sábado, 14 de marzo de 2009

(El nacimiento del árbol de la) MIRRA (I): Prolegómenos













Os voy a explicar desde ahora, durante bastantes días, el nacimiento del árbol de la MIRRA. Es una historia apasionante. En ella hay de todo: tragedia, amor, erotismo, ternura, engaño, sinceridad, complicidad, crueldad, cariño, amor “contra naturam”, y seguramente muchas cosas más. No os voy a dar excesivas explicaciones, para que podáis ir saboreando el texto a medida que es dado a luz, porque eso también se encuentra en este mito. Os vais a conformar hoy con los prolegómenos necesarios, para que podáis entrar adecuadamente en la comprensión del texto, de los textos, porque serán varios.

Ovidio nos explica en el libro décimo de las Metamorfosis (220-297) el mito de Pigmalión. Resulta que en Chipre, isla donde Afrodita tenía un culto especial, existían templos dedicados a la diosa Afrodita. Allí se practicaba la prostitución sagrada, es decir, que había jóvenes muchachas que estaban al servicio del templo, entregando su cuerpo, a cambio de dinero, a Sacerdotes y visitantes del mismo. Con ese dinero se subvencionaba el mantenimiento del templo y de él les quedaba una pequeña parte para ellas, para tener, más adelante, cuando ya no las considerasen adecuadas para ese servicio, una “dote”, que pudiesen llevar al matrimonio futuro, porque era vergonzoso, así lo creían, que una muchacha contrajese matrimonio sin llevar dote. Este dato está históricamente documentado, y estamos seguros de que era así. Es la interconexión entre el Mito y la Realidad. Suele pasar.

Los hombres de Chipre eran “Cerastas”, lo que en Griego significa “Cornudos”, y las mujeres “Propétides, es decir “Desvergonzadas”. Zeus los castigó aprovechando los cuernos de los Cerastas y los convirtió en toros, y la Cara dura de las mujeres, convirtiéndolas en duro pedernal.

No obstante, había un hombre bueno, Pigmalión, que, como no encontraba una mujer digna de compartir su vida, esculpió en una estatua de marfil blanco una imagen con la que era su modelo de mujer. Cada día iba a visitarla y a agasajarla, con besos, caricias, joyas, y todo eso.

Conmovida Afrodita por tanto amor, hizo el milagro de convertir a la estatua en auténtica mujer, de carne y hueso. Os podéis imaginar cuál era su belleza. Hubo matrimonio, hubo nupcias, y de esa unión nació una muchacha. Su nombre es Pafos. Esa Pafos dio, a su vez, a luz a un niño. Su nombre es Cíniras.

Pone Ovidio (X, 298-299), en este fragmento, como en todos los que seguirán, las palabras en boca de Orfeo, que nos deleita con su canto, acompañado de la lira:

“De ésta [Pafos] nació un hijo, Cíniras, que hubiera podido ser considerado entre los felices, si hubiera carecido de descendencia”.

[Editus hac ille est, qui si sine prole fuisset,
inter felices Cinyras potuisset haberi].

























16 comentarios:

  1. Mu rico tu!
    Muy bonita la historia de Pigmalion

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  2. Miguel,

    !Ah pillín! Creo que sé quién eres. Tienes quince años y está muy bien que tú leas estas cosas. De tu comentario voy a valorar la concisión. Es breve, pero suficiente. Creo que la vida te reconocerá tus grandes méritos, y, dentro de muy pocos años, serás tú el que escribirás cosas interesantes y muy interesantes, que los demás ansiarán leer.
    Espero que sigas leyendo las cosas que yo escribo aquí, pero, claro, si tienes tiempo después de hacer los deberes del colegio.

    Felicidades

    Un apretón de manos,

    Antonio

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  3. Antonio:

    Me encantó la narración, y las imágenes.

    Esperaremos impacientes sucesivas entregas sobre el árbol de la Mirra!

    Muy ilustrado vuestra merced! Ja,ja,ja

    Un abrazo:)

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  4. Fantástico!
    Me va a encantar seguir esta "novela por entregas"
    Un saludo, Antonio

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  5. Hola paisano pues soy de Granada, pero vivo en Barcelona, que envidia me da de que estes tan epapado en historia, es impresinante tu blog, es una manera muy rica de aprender cosas que no sabiemos pero lo que me da mas envidia es que vivas en Granada ya sabes las rices tiran, y yo estoy partia en dos, quiero a Granada porque naci alli, y quiero a Cataluña porque me da el pan, y mis hijos son catalanes, y tengo mi vida hecha aqui.

    Te seguire leyendo, dices cosas muy interesantes..

    Un saludo!!

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  6. Compaisana Estela,

    No te puedes imaginar la emoción que he experimentado al recibir tu precioso comentario. Muchas gracias. De verdad. Seguiré dando lo mejor de mí para compartirlo con todas vosotras y todos vosotros.

    No debes tenerme envidia, porque yo que, como bien sabes soy de Granada (exactamente de la Alpujarra, Trevélez), actualmente y desde hace ya muchos años vivo en Barcelona, al igual que tú. Igual nos hemos cruzado por la calle y no nos hemos reconocido.

