Amor verschießt zweierlei Pfeile: Einen Goldpfeil erhält Apollo. Er entbrennt in Liebe zu Daphne.
Einen Bleipfeil schießt der Liebesgott auf die Nymphe Daphne. Sie lehnt nun die Liebe ab.
Amor shoots two kinds of arrows: Apollo is hit by a golden arrow. He falls in love with Daphne.
The god of love shoots a leaden arrow at the nymph Daphne. She now refuses the love.
Era un Domingo, un día 13, por la tarde, de hace los mismos años que meses tiene un año. Una mujer hermosa, guapa, inteligente, amorosa, reluciente, joven, acompañada de dos “maletas”, que eran como dos diamantes, vamos, dos joyas, se debatía entre la cocina y un viejo ordenador, de esos que tardan siglos en abrirse. La vida se vislumbraba en su rostro, y una sonrisa teñida de cierto tono de tristeza, casi de soledad, salía de su alma, como queriendo imponer alegría allí donde aún quedaban rastros de la tragedia recién sufrida.
Ella no había perdido la esperanza de que el atardecer frío se transformase en una mañana con un sol reluciente y fresco, porque ella era toda vida: las ganas de vivir que ella tenía podrían con cualquier tragedia. Todo ello se debatía en su interior, entre ollas y sartenes, y también la enorme ilusión de quien quiere sobreponerse a todo. Su contacto con el mundo tenía que establecerse desde su hogar, un hogar lindamente decorado…, un hogar lleno de vida y de ilusiones.
No es que fuese una mujer triste, porque la tristeza no podía con ella, aunque la tragedia sí que se había cebado en ella, pero ella era más valiente que cuarenta juntas, y tenía más Esperanza que doscientas también juntas.
Al otro lado del hilo telefónico había alguien, un hombre, que se debatía entre las ganas de vivir, y la tragedia también que había hecho mella en él. Había perdido algo que le daba sentido a su vida… Él también era un hombre valiente, decidido, esperanzado…, que creía que lo que pudiera parecer imposible podría ser posible. Sabía que “la suerte no estaba echada”, porque era consciente de que la vida es un proceso abierto, y, como bien dijo el Clásico Virgilio (Eneida, X, 284),
Audentis Fortuna iuuat.
[La Fortuna ayuda a los osados]
Andaba él buscando lo que le hacía falta para conseguir el motor que restableciera la ilusión de su vida, lo mismo que ella, pero todo eso sucedía de forma independiente, y sin que el uno tuviese conciencia ni constancia de lo que hacía la otra, y “viceversa”.
En un momento determinado, por una especie de magia, como si de un milagro se tratase, en la pantalla de su ordenador, en el de ella, aparece una frase mágica: era como un suspiro por la supervivencia. Era alguien que había enviado un mensaje de Esperanza…
Eso fue el principio. Luego los mensajes volaban raudos como las águilas y con una hondura que parecía salida del abismo. Fue como si hubiese empezado a amanecer… para ambos. Fue una maravilla… extraordinaria. Eso fue sólo el comienzo. Más adelante el Sol brilló, y sigue brillando con energía. Fue un encuentro en las ondas. Luego fueron largas conversaciones telefónicas y cruces de mensajes. Más tarde fue el contacto personal…, luego el físico…, la fusión de dos personas que buscaban lo que necesitaban.
Ése fue el comienzo… Luego todo siguió su curso…, con emociones más auténticas y profundas cada vez y cada día… cada mes y cada año. Hasta el día de hoy.
Fue el comienzo de un encuentro que se augura eterno y feliz…, con dificultades algunas, pero con satisfacciones interminables….
Así comenzó… y cada día mejor… Hasta siempre, “in saecula saeculorum”. Fue… y es… el “Encuentro con la Felicidad”.
A las primeras horas de una mañana, la de hoy, exactamente doce años después.
De Antonio para Ana, y de Ana para Antonio
Phoebus ist verliebt und möchte Daphne sogar heiraten.
Phoebus is in love with Daphne and wants to marry her.
Nuestra gran amiga, Elena Pascual, se alegra de nuestra alegría y la engrandece con sus palabras, y nos regala unos versos preciosos de Mario Benedetti, extraídos de Asunción de ti. La verdad es que nos viene como anillo al dedo, como broche de oro de esta efeméride.
Aquí tenéis el fragmento que ha seleccionado nuestra gran amiga Elena, y la posibilidad de escuchar el poema entero, en la voz del propio autor. El fragmento que nos regala Elena está a partir del minuto 1.35. Muchas gracias, Querida Elena. Eres un Sol resplandeciente día y noche. Ana y Antonio
Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa
17 comentarios:
Felicidades, ana y antonio, por ese encuentro fructífero que dura ya doce años y, sobre todo, felicidades por la enorme fortuna que fue no ya solamente encontraros, sino también el que conectárais en profundidad y hayáis podido compartir un renacimiento de la ilusión y la esperanza a lo largo de todos estos años. No me cabe duda de que habéis sabido conquistarlo día a día, porque nada, en esta vida, nos viene regalado. Que disfruteis eternamente de esta dicha. Un abrazo muy fuerte a ambos.
