ANTONIO MARTÍN ORTIZ: SAFO DE LESBOS (Y IV): ELENA CLÁSICA, CON SU MAJESTUOSO COMENTARIO, CIERRA LA SERIE CON BROCHE DE ORO
ANTONIO MARTÍN ORTIZ
EN ESTA POSICIÓN ME HE PASADO LA MAYOR PARTE DE MI VIDA.
AQUÍ Y ASÍ ME TENÉIS.

Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci.
OMNE TVLIT PVNCTVM QVI MISCVIT VTILE DVLCI.
(Q. Horatius Flaccus, Epistula ad Pisones, 343)
Ganó todo mérito el que mezcló lo útil con lo agradable.

VERANO DE 1964 EN SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia

<strong>VERANO DE 1964 EN <em>SAINT CIERS DU TAILLON [Charente Maritime], Francia</em></strong>
Mi padre [R.I.P.], un amigo (Josep Ma. Riba i Armenter [R.I.P.]), mi hermana Simona, yo mismo, mi hermana Rosario,
mi hermano Pepe, mi madre [R.I.P.], otro amigo (Josep Amiell):
PATRI MATRIQVE MEIS IN MEMORIAM: Descansen en Paz los dos juntos
.
"Cuando uno ha perdido a su padre y a su madre, se ha quedado sin referencia al pasado".
(Frase mía, que yo, como bien nacido, les dedico a quienes me dieron la Vida y me abrieron el Camino para ser Feliz)
A mí, lo mismo que a Ovidio (Tristia, I, III, 4):
Labitur ex oculis nunc quoque gutta meis.
Todavía ahora se me resbala una lágrima de los ojos, los míos.

Recojo y comparto la frase, más optimista, de mi amigo Carlos Hernández, Chacien: ”Lo que en verdad mata es el olvido”.
No es mi caso, porque yo, estas cosas, no las olvido.

EQUITACIÓN AL SON DE POLCAS VIENESAS

Si quieres disfrutar de la maravilla de ver a los caballos de la Escuela Española de Equitación de Viena danzando al son de las polcas de los Strauss,
PINCHA EN UNO DE LOS ENLACES SIGUIENTES:

1) Spanish Riding School Vienna
2) Spanische Hofreitschule
3) Beliebte Annen-Polka
4) Best Equestrian Art School of Europe 251107.
Ejercicios de doma de caballos

jueves, 17 de diciembre de 2009

SAFO DE LESBOS (Y IV): ELENA CLÁSICA, CON SU MAJESTUOSO COMENTARIO, CIERRA LA SERIE CON BROCHE DE ORO


OBSERVACIÓN PREVIA:

Tenía yo preparada esta exposición hace ya unos días, y estaba esperando unos cuantos más, para publicarla los días precedentes a Las Navidades, como reconocimiento y homenaje a mi gran amiga Elena Clásica, Ἑλένη, pseudónimo de Elena Pascual, una mujer que tiene el don de la inspiración poética en grado máximo, al tiempo que nos sorprende siempre con su exuberante forma de escribir y de expresarse, y he aquí que, entretanto, ella nos sorprende con un poema precioso, contundente, mordaz al máximo, que tiene y está lleno de auténticas resonancias Clásicas, porque, por lo menos a mí, me remite a los Coros plenos de siniestros presagios del Agamenón de Esquilo, a los remordimientos que persiguen y vuelven loco a Orestes en Las Coéforas (Las Furias), también de Esquilo, a un poema agrio de despecho y despedida de Catulo a Lesbia, el que tiene en número VIII, a los 322 dísticos del In Ibin (Contra Ibis) de Ovidio, el poema que más maldiciones e imprecaciones contiene entre toda la Literatura de Occidente; pues eso, estaba diciendo que nuestra Elena nos sorprende con un poema que no necesita comentario alguno, sino que lo que hay que hacer es aproximarse a él y disfrutarlo directamente.

Se titula MALDITO SEAS y os invito desde aquí a que lo gocéis leyéndolo, incluso recitándolo en voz alta, aunque no tengáis a ningún oyente, porque valdrá la pena.

Sirva esta exposición mía, QUE ADELANTO EN SU PUBLICACIÓN, sobre otra gran mujer, Safo de Lesbos, como homenaje de amistad, reconocimiento y cariño a nuestra Elena, IN HONOREM.















SAFO DE LESBOS (Y IV): ELENA CLÁSICA, CON SU COMENTARIO AL HIMNO A AFRODITA, CIERRA LA SERIE CON BROCHE DE ORO




Sir Joshua Reynolds. Venus. Oil on canvas.
124.2 x 99 cm. c. 1785. Private collection


Llevo ya unos días haciendo unas exposiciones, siempre en la medida de mis conocimientos y mis posibilidades, sobre la gran poetisa que fue Safo de Lesbos. Todos ellas, hasta ahora, han recibido una especie de broche de oro con las atinados, profundas y elocuentes aportaciones de la gran escritora e inpirada Musa -así me atrevo a llamarla yo- que es Elena Clásica, Pseudónimo que corresponde a Elena Pascual, que es, además, una Filóloga de primera línea, con un sentido de la Pedagogía que es difícilmente superable.



Leer lo que ella escribe es uno de los grandes placeres de esta vida. Estoy seguro de que escucharla y oírla debe ser todavía algo mejor.


Nicolas Poussin. Venus Lamenting over Adonis. 1628. Oil on canvas. Musée des Beaux Arts, Caen, France



Cierro esta serie sobre Safo de Lesbos con el sabroso y elocuente comentario de nuestra querida y admirada Elena, que no necesita ulteriores comentarios. Le precede un pequeño comentario mío. No he alterado nada de su comentario. Lo único que he hecho es incrustar algunas imágenes que están, creo, en concordancia con todo lo expuesto.


Desde aquí le expreso toda mi admiración, todo mi afecto, y todo mi cariño a Elena Pascual, Ἐλένη, así en Griego, como a ella le gusta que se la llame, a la vez que le manifiesto mi más profundo agradecimiento.


Nicolas Poussin. The Sleeping Venus and Cupid. c. 1630. Oil on canvas. Alte Meister Gallerie, Dresden, Germany


MI COMENTARIO A ELENA


Amiga Elena,


Ποικιλόθρον᾽ ἀθανάτα Ἐλένη
Inmortal celeste, de ornado trono, Elena,

Amiga Elena, Φίλη Ἐλένη, Querida Elena,

Quiero encabezar este comentario, en respuesta al tuyo a mi exposición al
HIMNO A AFRODITA DE SAFO, robándole a Safo de Lesbos el primer verso del primer poema del libro primero de la obra que de ella se conserva.



Nicolas Poussin. Melpomene, Erato, and Polymnia.

Oil on wood. Louvre, Paris, France


Haces un comentario que no tiene desperdicio: dejas a Safo en el lugar que le corresponde y la adornas, adornas su poema, con todo un cúmulo de eruditas y atinadas referencias, perfectamente ajustadas todas ellas a lo que se pretende, que es comentar el poema. Te pasa, querida Elena, como le pasaba a Ovidio, según nos confiesa él mismo desde su destierro en el Ponto Euxino:

Y todo lo que intentaba escribir, me salía poesía.

Pues igual pasa contigo: tomas entre tus manos la pluma (aunque ahora se llame el teclado del ordenador y las palabras y los pensamientos fluyen con transparencia y nitidez, al tiempo que lo hacen de forma natural, sin pretensiones de ser más que lo que son, la expresión de la poesía entendida y vivida.


Nicolas Poussin. Apollo and Muses. 1631-1632.

Oil on canvas. Museo del Prado, Madrid, Spain


Tenemos que reconocerlo todos, amiga Elena: tus conocimientos son sólidos y exhaustivos, casi me atrevería a decir, y la forma que les das es la de la poesía pura, la de la prosa vibrante, la de los pensamientos transparentes y la de los sentimientos más nobles. Todo ello, conjuntado, forma una auténtica obra de arte que alegra el espíritu y enriquece grandemente a quien lo lee.

Puedes dar por seguro que este comentario tuyo recibirá, en su momento –hay que tomarse las cosas con calma, si uno quiere hacerlas bien-, los honores y el lugar que se merecen en este humilde espacio, que ya parece, y es, más tuyo que mío, cosa que, como puedes suponer, le da mayor categoría y rigor filológico, además de la belleza platónica y humana que aporta tu persona en su totalidad.


