Etimológicamente es el conejo un derivado del Latín cuniculus [cunículus] [madriguera], que a su vez deriva del Ibérico, o del Vasco (Vide: Antoine Meillet & Alfred Ernout, Dictionnaire étymologique de la langue latine, Paris, Éd. Klincksiek, 4º Edic. 2001), con el mismo significado y no es, como algunos creen, un diminutivo del Latín cunnus [coño], que se relaciona, a nivel etimológico, con otra palabra también vulgar, culus [culo]. Queda pendiente de estudio la conexión que existe entre el conejo en su acepción literal y en su acepción metafórica, es decir, cuando se sitúa entre las columnas, algunas veces jónicas, que sostienen el cuerpo femenino, vamos, lo que las mujeres tienen inter inguina [entre las ingles]. Aparece documentada por escrito la palabra conejo por primera vez en la lengua de Cervantes en 1130. Cuniculus está documentado en Latín desde Gayo Valerio Catulo (87-54 aC), en su Carmen [Poema] XXV, que empieza con estas palabras:
Cinaede Thalle, mollior cuniculi capillo.
[Maricón de Talo, más tierno que el pelo de un conejo].
La maja desnuda
98,00 cm x 191,00 cm
1797 - 1800
Sala 36
Según Plinio el Viejo (Naturalis Historia, 8, 217), el vocablo es de origen hispano, porque en la Hispania Romana abundaban los conejos. Lo dice el propio Gayo Valerio Catulo (Carmen XXXVII, 18), donde a un tal Egnatius, hombre de depravada vida y fama, oriundo de Hispania, lo llama:
Cuniculosae Celtiberiae fili.
(Hijo de la Celtiberia rica en conejos).
Queda pues constatado que no hay ninguna relación entre cunnus [coño] y cuniculus [conejo]. Al decir de Cicerón, es una palabra vulgar y sólo la utilizan los Satíricos, los Priapeos (Poemas fálicos, referidos a Príapo, el dios protector de los campos de labranza, de la fecundidad masculina, y también de la masculinidad), y los Graffiti (Incripciones en las paredes, generalmente, de los prostíbulos). En la Antigüedad recibió su correspondiente culto, pues tenemos constancia de que en Grecia se le rendía culto como símbolo de fecundidad en las fiestas en honor de Deméter que se celebraban en Eleusis. Las mujeres ofrecían a la diosa pastelillos en forma de cunnus [coño]. Algo semejante ocurría en Roma:
Illa siligneis pinguescit adultera cunnis (Marcial, IX,2,3).
[Ella, la adúltera, engorda con coños de flor de harina].
Mirator cunni Cupiennius albi (Horacio, Sátiras, I, II,36).
[Cupienio, admirador de un coño blanco].
Nam fuit ante Helenam cunnus taeterrima belli causa.
(Horacio, Sátiras, I, III, 107-8).
[Pues ya antes de Helena un coño fue la causa tristísima de la guerra].
Establecida la imposibilidad de relación entre el cunnus [coño] y cuniculus [conejo], el conejo y el conejo, en sus dos acepciones, veamos ahora cómo se podría definir lo que es un conejo.
Tarea difícil es ésta ya que a primera vista no se ve que haya demasiada relación entre el conejo semoviente, el que salta y, sobre todo, corre, y aquél otro que simplemente se corre. El uno lo hace de forma instintiva, ante un peligro inminente y el otro exactamente al revés, cuando pretende un acercamiento, cuando manifiesta un deseo. Ambos pueden estar húmedos: el uno de sudor, de tanto correr, y el otro de humedades que hacen que se corra. Quiere ello decir que en el uno las afluencias de líquidos vienen provocadas por el excesivo ejercicio y en el otro se presentan para facilitar el ejercicio. Ambos tienen pelo, ambos son sensibles al tacto. No obstante las formas son variables en ambos y variantes en el segundo. Más oquedades, más abertura tiene el segundo y, también, más sinuosidades. Tampoco el color es el mismo. El uno tiene color fijo, pardo, blanco, atigretado algunas veces; en el otro predomina el sonrosado vivo. El uno corre campo a través y el otro se corre hacia dentro (y hacia fuera), aunque también tiene manifestaciones externas. El uno apenas despide aromas, el otro adquiere unas odorancias que se impregnan de densidad a medida que entra en actividad.
