viernes, 17 de diciembre de 2010

DE LA TIERRA: POEMA DE
Fernando Jiménez-Ontiveros Solís,
MI REGALO DE REYES


Mi gran amigo, Fernando Jiménez-Ontiveros Solís, me dedica un poema que, por las reminiscencias infantiles, me remite a mis orígenes, lo mismo que a él lo remite a los suyos, que son muy parecidos a los míos: nos remiten a las vivencias y la vida de un precioso pueblo de La Alpujarra. Muchas gracias, amigo Fernando.

De la tierra

La tierra de la que vengo es dura, pero fértil,
tiene brazos y muslos de agua cuando llueve,
si la piso, me duelen las entrañas,
y no duermo, hasta hacerme perdonar.

Ésa es mi tierra, ya lejana.
tan pegada a mí por el viento y el agua
que se convierte en mi propio barro,
del color de mi propia carne.

Se seca con el tiempo,
me aprisiona , y me hace daño, y me grita,
y me envuelve en su aroma,
tan lejano y ácido como un limón naranjero,
de un sur que fue, en mi tiempo,
enraizado en mi espina dorsal,
diluyendo su ácido en mi sangre.

Siento que mi memoria se hunde
en ese barrizal, y no puedo recordar,
sólo intuir, quizás imaginar:
ya no hay restos,
sólo espinas de chumberas en el recuerdo.

Si tengo ocasión, enterraré en ella mi corazón,
y lo repartiré para que se disuelva en pedazos,
unos en mi tierra, otros en mi historia,
el resto, diseminados en la vida de los demás.

Porque no hay historia, sólo tierra,
amasijo oscuro de amores espurios.

El altar parroquial está abierto,
vinos de uva clara, oráculos rituales,
abrazos, genuflexiones,
la razón sórdida en el eco de las piedras,
de los cardos, de las sementeras
de odios y pasiones, de verdades antiguas.

Este joven que declina el saludo, ¿eres tú?

No hay edades, sólo murciélagos
abriendo el atardecer sobre la tapia del cementerio
que no era para ti.

Ese pater, vestido de sotana negra, ¿eres tú?
No hay razones, sólo fantasmas disueltos
en la neblina de tu historia,
que te han contado, pero que no has vivido,
ahora enterrada en ese cementerio que no era para ti.

Hay casas blancas de balcones cerrados,
ecos moriscos que resuenan en las tapias,
alcaparras en los arcenes, cardos en las laderas.
sequedad en el abrevadero de la plaza,
absoluto silencio que te asfixia y anula,
y no recuerdas nada, porque ya es tarde
para recomponer las grietas que sirven para avistar tu historia,
porque no está contada, sino enterrada en ese cementerio
que no era para ti.

Qué triste es ¡ay! la soledad.
¿Quién me robó la historia,
dónde están los amigos que tenía que haber conocido,
las niñas de trenzas morenas que tenía que haber amado,
las canciones del hogar que nunca habría olvidado?

Sólo puedo sumar silencios y sentir angustia,
porque la vida que te han contado, mi vida,
no se puede sustanciar en esta tierra,
que el viento, el agua y el tiempo han convertido en barro.


MUCHÍSIMAS GRACIAS, ENTRAÑABLE AMIGO FERNANDO

Mi gran amigo, Fernando Jiménez-Ontiveros Solís, me dedica un poema que, por las reminiscencias infantiles, me remite a mis orígenes, lo mismo que a él lo remite a los suyos, que son muy parecidos a los míos: nos remiten a las vivencias y la vida de un precioso pueblo de La Alpujarra. Muchas gracias, amigo Fernando.

Habitándome Antonio (15 Junio 2010)

Vivo en un pueblo blanco, montañoso y lejano,
mis raíces crecieron en tierras de Almería
y traje a compartir en el campo castellano
mi pluma, mis ideas y toda la poesía
que pude recoger en la palma de mi mano.

Añoro de mi infancia, con gran melancolía,
el canto de los grillos, las noches del verano,
el olor de los campos al despuntar el día
y el rumor de las fuentes que abre el hortelano
para regar la tierra que abrasa la sequía.

