ANTONIO MARTÍN ORTIZ: julio 2011
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

lunes, 25 de julio de 2011

EMANACIONES SOMÁTICAS
ANTE UN CUERPO FEMENINO


PARA CÁNDIDA
Homenaje a Ana María
en el día de su onomástica  [26 de Julio]
Angel Peychinov: Awaiting

Tu ausencia es presencia,
tu presencia nunca es ausencia.
Tú siempre estás, aunque no estés:
estás en mi pensamiento.
Esperante estaba tu semblante:
relajación de los músculos.
¿Qué digo?
Lo tuyo no son músculos,
son turgencias suaves,
que incitan a la vida,
al tacto y al contacto,
a la caricia y al cariño.
Pies que son lindos,
porque forman parte
de un todo:
un cuerpo armonioso.
Conmixión de las piernas:
calor pasional, apasionado,
dulzura de tacto y contacto,
contacto íntimo,
porque apunta al interior,
al interior de la vida,
a la vida húmeda:
porque hay emanaciones,
que se palpan,
que son respuesta,
al placer,
que no es descriptible,
porque sólo es vivencia:
vivencia del Infinito.
Placer de vivir,
de vivencia única,
inolvidable, cósmica,
sensual, tierna.
Quedaron sin explorar
lugares recónditos,
formas exuberantes,
turgencias emergentes,
senos transparentes,
manantiales de vida,
labios que se insinúan,
labios que llaman,
que incitan y provocan,
que invocan,
al deseo, al beso,
al fundirse en humedad,
humedad rica y compartida.
Descanso para las sinuosidades
que forman tus senos
y las concavidades húmedas,
-húmedas de placer-
que bordea tu bosquecillo,
bosquecillo poblado
de tiernos arbolitos,
que adornan
la fuente de la vida.
Es parte
de las sensaciones percibidas
en un momento eterno.

Autor del texto y copyright: Antonio Martín Ortiz

Mi amiga Claudia AB, en su comentario profundo, nos recuerda el precioso poema de Pablo Neruda, escrito en 1924. 

Como no podía ser de otra forma, aquí lo dejo, en lugar de preferencia, como colofón, corolario, y broche de oro a lo que yo escribí.


Muchas gracias, Querida Claudia AB.
Antonio



Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

Pablo Neruda, 1924

miércoles, 20 de julio de 2011

AVREA DICTA.
FRASES ÁUREAS.
En Latín y en Griego.


I
Stultorum infinitus est numerus
[El número de los necios es infinito]
Viene esta frase a propósito de un extenso comentario que hice yo en el blog de Oloman, SINGENIO, a propósito de la inconveniencia y lo innecesario de decir LA PRESIDENTA en lugar de LA PRESIDENTE, y otras locuciones análogas.
La frase se encontraba en la Antiqua Vulgata, (La traducción de la Biblia al Latín del Hebreo por San Jerónimo), porque fue eliminada de la Nova Vulgata a raíz del Concilio Vaticano II [Ecclesiastes, I, 15]), veinte veces por lo menos citada por Tomás de Aquino.

II
Coro
La Ley prescribe que sobre la sangre derramada en nuestra tierra debe correr otra sangre. Pues la Erinia [La Furia] llega por el primer crimen, y sobre la primera calamidad envía otra calamidad.
(Esquilo, Las Cóeforas, 400-404)

Χορός
ἀλλὰ νόμος μὲν φονίας σταγόνας
χυμένας ἐς πέδον ἄλλο προσαιτεῖν
αἷμα. βοᾷ γὰρ λοιγὸς Ἐρινὺν
παρὰ τῶν πρότερον φθιμένων ἄτην
ἑτέραν ἐπάγουσαν ἐπ᾽ ἄτῃ.

III
La voluntad de Zeus no es fácil de atrapar; pero, en todo caso, brilla incluso en las tinieblas, cuando el negro infortunio se desploma sobre la raza de los mortales.
(Esquilo, Las Suplicantes, 87-90)
Διὸς ἵμερος οὐκ εὐθήρατος ἐτύχθη.
παντᾷ τοι φλεγέθει
κἀν σκότῳ μελαίνᾳ ξὺν τύχᾳ
μερόπεσσι λαοῖς.