Nicolas Poussin. Apollo and Muses. 1631-1632.

Oil on canvas. Museo del Prado,Madrid, Spain


Te deseo un buen fin de semana, Amiga Elena, Φίλη Ἐλένη, Querida Elena, y te transmito todo mi agradecimiento y, por supuesto, toda mi admiración.

Un beso Gigante acompañado de un abrazo Eterno.

Tu admirador,

Antonio



Sir Joshua Reynolds. Cupid Undoing Venus's 27s Belt. 1788.

Oil on canvas. The Hermitage, St. Petersburg, Russia


EL COMENTARIO DE ELENA PASCUAL, ELENA CLÁSICA, ἘΛΈΝΗ:


Mi queridísimo Antonio:

La erudición, el arte atravesado por las flechas del diosecillo travieso, vuelven a darse la mano desde este espacio de estrellas y poesías.

Necesaria entrada, pues quedó hecho el apunte sobre la injusticia del malintecionado comentario que se gestó ya en el siglo IV A.C, y se ha prolongado hasta la actualidad hasta el punto de que se ha llegado a asimilar el nombre de la insigne poetisa a la lengua mordaz, olvidando tantas veces, casi debemos decir siempre, salvo en los círculos de los amantes de la Literatura y el estudio de las Clásicas y de la historia, su profunda y precursora obra.



Detallado y documentado análisis el que nos presentas, Maestro, y rica aportación de bibliografía. Así, Cerezo Magán alude a la intensa huella que la obra de Safo propició desde su génesis, anterior al reconocido Eurípides. Por su parte, Rodríguez Adrados esgrime los argumentos necesarios que nos llevan a la comprensión de la mitogénesis sobre la maledicencia de la vida íntima de la poetisa que nos ocupa.

Oportunas citas aportadas que redundan en la explicación de la injusticia que la historia ha realizado desde la inquietud o la envidia hacia la pluma de la maga de la pasión.


Filippino Lippi. Allegory of Music (The Muse Erato). 1504.

Tempera on panel. Gemaldegalerie, Berlin, Germany



He de añadir que el poema que encabeza la entrada, junto con la belleza vibrante de pinturas y esculturas, expresa una genialidad tan inquebrantable que se entiende por qué las malas artes de las gentes sin escrúpulos han fomentado el falso mito. Y el poema seguirá imponiendo su verdad rotunda de alma cristalina y feliz brillo de voz; desde los siglos la palabra imbuida por las Musas de incontestable sentimiento seguirá venciendo el desafío de las injusticias y la mentira, pues Antonio Martín Ortiz nos transmite que el Arte no habita en la dimensión del Tiempo, sino que es una Idea esencial, como aquéllas de las que nos habla Platón, y se impone eterna y sin fisuras.


Lorenzo Lotto. Venus and Cupid.

Oil on canvas. The Metropolitan Museum of Art, New York, USA



Por eso el Maestro, elegido por las Musas para hacer resplandecer la Verdad nos la muestra.

Encuentro en el poema diamantino, el fulgor del brillante de la poesía pura. En él, Safo contrapone fuertemente el concepto de su sufrimiento infinito a la alegría de la diosa Afrodita. Todos los elementos que rodean a la diosa, descritos desde diversas categorías morfológicas, insistiendo en el adjetivo calificativo, expresan la belleza, despreocupación, alegría y color:

"Inmortal celeste", poseedora de "dorada casa", cuyo carro es tirado por "gorriones lindos" "con fuertes alas", "dichosa" de "divino rostro", que sonriendo prometía "regalos" y "amor" del hombre objeto de deseo...

están enfrentados a los sentimientos de dolor insoportable, angustia insufrible, negra y vacía esperanza:

ahora la diosa no se compadece de ella y la poetisa le pide "no atormentes más con pesar y angustias mi alma", pues la tierra en la que habita es negra, enfatiza el ruego de ser liberada de "amargas penas", y le pide su alianza en su alma atacada por el amor, cual si la poetisa estuviera combatiendo en una guerra.


Jean-Honoré Fragonard. Venus Refusing Cupid a Kiss. 1760s.

Oil on oval canvas


La intensidad de la pasión se expresa, pues, en la voz poética desde la metáfora de la amada no correspondida, identificada con el soldado en la guerra, ciertamente metáfora presente desde la poesía trovadoresca provenzal ya en los siglos XI y XII, fiel heredera de la tradición instaurada por Safo, en su negro dolor y amargas penas. Y también se expresa en esa colorista, brillante oposición entre los dones ilimitados y alegres de Afrodita y la desesperanza sufriente de la poetisa.


Giorgione. Sleeping Venus. c.1508.

Oil on canvas. Alte Meister Gallerie, Dresden, Germany

Me permitiré encontrar otro recurso que utiliza nuestra Safo, que llega nada menos que a los poetas de la Generación del 27: una vez más, el vuelo de los siglos es inmediato y el tiempo no existe.


Alessandro Botticelli. The Birth of Venus. c.1485. Tempera on canvas. Galleria degli Uffizi, Florence, Italy

Veamos, pues: la poetisa pone en boca de Afrodita su propio nombre y a ella directamente se dirige la diosa:

"...¡Ay!, dime, Safo,
¿quién te hace daño?".

Observemos las palabras del dramaturgo y poeta representante de la Generación del 27, Lorca, que, en el Romancero Gitano, hace intervenir a Antoñito, el Camborio, y se dirige directamente al poeta:

"¡Ay Federico García,
llama a la Guardia Civil!
Ya mi talle se ha quebrado
como caña de maíz."


Lorenzo Lotto. Sleeping Apollo, Muses and Fama. Oil on canvas. Szepmuveseti Muzeum, Budapest, Hungary


La belleza, intensidad de sentimientos, la pasión arrebatadora, el dolor del amor no correspondido, el negro temor a la desesperanza,


encuentran su eco en la voz de Safo, con la repercusión que su palabra supondrá en la pluma de poetas alejados y cercanos en el espacio y en el tiempo.

Jean-Auguste-Dominique Ingres. Venus Anadyomène. 1848. Oil on canvas.Musée Condé, Chantilly, France


Brille, pues, la poetisa con luz propia, pues así le corresponde, y su espíritu sensible ha rozado el del Maestro que nos ha deleitado y emocionado con esta entrada de JUSTICIA POÉTICA.

Bendito sea este espacio, como "benedetto" fue el día en que Petrarca conoció a Laura, pues ciertamente tan cercano se halla también a Safo.



Andrea del Castagno. Francesco Petrarca.

From the Cycle of Famous Men and Women. c. 1450.

Detached fresco. 247 x 153 cm. Galleria degli Uffizi, Florence, Italy

Maestro, mi cariño y mi reconocimiento infinitos.
Con todo el agradecimiento y beso gigante de tu admiradora Ἐλένη




Titian. Venus Blindfolding Cupid. c.1565.

Oil on canvas. Galleria Borghese, Rome, Italy



Imágenes de Afrodita/Venus, tomadas todas de:



La de Petrarca, de:
http://www.abcgallery.com/C/castagno/castagno12.html


32 comentarios:

SAFO DE LESBOS dijo...

Querido Antonio,

Soy Safo de Lesbos y estoy ya bastante hartita de esa etiqueta que me han puesto de que si soy lesbiana o no lo soy. Pues, desde mi tumba, en la que llevo ya dos milenios y medio, te lo voy a decir, para que todo el mundo se entere de una vez por todas. Como bien dices tú, yo soy "lesbiana" porque mis padres me dieron a luz en Mitilene, que está en Lesbos, pero, en cuestión de "Amores", de lo que yo entiendo mucho, a mí lo que me gustan son los hombres.

Y otra cosa: cuando llegue el día de mi reencarnmación, yo me iré a vivir a tu casa, si tú quieres, porque, por lo que veo, tú eres de los pocos que me entienden de verdad.

Y te llevaré todos mis poemas, porque los que tenéis en la Tierra ahora son una ínfima parte de lo que yo escribí.

He aprovechado un despiste del Can Cerbero, que se estaba pegando una siesta, para salir del Infierno, atravesar la Estigia, y conectarme a Internet, porque, como ves, aquí en el Infierno, también nos buscamos la vida, aunque sea en la oscuridad.