La maja desnuda
98,00 cm x 191,00 cm
1797 - 1800
Sala 36
Respecto a los cuidados que necesitan uno y otro, hemos de anotar una gran diferencia: el uno es autónomo, no necesita cuidados, el otro necesita ser tratado con cierta asiduidad y alimentado con atenciones especiales: no se puede por ello decir que tenga vida propia, ya que necesita de la atención y la manutención de un agente externo. El uno se te escapa, el otro se te retiene; el uno huye, el otro se te acerca, casi te habla, casi a gritos. El primero suele esconderse en su madriguera, el otro es su propia madriguera: a veces se resiste, otras veces no, tiene sus caprichos, no siempre se deja coger, a veces es tímido, otras agresivo, unas veces se presenta él mismo, otras se hace el esquivo, se retrotrae.
Resumiendo, podemos decir que entre las dos especies de conejos existe una clara preferencia, comúnmente aceptada, por el segundo: es más juguetón, es más agradecido, es más comunicativo, es más dócil, no se suele escapar cuando se tiene atrapado, es sonriente, casi habla, a su manera, claro.
Éstas son las reflexiones que hemos podido establecer sobre los orígenes de los vocablos y las características esenciales de tan importantes seres vivientes. Queda para una posterior ocasión la comprobación empírica de los principios aquí enunciados. Ha sido un estudio rápido, pero riguroso, el que hemos pretendido hacer. Incompleto lo es, por supuesto, pero puede ser el principio de una investigación que puede completarse más adelante, cuando dispongamos de más tiempo y más bibliografía, sin que se olvide la práctica que necesita cualquier investigación seria que se precie de serlo.
Es lo que he podido concluir, para vosotras y vosotros también, con humor y en tono cariñoso e íntimo, pero con seriedad.
Cerámica pintada
Isla de Sacrificios, 900-1521 d. C.
El conejo se asocia al pulque, única bebida embriagante de la época en Mesoamérica, asociada a rituales mágico-religiosos. Este vaso serviría quizás para beber pulque.
British Museum, Londres
Ethno. 1844.7-20.947
Late 2nd century BC
© R.M.N./Arnaudet - J. Schormans
Museo del Louvre
Hola, querido Maestro, me encanta esta entrada tan didáctica e interesante sobre el conejo, gran estudio sin duda. He de decir que la sonrisa no se me ha quitado de los labios desde que empecé a leer tan instructivo análisis.
Te regalo un poema a propósito del asunto, de la poetisa Isla Correyero:
Mi coño es negro como carbón
evaporado. Pero se vuelve azul a la luz
de la tele y de la luna.
La característica más peculiar que
explica su color y su forma
es
que tiene circulación lenta y
estremecida que va navegando hacia la
tinta de las venas y se abre al desamparo
de mi dormitorio como si
comprendiese que un dedo impenetrable,
masculino,
no pasara por él ni por las sábanas.
Sería una esperanza considerar
que sobre mi coño solitario aún pueden
caber volúmenes remotos
o
un pañuelo azul que penetrase las dos
mitades húmedas y abiertas y así pasar
esta tela azul, ensangrentada,
quedándose,
rompiéndome
porque mi coño ya es invencible,
mi enemigo.
Aislado del amor
cualquier coño es violento.
(De su libro: Mi coño azul)
Abrazos y sonrisas verticales, amigo supremo de la sabiduría.
Muchas gracias, amiga Carla, eres un primor.
Antonio
Carmen Pascual, con el pseudónimo de Carmensabes, nos regala un sugerente poema de ISABEL ESCUDERO, titulado A TI, QUE DE PAR EN PAR…, que podéis leer en Comentarios o pinchando aquí mismo: en este caso encontraréis bastantes poemas más, relacionados con el mismo tema, así como una serie de imágenes reales y expresivas de uno de los conejos que se estudian aquí, el conejo femenino, vamos, el coño.
Muchísimas gracias, amiga Carmen.
