(*) José Guillén traduce uxorem [esposa] por oíslo, palabra inexistente en Castellano. He corregido, porque supongo que se trata de un error.
Porteriormente Don Antonio E. me comunica en un comentario que 'Mi oíslo' es sintagma que aparece en el 'Quijote'¿? como sinónimo de esposa o mujer; creo recordar que lo utiliza Sancho en diferentes ocasiones, así que es normal que no aparezca en el Diccionario actual.
En consecuencia restituyo mi oíslo a su ubicación original, y le agradezco a Don Antonio E. su delicadeza, y comunico al mismo tiempo que ya me extrañaba a mí que José Guillén, que es un Latinista de Primera Categoría, se quivocase. El hecho de que la palabra no aparezca en el diccionario de la RAE no tiene la menor importancia: yo me fío más de El Quijote.
Sigue el tema de oíslo. Si Vds. quieren saber cómo ha evolucionado oíslo de significar ¿lo oís? a convertirse en un término cariñoso equivalente a esposa, compañera, o cualesquiera alternativas de las que nos da el amigo Don Carlos Hernández, Chacien, pueden leerse la extensa, bien documentada y ya, por supuesto, definitiva explicación que ha dado Elena Pascual, Elena Clásica, con sus extensos, bien documentados, exhaustivos, y definitivos comentarios. Es que Elena es un pozo de Sabiduría (así con mayúscula). Yo, por mi parte, ya no tengo nada que añadir, más que darle las gracias más sinceras a Elena y reconocer lo que siempre he pensado: que, a la hora de hablar sobre la Lengua Castellana, no hay absolutamente nadie que pueda igualarla. Muchas gracias, mi querida Elena, Φίλη Ἑλένη. Quedo a tus pies, amiga Elena. También quiero añadir que el fragmento que figura repetido se debe a un error mío de publicación de los comentarios y en ningún momento es atribuible a ella. A cada uno lo suyo.
(1) Es decir, “trescientos años”.
(2) Entiéndase: Lo que tú pretendes es la misma locura que si pretendiera despertar el prurito sexual “la losa del sepulcro” de esta noble romana, muerta en tiempo de Claudio a los 99 años; Sen. Ep. 77, 20.
(3) Un hombre ya muy viejo.
(4) Ordenador oficial de las pompas fúnebres.
Traducción y notas de José Guillén
Fantástico D. Antonio, usted y Marcial.
ResponderEliminarUn verdadero goze, la lectura de los clásicos, ya tantos años olvidados, o casi.
Interesante, ácida e ingeniosa sátira de la vetusta momia que se quiere casar.
¿Habrá algo más actual que estos epigramas que dijo Marcial, acerca del amor desfasado?
Es un placer aprender de usted y con usted.
Un abrazo musical
Hola, Antonio, encantada de conocerte y perdona mi demora en venir a agradecerte la ayuda que gentilmente me has brindado sobre las nuevas normas de la RAE, (es que estos días estoy loca con las obras de mi nueva casa y dispongo de poquito tiempo).
ResponderEliminarMe acabo de agregar como seguidora, porque le he echado un vistazo a tu blog y me ha gustado mucho. Me gustó el montaje fotográfico con Lenin y Stalin, jaja, bueno, yo estuve en la casa que ocupó León Trotsky en la Avenida Río Churubusco en el barrio de Coyoacán de México D. F. donde fue muerto a manos de Ramón Mercader, agente de Stalin. Bueno, tenemos ideologías muy similares , yo soy leninista trotskista y tú leninista stalinista, pero hermanos al fin y al cabo. También estuve en la Casa Azul de Diego Rivera y Frida Kahlo, ambos muy queridos para mí, pues, como pintora que fui, bebí de las fuentes de su inspiración.
Tengo dos banderas de la ex unión soviética en mi casa, muy similares a la que he visto en un post tuyo, bordadas con la efigie de Lenin, se las encargué a un amigo, porque a pesar de que siempre lo he deseado, no he estado aún en Rusia. También me trajo un montón de condecoraciones militares de la época, las guardo en una cajita con mucho cariño.
Sigo en otro comentario, que puede que no quepa todo en uno...