Un beso desde mis lúgubres aposentos.

Safo de Lesbos

elena clásica dijo...

Mi queridísimo Antonio:

Estoy boquiabierta. Cuando he podido hoy acceder al blog y me he encontrado con el tuyo cerrando la sesión sobre Safo de Lesbos y ¡dedicándome este homenaje! ... Bueno, pues me es díficil describir tantas emociones juntas y el temblor que ha sacudido todo mi cuerpo. A medida que seguía leyendo esta dedicatoria sublime y grandiosa acompañada de la exquisitez con la que has decorado tus palabras y las citas de los amados autores a los que habíamos aludido, en fin...
¿Qué me cabe decir? "Gracias" es una palabra con pocas letras, breve en su extensión pero inmensa en su significado. La emoción me embarga.
Y un homenaje como éste, tan profundo, hermoso, intenso, sabio...
dedicado a mí, pero ¿qué estrella me ha tocado que he tenido este regalo espiritual? ¿Cómo es posible que los dioses me sonrían con tanta benevolencia y me hayan permitido conocerte y aprender de tus ojos y de tus manos? ¿Y qué diosa me mira dulcemente para que en mi admiración hacia ti sea yo la que reciba tanta belleza y generosidad?

¡Ay, Maestro, esto es demasiado! Me es muy difícil estar a la altura de las circunstancias, pero cuan mullido me resulta este blog, qué feliz soy en él, como me gusta acomodarme entre cojines de poesía, néctares de filosofía, lienzos de dioses...

Es cierto, y ahora lo corroboras, el Tiempo no existe, pues la época donde algunos hombres tienen alma inmortal y divina no acabó nunca:

EXISTE ANTONIO MARTÍN ORTIZ.

Mi adorado Maestro, gracias.

elena clásica dijo...

Vaya, vaya, por aquí Safo de Lesbos que ha tomado sabiamente la palabra. Qué acertada y qué sentido del humor tan gentil y brioso.
Fantástica esta visita.
Besazos gigantes para Antonio y Safo.

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Después de las magníficas visitas que ha tenido hoy tu blog... me asomo con mucho cuidado para felicitaros... a los tres.

Entre Elena y tú, querido Antonio, habéis creado una auténtica obra de arte. Y Safo debe estar muy orgullosa con tu aportación y tus aclaraciones y con el enriquecimiento que han supuesto los comentarios de nuestra inteligente Elena.

Me queda nada más una terrible pena. No puedo creer que Safo se halle en el infierno. Sus versos deben volar libres, desde muy alto, y llegarnos limpios como el aire... y si ha caído allí -por error, me temo-, habrá sabido hacer un cálido -que no tórrido- rinconcito poético.

De nuevo, mi enhorabuena a ambos, Antonio y Elena -o como a ti te gusta decir- Elena y Antonio.

Leeros es un auténtico regalo.

Un beso.


S.

Isabel dijo...

Mi felicitación mi querido Antonio por tan magnífica entrada coincido totalmente con Soledad,habéis creado una obra de arte.
He pasado a saludarte y a desearte que disfrutes de una bella Navidad acompañado de tus seres queridos.
Saludos
Isabel

Natàlia Tàrraco dijo...

Antonio, Elena, dulce y enojada Safo desde el Hades...me quedo anonadada ante vuestra sabiduría fina, elegante, poética sin ser pedante, jajaja. !Y las imagenes! un gozo verlas una por una, bien puestas, deliciosas. Ceso aquí mis alabanzas, con éste fragmento, creo, de Safo:
"He conversado en sueños con la diosa de Chipre" pos lo mismo digo, con vosotras y con Antonio, puro placer. Bsitos desde el Quinto pino.

HELENA DE ESPARTA dijo...

Soy Elena de Esparta,

Yo, tomando el ejemplo y la astucia de Safo de Lesbos, también me he escapado de este mundo de sombras, en el que llevo medio milenio más que ella, pero esto no significa que sea más vieja, porque aquí, al no tener cuerpo, no envejecemos. Nuestra sombra es siempre la misma. Somos espectros que deambulamos de un lado para otro, en espera de que nos toque ya algún día regresar a vuestro mundo.

Yo, para salir, lo que hice fue decírselo a mi Menelao, que fue en sus tiempos un gran guerrero y él, cuando miró al Can Cerbero, le puso una cara de tan mala leche –me perdonaréis la expresión-, que el maldito perro le dio un ladrido de ésos que no valen para nada, motivo por el que mi Menelao entendió que el Can no estaba por la faena y pude yo pasar un rato también en la Tierra y conectarme a Internet.

Como estas salidas van a ser habituales, estamos tramitando ahora cómo conseguir una tarifa plana para conectarnos a Internet, porque los precios por los alrededores del Infierno están muy altos.

Oye, y a ver si os enteráis todos, también de una vez por todas: andan por ahí algunos diciendo que yo me fui con Paris, y eso no es verdad. Fue el maldito Paris el que raptó y me llevó a Troya, pero también os puedo asegurar que no le sirvió de nada, porque yo le puse una cara de asco y me mostré tan esquiva con él, que a él ya no le apeteció ni siquiera tocarme. Y todo eso lo sabe mi Menelao y esto le da mucha tranquilidad. Vamos, que yo he sido siempre suya y sólo suya, porque tampoco consiguió ponerme una mano encima aquel otro que me raptó, el maldito Teseo, que iba con un amigo suyo que tenía un nombre muy raro y que no recuerdo ya. Menos mal en aquella ocasión que estaban mis hermanos, los que vosotros llamáis Dioscuros y vinieron a rescatarme.

Hasta mi próxima escapada.

Helena de Esparta

CLITEMNESTRA DE MICENAS dijo...

Yo soy Clitemnestra de Micenas y también me he escapado por un rato del Infierno y no es porque Safo de Lesbos ni mi hermana Helena de Esparta me hayan dicho cómo lo han hecho, porque ellas no se hablan conmigo. Ellas dicen que son honradas y a mí me consideran casi como una puta, porque le fui infiel a mi marido, a Agamenón, cuando él se fue a la Guerra de Troya.

Y es que Egisto era un tipo que, oye, no estaba mal, aunque en el fondo no sé si iba por mí o por mi reino, pero la cuestión es ésa: que pasé con él más de diez años. Pues por ese motivo esas dos no se hablan conmigo y me he tenido que buscar la vida yo sola, si “vida” se le puede llamar a la que llevamos en el Infierno. Lo que ha pasado es que el asqueroso perro Can Cerbero, que tiene nada menos que tres cabezas, lo que significa tres bocas, seis filas de dientes y también seis ojos, cuando me ha visto, se ha asustado, porque yo soy un espectro que da miedo hasta a las sombras del Infierno, y entonces, del susto, se ha puesto a correr ladrando y ha desaparecido, momento que he aprovechado yo para escaparme y conectarme a Internet, porque yo les oí decir a esas dos dónde estaba el Cibercafé para conectarse.

Aquí estoy esperando en el Infierno, a ver si algún día me reencarno nuevamente, pero lo tengo crudo, porque, si al mismo tiempo se reencarna mi hijo Orestes, es capaz de volver a liquidarme, porque, como sabéis por la Tierra, yo fui asesinada por mi propio hijo, en venganza porque yo, con mi amante Egisto, había quitado de en medio a mi marido Agamenón, cuando volvía victorioso de Troya.

Vosotros me conocéis bien, porque ese maldito Esquilo le ha puesto letra a mi vida y ha sacado a relucir todos mis trapos sucios, con esas tragedias que ha escrito y que tanto os gustan a vosotros, y a ti también, Antonio, que haces ostentación de conocerlas bien y las difundes por Internet.

Mi madre era Leda, que ¡menuda mujer era! En la misma noche se lo hizo con su marido, si a Tindáreo se le puede llamar marido, porque el pobre llevaba unos cuernos de ¡olé!, y también con Zeus, que era un mujeriego y se lo hacía con todas las que estaban a su alcance, que eran muchas, Pues eso, que mi madre Leda, de un viaje parió a Cástor y a mí misma, que éramos hijos de su marido, y a Helena y Pólux, que eran hijos de Zeus.