Antonio
21 comentarios:
Mi querido Antonio, maestro y amigo:
Me he quedado boquiabierta ante la pantalla, viendo un estudio filológico tan detallado y fascinante. La colección de imágenes me ha atrapado igualmente.
Quería saludarte en primer término y felicitarte por la entrada que nos ofreces desde tu profundo sentir y amor por la Filología.
Es una entrada en la que el tema se trata de manera exhaustiva y profunda, me permito volver a ella y empaparme de conocimientos para volver a compartir mis impresiones y plantear dudas.
Te envío un abrazo gigante.
Querido amigo Antonio:
Préstame tu musa, no la acapares para tí solo.
¡Qué grandioso y escurridizo artículo! Con el rigor y el humor de un Clásico.
La verdad es que está todo en este artículo. Yo creo que la literatura universal está contenida en él y el tema es tan vasto, que se puede empezar a hablar de lo que se quiera y estoy seguro que hay menos de tres grados de separación, desde cualquier sitio en que empiece hasta llegar a "el esquivo conejo".
Mis preferencias evidentemente van por el "segundo conejo", en este caso, me considero un "ecologista humano".
Este "conejo" que en una imagen feliz, has descrito como que "es su propia madriguera", tienen llamémosles así,unas "águilas que lo defienden", sobre todo cuando es tímido o indeciso. En castellano se les llama manos y lo "placan todo", empezando por la "serpiente" y neutralizando también a las propias aves de cinco dedos, cuya misión es reconocer el territorio y localizar y facilitar el acceso a la "madriguera", de la serpiente.
Serpiente que no se come al conejo, a pesar de parecerlo por el desmesurado tamaño que alcanza, dentro de la madriguera.
Lo cierto es que solo entra a dejar un presente y cuando sale, recupera su tamaño normal, el conejo está intacto y hay ocasiones en que la visita es tan fulgurante que el conejo ni siquiera se entera, salvo por las huellas en el felpudo, de que ha tenido visita.
Es evidente amigo Antonio que a este artículo tuyo del "conejo", volveremos para aportar, como dices, bibliografía y la "práctica" y experiencias "que necesita cualquier investigación seria que se precie de serlo".
Sino fuese demasiado pedir, me gustaría un enlace a la bibliografía sobre dicha "práctica".
¡Genial! amigo Antonio
Hola querido Maestro, me encanta esta entrada tan didáctica e intersante sobre el conejo, gran estudio sin duda.
He de decir que la sonrisa no se me ha quitado de los labios desde que empecé a leer tan instructivo análisis.
Te regalo un poema a próposito del asunto, de la poetisa Isla Correyero:
Mi coño es negro como carbón
evaporado. Pero se vuelve azul a la luz
de la tele y de la luna.
La característica más peculiar que
explica su color y su forma
es
que tiene circulación lenta y
estremecida que va navegando hacia la
tinta de las venas y se abre al desamparo
de mi dormitorio como si
comprendiese que un dedo impenetrable,
masculino,
no pasara por él ni por las sábanas.
Sería una esperanza considerar
que sobre mi coño solitario aún pueden
caber volúmenes remotos
o
un pañuelo azul que penetrase las dos
mitades húmedas y abiertas y así pasar
esta tela azul, ensangrentada,
quedándose,
rompiéndome
porque mi coño ya es invencible,
mi enemigo.
Aislado del amor
cualquier coño es violento.
(De su libro: Mi coño azul)
Abrazos y sonsisas verticales amigo supremo de la sabiduría.
Me ocurre como a carla tormenta, que no he dejado de sonreir. En tema tan escurridizo y delicado, tu fino humor resulta alegre, instructivo y revitalizante. Ojalá muchos varones lo lean y tomen nota de las diferentecias entre ambos especímenes y los cuidados que el más femenino de ellos requiere.
Un beso enorme, maestro.
Vuelvo una vez más, querido amigo Antonio a tu precioso Soliloquio "CVNNVS et CVNICVLVS [COÑO y CONEJO]", creo, ya lo he dicho, que en este artículo tuyo, está contenido el universo.
