Si quieres amar dueñas o a cualquier mujer
muchas cosas tendrás primero que aprender
para que ella te quiera en amor acoger.
Primeramente, mira qué mujer escoger.

Busca mujer hermosa, atractiva y lozana,
que no sea muy alta pero tampoco enana;
si pudieras, no quieras amar mujer villana,
pues de amor nada sabe, palurda y chabacana.

Busca mujer esbelta, de cabeza pequeña,
cabellos amarillo no teñidos de alheña;
las cejas apartadas, largas, altas, en peña;
ancheta de caderas, ésta es talla de dueña.

Ojos grandes, hermosos, expresivos, lucientes
y con largas pestañas, bien claras y rientes;
las orejas pequeñas, delgadas; para mientes (fíjate)
si tiene el cuello alto, así gusta a las gentes.

La nariz afilada, los dientes menudillos,
iguales y muy blancos, un poco apartadillos,
las encías bermejas, los dientes agudillos,
los labios de su boca bermejos, angostillos.

La su boca pequeña, así, de buena guisa
su cara sea blanca, sin vello, clara y lisa,
conviene que la veas primero sin camisa
pues la forma del cuerpo te dirá: ¡esto aguisa!"

En fin, mi querido Antonio, digamos que esto es vida, la de este blog, la de los versos de Ovidio que nos ofreces, la vibración medieval y moderna a la vez del Arcipreste.
Salve Antonio Martín Ortiz!

Te envío desde la alegría de esta entrada un abrazo gigante, de tu admiradora Ἑλένη.

Unknown dijo...

Querido Antonio: esto hay que leerlo despacio porque todavía estoy en edad de aprender el arte de amar.
Un abrazo

Aristos Veyrud dijo...

Como dice usted amigo Antonio supeditarse a un manual en el amor no es buena idea, aunque a veces funciona, según testimonios.
Pero si se siguiera un tal canon de amores como un tratado de lógica aristotélica, sin duda alguna no hubiese existido la filosofía ni mucho menos la poesía, o toda la literatura, donde se destaca "Las mil noches y una noche" entre muchas otras obras como la misma Ilíada y la Odisea, incluyendo claro está al ingenioso hidalgo Don Quijote. Tampoco tendríamos el universo del arte en todas sus manifestaciones.
Apasionante es la llama del amor de principio a fin: La seducción, el cortejo; la carnalización o "cuando sucede lo que tiene que suceder" (fornicación); el cierre, que puede derivar en la gran pena del adiós para las partes comprometidas o para una de ellas, en el inicio de una pasión más fogosa o en el enlace de un amor a perpetuidad.
Tampoco el orden que describo es la regla, pues cualquiera de los tres periodos es una excusa para enamorarse perdidamente, para siempre o a intervalos.
Los poetas y los artistas tienen el privilegio de acercarse más peligrosamente al fragor de estas lides y perecer gloriosamente en la batalla. Ya sea de repente o consumiéndose lentamente en el tiempo pero con intensa pasión.

Gracias amigo Antonio por atizar con constancia el fuego dionisíaco en su bitágora con esa especial erudición desde los clásicos, demostrando con ello que en el amor es donde más humanos podemos llegar a ser a través de todos los tiempos!!!

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga del alma Elena Clásica, Elena Pascual, Φίλη Ἑλένη, Querida Elena,
Es una delicia leer los fragmentos que nos traes del Libro del Buen Amor del Arcipreste. Realmente Juan Ruiz conocía a los Clásicos como nadie. Al leer el fragmento que nos traes a colación, podría uno incluso creer que está leyendo a Ovidio directamente. Los comentarios que aportas tú son más que enriquecedores.

Es más: me parece a mí que el Arcipreste conocía y tenía in mente también la obra de Hesíodo, Los Trabajos y Los Días, en la que también se hace referencia a la mujer, pero, claro, a la griega, no como sujeto de Amor sino como productora de hijos. Dejo aquí el fragmento correspondiente. Tengo que decir que desconozco quién es el traductor, pero pinchando aquí se puede acceder al texto entero, aunque tengo que decir  que no me gusta demasiado esa traducción, pero tampoco es cuestión de que yo dé la mía propia. Además, el traductor divide la obra en dos libros, cuando el original Griego nos ha sido transmitido en un solo libro.

Sé prudente. Lo mejor en todo es escoger la ocasión. Cuando no tengas todavía treinta años o no tengas muchos más conduce a una esposa a tu morada; esa es la edad que te conviene para el matrimonio. Sea núbil la mujer a los catorce años y cásese a los quince. Desposa a una virgen a fin de enseñarle las costumbres castas. Conduce sobre todo a tu morada a la que habite cerca de ti. Pon en esas cosas la mayor atención, no vaya a ser que tu desposorio cause la irritación de tus vecinos. Una mujer irreprochable es el mejor bien que puede caer en suerte a un hombre; pero la peor calamidad es una mujer amiga de festines que quema a su marido sin antorcha, por muy vigoroso que sea, y le arrastra a una vejez rápida.