Me gustan mucho también las culturas clásicas, he viajado mucho y me gusta escribir sobre mis viajes, para ayudar a otros viajeros, también escribo relatos, que es lo mío y últimamente me dedico a la poesía, en la que hago muchas referencias a personajes y deidades del mundo grecorromano. He viajado por gran parte de Italia y también estuve en Atenas, por lo que pude empaparme a gusto de esas culturas.
ResponderEliminarHomero, Virgilio, Quinto Curcio Rufo, Ovidio y Marcial figuran entre mis autores favoritos, aunque nunca había leído la historia sobre Vetustila, que tanta gracia me ha hecho.
Y añadir que Dante Gabriel Rossetti es de mis pintores favoritos, y que esa Medusa de Caravaggio que has colocado como ilustración, la he puesto el pasado sábado en uno de mis blogs, (“Música y Poemas”), en un poema de un poeta mexicano muy amigo de Lorca y afín al comunismo, Gilberto Owen, te copio el enlace, por si lo quieres ver, (es para copiar y pegar en la barra del navegador):
http://musipoemas.blogspot.com/2010/10/madrigal-por-medusa-gilberto-owen.html
Veo que compartimos amistades blogueras: Carmen Pascual, Isabel Romana (o Barceló), María… espero que también seamos amigos y si lo deseas, te invito a que veas mi blog principal, donde tengo un poco de todo: mis poemas, mis relatos, algunos de mis viajes, sin compromiso y no es para que comentes ni para obligarte a leer, sino para que me sepas algo más de mí:
http://maytedalianegra.blogspot.com/
Me despido con un beso fuerte y mis mejores deseos para esta semana. ¡Salud, camarada!
Si la vieja tenía fortuna de seguro que más de uno no reparó en los versos del poeta "poderoso caballero es don dinero" según don Francisco de Quevedo.
ResponderEliminarAl igual que le pasa a la vieja hay viejos que sufren de lo mismo, con pie en la sepultura pero con novia y dispuestos al casorio.
Una de las virtudes del arte es que sirve como documento y en este poema está documentado una costumbre que todavía es muy actual y presente.
Saludos maestro y gracias por abrirnos esta página de una de las tareas de la poesía y que demuestra la eternidad del arte.
La verdad, amigo Antonio, he tenido mis dudas antes de notificarle la existencia de un par de erratas en esta entrada (en la nota aparte señalada con un asterisco, donde escribe "trduce" y "trta") porque me he dicho que lo mismo las ha puesto usted a propósito, como original modo de protesta y para hacernos ver el futuro que nos espera si la Academia sigue por el mismo derrotero. ¿O es que le seduce ya el modo en que escriben los jóvenes comiéndose las letras?
ResponderEliminarEn cuanto al epigrama, como no se me ocurre nada mejor que decir, me sumo a las palabras del amigo Dilman, sin añadir nada, para no caer en inútiles redundancias.
Un saludo afectuoso.
Amigo Don Carlos Hernández, Chacien,
ResponderEliminarLe agradezco su observación de la errata existente en "trduce" y "trta", porque, como dice el refrán, de sabios es rectificar, y Vd. me ha dado la oportunidad de serlo por unos momentos. Como podrá comprobar, ya he hecho la corrección correspondiente, y puede estar seguro de que se trataba de una auténtica errata, y no de una broma mía.
Es Vd. un hombre con una vista de lince, un perfeccionista total. La ventaja que tiene que Vd. se tome la molestia de leer lo que escribo es que, cuando Vd. lo ha leído, puedo estar seguro de que ha pasado el filtro más exigente que pueda uno imaginarse.
Le envío mi agradecimiento más que sincero por la atención que pone en todo lo que lee y aprovecho la oportunidad para hacerle patente, una vez más, todo mi afecto.
Antonio
Amigo Dilman,
ResponderEliminarMuy acertada tu observación de que "Poderoso caballero es don dinero" según don Francisco de Quevedo. Decía Ortega y Gasset en sus Estudios sobre el Amor, allá por los años veinte, que lo normal es que un hombre se case con un mujer de una generación menos, es decir, unos ocho años más joven que él. Hasta aquí andamos dentro de la Normalidad.