Este "cunnus [coño]", siempre apoyándonos en tus conocimientos filológicos, se me ocurre que es un olvidado en ocasiones, "motor de la historia"; mencionas a Horacio, "(Horacio, Sátiras, I, III, 107-8)", "[Pues ya antes de Helena un coño fue la causa tristísima de la guerra]", mostrando claramente que "el acceso al servicio del "conejo"", es causa de la guerra, añadiríamos que "la denegación del acceso al servicio del "conejo"", es la causa del fin de la guerra entre atenienses y espartanos, Aristófanes dixit en "Lisístrata.
Su poder está claro, pude iniciar y acabar las guerras y siendo éstas "la acción colectiva humana", mas devastadora que se conoce, están sin embargo sometidas al "capricho de un "conejo"".
En la preciosa anotación de Carla Tormenta que, con muy buen tino has situado como colofón de tu soliloquio, se halla un verso final estremecedor sobre este "animal" capaz de todos los prodigios:
Aislado del amor
cualquier coño es violento.
Para evitar esto, propongo que los seres humanos, los "hombres en particular", aunque "no exclusivamente", se dediquen como "una obligación moral", a hacer visitas, relámpago en algunas ocasiones, todo sea por la eficacia de llegar al mayor número de "conejos"; en situación de "abandono del amor", en situación de "aislamiento", en situación de "exclusión social". Pues Aristóteles, ya dijo que el "hombre" es un ser social", pero de la "mujer", portadora y templo del "cunnus [coño] y cuniculus [conejo]", parece que no la menciona.
Espero que esta "humilde proposición", no se vea como de parte interesada, sino como una aportación al tema del debate.
Recalcar una vez más, que en caso de que se aceptase esta "humilde proposición", de origen platónico, debería hacerse a través de los poderes públicos, crear el Ministerio adecuado y éste sería el encargado de dar a cada hombre, la Cartelera, con las fechas y horas de las "visitas y atenciones" a los "cunnus/cuniculus".
un saludo, querido amigo Antonio
Apreciado amigo Antonio,
el tema que tratas creo por segunda vez, resulta apasionante y cargado de rigor mo cabe duda, pues situarnos en el origen del auténtico conejo y su realidad se me antoja fascinante y lleno de matices.
Me quedo, con ese que portamos las féminas, como dueñas del universo.
Sabemos que mueve montañas, que su poder es ilimitado, los hombres caen a nuestros pies rendidos con tan solo descubrir la fragancia propia que altera sus feromonas al acecho, se tornan débiles y manipulables ante su cercanía... no en vano es el origen el mundo, lo sé, todos lo saben, nosotras lo sabemos...
Como postre te dejo también un poema, pues Carla ha tenido una excelente idea al regalarnos ese encantador texto de la fantástica Isla Correyero.
Te dejo un abrazo enorme, mi admiración y una poesía de:
ISABEL ESCUDERO
(Quintana de la Serena- Badajoz- 1944)
(A TI, QUE DE PAR EN PAR…)
A ti, que de par en par a la noche te abres
y sueño de amor mana de tu dulce fuente,
a ti, cuya prieta sombra me da la luz más alta,
primero y último lugar en que me escondo,
a ti, que tan agradecido de mis trémulos dedos
tañes a veces la más dulce melodía,
a ti, oh lengua de las lenguas del silencio,
mudo de temblorosa voz estremecida,
a ti, volcán de mieles, arrullo de palomas,
pez fugitivo, vértigo del nadir, agüita local,
a ti, que no eres mío y todo me lo ofreces,
que igual en frío que en estío desvarías y afloras,
a ti, que llaman demonio meridiano, y tu pecado
capital me lleva al vuelo las penas todas,
a ti, que de la madre coronado me vienes
de olorosa mirra y de lujosos desmanes,
a ti, inteligencia de mis sabias abuelas,
a ti, turbio desvelo de mis viejas mujeres,
a ti, luna roja que del frondoso monte asomas
y viertes tu panal en largas libaciones,
a ti, por quien el padre con el hijo se disputan
por el mullido musgo de tu húmeda gruta,
a ti, mi fuente de alegría, mi rosa, mi granada y mi tesoro,
mi soledad, mi lluvia, mi razón y mi locura,
a ti, a ti, a ti,
te canto ¡coño!