Felicitaciones por esos doce años de amor y mutua compañía, mis deseos que esos triunfos conseguidos se multipliquen a medida que pasen los años. Gracias por dar ejemplo que el amor es más que real y posible!!!
Saludos a Ana y a usted amigo Antonio!!!
Y que la felicidad siga, para siempre. Ya ve usted, profesor, es la hora justa cuando la chica llega.
Felices días!
Muchas gracias, Don Cesar, por su Felicitación.
Y si la chica no llega, tampoco es tarde, porque siempre se puede seguir esperando. Lo que pasa es que, si la chica tarda demasiado en llegar, puede que deje de ser joven.
Le envío un abrazo vinero.
Antonio
Estrella esplendorosa
Érase una vez una estrella esplendorosa y hermosa, al igual que grande. Por sus capacidades quería formar una constelación; para ello, estuvo y anduvo buscando otra constelación que se asemejara.
La estrella, esplendorosa y hermosa, necesitaba tener igualitarios para formar dicha constelación, pero era tal la envidia de las otras estrellas, que decidieron enviarle polvos mágicos para que se apagara. Estos polvos mágicos, a pesar de estar compuestos por la envidia y la ira, no le hacían el menor daño.
La estrella esplendorosa era pura, radiaba con más intensidad, los fundía, sin que los polvos mágicos llegaran a tocarla. Buscando, buscando…, no encontró ninguna igualitaria. En aquel instante decidió meterse dentro de un agujero negro que pasaba por allí, con la intención de de llegar a otra dimensión. La estrella esplendorosa iba de dimensión en dimensión, a causa de los “estrellatos”, quienes le mandaban polvos mágicos para impedir que luciera.
Después de una larga búsqueda, encontró otra dimensión cósmica, donde no había envidia, ira, rabia ni hipocresía, donde radiaba el amor, MUCHOS POLVOS DE AMOR.
© Cándida García, desde El Escorial
La música de Bach es celestial
Muchas gracias, Querida Isabel, por tu Felicitación y tus buenas palabras. La verdad es que siempre estás donde hay que estar, y no se te escapa un detalle. Tanto Ana como yo también te deseamos a ti y a todos los tuyos toda la Felicidad del mundo, porque es bien seguro que te la mereces.
Te enviamos un abrazo doble.
Antonio y Ana
Amigo Aristos Veyrud,
Muchas gracias por tus palabras de Felicitación y Enhorabuena. Como ves, la Felicidad también se puede encontrar en este mundo, aunque, como hay que suponer por el Mito de la Caverna, que tan bien nos explicas, sólo sea una especie de sombra de la auténtica Idea Platónica.
Te envío un afectuoso abrazo.
Antonio
Felicidades Don Antonio y Doña Ana por esos doce felices años en los que el amor ha sido el motivo de inspiración y trascendencia de vuestra relación como pareja. Dichoso aquél día en el que la Esperanza brilló como un sol esplendoroso en la mañana y la tristeza abandonó vuestros corazones para dar paso al más hermoso y fecundo poema del amor y la alegría.
Vosotros sois un ejemplo de tolerancia, solidaridad y respeto mutuo y eso os garantiza la pureza de un amor que seguirá siendo vuestro más preciado tesoro.
Os dejo mi abrazo y mi admiración.
Querido amigo Antonio, quiero expresaros con todo mi cariño la felicitación a Ana y a ti por estos doce años de amor, de comprensión, de dificultades superadas con tesón, de encuentros y desencuentros bien resueltos (ya lo decía Virgilio, "Amor omnia vincit"), de ideales compartidos, de diaria convivencia, de rosas y de espinas, en suma, de un proyecto de vida en común; y hablo, querido Antonio, con la voz de la experiencia que sabe, valora, reconoce y se alegra infinitamente de haber hallado su "alter ego", el amigo, el amante, el confidente, el consejero, el esposo, el padre, el compañero de fatigas... el Amor.
Mil felicitaciones, pareja, y que sean muchísimos más.
Mil bicos afectuosos.
Queridos Ana y Antonio:
Es una maravilla siempre la felicidad que derrama una pareja enamorada.
Ahora bien, sin duda, el texto de unión de estas almas reluce aun más pues aprende a brillar sobre fondo oscuro y esto, queridos amigos, tiene el mérito del querer vivir, del coraje para seguir adelante, cuando uno ya se ha caído por los suelos fragmentándose.