En la Roma de siempre en la Clásica y en la Arcaica, no se veía mal que un hombre ya provecto en años se casase con una jovencita, apenas adolescente, pero lo contrario estaba mal visto, quizá con algunas excepciones, como la del poeta Cayo Valerio Catulo, que se enamoró de una mujer bastante mayor que él, la Clodia o Lesbia, sin llegar a casarse, porque ella era ya una mujer casada, y, además, con muchos amantes.
Lo que habría que preguntarse es qué buscan esas jovencitas que en nuestros tiempos se casan, con todas las de la Ley, con hombre que les triplica o cuadriplica la edad, pero eso sí, son o adinerados, o famosos, y no hace falta citar ejemplos que están en la mente de todos.
También se da, aunque con menos frecuencia, el caso de la mujer más que provecta, y bien provecta en años, que se casa con un joven que apenas traspasa los veinte, eso sí, cuando ya entre sus coetáneos le es difícil encontrar a alguno que tenga el vigor y las necesidades que la satisfacen a ella. Volvemos a lo mismo:
"Poderoso caballero es don dinero" según don Francisco de Quevedo.
Como vemos, nada o casi nada, ha cambiado en los últimos dos mil años.
Recibe un cordial saludo, amigo Dilman,
Antonio
Como dice Ritmo Rancio, un verdadero goze para la inteligencia, para la sensibilidad. Y el acompañamiento musical resulta exquisito.
ResponderEliminarExcelente su blog, Don Antonio. Y me hace verdadera ilusion que pronto se incorpore usted a la Revista-Blog de nuestro amigo, Don Alfredo.
Un cordial saludo.
Don J. Rogelio Rodríguez,
ResponderEliminarEs todo un lujo para mí que un hombre de su categoría y sus conocimientos musicales se haya dado un paseo por mi blog y haya dado el visto bueno a la música de fondo que suena, que es siempre de Johann Sebastian Bach.
Leí con todo el interés lo que Vd. publicó en el Blog REVISTA de Don Alfredo, lo mismo que los comentarios consiguientes: todo es de una calidad exquisita. Quizá faltó decir que Mendelsohn interpretó La Pasión Según San Mateo a los veinte años de edad. ¡Eso sí que es una proeza!
Le agradezco la bienvenida que me da Vd. al blog REVISTA de Don Alfredo. Sólo aspiro a una cosa: ser capaz de poder quedar próximo a la altura que demostró Vd., tarea harto difícil.
Reciba, Don Rogelio, un afectuoso saludo,
Antonio
Amigos de RITMO RANCIO,
ResponderEliminarAgudo comentario el que hacen Vds.: efectivamente no hay nada más actual que los epigramas de Marcial. Él nos pone encima de la mesa la Realidad de la Roma de su tiempo, utilizando las palabras adecuadas y dándole a sus textos el grano de sal que los hace todavía más atractivos.
Seguro que, si Marcial viviese en nuestra época, tendría temas y materia más que suficiente para echar sus dardos humorísticos y mordaces contra toda la serie de atrocidades que se comenten en nuestros tiempos.
Os envío un afectuoso saludo,
Antonio
Amiga Mayte DALIANEGRA,
ResponderEliminarContesto con este comentario al que has dejado aquí mismo, y también al que has dejado en mi publicación anterior referida a los cambios que pretende la RAE sobre la Ortografía del Castellano.
Ya me he apuntado como seguidor a tus blogs y los leeré con frecuencia: allí ya te he dejado mis comentarios.
Respecto a las ideas políticas y las preferencias de cada uno, veo que coincidimos en muchos aspectos. Yo estuve en la Unión Soviética allá por los años 80 y tengo que decir que tuve una impresión fantástica de aquel país: allí había orden, seguridad, protección a la familia y a los niños, Enseñanza gratuita para todos, trabajo para todos. Allí la riqueza estaba distribuida entre todos, y no como aquí ahora, donde unos cuantos acumulan la mayor parte de la riqueza y otros muchos se mueren de hambre.
Volví a Moscú hace un par de años y tengo que decir que la ciudad me encantó, pero ya no era lo mismo: los extremos se han alejado. Hay unos cuantos que acumulan toda la riqueza y otros que apenas tienen para vivir.
Resumiendo, puedo decir que me dio pena ver el cambio a peor que han sufrido sus habitantes, y ésta es la opinión más generalizada de las personas con las que hablé.