En cierta forma yo me parezco a mi madre y me veo siempre muy sola, porque nadie quiere hablar conmigo, por la vida que llevé en la Tierra. Prácticamente no tengo ninguna amiga aquí en el Infierno, y mucho menos amigos. Todos sienten repugnancia por mí. ¡Es que ni mi propia hermana, esa Helena de Esparta, de la que tanto habláis vosotros, me dirige la palabra! Eso no es una hermana.

Ya os iré explicando más cosas, si consigo conectarme otra vez, que no lo sé, aunque casi estoy segura de que sí será posible, porque ese perro Cerbero, al que tanto asco le tengo, me tiene miedo, y, a la que me ve, se espanta y se queda como anonadado.
¡De algo tiene que servir haber sido una perversa y una asesina en la vida! Todo el mundo me tiene miedo y asco, aunque aquí, en el Infierno, no sé por qué tienen que tenerme miedo. Aquí soy un espectro más, una sombra aborrecida por todos, y aquí no puedo hacer daño ninguno a nadie. Ni yo ni nadie.

Bueno, me voy porque ya oigo desde aquí los ladridos del perro. Puede que se haya recuperado ya del susto que se llevó sólo con verme, y sea capaz de plantarme cara cuando intente volver al Infierno. Si ese asqueroso perro no me deja entrar en el Infierno, ¿dónde voy a ir a parar?, porque, en mi estado actual, tampoco me aceptarían en la Tierra.

Me voy corriendo y ya os explicaré más cosas, si consigo salir nuevamente.

A propósito, Antonio, hay cosas de tu blog que no me gustan, porque tú me haces revivir cosas y sucesos que yo quisiera olvidar y también quisiera que los olvidara todo el mundo.

Bueno, hasta la próxima. No te digo “Adiós”, porque aquí eso no se estila, aquí lo que se lleva es: ¡vete al Infierno!

CLITEMNESTRA DE MICENAS

Isabel Barceló Chico dijo...

Bueno, bueno, veo que Cerbero se ha dormido en los laureles, porque no hacen más que escapársele sombras, para fortuna nuestra, femeninas. ¿Será eso indicativo de que los hombres se conforman antes, o se acomodan más deprisa a ese ser casi nada? Me alegra que las féminas, sea por curiosidad o por interés de hacer que resplandezca la verdad, burlen a Hades y se asomen al mundo. Nos hacen mucha falta...
En cuanto a ese dúo que forman Antonio y Elena Clásica, no puedo añadir nada que no se haya dicho. Una combinación perfecta.
Un abrazo a ambos y felicidades por esta nueva y deliciosa entrega.

elena clásica dijo...

Querida Helena de Esparta:

Es un placer leerte así, de primera mano, sin dar crédito a tanta habladuría y rumores envidiosos y retorcidos. Me alegro de que las cosas estén aclaradas entre tu Menelao y tú y que hayas hecho esta escapadita al mundo de los vivos, tú, querida Helena, siempre serás bien recibida por aquí, que gusto verle aunque seas traslúcida sombra ardiente.
El mundo internauta se congratula de que en él participes. Ay, Helena, Helena, con lo que has debido pasar, pero como buena espartana, de nada les valió la violencia y la fuerza bruta a ninguno de tus raptores a efectos amorosos.
Es un lujo, saludar a tan ínclita mujer. Mi reconocimiento, señora.

elena clásica dijo...

Querida Clitemnestra:

Pues no sabes que trasiego hay allá por ese mundo de sombras del cual emerges, bella heroína trágica, tu hermana acaba de asomarse por aquí. Cuánto lamento que los lazos fraternales se hayan enturbiado con momentos de silencio, deseo que Helena y tú prontamente volváis a estar tan unidas como lo estuvisteis hace ya muchos años... Pues ella también llevaba el signo del sufrimiento grabado en su frente, y tú necesitas de una comprensiva confidente, después de que te rozara el peor de los presagios en tu íntimo dolor de mujer y de madre. Yo sé muy bien que era la dolorosa venganza de la muerte de tu hija la que te nubló el sentido y no escatimó muerte para el padre asesino. ¿Es que tu hijo Orestes no se acordaba de Ifigenia? Lamento que tus historias íntimas anden de mano en mano, pero no te olvides de que Esquilo quiso reivindicarte, alma poderosa de mujer.

Espero que al igual que tu hermana Helena, te aficiones al mundo internauta y nos visites muy a menudo, ya sabes que al fin, el Can te teme.
Señora, mis saludos, es un verdadero placer.

IFIGENIA DE MICENAS dijo...

Hola a todas y a todos (y digo primero a todas porque la corriente esa feminista está llegando ya a Los Infiernos: es la moda).

Yo soy Ifigenia, la hija de Agamenón y Clitemnestra, también de Micenas. Os explicaré primero cómo he conseguido salir del Hades, de Los Infiernos de las sombras.

Resulta que, como muy bien dice Isabel Barceló, o Isabel Romana, en su blog Mujeres de Roma, ahora los Romanos celebran Las Saturnales y están medio borrachos todos. Incluso el perro ese maldito, el Can Cerbero, aunque no sea Romano, también se ha sumado a la Fiesta, y se ha bebido unas pócimas que le ha preparado la bruja de Medea, esa asquerosa que mató a sus propios hijos, y se ha quedado más dormido que un lirón. Como yo he visto que otras se han escapado y han vuelto, pues yo he hecho lo mismo. Ahora está muy de moda aquí en Los Infiernos el Internet, y, a la que pueden, la gente se escapa y se conecta. Pues eso: que me he conectado a Internet y me he enterado un poco lo que pasa en el mundo de los vivos.

A mí, el blog de Antonio, la verdad, no me gusta: no he visto ni una mención a mi persona. El que más me gusta es el de Elena Clásica, porque es la única que me ha sacado a relucir en su comentario hecho aquí mismo. Ella sí que es una mujer como tiene que ser: reconoce los sentimientos de mi madre, Clitemnestra, y viene a decir que mi madre hizo lo que tenía que hacer, porque mi padre Agamenón no fue un buen padre, conmigo por lo menos. Antepuso los intereses de la flota Griega a mi propia vida y estuvo a punto de sacrificarme, es decir, de matarme, en Áulide, todo ello para que los Señores de la Guerra tuviesen una buena travesía para invadir Troya. Menos mal que mi diosa preferida, la Ártemis, consiguió engañarlos a todos y puso una cierva en lugar mío, para que fuese sacrificada en mi lugar. Luego, ya en Táuride, era otra cosa: yo me convertí en una especie de espíritu protector. Y, a consecuencia de ello, aquí en Los Infiernos tengo ciertos privilegios sobre las otras: yo me codeo con sombras de categoría superior.

Yo me he apropiado de ese poema de Elena Clásica, el que se titula Maldito seas, y se lo he recitado a mi padre Agamenón enterito, como si lo hubiera escrito yo, como si fuera mío, y todo eso en venganza por haber querido asesinarme en Áulide. Pues un padre que es capaz de matar a su hija bien se merece lo que le hizo mi madre Clitemnestra, que lo eliminó a él del mundo de los vivos y lo convirtió en una sombra y en un espectro, como todos. Y, como yo no tengo posibilidad de escribir, porque aquí no hay papel, pues eso, he cogido el poema de Elena Clásica y se le metido por los oídos a mi padre, para que se entere de hasta dónde puede llegar el rencor y el odio de su hija más pequeña. Yo no le he dicho que no era mío. Él, que de guerra sabe mucho, pero, de otras cosas, bastante menos, se ha puesto como una fiera al oírlo, pero a mí me da igual: es lo que se merecía y lo que se merece.

(COMENTARIO: Primera parte)

IFIGENIA DE MICENAS

IFIGENIA DE MICENAS dijo...


O sea que hacéis todos los que os creéis que lo sabéis todo, pues hacéis el favor de hablar un poco mejor de mi madre y no habléis tan bien de mi padre, que no era tan bueno como os creéis. Y a ver si, puestos a leer, lo leéis todo, y menos Esquilo y más Eurípides, porque Eurípides, el otro trágico Griego, me entiende a mí mucho mejor que Esquilo. Además, escribió dos tragedias sobre mí, de las que casi nadie habla.