--
¡Qué bueno, Antonio!
Ya te había leído una entrada anterior sobre este tema, y, como entonces, no he podido evitar la risa abierta ante tu estudio -serio y correcísimo, por otra parte-.
Es que las palabras son así... y quienes tenéis la fortuna de conocerlas en profundidad, podéis disfrutar más aún de ellas.
Gracias por compartir con nosotros esta delicia.
Un beso.
S.
Mi queridísimo Antonio:
Vuelvo a deleitarme con tu excelente trabajo, lleno de rigor filológico a la par que de sentido del humor, como no podría ser de otra manera por estos Lares.
Disfruto enormente también con los comentarios de los amigos, las citas de los Clásicos, y por supuesto con los bellos y delirantes poemas aportados por Carla Tormenta y Carmensabes.
Haces referencia, querido Antonio, a la raíz indoeuropea (s)ku-, que ya documenta Pokorny en su diccionario etimológico indoeuropeo, y viene a significar "cubrir" y a asociarse con la "piel" u otra envoltura, a partir de ella, a los consabidos "cunnus", "culus" y el "cutis" también.
Y dejas clara pues la diferencia entre el vocablo de origen ibérico "cuniculus" y las palabras derivadas del (s)ku- indoeuropeo.
Una aclaración necesaria, ante la falsa relación que se suele hacer entre ellas con motivo de otra asociación léxica, la metonímica.
Así, desde mi punto de vista, hay una relación entre el "cunnus" y una gran diversidad de animalillos campestres como el conejo o el castor, habría que estudiar la referencia a la designación des sexo femenino en diversas lenguas; parece que inglés predomina el "castor", mientras en Chile, se denomina "zorra", es manifiesta la asociación metonímica por la apariencia asociada a la suavidad del tacto externo.
La relación, por tanto, entre "cunnus", y "cuniculus", vendría dada posteriormente por asociación semántica y no porque una proceda etimológicamente de la otra.
Así, habría otra asociación semántica entra "cunnus" y la forma interna de la vulva femenina, relacionada con la familia de los mariscos bivalvos.
Por otro lado me gusta mucho el estudio literario dedicado al uso del vocablo "cunnus" por parte de Marcial y Horacio, de manera satírica, y por supuesto, el apunte de nuestro amigo Ar Lor, con el recuerdo del argumento de "Lisístrata" y la referencia a Aristófanes.
Me encantan las imágenes, con las que tierna y encantadoramente adornas el tema, respeto de Maestro, lección de Filólogo, y sentido del humor del Amigo.
Por todo ello, mi querido Antonio, enhorabuena por esta entrada que supone un minucioso estudio y por el hilo del coloquio al que ya has dado lugar, y donde lo pasamos cada vez mejor disfrutando entre amigos.
Un beso gigante de tu admiradora Ἑλένη.
Querido amigo Antonio, con tu permiso voy a alabar a Elena. Necesito otro permiso más, pues ya voy ocupando mucho espacio en esta entrada.
Con intervenciones como la suya, tan magnánimas en conocimiento, he sentido bochorno de las mías.
Vamos, algo así como comparar un cortauñas con un florete.
Y eso es todo
Un beso, Elena
Hola a todos, con el último comentario de Ar Lor, yo no pido permiso a nadie, simplemte os digo a todos felicidades por vuestras clases magistrales en todas y cada una de vuestras intervenciones. Sino existieran oyentes en una conferencia de qué servirían las exposiciones del orador. Todo semilla es frutífera en cualquier rincón del mundo, así como mi mundo cada día se enriquece y empama con mucho orgullo de vuestros conocimientos. Gracias a todos.
Rosario Martín
Amigo Ar Lor,
Oportunamente recibirás mis alabanzas a tus intervenciones en esta reflexión. Comparto tus alabanzas para Elena Clásica, pero también te aseguro que tus intervenciones demuestran una categoría, y un profundo sentido del humor y de lo práctico, que no tienen parangón.
Tienes toda mi complacencia para que intervengas aquí siempre que quieras. Te expreso mi más profundo agradecimiento y toda mi admiración.
