Aquí tenéis uno dedicado a un famoso gladiador llamado Hermes.
Hermes, delicia marcial del siglo;
Hermes, instruido en todas las armas;
Hermes, gladiador y maestro de gladiadores;
Hermes, confusión y terror de su propio gimnasio;
Hermes, el único al que teme Helios;
Hermes, el único ante el que sucumbe Advolante;
Hermes, que sabe vencer sin herir;
Hermes, sustituto de sí mismo;
Hermes, riqueza de los que alquilan
Hermes, preocupación y cuidado
............ de las esposas de los gladiadores;
Hermes, soberbio por su lanza guerrera;
Hermes, amenazador con el tridente marino;
Hermes, temible con su casco
Hermes, gloria de Marte universal;
Hermes, que lo es todo solo y tres veces único
(Marcial, Epigramas, Libro V, XXIV)
(Traducción de José Guillén)
Hermes Martia saeculi uoluptas,
Hermes omnibus eruditus armis,
Hermes et gladiator et magister,
Hermes turba sui tremorque ludi,
Hermes, quem timet Helius, sed unum,
Hermes, cui cadit Aduolans, sed uni,
Hermes uincere nec ferire doctus,
Hermes subpositicius sibi ipse,
Hermes diuitiae locariorum,
Hermes cura laborque ludiarum,
Hermes belligera superbus hasta,
Hermes aequoreo minax tridente,
Hermes casside languida timendus,
Hermes gloria Martis uniuersi,
Hermes omnia solus et ter unus.
Recibo un comentario de mi amiga Elena Pascual, Elena Clásica, Ἑλένη que, por su elegancia y estilo, es una perfecta continuación del epigrama de Marcial. Aquí lo tenéis:
Mi querido Antonio:
La fuerza que no hiere,
la valentía de los músculos de truenos,
la belleza a la que teme el propio Sol...
Es maravilloso Marcial con un epigrama que llega a nuestros días, como si leyéramos el periódico reciente.
La virtud de la elección y de la variedad a la que asistimos en tu dulce bitácora clásica nos hace estremecer sumiéndonos en una soñada vivencia de realidad.
Ya parece que temamos la actuación de Hermes:
quien se siente esposa temerosa ante sus brazos,
quien se siente emocionado espectador,
quien se siente doncella orgullosa y admirada,
quien aplicado pupilo,
quien incrédulo comparsa,
¿Qué siente el propio Hermes, sustituto de sí mismo?
¿Qué sol brillaba cuando alumbraba la piel del inmenso gladiador?
¿Qué estrellas observaba?
¿Cuáles observas tú que así nos sorprendes y alumbras?
Eres un mortal imprescindible, ¿o acaso no eres mortal?
Tu admiradora Ἑλένη
Muchas gracias y toda mi admiración por ti, querida Elena
Antonio