Ahora andáis todos ocupados con esa Dido, Reina de Cartago, de Mujeres Romanas, Isabel Romana, y dais la sensación de que la única mujer que vale la pena sea esa Dido. Pues yo os digo que a mí esa Dido no me cae tan bien: primero porque maldijo a todos los Romanos y los Romanos son nuestros amigos. Y tampoco era tan inocente: que después de haber muerto su marido Siqueo, o haber sido asesinado, que me ,da igual, no tuvo más idea que intentar casarse con Eneas, ¡menudo sinvergüenza Eneas!, que luego, cuando ya no le era útil, la abandonó. Pues a mí ese tipo de mujer no me gusta, porque una mujer tiene que ser sólo de su marido, del primero. Y luego el magnífico Virgilio llama a Eneas El Piadoso. Sí, piadoso para lo que le interesa. A mí Eneas me cae mal, lo mismo que Dido. Además, ésta es una bárbara: no habla ni Latín ni Griego y todo el mundo sabe que el Púnico es una lengua bárbara. No os aclaro a vosotros, porque veo que sabéis mucho, que bárbaro en Griego significa extranjero.

Bueno, ésta es mi primera conexión a Internet y espero volver por aquí. Como ya somos varias las que nos conectamos, estamos mirando eso de la Tarifa Plana, pero, como tenemos tantas ofertas, no sabemos por qué proveedor nos decidimos.

Ahora estamos haciendo gestiones, es decir, emitiendo lamentos y alaridos más fuertes y siniestros, para ver si podemos conseguir que nuestra estancia en este lugar tan sombrío y tan solitario sea lo más breve posible, pero me temo que no va a ser fácil.

Y un consejo: aprovechad en el mundo de los vivos todo lo que podáis, que luego aquí ya no hay posibilidad de nada. Nosotros nos contentamos con poco: si consiguiéramos que, de cuando en cuando, nos visitase alguien con noticias frescas de los vivos, seríamos algo menos infelices, pero, claro, ¿a quién le pides tú que se muera, para que nos visite? Pero, bueno, ahora hemos descubierto eso del Internet, pero siempre nos queda la duda y el miedo de que nuestros malditos guardianes se den cuenta de ello y no nos dejen salir.

(COMENTARIO: Segunda parte)

Primer título: IFIGENIA DE MICENAS
Segundo título: IFIGENIA EN ÁULIDE
Tercer título: IFIGENIA EN TÁURIDE
Cuarto título: IFIGENIA EN LOS INFIERNOS: UNA SOMBRA, UN ESPECTRO

Para los amigos y amigas: GENIA

Oloman dijo...

Entre tanta mujer notable (Safo,Ifigenia, Helena, Clitemnestra...) y tan buenos manejadores de la palabra, me siento un poco desplazado; pero no quiero dejar pasar la oportunidad que nos ofrecen estas fechas, para desear unas felices fiestas a Antonio y al resto de sus lectores :)

ANTÍGONA DE TEBAS dijo...

Yo soy Antígona de Tebas, la hija de Edipo y Yocasta, y hermana de Ismene, a la que quiero mucho, tanto como Elena Clásica y Carmensabes, que también son hermanas, pero están vivas y muy vivas, ¡y que vivan mucho!, se quieren entre ellas, y también Eteocles y Polinices, de los que no voy a hablar, porque, a pesar de que son mis hermanos, no es que yo tenga demasiado cariño por ellos, porque eran Guerreros y murieron el uno luchando contra el otro, todo ello por la ambición, por ocupar el Reino de Tebas, pero no quiero tocar ese tema, ni el des las desgracias que se ensañaron con mi padre, que, en el fondo, era un buen hombre. Mi madre Yocasta también era una mujer digna. De mí el que mejor ha hablado es Sófocles, y yo os aconsejo que lo leáis.

Yo no he tenido problemas con ese Can Cerbero, porque, cuando me ha visto, se ha hecho el loco y me ha dejado salir: será por eso de que sabe que yo me enfrento a quien sea, lo mismo que me enfrenté a mi tío Creonte, el hermano de mi madre, que, ¡ése sí!, era todo un tirano, pero conmigo no pudo.

Yo os quiero desear que os lo paséis bien en La Tierra, vosotros que podéis, y más ahora que todo el mundo está de fiesta.

Yo me llevo bien con todas esas que se han ido escapando del Hades, con la de Lesbos, con la de Esparta, con las dos de Micenas, aunque la otra, la Electra, aún no ha salido de Los Infiernos, pero tengo que deciros que yo valgo más que ellas, aunque esto sea una inmodestia por mi parte. De mí dicen que tengo un carácter varonil: a mí eso no me gusta, pero sé que lo dicen con buenas intenciones. Quieren decir que yo soy valiente y muy respetuosa con mis hermanos y con mi hermana, y que yo le planto cara al que sea.

¡Hombre!, a mí el blog de Antonio, no es que me guste demasiado, pero tampoco me desagrada, porque a las mujeres que estamos ahora en Los Infiernos no nos trata mal, pero el que realmente me gusta a mí es el blog de Soledad, Soledad Sánchez Mulas, porque ésa es una mujer que se parece bastante a mí: tiene una fuerza y un ímpetu cuando se pone a escribir, que puede mirar de frente hasta la misma Safo de Lesbos. ¡Y mira que la Safo de Lesbos escribía bien! Incluso aquí, en Los Infiernos, a veces nos recita alguno de sus poemas y la verdad es que nos lo pasamos muy bien. Nos da mucha risa eso que andan diciendo por ahí, en La Tierra, sobre ella. ¡Pura mentira y asquerosa envidia es lo que le tienen todas ésas que andan diciendo que si era esto o lo otro!

Además, Soledad ha hecho lo que no ha hecho nadie más: desearnos a todas y a todos unas FELICES FIESTAS de una forma digna y bien hecha. Oye, que ha dejado un poema que es un gustazo leer. A nosotras nos interesa la sonoridad y la contundencia de sus palabras. Cuando vemos sus poemas, casi nos creemos que es la propia Safo la que se ha escapado de aquí y se ha puesto a escribir poemas, como hacía en vida.

Vosotros sí que tenéis suerte, porque os podéis conectar cuando queráis, sin tener que vencer obstáculos, y disfrutar de sus poemas que son, aunque breves en general, grandiosos como los que más.

Bueno, me despido y me voy, porque ya tendo detrás de mí a un montón de sombras y espectros, mujeres todas, que están haciendo cola para conectarse a Internet.

Hasta la próxima. No os digo: ¡A los Infiernos!, que es que se dice aquí, porque yo tengo cierta sensibilidad y sé perfectamente que eso suena mal entre vosotros.


ANTÍGONA DE TEBAS

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Queridísimo Antonio, llevo varios días entrando sin llamar a tu casa, jajaja, me superan todos estos comentarios tan sublimes y llenos de humor.

Me lo paso bomba cada vez que entro y veo una nueva visita clásica y sugestiva.

Personajes femeninos entrañables y llenitos de magia en cada palabra escrita.

Es una auténtica delicia y además, tan sumamente duvertido el ambiente que se ha creado... fascinante.

Te dejo un abrazo navideño lleno de admiración con todo el cariño del mundo.

Mucha felicidad para ti y toda tu gente.

¡¡Feliz navidad a todos!!

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elena clásica dijo...

Querida Ifigenia o amiga Genia:

Realmente eso es lo que eres genial, por decir las coas tan claras y cantar las verdades como se merecen unos cuantos, y unas cuantas.

Sí, sí, qué triste estarás por esos mundos después de la vida que te fue concedida y, que a pesar, de la ayuda de los dioses, finalmente fuiste sacrifica sin piedad por tu propio padre, ¡cómo para no enfadarse tu mamá, Clitemnestra! ¡Hombres, si es que no es para menos!
¿Sabes lo que te digo? Que no me puede imaginar mejor receptor para mi poema de "Maldito seas" que ese señor Agamenón, bueno, lo de "señor", así para entendernos.
También hay que ver los conflictos que perduran por esos mundos de sombras del "hades" que entre que Clitemnestra y Helena no se hablan y que tú, querida Genia, miras para otro lado cuando te encuentras con Medea y con Dido, pues están los Infiernos calentitos.

Entre nosotras, a Dido no se lo tomes tan a mal, que la pobre tuvo un final bien fastidiado y todo por amor... pero, bueno, tú verás, no vayas a enfadarte ahora conmigo, ya que he tenido la suerte de connocerte en una escapadita del Hades.
Amiga Genia, es un placer saludarte, reitérale mis respetos a mamá y un abrazo para ambas, que con ese marido y ese hermano que os tocaron en suerte, no queda otra que llamarlo "malditos" una y mil veces.

elena clásica dijo...

