En el día 1 de noviembre de 2012
IN MEMORIAM
José Martín Mendoza
María Gracia Ortiz Ortiz
Antonio Paz Alejandre
La noche que atrae al sueño posee la luz de mi vida: liberó mi cuerpo de las dolorosas enfermedades con un dulce sueño y me regaló el olvido por designio de la Moira. Mi alma escapó de mi pecho hacia el éter, como la brisa, agitando ligeras sus alas en la carrera por el denso aire. A mi llegada me acogió la mansión de los dioses bienaventurados, y en las celestes moradas veo la luz de Erigenia (La Aurora). Zeus y los dioses inmortales me han honrado gracias a las palabras de Hermes. Porque fue él quien me condujo de la mano hacia el cielo y me honró al punto, concediéndome la excelsa gloria de habitar en el cielo lleno de estrellas, entre los bienaventurados, sentado junto a él en los dorados tronos como un amigo. Los dioses observan cómo me complazco con su banquete ante los trípodes y las mesas cargadas de ambrosía, con una sonrisa en las mejillas de su rostro inmortal cada vez que en las libaciones el néctar escancio a los inmortales.
Basa. Esmirna, siglos I-II dC. Dieciséis hexámetros dactílicos.
Traducción de María Luisa del Barrio Vega
EPIGRAMAS FUNERARIOS GRIEGOS
BIBILIOTECA CLÁSICA GREDOS
Editorial GREDOS, Madrid, 1992
Texto original en:
W. Peek, Griechische Vers-Inschriften
GV 1765
Akademie Verlag, Berlín, 1955
D.M.S.
R.I.P.
D.E.P.
DEIS MANIBVS SACRVM
CONSAGRADO A LOS DIOSES MANES
REQVIESCANT IN PACE
DESCANSEN EN PAZ
Parte Tercera
IN MEMORIAM
José Martín Mendoza
María Gracia Ortiz Ortiz
Antonio Paz Alejandre
La noche que atrae al sueño posee la luz de mi vida: liberó mi cuerpo de las dolorosas enfermedades con un dulce sueño y me regaló el olvido por designio de la Moira. Mi alma escapó de mi pecho hacia el éter, como la brisa, agitando ligeras sus alas en la carrera por el denso aire. A mi llegada me acogió la mansión de los dioses bienaventurados, y en las celestes moradas veo la luz de Erigenia (La Aurora). Zeus y los dioses inmortales me han honrado gracias a las palabras de Hermes. Porque fue él quien me condujo de la mano hacia el cielo y me honró al punto, concediéndome la excelsa gloria de habitar en el cielo lleno de estrellas, entre los bienaventurados, sentado junto a él en los dorados tronos como un amigo. Los dioses observan cómo me complazco con su banquete ante los trípodes y las mesas cargadas de ambrosía, con una sonrisa en las mejillas de su rostro inmortal cada vez que en las libaciones el néctar escancio a los inmortales.
IN MEMORIAM:
José Poch Vives
Breve fue el tiempo que te concedió el Destino entre la vida y la muerte, entre el tálamo y la tumba, Capitón. Una sola noche, traidora y sin piedad, noche sin sonido de flautas, sin tálamo ni fiesta nupcial. ¡Ay! Prematuramente cayó tu ceniza sobre tus vestidos y sobre tus coronas sin perfumar, sobre tus libros. ¡Ay! Tu himeneo se confundió con los cantos fúnebres y las antorchas te guiaron al postrero y vacío lecho.
Pilar. Cirene, siglo II dC. Cuatro dísticos elegíacos.
Traducción de María Luisa del Barrio Vega
EPIGRAMAS FUNERARIOS GRIEGOS
BIBILIOTECA CLÁSICA GREDOS
Editorial GREDOS, Madrid, 1992
Texto original en:
W. Peek, Griechische Vers-Inschriften
GV 1522
Akademie Verlag, Berlín, 1955
Ihm antwortet Lelex, einer der Gäste des Acheloos mit einer anderen Geschichte. Er erzählt, warum im Phrygischen Bergland eine Eiche neben einer Linde steht.
Le contesta Lélex, uno de los invitados del Aqueloo, con otra historia. Le cuenta por qué en las montañas de Frigia se levanta una encina contigua a un tilo.
Tiliae contermina quercus (Ovid. Met. VIII, 620)
Mi agradecimiento a todos los que se acordaron de mis difuntos, entre ellos, especialmente a:
Son los mismos difuntos los que hablan ahora con estos tres Epigramas, en los que se incluyen a los dioses inmortales del Clasicismo y también al Dios Cristiano.
En la tierra reposa mi cuerpo, que a ella estaba ligado. Pero mi alma, que procedía del Cielo, ha llegado a la moradas de los inmortales.
En la tierra yace mi cuerpo mortal, mas el alma que me había sido entregada habita en la mansión celeste.
Yo, alma inmortal, en la mansión de los dioses del Olimpo habito, pero mi cuerpo mortal lo guarda la tierra.