Respecto a lo que dices sobre el disparate de querer cambiar la Ortografía, lo que pasa en mi opinión es que los jóvenes de ahora están sobreprotegidos y se les está quitando por parte de las Instituciones todo lo que pueda representar un esfuerzo por su parte. Ahora, en lugar de ser los jóvenes los que tienen que aprender a escribir, lo que se pretende es que los que ya sabemos escribir desaprendamos lo que con tanto esfuerzo conseguimos y nos pongamos a su altura, la de ellos, los jóvenes. Es un intento de igualación, pero igualación hacia abajo. La verdad es que, en mi opinión, con estas medidas estamos creando una juventud indolente, analfabeta, inculta y bien poco preparada para afrontar la vida.
¡Y así nos va!
Te envío un abrazo amistoso, amiga Mayte.
Antonio
Gracias mil, por tu extenso y más que atinado comentario, Antonio, estoy muy de acuerdo con todo cuanto expones, tanto sobre la situación en las actuales repúblicas de la extinta Unión Soviética, como con respecto a los nuevos cambios en la ortografía castellana.
ResponderEliminarRespecto al primer punto, creo que han ganado en libertades, pero han perdido en cuanto a igualdad y equidad en los terrenos económico y social. El gran defecto que yo le veía a la Unión Soviética era su excesiva burocracia, creada para poder controlar todos los ámbitos de su sociedad, pero que en sí misma ralentizaba, en cierta manera, el desarrollo de la vida cotidiana. Y otro defecto importante era la falta de libertad de pensamiento. No obstante, las carencias del sistema comunista eran susceptibles de ser subsanadas mediante ligeras reformas, pero ahora, y por lo que sabemos a través de los medios de comunicación o de amistades que, como tú, han visitado la zona, la situación económica es lamentable, con grandes diferencias sociales y también con el ascenso de mafias que no hacen sino que aumentar los niveles de delincuencia.
Y sobre los nuevos cambios que impone la RAE, al igual que tú, no estoy para nada de acuerdo con ellos, acabaremos escribiendo con lenguaje de móvil, como hace la chavalería, y destrozando un idioma tan rico como es el castellano. En fin...
Bueno, Antonio, yo también sigo tu blog, lo he colocado hace días en mi lista de lectura de blogs, para venir a leerte asiduamente, por supuesto.
Muchas gracias por todo y te dejo con un beso y mis mejores deseos para este fin de semana, querido amigo.
'Mi oíslo ' es sintagma que aparece en el 'Quijote? como sinónimo de esposa o mujer; creo recordar que la utiliza Sancho en diferentes ocasiones, así que es normal que no aparezca en el Diccionario actual.
ResponderEliminarSaludos.
Amigo Señor Don Antonio E.,
ResponderEliminarEs Vd. un sabio de los de verdad. Muchísimas gracias por su observación sobre oíslo. Como podrá observar, he hecho la rectificación pertinente y he puesto un enlace en el que en un Estudio Científico en Inglés se hace una observación sobre la vigencia en El Quijote de dicha palabra.
Sepa Vd. que siempre será Vd. bienvenido a ésta, su casa, y sus observaciones serán siempre muy tenidas en cuenta.
Reciba mi agradecimiento y un afectuoso saludo,
Antonio
Si me permite terciar en la polémica del término "oíslo", amigo Antonio, he de decir que según mis datos aparece, en efecto, tres veces en el Quijote y una sola vez (lo cuál lo habilita, oficialmente, como perteneciente a nuestro idioma) en el Diccionario de la RAE. No obstante, opino que ya le vale al señor Guillén el haber tomado la decisión de usarlo para esta traducción, teniendo en cuenta la poca vigencia que tiene en la actualidad (yo en mi vida lo había oído y no recordaba haberlo leído nunca, ni siquiera en el Quijote) y la existencia de otros sinónimos en el riquísimo vocabulario castellano que hubieran servido con mayor eficacia si lo que buscaba era un término coloquial y afectuoso que reforzara el sentido satírico y humorístico del epigrama; no sé, por ejemplo, "costillita", "paloma", "cariñito" o, incluso, aunque no figure en el diccionario (si quería pecar de atrevido), "mi pichurri" o "pichurrina" (o expresiones metafóricas como "tierna alhaja" o "capullito de alhelí"), vocablos todos estos al alcance del común de los mortales. Tiene delito poner en boca de un personaje de antes de Jesucristo una expresión que acaso fuera común y reconocible en el lenguaje de hace cuatrocientos o quinientos años pero que hoy casi precisa de traducción. Todo esto dicho con el mayor de los respetos hacia el ilustre traductor, sin quitarle ningún mérito, porque un resbalón puede tenerlo el más pintado.
