La Ilíada, y su hermana la Odisea, fueron, en su época temprana, entendidas como una sola obra: la historia sobre la Guerra de Troya, y la historia sobre Odiseo o Ulises, uno de los héroes de la guerra; así, la historia de la Ilíada —el entorno histórico de Troya y su época— se disminuye un tanto sin la Odisea, y la Odisea, sin su precursora, la Ilíada, se pierde por completo.
Héctor, el valiente y aguerrido hijo de Príamo, ve a Paris, su hermano, el mujeriego y cobarde, que ha raptado a Helena de Esparta, y ha provocado la reacción de los Griegos para recuperarla, dando inicio a la Guerra de Troya. Prosigue Homero:
Oil on canvas. Galleria Nazionale d'Arte Moderna, Rome, Italy.
Advirtiólo Héctor y le reprendió con injuriosas palabras:
¡Miserable Paris, el de más hermosa figura, mujeriego, seductor! Ojalá no te contaras en el número de los nacidos o hubieses muerto célibe. Yo así lo quisiera y te valdría más que no ser la vergüenza y el oprobio de los tuyos. Los aqueos de larga cabellera se ríen de haberte considerado como un bravo campeón por tu bella figura, cuando no hay en tu pecho ni fuerza ni valor. Y siendo cual eres, ¿reuniste a tus amigos, surcaste los mares en ligeros buques, visitaste a extranjeros, y trajiste de remota tierra una mujer linda, esposa y cuñada de hombres belicosos, que es una gran plaga para tu padre, la ciudad y el pueblo todo, causa de gozo para los enemigos y una vergüenza para ti mismo? ¿No esperas a Menelao, caro a Ares? Conocerías al varón de quien tienes la floreciente esposa, y no te valdrían la cítara, los dones de Afrodita, la cabellera y la hermosura cuando rodaras por el polvo. Los troyanos son muy tímidos: pues si no, ya estarías revestido de una túnica de piedras por los males que les has causado.
Homero, Ilíada, III, 38-57
Después de haber publicado aquí un fragmento del Canto III de La Ilíada, he podido comprobar el atractivo que ejerce esta obra sobre los lectores, por la fuerza épica del texto, con sus epítetos formularios, muy destacados por Elena Clásica y Old Nick, entre otros.
Tengo que decir que la impresión que se percibe al leer una traducción queda muy alejada de la lectura del texto original, en Griego. No obstante, hay traducciones que casi alcanzan el clímax del texto Griego. Entre las traducciones que conozco, para quienes no tengan acceso fácil al texto Griego, tengo que decir que la que me parece la mejor es la que yo manejé en mis años juveniles. Es la francesa de Paul Mazon que, a mi entender, no ha sido superada por nadie. Data de 1937-8. Está publicada en la Collection des Universités de France, Association Guillaume Budé, y continúa teniendo toda su vigencia.
Aquí os dejo, escaneado, el texto que os he presentado. Si pincháis en la imagen, podréis leer fácilmente el texto.
Oil on canvas. 147 x 180 cm. Louvre, Paris, France
Texto Griego de Monro
τὸν δ᾽ Ἕκτωρ νείκεσσεν ἰδὼν αἰσχροῖς ἐπέεσσιν:
Δύσπαρι εἶδος ἄριστε γυναιμανὲς ἠπεροπευτὰ
αἴθ᾽ ὄφελες ἄγονός τ᾽ ἔμεναι ἄγαμός τ᾽ ἀπολέσθαι:
καί κε τὸ βουλοίμην, καί κεν πολὺ κέρδιον ἦεν
ἢ οὕτω λώβην τ᾽ ἔμεναι καὶ ὑπόψιον ἄλλων.
ἦ που καγχαλόωσι κάρη κομόωντες Ἀχαιοὶ
φάντες ἀριστῆα πρόμον ἔμμεναι, οὕνεκα καλὸν
εἶδος ἔπ᾽, ἀλλ᾽ οὐκ ἔστι βίη φρεσὶν οὐδέ τις ἀλκή.
ἦ τοιόσδε ἐὼν ἐν ποντοπόροισι νέεσσι
πόντον ἐπιπλώσας, ἑτάρους ἐρίηρας ἀγείρας,
μιχθεὶς ἀλλοδαποῖσι γυναῖκ᾽ εὐειδέ᾽ ἀνῆγες
ἐξ ἀπίης γαίης νυὸν ἀνδρῶν αἰχμητάων
πατρί τε σῷ μέγα πῆμα πόληΐ τε παντί τε δήμῳ,
δυσμενέσιν μὲν χάρμα, κατηφείην δὲ σοὶ αὐτῷ;
οὐκ ἂν δὴ μείνειας ἀρηΐφιλον Μενέλαον;
γνοίης χ᾽ οἵου φωτὸς ἔχεις θαλερὴν παράκοιτιν:
οὐκ ἄν τοι χραίσμῃ κίθαρις τά τε δῶρ᾽ Ἀφροδίτης
ἥ τε κόμη τό τε εἶδος ὅτ᾽ ἐν κονίῃσι μιγείης.
ἀλλὰ μάλα Τρῶες δειδήμονες: ἦ τέ κεν ἤδη
λάϊνον ἕσσο χιτῶνα κακῶν ἕνεχ᾽ ὅσσα ἔοργας.
Marble terminal bust of Homer. Roman copy of a lost Hellenistic original of the 2nd c. BC. From Baiae, Italy. The so-called Hellenistic blind-type can be paralleled with figures of the Pergamon Altar, and the original of the type was perhaps created for the great library at Pergamon
Versión rítmica de Agustín García Calvo
(Editorial LUCINA, Zamora, 1995)
Para leerla con más facilidad, pinchar sobre la imagen.
Et Hektôr, l’ayant vu, l’accabla de paroles amères:
― Misérable Pâris, qui n’as que ta beauté, trompeur et efféminé, plût aux Dieux que tu ne fusses point né, ou que tu fusses mort avant tes dernières noces ! Certes, cela eût mieux valu de beaucoup, plutôt que d’être l’opprobre et la risée de tous ! Voici que les Akhaiens chevelus rient de mépris, car ils croyaient que tu combattais hardiment hors des rangs, parce que ton visage est beau ; mais il n’y a dans ton cœur ni force ni courage. Pourquoi, étant un lâche, as-tu traversé la mer sur tes nefs rapides, avec tes meilleurs compagnons, et, mêlé à des étrangers, as-tu enlevé une très-belle jeune femme du pays d’Apy, parente d’hommes belliqueux ? Immense malheur pour ton père, pour ta ville et pour tout le peuple ; joie pour nos ennemis et honte pour toi-même ! Et tu n’as point osé attendre Ménélaos, cher à Arès. Tu saurais maintenant de quel guerrier tu retiens la femme. Ni ta kithare, ni les dons d’Aphroditè, ta chevelure et ta beauté, ne t’auraient sauvé d’être traîné dans la poussière. Mais les Troiens ont trop de respect, car autrement, tu serais déjà revêtu d’une tunique de pierre, pour prix des maux que tu as causés.