IV
Ὀρέστης
εὔχου τὰ λοιπά, τοῖς θεοῖς τελεσφόρους
εὐχὰς ἐπαγγέλλουσα, τυγχάνειν καλῶς

Orestes (A Electra)
Implora a los dioses que en lo sucesivo tengas un buen éxito, anunciando tú que tus plegarias han tenido un bello resultado.
(Esquilo, Las Coéforas, 212-3)

X

Lo que es racional se hace real,
y lo que es real se hace racional.
Was vernünftig ist wird wirklich,
und das wirkliche wird vernünftig.
Was vernünftig ist, das ist wirklich;
und was wirklich ist, das ist vernünftig.
G.W.F. Hegel: Philosophie des Rechts
[Filosofía del Derecho, Prólogo]
IX
Stultorum infinitus est numerus
[El número de los necios es infinito]

Viene esta frase a propósito de un extenso comentario que hice yo en el blog de Oloman, SINGENIO, a propósito de la inconveniencia y lo innecesario de decir LA PRESIDENTA en lugar de LA PRESIDENTE, y otras locuciones análogas.

La frase se encontraba en la Antiqua Vulgata, (La traducción de la Biblia al Latín del Hebreo por San Jerónimo), porque fue eliminada de la Nova Vulgata a raíz del Concilio Vaticano II [Ecclesiastes, I, 15]), veinte veces por lo menos citada por Tomás de Aquino

VIII
Coro
La Ley prescribe que sobre la sangre derramada en nuestra tierra debe correr otra sangre. Pues la Erinia [La Furia] llega por el primer crimen, y sobre la primera calamidad envía otra calamidad.
(Esquilo, Las Cóeforas, 400-404)
Χορός
ἀλλὰ νόμος μὲν φονίας σταγόνας
χυμένας ἐς πέδον ἄλλο προσαιτεῖν
αἷμα. βοᾷ γὰρ λοιγὸς Ἐρινὺν
παρὰ τῶν πρότερον φθιμένων ἄτην
ἑτέραν ἐπάγουσαν ἐπ᾽ ἄτῃ.
VII
La voluntad de Zeus no es fácil de atrapar; pero, en todo caso, brilla incluso en las tinieblas, cuando el negro infortunio se desploma sobre la raza de los mortales.
(Esquilo, Las Suplicantes, 87-90)

Διὸς ἵμερος οὐκ εὐθήρατος ἐτύχθη.
παντᾷ τοι φλεγέθει
κἀν σκότῳ μελαίνᾳ ξὺν τύχᾳ
μερόπεσσι λαοῖς.


VI

Cuando el jinete se pone bravío,
el caballo se puede espantar y tirar al jinete por los suelos.
(Manuel Campanón, consanguíneo mío, un Sabio de los auténticos, que se ha pasado, y se pasa, la vida trabajando, sin haber pasado por la Universidad)
V
Ὀρέστης
εὔχου τὰ λοιπά, τοῖς θεοῖς τελεσφόρους
εὐχὰς ἐπαγγέλλουσα, τυγχάνειν καλῶς

Orestes (A Electra)
Implora a los dioses que en lo sucesivo tengas un buen éxito, anunciando tú que tus plegarias han tenido un bello resultado
(Esquilo, Las Coéforas, 212-3)

jueves, 14 de julio de 2011

UN GUIÑO A LA METAMORFOSIS DE F. KAFKA:
LA METAMORFOSIS EN CHIMPANCÉ


El Miguel, al que cariñosamente llamamos El Nené, es ahora un Bachiller. El año pasado aún no lo era y, con los 17 años recién cumplidos, redactó el siguiente escrito, en el que intenta con éxito emular La Metamorfosis de Franz Kafka.


Aquí os lo presento, para disfrute de todos vosotros y honra suya:

Al despertar Miguel de un sueño intranquilo, se encontró convertido en un monstruoso chimpancé. Oyendo los avisos de su madre como cada mañana, saltó de la cama. Algo iba mal: la distancia entre el suelo y su cama había aumentado. Aún medio dormido, se quedó un rato quieto, se observó: vio sus manos, sus pies, palpó su cara, su cuerpo. Tenía más pelo, mucho más, sus manos y pies estaban arrugados y encogidos, y su mandíbula, hasta entonces perfecta, se salía hacia fuera, Miguel temió lo peor.

- Más cambios hormonales -pensó.

Intentó dar un paso, y casi dio con su nueva y deformada dentadura en el suelo. Encorvado y ayudándose con sus manos, se dirigió a la cocina, donde se encontraba su madre. En el momento en el que iba a decirle que le ocurría algo raro, salió de su boca un aullido extraño.

- ¿Qué haces, Miguel? -preguntó su madre, mientras giraba la cabeza.

Se le cayó la taza de café que tenía en sus manos y, horrorizada, retrocedió despacio.