ResponderEliminarCordiales saludos.
Excelente el poema de Marcial y no menos excelentes todos los comentarios que ha desatado.
ResponderEliminarEs un verdadero placer navegar por esta bitácora, mar de Argonautas.
Si Knut Hamsun en su novela Hambre inventa la palabra "Kuboa" a la que más adelante piensa dar un significado, el latinista Guillén no inventa ninguna, la toma.
Además de como indica Antonio E. que el vocablo oíslo aparece en el Quijote, también está (al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios)en el Diccionario de la Lengua Española, vigésima segunda edición, 2001.
Oíslo. (De oís, 2ª pers. de pl. del pres.de indic. del verbo oír, y el pron. lo). com. coloq. Persona querida y estimada, principalmente la mujer respecto del marido.
Un fuerte abrazo, amigo Antonio Martín Ortiz.
Mi querido Antonio:
ResponderEliminarHe aquí de nuevo la crónica social de nuestros latinos, a cargo de Marcial, que no escatima la invectiva contra esta dama.
Ciertamente, los temas que atañen a los cuchicheos son tan antiguos como el hombre y de hecho la crónica social, a lo que se ve, también lo es.
Y cuando es Marcial el encargado de deleitar a sus coétaneos y a los que le hemos sucedido en el tiempo con sus dicterios y sátiras, pues, la polémica está servida.
Si, veinte siglos después, sigue suscitando rechazo o extrañeza en algunos lectores el "bueno" de Marcial con sus epigramas, digo yo, ¿qué no provocaría en su época? ¿Cuáles serían las reaccones de las personas aludidas? ¿Qué diría la provecta señora? Pero a mí aún me suscita más curiosidad saber qué pensaría o qué respondería el joven caballero que la pretendiera.
La pluma de Marcial se proclama irreverente, punzante más que la espada, y afilada en el transcurso del Tiempo, ese mentiroso, como pocas.
Cuántos redactores actuales deberían revisar el buen hacer literario de Marcial y no sólo quedarse con su expresión satírica, deformando ésta y pensando que tomando sólo el insulto gratuito han llegado hasta el fondo.
O tempora, o mores!
Qué belleza de Rossetti y de Caravaggio. Ah, me ha encantado la explicación sobre "mi oíslo", por aquí siempre aprendiendo.
Delicia de volver a disfrutar de Marcial, Maestro querido.
Recibe un abrazo gigante de tu admiradora Ἑλένη .
Amigos Don Carlos Hernández, Chacien, e Higinio,
ResponderEliminarMuchísimas gracias por el rigor que ponen Vds. al leer los textos que aquí figuran. De verdad, no me imaginaba yo alguien pudiese poner tanto interés en profundizar lo que aquí aparece. Gracias a Vds., ya todos sabemos que la palabra oíslo es perfecto Castellano y que ha sido utilizada por ilustres escritores. La verdad es que yo desconocía esa palabra y, como sucede a veces, de forma demasiado rápida y temeraria, me atreví a negar su existencia. ¡Menuda ignorancia la mía! También pasa que uno no puede estar comprobándolo siempre todo, porque entonces se caería en la inactividad.
Tengo yo la gran suerte de tener lectores de alto y profundo nivel intelectual, de forma que puedo permitirme el lujo de escribir algo a la ligera, porque, si se da el caso de cometer un error, cosa que suele pasar, y volverá a pasar con toda seguridad, siempre encontraré a lectores perspicaces como Vds., que me harán darme cuenta del error. Sepan Vds. que a mí no me importa que me corrijan, sino todo lo contrario, y lo justifico diciendo que, como de sabios es rectificar, Vds. me han dado por momentos la ilusión de serlo de forma fugaz.