    Y es que, como dices tú, la tierra tira.

    Bueno, ha sido un gran placer encontrarme con una granadina. Es que ser de Granada es una cosa muy grande. En eso estamos de acuerdo los dos.

    Te voy a enviar un buen beso y un buen abrazo,

    Antonio

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  7. Sibyla,

    Muchas gracias por tu comentario y por el deseo y las ganas de seguir leyendo. No te preocupes, porque no me haré esperar. Estoy seguro de que los siguientes capítulos te van a gustar.

    Un beso,

    Antonio

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  8. Antonio, ya me acomodé y separé silla de primera clase para seguir este paseo. Se ve que has preparado con mucho cuidado el libreto y la entrada ya indica el gusto que me deparará las futuras entregas. Gracias por hacer de estos temas agradables y entretenidos además de tenerme en cuenta dentro de tu auditorio.
    Un gran saludo maestro!

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  9. Tierralandia,

    Encantado estaré de ir regando mi terreno con nuevos capítulos de una historia que, por lo visto, ha despertado bastante interés. Verás cómo te gustarán, y mucho, mis relatos, que podríamos llamar de "Mirralandia".

    Un beso,

    Antonio

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  10. Antonio, he venido sin mirra, pero he estado mirando en internet sobre ella. Ya sé que me dijiste que comprara, de momento sólo he leído, pero te diré que había oído hablar desde siempre de la mirra, desde que era pequeña por aquello de los regalos de los Reyes Magos y nunca se me había ocurrido querer saber más sobre la mirra, así que tu labor como profesor es más que cumplida. Incentivar al que quiere aprender, hacerlo buscar, espolear su curiosidad es algo que no todos los profesores saben hacer. Tú, sí.
    Bueno, ahora ya sé lo que es la mirra, y voy a leer atentamente, como hago siempre, todo lo que escribas acerca del tema.
    Ya sé que me estoy extendiendo mucho en el comentario, pero quiero decirte que leer tu blog es una forma muy amena de aprender.
    Muchas gracias y muchos besos.

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  11. Dilman,

    Muchas gracias por tu comentario que, como siempre, es exacto y todo un alarde de buena expresión. Es que en América habláis un Español mejor y más enriquecido que el que hablamos en España.
    Seguiré colgando historias que te van a gustar. Y no me haré esperar.

    Un abrazo,

    Antonio

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  12. Exquisita tu presentación, Antonio.
    Yo quiero alquilar una casita en "Mirralandia" y pasar las horas con los ojos bien abiertos detrás de la ventana... para que me vayas contando una historia fascinante, que en tu pluma (en la punta de tus dedos) gana muchísimo.
    Me encantaría que Ovidio se diese un paseíto por tu blog.

    Un beso, maestro.

    Soledad.

    Como ya es muy tarde este domingo, te deseo felices sueños y UN FELIZ LUNES.

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  13. Me encanta Ovidio, es un placer seguir desde tu blog la metamorfosis de Mirra.

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  14. Amiga Soledad,

    Me parece maravilloso eso de la casita en "Mirralandia". Yo estaría encantado de explicarte historias fantásticas y tú me recitarías tus poesías, al tiempo que ambos disfrutaríamos de la pintura natural que representa la Naturaleza, que tú me explicarías, porque tus ojos llegan en ese detalle mucho más lejos que los míos. Entonces yo podría observar de cerca, de frente, tu mirada, que es profunda, según veo en la imagen que tienes puesta en tu espacio, y me explicarías qué hay dentro de esa mirada un tanto enigmática, mirada que imanta a quien la disfruta. Podríamos aprovechar un lugar como ése que tienes del deshielo en Salamanca. Y, si es verano, igual nos podríamos dar un baño en el río. Tú serías una especie de Náyade de los ríos, y yo, un serio filósofo (¡qué pedante soy a veces!) que habla de la esencia de los fenómenos, y le echaría la bronca a todos los Griegos, por ese desprecio que sentían, en su mayoría, hacia la mujer. ¿A que sería bonito?. Y nos llevaríamos un portátil para escribir algo. O mejor, no escribir nada, sencillamente conversar.

    Un beso (de los buenos) y felices sueños,

    Antonio

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  15. Dilaida,

    A mediados de semana habrá otro capítulo. Será como una segunda introducción. Será una alerta, un aviso, de que algo espantoso se avecina. Las historias mitológicas son a veces así.

    Un beso,

    Antonio

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  16. winsta,

    No te culpes de escribir mucho, que a mí me encanta leerte y gozar de esa ilusión que pones en todo lo que escribo. Igual resulta que no es fácil hacerse con un frasco de mirra. Si no lo traes, pues, ¿qué le vamos a hacer? Ya me las ingeniaré para que la explicación resulte igualmente interesante. Puedes, en último extremo, utilizar cualquier otro perfume, el tuyo habitual. Y,si falla también ése, pues el perfume natural de tu cuerpo será más que suficiente. Incluso mejor. A mediados de semana habrá un nuevo capítulo.

    Un beso y buenas noches,

    Antonio

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