Amo la soledad, mas acepto lo cercano,
el silencio me llena más que la algarabía,
me avergüenza mucho hablar cuando yo soy profano,
ansío la libertad, valoro la teoría
y a todo el que me habla lo considero hermano.

Cuando escribo, me olvido de la categoría
y busco casi siempre lo sencillo y humano,
no siempre lo consigo, e intento la armonía
entre lo que persigo y lo que viene a trasmano,
huyendo a ser posible de la sensiblería.

Con las mujeres sueño descubrir el arcano
de su innato atractivo para mi buena hombría
y trato su discurso con espíritu sano
sin quedar enredado en su filosofía
ni perder la ilusión de pretender que gano.

Yo sé que lo insondable vendrá tarde o temprano
y no podré llevarme lo que yo desearía
pero os dejo mi sombra y, con mi verso llano,
la expresión auténtica de lo que yo os quería
cuando mis ojos duerman y no tiemble mi mano.

7 comentarios:

  1. Antonio, amigo: me abruma tu generosidad al publicar mis poemas. Has hecho un trabajo de alta artesanía publicando esta entrada tan magnífica, con imágenes que realzan la profundidad de la palabra. Esa es nuestra maravillosa tierra, casi olvidada. Tierra dura pero al mismo tiempo espléndida, creadoras de personas como tú, que se vieron obligadas a emigrar para poder progresar. U(n abrazo muy fuerte y gracias una vez más por tu obra.

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  2. Estimado don Antonio, gracias por traer aquí esta perla inspirada por la tierra. Mi felicitación su autor, Fernando Jiménez-Ontiveros, cada verso ha sido un sentimiento compartido y expresado por su autor desde donde sólo cabe una sublime, sentida y sincera expresión: desde el alma.

    Gracias a ambos por haber propiciado este momento.

    Reciban un cordial saludo.

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  3. Querido Antonio:

    Conocía el poema de Fernando porque somos amigos, vivimos en el mismo pueblo de la sierra noroeste de Madrid, compartimos libro, y nos reunimos con frecuencia. Él me descubre tu blog, interesante y embriagador, que seguiré, al tiempo que te invito a visitar el mío por si pudiera ser de tu interés..

    Con más tiempo pasearé por tu blog y te haré mis comentarios. Hasta entonces recibe un abrazo

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  4. Amigo Rafael,

    Precioso éste poema que nos presentas hoy. La amistad con Fernando os engrandece a los dos. A partir de ahora me pasearé por tu blog con asiduidad. Gracias por el comentario que has dejado sobre De la tierra de Fernando. Tengo que decirte que lo has dejado en mi blog MARTÍN ORTIZ, ANTONIO, que es un blog que tengo para pruebas. Yo lo he trasladado al blog principal, el que utilizo siempre, y en que me gustaría que dejases tus comentarios, si procede, ANTONIO MARTÍN ORTIZ. En él encontrarás también el poema de tu amigo, y mío, Fernando.

    Encantado de conocerte, amigo Rafael, y un abrazo,

    Antonio

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  5. Un buen regalo de reyes. Como he comentado en tu otro blog: me alegro de haber conocido a Fernando y os felicito, a Fernando por escribir ese gran poema (que ya había leído en su blog) y a ti por transcribirlo de esta forma que tanto me gusta. Un saludo.

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  6. Estimado Don Antonio Martín Ortiz:

    Un sentido y merecido homenaje poético en tu honor de este gran poeta cantor de su propia tierra y sus gentes que es Don Fernando Jiménez-Ontiveros. Muy, pero muy pequeño, tal vez de tres años, viví por corto tiempo en Tomelloso, pues mi padre es de esa pequeña ciudad manchega (madre es de Tenerife), así percibo algo que también vosotros han sentido en la infancia: algún aroma propio de ese terruño tan español que no sé si será del campo, sus gentes, gastronomía... o una combinación de estas tres cosas. En fin que amamos el lugar de nuestros orígenes, aunque, en mi caso, sea el de mi padre, lo hago como mío también.

    Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

    Frank.

    P.D. Feliz Año 2011 para ti y tu familia!

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  7. Dime con quién andas y te diré quien eres..

    Felicidades por esos amigos..

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