Como Vds. podrán comprobar, ya está la rectificación hecha en el texto principal, de forma que a cada uno se le reconoce su aportación.
Reciban Vds. mi más sincero agradecimiento y un afectuoso saludo.
Antonio
Amiga Elena Clásica, Querida Elena, Ἑλένη,
ResponderEliminar¿Qué puedo añadir yo al exuberante comentario que haces al epigrama de Marcial? Tú escribes con el sentimiento y el alma en la mano. También con el corazón, que lo tienes a flor de piel. Es una delicia ver el apasionamiento con el que manifiestas lo que piensas. Siempre es un placer leerte. Además, como quien no quiere la cosa, y de forma muy sutil, siempre nos dejas caer unas gotas de perfume de esa abundancia Clásica que te adorna, entre otras muchas cualidades. Dejas caer el
O tempora, o mores!
de la Primera Catilinaria de Cicerón. Y es que tú eres uno de los mejores exponentes del Mundo Clásico.
Ya has visto el debate sobre oíslo. Sabiendo que es equivalente a lo oís, según aparece en el Diccionario de la RAE y lo testimonia el amigo Higinio, a ver si tú, que eres la que más sabe de Lengua Castellana, puedes aportarnos la explicación de por qué el sintagma o la palabra en cuestión ha tenido una evolución semántica tan excepcional.
Te envío un gran beso, y un buen abrazo, Querida Ἑλένη,
Antonio
Mi adorado Maestro me encomienda una petición tan deliciosa como difícil, cuando se trata de estar a la altura de las circunstancias en este hilo conversacional, donde, lo repito una y otra vez, se encuentra ese renacentista concepto de la amistad, que es uno de los mejores regalos de la vida.
ResponderEliminarBien, vamos allá, recordando El Quijote, ocurre en el Capitulo VII: De la segunda salida de nuestro buen caballero don Quijote de la Mancha. En el cual el cura y el barbero bajo los auspicios de la sobrina y el ama de don Quijote proceden al famoso escrutinio de libros y a prender en la hoguera muchos de ellos, salvando otros ilustres, pues eran los culpables de la locura de nuestro idealista caballero.
Convencido don Quijote de que el aposento de los libros se lo había llevado un sabio encantador, enemigo encarnizado de don Quijote, de nombre Frestón, y en un periodo que parece de calma y descanso en casa, el buen caballero convence a Sancho de que sea su escudero con la promesa de que llegará a ser gobernador de una ínsula. En ese primer momento en el que emprenden su camino, segunda salida de don Quijote, y primera de don Quijote y Sancho juntos, se desarrolla el diálogo que nos ocupa, y que reproduzco a continuación de manera abreviada:
“-De esa manera –respondió Sancho Panza-, si yo fuese rey por algún milagro de los que vuestra merced dice, por lo menos Juana Gutiérrez, mi oíslo, vendría a ser reina, y mis hijos infantes.
-Pues, ¿quién lo duda? –respondió don Quijote.
-Yo lo dudo –replicó Sancho Panza-; porque tengo para mí que, aunque lloviese Dios reinos sobre la tierra, ninguno asentaría bien sobre la cabeza de Mari Gutiérrez. Sepa, señor, que no vale dos maravedís para reina; condesa le caerá mejor, y aun Dios y ayuda.”
Amén de la anarquía onomástica con la que se refiere a la buena de su oíslo, hemos encontrado nuestro precioso término. En su edición de Centro de estudios cervantinos, don Florencio Sevilla Arroyo y don Antonio Rey Hazas, nos ponen sobre la pista: oíslo es término coloquial no sólo por esposa, sino también por marido, esto es, consorte.
También al comienzo de la Segunda parte, utiliza el término Sancho para responder al bachiller Sansón Carrasco.