Tus comentarios son tan irónicos, humorísticos y profundos, que hay que tomárselos muy en serio, y tus propuestas son, además de muy sensatas, de un sentido práctico que más de uno quisiera.
En cuento a nuestra común amiga, Elena Clásica, ¿qué puedo añadir yo a su Sabiduría, a su Sensatez, a sus profundos conocimientos? También a su sentido del rigor y la exactitud. Ha tenido la cortesía de dejarnos a todos un par de comentarios: el segundo es que no tiene desperdicio alguno. Cada palabra suya es un pozo de Sabiduría: uno, por lo menos yo, se da cuenta rápidamente de que, ante un Sol como es ella por el brillo que le da a todo lo que escribe, no nos queda más espacio que quedarnos con la sensación de que hay que ponerse a sus pies. Tan grande es su capacidad de expresión, y, claro, a esa capacidad de expresión corresponden un cúmulo de conocimientos que todos envidiamos, dicho sea de paso, en el mejor sentido de la palabra.
Un abrazo para ti, y un beso para nuestra Elena Clásica.
Antonio
Querida hermana Rosario,
Ya que eres tú la que te has identificado, pues eso, que es un gran placer para mí que todos, y todas, sepan que eres mi hermana, porque así lo quiso la Naturaleza. Te agradezco enormemente tu intervención y te digo que sólo cuando uno está seguro de que tiene lectoras tan finas y tan inteligentes como tú es capaz de escribir algo que valga la pena. Me complace que lo que aquí se escribe te sirva para ampliar tu buen sentido de la vida y tus profundos y sensatos conocimientos. Si, además de eso, te pasas un rato agradable, pues ya lo tenemos conseguido todo.
Te envío un beso especial.
Tu hermanito que, para que todos lo sepan, te gana sólo en años.
Antonio
D. Antonio, he de reconocerle sin ambages que da un poco de miedo penetrar en el mundo de su blog; en él descubres la profunda ignorancia en que puedes estar inmerso.
Como hago siempre, pido su permiso para acompañarle y lo haré gustoso de obtenerlo.
Al mismo tiempo se lo recomendaré vivamente a mi hijo, recién licenciado en Filología.
Amigo Don César,
Muy buena la copla de Don Ramiro de Dospechos, la que nos presenta Vd. en su incipiente blog,: ya, con su permiso, me he hecho seguidor de este blog, que, por lo que veo, es muy interesante. Lo visitaré con frecuencia, a ver si encuentro algo nuevo.
En cuanto a su entrada en mi blog, le digo que tiene Vd. toda mi complacencia para visitarlo siempre que lo considere oportuno y le agradezco que lo aconseje a su hijo, recién Licenciado en Filología. En él encontrará un poco de todo, cosas malas y también, ¿cómo no?, alguna que pueda tener algún interés.
Reciba un afectuoso saludo,
Antonio
D. Antonio, una alegría saludarle, aunque sea para discrepar. Su entrada una delicia. Y, desde luego, trasmitirle la emoción que me ha causado la foto homenaje a sus padres.
Pero, vamos al lío, maestro. Su blog, y muchos otros, tiene una excelente música. Entienda que esto es completamente subjetivo. Y que, cuando visito un blog NO MUSICAL busco opinión, imágenes, no voy a un concierto.
En el sitio desde donde escribo, sintiendo el rumor del viento en los árboles, mirando los prados y escuchando los pájaros y algún relincho, yo también tengo una música incomparable.
Pero, no la grabo y se la pongo a usted. Aunque tenga la posibilidad de apagarla. En todo caso podría ser al revés, que el lector pueda tener la opción de conectarla. Usted es libre, amigo, haga como prefiera.
Un fortísimo abrazo, querido.
Amigo Don Alfredo García Francés,
Es todo un honor para mí que Vd. se haya paseado por mi espacio. Al respecto le digo que me ha tocado la fibra más sensible al haberse fijado en esa fotografía del año 1964 en la que aparecen mi padre, mi madre, y mis hermanos. Efectivamente es lo más tierno y preciado que hay en mi blog.