Querida Antígona:

Estimada señora, es un placer grande saludarte. Esta Navidad está resultando la más hermosa del mundo con tantas mujeres insignes salidas de los Infiernos, aunque sea por un ratito, que tienen la deferencia de conectarse a Internet y hablar con nosotros, tristes mortales, aunque amantes de vuestras historia y de la literatura que sobre vosotras se ha escrito.

Ay, Antígona, no te preocupes, que tú eres un señora, y es que, tú misma lo expresas divinamente con Safo, cuando la gente es envidiosa la empiezan a una a tachar de masculina sólo porque es toda una mujer y una "hembra de armas tomar", pues como tiene que ser... a ver si te ibas a quedar calladita sin defender tu persona, tu honor y a los que bien querías sin enfrentarte con el tirano de tu tío Creonte, ¡hombre, que ya está bien!

Oye, Antígona, qué gracia que nos conozcáis a Carmensabes y a mí por esos reinos del Hades, qué bueno, es que ya lo sabes por lo que quieres a tu hermana, Ismene, lo importante que es la complicidad fraternal entre chicas., digo, porque tus hermanos...
Nada, no te pongas triste, corramos un tupido velo.
Me alegra mucho saber que también los poemas de Soledad, llegan allá, al Hades, aquí en este mundo engañoso también nos desquitamos un poco escuchando sus palabras y leyendo su arte, siempre es un descanso en el camino.

Antígona, querida y hermosa mujer, a ver si te puedes poner de acuerdo con tus compañeras del Hades y os hacéis todas una buena suscripción a Internet, que por aquí os echamos de menos y nos gustaría mantener el contacto y enterarnos de las últimas noticias por los Infiernos. Mantenednos informados, por favor, ya sabes que el Can Cerbero no es tan irreductible como parecía.
Señora, ha sido un lujo saludarla, hasta pronto. Mis respetos para ti y para tu hermana Ismene.

ELECTRA DE MICENAS dijo...

Hola a todas, y a todos,

Primero me presento: soy Electra de Micenas, la hija de Agamenón (¡qué orgullo me da pronunciar este nombre!), y también de Clitemnestra, la maldita de mi madre (sí, ¡maldita!), y hermana de Orestes (¡éste sí que es un hombre como tiene que ser!). Yo, para salir de Los Infiernos lo he tenido fácil: le he pedido prestada su sombra y su espectro a mi madre Clitemnestra, y el maldito Can, en cuanto que me ha visto, se ha puesto a temblar: no ha dado ni un ladrido. ¡Es que mi madre Clitemnestra da miedo!

No está mal este mundo del Internet: me está gustando bastante. Oye, Elena Clásica. Yo creo que tú eres una gran mujer y tienes una inspiración que te permitiría codearte con las mejores poetisas que andan por aquí, como la misma Safo de Lesbos, y otras, que también las hay, aunque vosotras no las conozcáis. Pero, bueno, te doy un consejo: procura que tu vida en La Tierra sea lo más larga posible, porque aquí se vive realmente mal: con tanta sombra, tanta oscuridad, sin cuerpo, sin nada.

Veo que a ti te caen bien todas ésas: Antígona, Safo, Helena, incluso mi madre Clitemnestra y también mi hermana Ifigenia. Pues mira: yo no me llevo bien con mi hermana Ifigenia como tú te llevas con la tuya, con Carmen, y yo, ese poema que ha escrito tu hermana, Sisters Paintings, sobre vosotras dos, pues, sencillamente te digo que sí, que está bien, pero no es mi caso. Yo me llevo mal con mi hermana, porque ella se cree que es como una diosa y le da cierta vergüenza tratarse conmigo.

En cuanto a mi madre, pues no te creas nada de lo que dice: es una asesina y una infiel. Mientras mi padre Agamenón estaba en Troya defendiendo los intereses de Grecia, ella se amancebó con Egisto, que es un hombre repugnante, y además ella, la tonta de mi madre, se creía que la amaba, y a Egisto lo único que le importaba era el Reino de Micenas. Y mi padre no es lo que parece, ni mucho menos lo que dijo Esquilo, ni tampoco lo que os creéis vosotras. Mi padre sabía perfectamente que, cuando el Oráculo dijo que había que sacrificar a la hija mayor suya, es decir a Ifigenia, era simplemente para comprobar su fidelidad a los dioses, porque bien pronto se deshizo el entuerto y la diosa Ártemis envió rápidamente una cierva para que fuese sacrificada en Áulide en lugar de mi hermana. O sea que todo ese cuento que os ha explicado mi madre Clitemnestra ha sido para justificarse.

(Primera parte)

ELECTRA DE MICENAS

ELECTRA DE MICENAS dijo...

Fíjate si era perversa mi madre que, cuando mi padre Agamenón regresó de Troya para celebrar el triunfo, a mí me alejaron de Palacio para que no viese nada y poder ella tranquilamente, con Egisto, asesinar a mi padre, pero luego, más tarde ella se enteró de lo que es un hijo como debe ser, que ese es mi hermano Orestes, y también de quién soy yo, después que nos reconocimos entre lamentos junto a la tumba de mi padre. Y entonces mi madre se enteró bien de lo que se tenía que enterar: de que los hijos bien nacidos no pueden dejar sin vengar el asesinato de su padre. Y eso es lo que hicimos: tomar venganza sobre ella, aunque fuese nuestra madre. Y con ese asqueroso y repugnante Egisto, pues hicimos lo mismo. Ahora anda por aquí también, no como un espectro más, sino como un espectro al que nadie le dirige la palabra, es decir, los lamentos, porque aquí lo que existen son lamentos.

Oye, amiga Elena Clásica, porque ya somos amigas, ese poema tuyo, Maldito seas, me ha gustado mucho, pero no veo bien que nadie se lo recite a mi padre. Al que se lo voy a meter yo por los oídos una y cien veces es a ese maldito de Egisto, y después lo hará también mi hermano Orestes.

Y tú, Carmensabes, me vas a dar permiso para que tu poema, que también me ha gustado, el Sisters Paintings, lo retoque un poco para que yo se lo pueda dedicar a mi hermano Orestes, porque no se lo puedo dedicar a mi hermana Ifigenia, que anda por aquí diciendo que nuestro padre la quiso sacrificar, y eso no es verdad. Era todo un simulacro. Y, oídme las dos: una hija no puede hablar mal de su padre, sencillamente porque está mal, y en este caso, además de todo eso, es vociferar mentiras.

Bueno, me voy, porque hay detrás de mí toda una cola de sombras y espectros que quieren conectarse a Internet. Entre ellas veo a esa Cartaginesa, o Fenicia, que me da lo mismo, a la Dido que tan ancha está porque Mujeres Romanas le ha publicado un libro sobre sus andanzas. No sé, no sé, pero me temo que esa Dido es de armas tomar. Además, la imbécil se suicidó por despecho ante el rechazo que sufrió por parte de Eneas. A eso se le llama una mujer sin espíritu y una mujer cobarde. ¡Con la cantidad de hombres valientes y bien plantados que estaban dispuestos a casarse con ella!

Bueno, me voy a Los Infiernos, y vosotros, si queréis, ya lo sabéis: ¡iros a Los Infiernos!


¡Ah! Se me olvidaba: si queréis saber más cosas de mí, pues eso, os leéis a Sófocles y a Eurípides, que ellos sí, ellos me han entendido bien.

(Segunda parte)


ELECTRA DE MICENAS

elena clásica dijo...

Querida Electra:

Bien, bien, tomo nota de tan dolidas quejas sobre los malos entendidos que ha producido cierto tratamiento de vuestras personas, ya sombras.
Te agradezco mucho, apasionada Electra, tus palabras sobre mis versos, y a fe que intentaré permanecer en el mundo de los vivos muchos años, bien tristes se ven vuestros espectros que llenan el espacio de lamentos (aunque, en cuanto cogéis el teclado, los lamentos se verbalizan que da gusto).