Parece que es un término querido por Cervantes, y en él encontramos preferentemente por no decir exclusivamente el sinónimo de esposa. Veámoslo en el Entremes del rufian viudo, llamado Trampagos ,en cuya edición de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, publicada por Rodolfo Schevill y Adolfo Bonilla, se insiste en el uso de “oíslo” utilizado en boca del marido con respecto a su mujer. Ocurre lo mismo, según ambos editores en la Comedia llamada Armelina de Lope de Rueda:
Parece que es un término querido por Cervantes, y en él encontramos preferentemente por no decir exclusivamente el sinónimo de esposa. Veámoslo en el Entremes del rufian viudo, llamado Trampagos ,en cuya edición de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, publicada por Rodolfo Schevill y Adolfo Bonilla, se insiste en el uso de “oíslo” utilizado en boca del marido con respecto a su mujer. Ocurre lo mismo, según ambos editores en la Comedia llamada Armelina de Lope de Rueda:
ResponderEliminarPASCUAL: ¡Suso, que es mediodía! Entrad, oíslo, a hacer levantar ese mozo y comiencen andar esos fuelles.
INÉS: Ya voy marido.
Y en Quevedo también lo encontramos:, así en el Entremés famoso de la endemoniada fingida:
VEJETE: ¿Hay ocasión?
FAUSTINA: Y muy grande. Que mi oíslo se fue ahora a la casa de los naipes.
En Folklore, referencias histórico-sociales y trayectoria narrativa en
ResponderEliminarla prosa castellana del Renacimiento . De Pedro de Urdemalas al "Viaje de Turquía" y al "Lazarillo de Tormes", obra fascinante de Agustín Redondo, encontramos una referencia clave, la que se hace a la Carta de las setenta y dos necedades (primera mitad del siglo XVI). En ella encontramos la explicación y el testimonio de frases, dichos, refranes curiosos que nos acompañan, y cuyo origen quizá desconocemos. No obstante, su uso queda recogido e ilustrado con ejemplos.
Esto se dice con respecto a nuestra anhelado vocablo:
«No creo os será nuevo el marido decir a la mujer, aunque esté en compañía de muchas mujeres, para llamarla, decille: «¿Oíslo?» Y lo mismo ella a él, como si fuese él solo o ella el que sólo lo oye, y no más de a una que lo dice el «¿Oíslo?»
El fondo de la cuestión, parece ser siguiendo el testimonio de la Carta de las setenta y dos necedades, que la confianza dada por el tiempo prolongado del matrimonio entre los cónyuges, generaría el consabido: “¿Oíslo?” De pura repetida esta pregunta-advertencia, habría devenido en sinónimo propiamente dicho de la palabra “cónyuge”, y más concretamente “esposa” o “mujer”.
Gracias, don Antonio Martín Ortiz, por permitirme explayarme con la búsqueda de vocablos curiosos utilizados por mis queridos clásicos. Es un placer la confianza que has depositado en mí, y espero haber contribuido un poco a iluminar este extravagante cambio semántico.
Un beso gigante de tu admiradora Ἑλένη.
Mi queridísimo Antonio:
ResponderEliminarSólo me queda agradecerte esas palabras que con tanto cariño me dedicas. No dudes que yo vengo aquí a aprender y a disfrutar.
Gracias por tu delicadeza y sabiduría.
Aquí quedo entregada a los que gustes mandar, querido amigo del alma.
Amiga Elena, Querida Elena, Φίλη Ἑλένη,
ResponderEliminarLa explicación que has dado sobre la evolución semántica de ¿oíslo?, que originariamente significaba, como bien dices, ¿lo oís?, convirtiéndose en un término cariñoso que, de tanto usarlo, ha llegado a significar cariño, esposa, querida, cariñín, etc., me ha impresionado de forma totalmente agradable. Tienes que saber que he aprendido un montón de cosas con tu rigurosa explicación, cosa que te agradezco enormemente. Bien valdría tu explicación para que la RAE modificase en algo el significado que da de dicha expresión.
Por lo que respecta a mí, te digo que me has inspirado para redactar un día de éstos un texto en el que explicaré la evolución semántica de pollas [sic] [membrum uirile] que se hace en Granada y otras provincias de Andalucía, y el uso que se hace en Catalán de la palabra fotre [del Latín futuere] [joder], porque ambas palabras lo mismo se utilizan para tomar un café, dar o recibir una clase, que indicar el tiempo que hace, resultando que ninguna de ellas es malsonante en el uso cotidiano en los lugares mencionados.
Con mi más sincero agradecimiento, te envío un abrazo y el reconocimiento de tu rigor y tus monumentales conocimientos filológicos.
Antonio