Respecto al asunto de la música, tengo que decirle que yo no tengo la suerte que tiene Vd. de poder escuchar los pájaros y los sonidos de la Naturaleza desde su casa. Si a mí se me ocurre dejar alguna ventana abierta, lo que oigo es el zumbido de las malditas máquinas que están perforando Barcelona entera, con la maldita idea esa del AVE, las idas y venidas de los camiones, el maldito (permítame la redundancia) ruido de las repugnantes motos, y alguno que otro grito que procede de la calle, eso sí, en los más diversos idiomas, suponiendo que lo que oigo muchas veces sean palabras y no simples alaridos emitidos por humanos.
En estas circunstancias, Vd. comprenderá que yo me refugie en la celestial música de Johann Sebastian Bach, al tiempo que puedo leer también sus bien redactados y atrevidos artículos, los que Vd. publica con asiduidad. Claro, eso lo consigo dejando mi blog abierto, al tiempo que, entre otras cosas, me deleito leyendo el suyo.
Reciba un cordial saludo,
Antonio
Le agradezco enormemente tanto su visita, como sus palabras.
Siempre será un placer recibir sus visitas. Quizás me equivoque, pero intuyo cierta incomodidad por su parte, por lo que, si usted lo desea, puede visitarme en alguno de mis otros salones.
Reciba un afectuso saludo de una nueva seguidora.
Señora Doña i am,
Todo lo contrario de la sensación que Vd. tiene. Yo soy un espíritu libre y no estoy acostumbrado a autocensurarme. Siendo así, tenga por seguro que no tengo problema alguno en entrar en sus salones, cualquiera de los tres. Todo al contrario: es un placer ver la Realidad desde perspectivas varias y variadas. Como podrá observar, ja me he hecho seguidor de los tres.
Reciba un beso,
Antonio
Don Antonio:
Qué explicación más sesuda nos ha dejado usted en esta entrada. Y, vaya que conejos!
Me parece que usted nos ha dejado una inquietud muy grande sobre el doble uso de la esta palabra y, como hay que tenerlo claro a la hora de arrimarse a un buen conejo, me daré a la tarea de seguir investigando sobre la génesis de ésta palabra que ya, leyéndolo a usted querido maestro, me producido una excitación entendida ésta de cualquier manera.
La risa no me ha faltado, es que ha sido genial su entrada; es una entrada triunfal!
Siempre me han gustado los conejos, qué le voy a hacer!
Felicitaciones maestro y un abrazo por su Simona.
Amigo Gustavo,
Le auguro y le deseo el mayor éxito al libro colectivo de poemas COMPROMISO CON LA VIDA, que ha publicado Vd. en colaboración con otros escritores. Tengo que decirle que, de los cuatro poemas que nos presenta en primicia, los que más me han gustado son:
Mi Madre, de Miriam Echevarría
y
Pablo Neruda, cuya autoría le pertenece a Vd.
El primero tiene una significación especial, porque siempre es poco lo bueno que se puede decir de la madre de cada uno, porque no hay nada más grande ni mejor que una madre, y de eso se da uno cuenta del todo, por desgracia, cuando ya la ha perdido.
En cuanto al poema que Vd. dedica a Pablo Neruda, pienso que ha logrado Vd. describirnos al hombre grande, al poeta íntegro, integrado con su pueblo, que es el nuestro, y con todos sus ideales.
En otro orden de cosas, me ha gustado el comentario que ha hecho Vd. en mi espacio. Efectivamente, Vd. han entendido el texto en su integridad, y tengo que confesarle que yo también me he reído y sonreído con Vd..
Mis mejores deseos para la propagación del libro COMPROMISO CON LA VIDA, que procuraré agenciarme a la brevedad posible.
Reciba un cordial saludo,
Antonio
Don Antonio:
Mil gracias he de darle por su amable comentario; usted ha entendido en toda su intensidad y profundidad tanto el poema de Miriam como el mío; siempre tuve a Pablo Neruda como uno de mis más grandes referentes, sin dejar atrás, desde luego, a Miguél Hernández, García Lorca, Porfirio Barba Jacob y Mario Benedetti.
Le reitero, mi estimado Maestro, mi admiración y respeto.
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