Lo primero que hay que recoger de entre los trozos y los añicos es la esperanza que permanece intacta, una vez rescatada: todo es posible.
Los dos supisteis empezar desde el guiño de la confianza en la superación y en que la vida no supone en ningún caso un punto y final.
Que historia tan sencilla, humilde, en esas cualidades reside su grandeza y su belleza.
Me ha emocionado y quiero enviaros una gran felicitación. Las personas enamoradas consiguen que el mundo cada día sea un poquito mejor, mi enhorabuena con todo cariño para vosotros dos.
Aquí os dejo unos versos de Benedetti, que creo que os gustarán mucho:
"Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa."
Un gran abrazo, Ana y Antonio.
Amigo Gustavo Figueroa,
En nombre de Ana y en el mío propio, le agradezco esas palabras de encomio que nos dirige, palabras que nos llegan al fondo del corazón, procediendo, como proceden, de un hombre sensible a los más nobles sentimientos, como es su caso, porque todo eso nos lo transmite constantemente en sus poemas, los que publica en Contrastes.
No pensamos que haya en nuestra vida nada épico ni nada extraordinario: quizá lo extraordinario está en la sencillez del quehacer diario que comporta nuestra vida en común. Quizá ello sea lo más grande que puede haber en una vida humana: ser unas personas corrientes, que no pretenden otra cosa que cultivar el Amor y el amor a la vida, porque es, en definitiva, de lo que se trata, de vivir dignamente.
Le enviamos una gran abrazo, abrazo doble, amigo Gustavo.
Ana y Antonio
Amiga nuestra y colega Señora Profesora de Griego,
Muchas gracias por tus palabras, que interpretamos llenas de emoción y cariño, la emoción que está llena de empatía y simpatía de quien sabe de qué habla, porque también has sido, tú, según creemos entender, tocada por la dulce flecha de Cupido, y todo ello lo llevas de forma alegre y con total comunión con quien comparte tu vida.
Como dicen que las alegrías compartidas se multiplican, ahí tienes nuestra Felicidad multiplicada por la tuya, la vuestra, lo que da un total infinito, llevado todo ello a buen término gracias al esfuerzo y tesón constante de cada día, como bien recoges en esa magnífica frase de Virgilio, frase que nos anima a no darnos nunca por vencidos en las cuestiones afectivas, sino todo lo contrario.
Os enviamos a ti, y a quien comparte tu vida, un abrazo enorme, amiga nuestra.
Ana y Antonio
Amiga nuestra del Alma, Elena Pascual,
Como siempre, tu aportación a este espacio es una joya que valoramos con toda nuestra voluntad, porque tú, Querida Elena, pones en el intento alma y cuerpo enteros, alma la tuya que es un fiel reflejo de esa idea de que habla Platón, en la que se reúnen todas las cualidades, y cuerpo que, por lo que conocemos de tí, nos imaginamos radiante de juventud y belleza, lo mismo que de energía y ganas de practicar ese deporte tan sano que es pretender ser mejor cada día.
Como es de Justicia, he situado en Primera página el agradecimiento por tu exquisita aportación, amiga Elena. Tienes que saber que tú, amiga Elena, ocupas un lugar de privilegio en nuestro hogar, porque a Ana y a mí se nos cae la baba hablando de ti, cosa que siempre sucede en términos elogiosos llenos de admiración hacia tu persona.
Te enviamos un abrazo doble, gigantesco, por supuesto, como te gusta decir a ti.
Antonio y Ana.
Queridísima pareja:
Qué contenta estoy de que os haya gustado el poema que había elegido para vosotros. Benedetti es tan dulce como la acogida que siempre me brindáis en vuestro cálido hogar, por eso pensé que sería perfecto.
Gracias de corazón por esas palabras tan maravillosas, es a mí a quien se me cae la baba al tener la suerte de teneros tan cerca y de disfrutar de vuestra generosidad y cariño.
Muchas, muchísimas gracias, queridos amigos.
Un abrazo gigante para vosotros, Ana y Antonio.
Ana y Antonio, Antonio y Ana.
Un par de enamorados.
Benditos sean.
Gracias por compartir.
Alicia
Amiga Alicia,
Muchas gracias por visitar mi espacio. Se nota que de Amor es mucho lo que entiendes y mucho lo que vives, según leo en tu poema De una musa a su pintor.
Le dijo un día Beethoven a un amigo:
- Búscame a una mujer, con la que yo pueda compartir mi vida; pero que sea hermosa, porque, si no es hermosa, tendría que amarme a mí mismo.
Pues lo mismo con el pintor que tan bellamente describes: se ha enamorado de ti, y lo ha hecho porque tú te lo mereces, porque destilas amor, inteligencia y belleza.
Me hago seguidor de tu Blog y te envío un abrazo.
Antonio
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