Electra, pequeña Electra, cuánto quisiste y siguen queriendo a tu aguerrido padre, el gran guerrero Agamenón, cuánto te dolió que tu madre tomara a Egisto como amante... pero, querida Electra, no te olvides del terror que tuvo que pasar tu hermana: por mucho montaje que hubiera, su final no fue muy halagüeño y claro, siempre te has sentido poco querida por tu madre, pero el papelón que le tocó... No obstante, ya tu hermano se encargó de mandarlos a ambos al mundo de las sombras, donde finalmente os habéis encontrado.

Me parece estupendo que le recites a Egisto mi poema, si te sirve de desahogo, niña Electra, sea. Realmente mi poema, donde mejor encuentra su realización, es en el espacio del Hades.

Hay que ver qué cola tenéis tantas mujeres ilustres para conectaros a Internet, ya me imagino las miradas que te lanza Dido para apremiarte, y es que tú, querida Electra miras la vida al rostro y dices las cosas muy altas y muy claras, es verdad que hay muchos hombres valientes y bien plantados como para dejarse la vida por el pusilánime de Eneas, pero, piensa que no todas tienen tus arrestos, ¿verdad?

Espero que esta pequeña charla te haya animado un poco, y como eres tan apasionada y te duele todo tanto, quiero dejarte bien claro que puedes contar conmigo como amiga y que sepas que les haré más caso a Eurípides y a Sófocles en lo que a tu vida atañe, así que respira hondo, ¿vale?

En cuanto puedas te vuelves a conectar un ratito, cuando veas que hay menos aglomeración, ¿te parece bien?
Como les he dicho a tus vecinas del Hades, familia, casi todas mal que te pese, podíais daros una tregua para contratar un buen ADSL e instalar varios terminales en el Hades, si todas pudierais expresar vuestros puntos de vista tranquilamente, seguro que incluso publicaríais vuestro propio blog y os entenderíamos mejor a todas, que habéis tenido motivos personales e íntimos para tomar determinadas decisiones.

Electra, amiga, un abrazo, ha sido un placer inmenso saludarte.

Carla Tormenta dijo...

Así da gusto, personajes femeninos envueltos en las sombras del infierno.

Salen de su oscuridad y nos regalan hermosas melodías.

Mujeres guerreras, luchadoras, enamoradas, todo un desfile de poder y de espíritu más allá de la muerte.

Aquí se respira sano admirado Maestro, mis más sinceras felicitaciones.

*

Carla Tormenta dijo...

Hola Antonio, la verdad, me parece muy generoso por tu parte el enlace que pusiste de mis blogs. Estoy muy agradecida.
Llevo mucho tiempo siguiéndote a través de tu magistral espacio y siempre disfruto mucho en cada entrada.
Te conocí a través de Elena y Carmen: "the cool sisters" y estoy encantada de poder aprender tanta cultura y saborear a los clásicos en todo su apogeo.

No tengo mucho tiempo, pues he de viajar bastante, pero en cuanto puedo disfruto de estos momentos tan sumamente edificantes.

Te dejo un abrazo enorme y mi admiración amigo Antonio.

¡¡Nos vemos!!

*

DIDO, REINA DE CARTAGO dijo...

Hola amigos y enemigos míos, que muchos los hay, y también las hay:

Soy el espectro de Dido, la que fue Reina de Cartago. Por fin he conseguido salir de Los Infiernos, y conectarme a Internet, y no lo he hecho como las Griegas esas que se creen que el mundo, el de los vivos y el de las sombras, es suyo. Yo he tenido que vencer muchas más resistencias que ellas. A mí el perro ese Can Cerbero me ha lanzado unos ladridos que realmente me daban miedo. He regresado para atrás y me he presentado montada en un elefante, acompañado de otros dos. Cada uno de los elefantes se ha encargado de una de las cabezas del Can Cerbero. Le han enroscado el cuello con sus trompas y así lo tienen. Inmovilizado. A todas esas Griegas que han pasado por aquí, la Clitemnestra, la Antígona, la Electra, la Ifigenia, la Helena, también la Safo, ésa de la que tan mal hablan los recién llegados aquí, pues eso, a todas esas yo les tengo antipatía. Para mí, es como si fueran Romanas, y, lo sabe todo el mundo, yo, y todos mis súbditos, porque aquí también los tengo, pues eso, que odiamos a muerte a los Romanos y también a las Romanas. Nosotros somos auténticos Púnicos o Fenicios, que es lo mismo.

A mí me tienen discriminada aquí en Los Infiernos, como si fuera una bastarda, como si no tuviera ni derecho a estar aquí. Y todo eso porque yo me suicidé. Y ¿qué pasa? ¿Es que no se puede suicidar una, si es eso lo más digno que puede hacer? Yo lo hice porque ya estaba harta de vivir en La Tierra, y quería probar nuevas formas de vida, o de muerte, que es el caso. Yo estaba tranquilamente casada en Tiro con mi marido, con Siqueo, el único hombre que ha tenido acceso a mi cuerpo, y he aquí que mi propio hermano Pigmalión asesinó a mi marido, para convertirse él en Rey de Tiro, y hacerse con todas las riquezas. Y entonces ese desgraciado de Pigmalión se convirtió en Rey.

Entre éstas, mi marido Siqueo, es decir, su espectro y su sombra, se me apareció en sueños y me advirtió de que me marchara, porque la siguiente en ser asesinada sería yo. Yo, como siempre, le hice caso y recogí todos los tesoros que puede, porque eran míos, y me marché a Tierras Lejanas. Llegué a las costas de Libia y fundé una ciudad yo misma, convirtiéndome en Reina viuda. Yo había prometido fidelidad eterna a mi marido, y así me mantuve, y no es que me faltaran pretendientes, hasta que llegó ese maldito de Eneas, cuyos encantos me llegaron hasta los tuétanos.

(Primera Parte)

DIDO, REINA DE CARTAGO

DIDO, REINA DE CARTAGO dijo...

Luego me di cuenta de que todo era una farsa y un engaño. ¿Qué se puede esperar de un Troyano como Eneas? Pues lo mismo que de un Romano, porque los Romanos son Troyanos. Ya me lo advertía mi hermana Anna, que era mi confidente. A ella le voy yo a leer y dedicar ese poema tan bonito de Carmensabes, el Sisters Paintings, porque mi hermana Anna, que ésa sí, ésa es una auténtica hermana, se merece lo mejor del mundo, bueno, para ser exacta, lo mejor de Los Infiernos.

En cuanto a ese Eneas que me abandonó, yo desde aquí reitero mi maldición hacia él y todos sus descendientes, y, también con su permiso, el de Elena Clásica, le repetiré ese gran poema que es el que ha escrito esta mujer, el Maldito seas. Yo reconozco que Elena Clásica escribe muy bien, pero a mí no me cae bien: sólo tiene palabras de alabanza para los Griegos y los Romanos. ¡De los Fenicios, o Púnicos, o Cartagineses, que, por si no lo sabéis, os lo digo yo, es lo mismo, pues eso, que de nosotros ni una palabra, como si no fuéramos nadie! Parece que dejó su efecto aquel maldito y asqueroso Publius Cornelius Scipio Aemilianus Africanus Minor Numantinus, cuando arrasó la ciudad que yo había construido. Y me digo yo: ¿para qué narices hay que tener un nombre tan largo? ¡Es que estos Romanos se lo tenían muy creído!

Resumiendo: que de mi no habla casi nadie y ese que lo hizo, el Virgilio, lo hizo para dejarme en mal lugar, como mujer despechada y abandonada.

Ya me queda poco tiempo por estar aquí, porque los tres elefantes deben estar hasta la trompa de aguantar y retener a ese maldito Cerbero, y tengo que hablar de Mujeres de Roma. Ésa es la que me cae mejor y la he dejado para el final intencionadamente, para que no os olvidéis de ella. Ella sí que habla de mí, y se acuerda de mis andanzas. Ha llegado a mis oídos, incluso en Los Infiernos, que ha publicado un libro en el que explica mis andanzas, y, además, lo hace muy bien y con mucho cariño, el mismo que yo le tengo a ella.

Después de irme de aquí, intentaré seducir a algún Romano, como lo hice con Eneas, para conseguir de él que traduzca al Latín el libro de Mujeres de Roma, para darle con él en la cara a todos esos espectros Romanos que parecen los dueños de Los Infiernos. A lo mejor así se enteran de una vez de quién soy yo.