Miguel se giró y vio su reflejo en el espejo que había delante de la cocina, y vio su nueva y monstruosa forma. Su madre empezó a gritar.

- ¡Miguel, Antonio, hay un mono en casa!

Antonio apareció en el comedor armado con una silla.

-¡Miguel, no salgas de la habitación! -gritó Antonio.

El mono en que Miguel se había convertido, asustado, pasó por el lado de Antonio de un salto. En cuanto llegó a su habitación, cerró la puerta. Sus padres decidieron no abrir, algo intuían. No se había oído la voz de Miguel en toda la mañana. Su madre pensó lo impensable: ¿y si aquel chimpancé era Miguel?

No era una explicación lógica, pero era la única posible, dadas las circunstancias.

Las horas pasaron lentamente en un ambiente de gran tensión. Miguel oía deliberar a sus padres y dar vueltas sobre el tema. Después de unas horas, Miguel oyó cómo Antonio alzaba la voz.

-Sí, hola, hoy Miguel no puede ir al colegio, no se encuentra bien.

Miguel se quedó pensando en muchas cosas a la vez durante varias horas. Entonces le vino el hambre, era la hora de comer. Su madre entró en su habitación y lo cogió de la mano, como si fuera un niño pequeño.

-Vamos, Miguel, es hora de comer, debes de tener hambre. -Le dijo con una dulce sonrisa.

Cuando Miguel llegó a la mesa, vio un plato de macarrones. No se los comió a gusto. Volvió a su habitación y no salió de ella hasta la hora de la cena.

Su madre no había podido cocinar nada ese día, debido a los nervios, así que Miguel volvió a tragarse los macarrones. Esos macarrones le encantaban cuando tenía forma humana. Sin embargo, ahora le asqueaban y le causaban dolor de estómago. Supuso que ésa no era la dieta adecuada para un chimpancé.

El día siguiente, que por suerte fue sábado, fue parecido al anterior: no hubo altercados en casa y la hermana de Miguel no había venido a visitarlo, a pesar de que era seguro que sabía lo que había ocurrido.

Miguel pasó otro día entero divagando con ideas varias y variadas. Primero pensó sobre la causa de su metamorfosis. Se le ocurrieron miles de ideas: desde que era víctima del poder de Dios, hasta que era el conejillo de Indias de algún Gobierno. Incluso llegó a pensar sobre que era objeto de experimentos alienígenas, pero, finalmente, concluyó que se hallaba inmerso en una pesadilla.

Esta vez su madre le hizo albóndigas, demasiado fuertes para su estómago.

El domingo, Miguel pensó sobre su futuro inmediato, ¿Qué haría al día siguiente? No podía ir al colegio. ¿O tal vez si? Al fin y al cabo, todo era una pesadilla. Sin embargo, Miguel permanecía dubitativo. En el caso de que todo fuera real, ¿cuánto tardarían sus padres en llamar a las Autoridades competentes, fueran cuales fueran? Miguel se sentía furioso, pero decidió esperar un día más.

Llegó el lunes y, por desgracia para Miguel, seguía en su forma simiesca. Entró finalmente en cólera. Un pensamiento que parecía lógico le invadió la mente. En el caso de que siguiera soñando, no pasaba nada porque perdiera la razón por unos momentos. En caso contrario, era lo único que podía hacer: sus padres acabarían llamando a las autoridades, no podía fingir que seguía siendo humano, debía aceptar lo que era. Miguel nunca se ha definido como alguien positivo y se le había acabado la esperanza.

De modo que dejó salir sus instintos primitivos, se divirtió destrozando su habitación y huyendo por la ventana mientras oía los gritos de sus padres.

Decidió ir a su escuela. Por un lado, creía que alguien podría reconocerlo; por otro, podría hacer todo lo que había deseado con la gente que más odiaba.

En cuanto llegó la gente, tuvo varias reacciones. Se asustaron y huyeron, se sorprendieron e intentaron divertirse. Pero Miguel aún conservaba su orgullo y no tenía ganas de que se rieran de lo que hacía, de modo que se puso agresivo. Mordió, golpeó y gritó, tal vez movido por la rabia de saber de su horrible destino, o tal vez por la satisfacción que sentía al no tener ya la obligación de ser sometido a las normas humanas.

Ahora Miguel reside en el zoo. Él diría que es feliz: come, duerme, fornica, defeca y orina mientras los turistas lo fotografían y lo señalan. Pero aún así, siente rabia. Nadie más volverá a quererlo.