Hesíodo, Los Trabajos y Los Días, 694-704

Texto Griego de la Bibliotheca Augustana

Ὡραῖος δὲ γυναῖκα τεὸν ποτὶ οἶκον ἄγεσθαι,
μήτε τριηκόντων ἐτέων μάλα πόλλ᾽ ἀπολείπων
μήτ᾽ ἐπιθεὶς μάλα πολλά· γάμος δέ τοι ὥριος οὗτος·
ἡ δὲ γυνὴ τέτορ᾽ ἡβώοι, πέμπτωι δὲ γαμοῖτο.
παρθενικὴν δὲ γαμεῖν, ὥς κ᾽ ἤθεα κεδνὰ διδάξηις,
[τὴν δὲ μάλιστα γαμεῖν, ἥτις σέθεν ἐγγύθι ναίει]
πάντα μάλ᾽ ἀμφὶς ἰδών, μὴ γείτοσι χάρματα γήμηις.
οὐ μὲν γάρ τι γυναικὸς ἀνὴρ ληίζετ᾽ ἄμεινον
τῆς ἀγαθῆς, τῆς δ᾽ αὖτε κακῆς οὐ ῥίγιον ἄλλο,
δειπνολόχης, ἥ τ᾽ ἄνδρα καὶ ἴφθιμόν περ ἐόντα
εὕει ἄτερ δαλοῖο καὶ ὠμῶι γήραϊ δῶκεν.

Bueno, mi Querida Elena, poco puedo yo añadir al comentario decidido y transparente que nos has regalado. Lo único que me queda es leerlo y releerlo, para goce del Espíritu y Enriquecimiento de mis conocimientos.

Te hago patente mi agradecimiento, mi admiración, y te envío un abrazo Gigante.

Antonio

Natàlia Tàrraco dijo...

Los consejos de Ovidio a los muchachos, son astutos, no detesta a la mujer madura por su experiencia, ensalza el placer sensual compartido, informa del arte de la seducción y con él, inculca cierta falsedad para conseguir los fines de Eros. Maestro de juventudes romanas que aún podrían tener vigencia. Maestro siempre de la latina palabra.

Amigo Antonio, te agradezco infinitamente el fragmento de Horacio con el cual me sentido deleitada entre la natura amena y exquisita, en paz sosegada, sin ansias, alejada de vacuos placeres. ¿Y si llegas a añadir Bucólicas o Geórgicas?, sería un muy extenso placer, así que las leo tranquila a mi ritmo que las tengo a mano.

Gracias siempre, besitos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Tienes toda la razón del mundo, amigo Aristos Veyrud, cuando dices que no debe existir un manual que nos ponga al alcance de la mano las técnicas eróticas o amorosas.

Al igual que tú, pienso yo que los manuales como el de Ovidio son a título de ejemplo, sin que haya que aceptarlos al pie de la letra. En cuestiones de Amor y Erotismo, pienso que es mejor dejarse guiar por el Sentido Común, y, si lo prefieres, por el Instinto, que nunca se equivoca.

Lo que pasa es que el proceso de la Cultura y la Civilización nos ha impuesto unos cánones o reglas que no conviene demasiado olvidar, para no ser tildados de raros o extraños.

Pienso, al igual que tú, que hay que dejar margen a la Creatividad, a la Poesía, a la Inspiración, a la Filosofía misma, al Arte, etc. .

Te envío un abrazo solidario desde esta España convulsionada por momentos y, en buena parte, indignada.

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Rafael Mulero,

Como todo el mundo puede imaginarse, siempre está uno en edad de Amar y de Erotizarse, aunque las manifestaciones consiguientes es evidente que tienen que adaptarse a las circunstancias y al tiempo, pero, a mi entender, la Esencia permanece siendo la misma, como bien diría algún Presocrático Griego, como, por ejemplo, Parménides.

Le envío un abrazo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amiga Natàlia,

Como bien sabes tú, nuestro Ovidio es un experto en las Artes Amatorias, y, como bien dice él, cada edad tiene sus cualidades, y, como pensamos más de uno, no hay mujer que no tenga cualidades de sobra. Lo que pasa es que hay demasiados hombres ciegos e insensibles.

Te envío un abrazo dfe simpatía.

Antonio

PACO HIDALGO dijo...

Don Antonio, estoy de acuerdo totalmente con Ovidio en que la experiencia es un grado, también en el amor, por supuesto, pues si no para que la querríamos. Ovidio también hace gala de la adulación para conseguir los fines, vamos, que todo el mundo era Maquiavelo, antes de nacer este.
Aprovecho para despedirme por un tiempo. Ya ya tomamos las vacaciones, pero ya, y yo me refugio en mi playa de Matalascañas y no quiero saber nada de ordenadores, blogs, internet, etc. Así, que nos volveremos a reencontrar en septiembre. Que tenga un plácido y agradable verano, si es por aquí abajo, mejor. Un fuerte abrazo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Don Paco,

Sensatas son sus palabras, cuando habla del texto de Ovidio, y sensatas lo son también cuando ha decidido alejarse del cibernético mundo, refugiándose en las playas de Matalascañas. Es Vd. un hombre afortunado y con un buen sentido del vivir.

Como dijo Horacio en el Beatus ille, ¡qué placentero es ver a los bueyes cansados regresando a casa con el arado invertido!, es decir, después de haber realizado su trabajo.

Pues lo mismo con Vd.: Vd. ha hecho una buena labor con sus alumnos y alumnas de Arte, y con todos los internautas que hemos cruzado pensamientos con Vd. Que Vd. descanse, que bien merecido lo tiene.

Por mi parte, también tengo proyectos de visitar algún rincón de España, con mi parte femenina, con Ana, lo que, como están las cosas en esta Autonomía, casi representa un viaje al Extranjero.

Mis mejores deseos para Vd. y para todos los que le acompañen, en la seguridad de que sus alumnos todos han hecho buen papel en la Selectividad.

Le envío un abrazo,

Antonio