Bueno, me voy a Los Infiernos, y vosotros también, ¡A Los Infiernos!

(Segunda parte)

DIDO, REINA DE CARTAGO

Isabel Barceló Chico dijo...

ISABEL ROMANA:

Bravo por DIDO, que ha sido la más ingeniosa y más hábil para salir del infierno, siquiera por unas horas. No ha esperado que Cerbero se emborrachara ni se atufara con el humo de algún brasero, sino que ha tomado ella la iniciativa con sus elefantes. Así es Dido y así debe ser: valiente, decidida, ingeniosa ante cualquier situación, por extraña o compleja que sea. Y así lo demostró al elegir la muerte.

DIDO:

¿Alguien duda que sea una elección? ¿Y por qué todos os habéis creído la patraña de Eneas de que me quité la vida por él?
No me critiques ni me juzgues, Electra, que yo no te juzgaré a tí. Sí, odio a los troyanos y sus descendientes romanos, que nos agraviaron de la manera más infame. Ellos no nos odian menos a mí y a mi pueblo, y creo saber por qué: saben que se comportaron como unos cobardes y así, prefieren antes insultarme y odiarme que pedirme perdón. ¿No huyó de Troya Eneas? ¿Por qué no se quedó, como un verdadero guerrero, hasta perder la vida? Respondéos a esa pregunta y comprenderéis todo el resto de la historia.

Por lo demás, ya que me desprecíais tanto y os dedicáis a hacerme el vacío - si es que hay algo diferente al vacío aquí en el reino de las sombras - no temáis: la reina Dido no posará ninguna vez su vista sobre vuestras sombras conformistas, entregadas. Sí, he muerto por mi propia voluntad. ¿Quién de vosotras puede decir lo mismo? ¿Os mandó a la muerte (o deseó hacerlo) vuestros padres, los jueces, el tiempo...? Yo me anticipé a todo eso y ni seres humanos ni divinos me quitaron la vida. Yo he sido su única dueña. Aprended.

DIDO REINA DE CARTAGO

Isabel Barceló Chico dijo...

Querido Antonio, te deseo lo mejor en este año que está a punto de comenzar. Que siga creciendo tu creatividad, tu amor por lo clásico, tus deliciosas amistades, tu entrega a este blog. Y que tu querida Ana y tu hija te amen cada vez más. Un abrazo muy fuerte y hasta pronto.

Poeta Carlos Gargallo dijo...

Querido Antonio, gracias por sus palabras para mi poema y mi persona. No dude ni un minuto que mi deseo de felicidad en este nuevo año, va de todo corazón hacia usted y los suyos. Un abrazo desde Murcia. Aquí tiene un amigo.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Entrañable e íntimo es, amigo Carlos, el ambiente que creas con este poema, ANSIEDAD DE TENERTE EN MIS BRAZOS, sobre la lámpara, con esa complicidad que acompañan todos los detalles: la noche, la ventana, la luna, los párpados cerrados, los labios, los besos...

Muy apropiado para estos días, llenos de calor familiar, por mucho frío que haga en la calle.

También yo te deseo lo mejor para todos los meses de este año y los muchos meses y años que con seguridad seguirán.

Un cordial saludo,

Antonio

ΠΕΡΣΕΦΌΝΗ, PROSÉRPINA, REINA DE LOS INFIERNOS dijo...

INTERNET DESDE LOS INFIERNOS CERRADO PROVISIONALMENTE POR ORDEN DE ΠΕΡΣΕΦΌΝΗ, PROSÉRPINA

Soy Περσεφόνη [Persephónē], la que los Romanos llaman Prosérpina. Como sabéis, yo me paso una parte del año en La Tierra y otra en El Hades, en Los Infiernos. Soy la reina de Los Infiernos. Mis súbditos son sombras y espectros. Algunas de ellas, porque todas eran sombras de mujeres, me han desobedecido, aprovechando mi estancia en La Tierra, y se han burlado de mi fiel Can Cerbero, engañándolo o hechizándolo, incluso amenazándolo. De esta forma han conseguido pasar unas horas entre vosotros, el mundo de los vivos. He salido yo a echar un vistazo y me he encontrado con este espacio lleno de comentarios de súbditas mías.

Eso no me ha gustado ni un pelo, de forma que lo he borrado todo de esta primera página, y lo he dejado donde debía estar, en comentarios, pero no os preocupéis, porque a mí este mundillo de Internet también me gusta. También podría suceder que sea yo misma la que les dé permiso a esas sombras y espectros para salir nuevamente de este Infierno y pasar unas horas con vosotros, y, sobre todo, con vosotras. Y es que las del género femenino tenemos que ser salidarias unas con otras, sin distinción de lugar de residencia, si a este lugar se le puede llamar así.

Me vuelvo a LOS INFIERNOS, y vosotras también, ¡A LOS INFIERNOS!

Natàlia Tàrraco dijo...

!!Basta ya!!! lloronas griegas, troyanas, cartaginesas, mentirosas todas, en el Hades nos hemos visto pero me volvéis la espalda, estiradas y míticas, inventadas, pero ese perrito de tres cabezas me lame la mano, es mi faldero.
Yo, Livia, esposa de Augusto, ROMANA, patricia, matrona, Augusta, os saludo con un tíbio y desdeñoso !ave!
El temperamento romano es fuerte y el de las romanas, el doble aunque llevemos delicadas stolas y no nos paseamos con un labrado pectural y un emplumado casco por el imperio conquistado, todo de este a oeste, incluida la maldita Cartago, DELENDA EST CARTAGO, !bien dicho carca Catón, vejestorio, ahí acertaste por la Mater Matuta.
Harta estoy de vuestra femeniles quejas, sólo eso sabéis, lloriquear y arañaros el ajado rostro.
Helena, mientes, en brazos de bello Paris te arrojaste y luego en los de su hermano Deífobo, de cama en cama para volver mansita al lecho del indigno consorte Menelao, el pelirrojo gordo. Miente Safo al hacerse la estrecha casta, pregunta a las niñas que "educaste" ¿hasta dónde?
No quiero mentar a la adúltera Clitemnestra, ni a la hijuela de Agamenon que convirtió en homicida y matricida al joven Orestes.
No quiero, voto a Juno, citaros más, espectros de Micenas, griegas, cautivas troyanas, esa vidente loca de Casandra, la perra Hécuba, íncubas, espírutus Penates, Lemures, Larvaes...!larvas todas!
Pero a la que más aborrezco a la púnica Dido, esa que se acostó deleitosa con Eneas, padre de los padres de mi Augusto marido, y luego quería retenerle con seductoras tretas para que no se consumase su glorioso Destino, ser el origen de ROMA. Lo sé de cierto, me lo contó Virgilio, jajaja, o más bien yo le dicté ese fragmento, qué dulce el poeta.
Volveos todas a los Infiernos, vuestra gloria fue inventada, la mía real como el Capitolio y los Foros. Desde los Elíseos, tendida en pasto fragante, os veo vagar, ánimas en pena, siempre plañideras, nunca contentas ni con vuestras sombras.
Yo, Livia Drusila dómina imperial os maldigo extranjeras, yo era la DIGNITAS romana, tejía el telar, oraba a Vesta en el sencillo larario de mi casa, cocinaba de todo...hasta setas envenenadas, jajaja, eso dicen.
Yo MATER amantísima, velé por mi Tiberio hasta alzarle en el poder, cualquier obstáculo lo aparté, no lo niego, para hacerle César.
Yo en fin, os detesto, no deseo que la tierra os sea leve sobre vuestras cenizas, imploro a las Furias para que de una vez por todas "lupas", !Medusas! se os olvide, humo sois, nada.
Yo fui bella y deseada pero no utilicé en vano mis encantos, me dediqué a otros temas nada femeniles; era firme y actuaba en un mundo de hombres, compartí EL PODER con mi esposo de tú a tú, y clamo !salves ROMA!
No todo han de ser loores, adulaciones mútuas y patéticas, ni aplausos para vosotras, ínfimas criaturas. !Cunnus!
Supe gastar la vida aplicando la frase del flaco o más bien, fláccido, Horacio: CARPE DIEM, y no me lamento, declaro que viví y no lloré ni me lamenté. Gracias Destino y Fortuna por haberme hecho nacer romana.

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