Losa. Corcira, siglos II-III dC. Tres dísticos elegíacos.
Traducción de María Luisa del Barrio Vega
EPIGRAMAS FUNERARIOS GRIEGOS
BIBILIOTECA CLÁSICA GREDOS
Editorial GREDOS, Madrid, 1992
Texto original en:
W. Peek, Griechische Vers-Inschriften
GV 1978
Akademie Verlag, Berlín, 1955
10 comentarios:
Permítame que me apodere de tan bello texto para ofrecérselo a mi madre que nos dejó hace quince días.
Saludos cordiales.
Amigo Don Cesar,
Requiescat in pace
su madre. Es Vd. un buen hijo. Disponga del texto libremente, y mañana, cuando piense Vd. en ella, recuerde que yo también derramaré una lágrima por ella.
Le envío un gran abrazo fraternal hoy en lugar de vinero.
Antonio
Don Antonio, noche para acordarse de seres queridos, de partes que nos faltan; yo tengo muy presente a mis padres y me ha llegado esos epigramas. También leí su entrada sobre la plaza roja y me acuerdo de la felicidad con que se derribó aquel régimen... Mire ahora donde estasmos y cómo estamos...
Que tenga un feliz puente.
D. Antonio, maestro, que la tierra les sea leve a sus difuntos.
D. César, le mando un gran abrazo dolorido, amigo mío.
La vela de mis pepeluises arde también por la mamá de D. César y los difuntos de D. Antonio.
Hermoso epigrama el de la basa en Esmirna, lástima que a mí se me antoje poco verosímil, casi como de cuento de hadas; pero bueno, también existen cuentos infantiles muy bellos y con su lectura disfrutan, no sólo los niños, sino una buena porción de adultos, todos aquellos que son capaces de dejarse cautivar por las bellas histórias.
Este recuerdo a tus difuntos te honra y dice mucho de quien eres.
Un abrazo, amigo Antonio.
Mi queridísimo Antonio:
Desde la congoja terrenal a la mansión celeste de los dioses. Qué milagro nos ofreces en la ascensión del alma amparada por el tono artístico de los epigramas griegos. Se acabó la agonía y la dulce mirada de los dioses aprueba el gesto de servidumbre al escanciarles la deliciosa ambrosía. Qué nítidos observamos a los dioses, sus banquetes, su belleza, la pintura viva de estrellas que contemplan y que nunca aquel que habla había tenido tan cerca.
Esta entrada me ha encogido el corazón y me sumo al homenaje hacia tus seres queridísimos.
Recibe, mi gran amigo, un enorme, fuerte abrazo.
Tu admiradora Ἑλένη.
Maravilloso homenaje a tus difuntos queridos a través de estos epitafios. Qué hermoso es dejar bellos textos escritos que honran para siempre la memoria del difunto y de quien los escribió o encargó. Ay, qué hermosas son siempre las palabras a través del tiempo. Un abrqzo, querido amigo.
Muchas gracias por sus sentidas palabras, D. Antonio. D. Alfredo,muchas gracias, amigo. Siempre pense que mi viejita llegaria donde la suya. Espero que siga disfrutando del tiempo que le reste con buen animo y salud.
Le saludo en este día especial de memoria del corazón y del espíritu, el mejor honor que ser humano pueda tener es quedar en el recuerdo de quienes siempre amó.
En cuanto a la publicación anterior espero de corazón que el pueblo ruso se levante de nuevo en gloria y poder contra el enemigo número uno de toda la humanidad.
Saludos amigo Antonio!!!
Mi agradecimiento a todos los que se acordaron de mis difuntos, entre ellos, especialmente a:
Don Cesar
Don Paco Hidalgo
Don Alfredo García Francés
Don Carlos Hernández
Doña Elena Clásica
Doña Isabel Barceló Chico
Don Aristos Veyrud
Son los mismos difuntos los que hablan ahora con estos tres Epigramas, en los que se incluyen a los dioses inmortales del Clasicismo y también al Dios Cristiano. Este mismo texto pueden verlo en la página principal, al final.
En la tierra reposa mi cuerpo, que a ella estaba ligado. Pero mi alma, que procedía del Cielo, ha llegado a la moradas de los inmortales.
En la tierra yace mi cuerpo mortal, mas el alma que me había sido entregada habita en la mansión celeste.
Yo, alma inmortal, en la mansión de los dioses del Olimpo habito, pero mi cuerpo mortal lo guarda la tierra.
Losa. Corcira, siglos II-III dC. Tres dísticos elegíacos.
Traducción de María Luisa del Barrio Vega
EPIGRAMAS FUNERARIOS GRIEGOS
BIBILIOTECA CLÁSICA GREDOS
Editorial GREDOS, Madrid, 1992
Texto original en:
W. Peek, Griechische Vers-Inschriften
GV 1978
Akademie Verlag, Berlín, 1955
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