Más datos sobre Diógenes el Cínico
sábado, 9 de febrero de 2013
DIÓGENES EL CÍNICO:
ALGUNAS FRASES Y ANÉCDOTAS
Diógenes el Cínico (404-323 aC.)
Diógenes de Sínope. Filósofo griego, discípulo de Antístenes, fundador de la escuela cínica (Cínicos); llevó las concepciones de su maestro hasta las consecuencias más extremas. Como Antístenes, reconocía sólo lo singular y criticaba la doctrina de Platón sobre las ideas como esencias generales. Rechazaba todos los progresos de la civilización y exhortaba a limitar la satisfacción de las necesidades a las indispensables y de carácter animal. Rechazó también el politeísmo con todos los cultos religiosos, por considerarlos instituciones puramente humanas y superfluas. Diógenes criticaba las diferencias de clase, predicaba el ascetismo. La tradición le ha atribuido osadía e independencia ante los poderosos, desdén por las normas de conducta social. Según lo que de él se ha contado, vivía en un tonel. Es poco probable, sin embargo, que su imagen de cínico sin rebozo, en extremo pintoresca, corresponda plenamente a la realidad, pues son contradictorios los datos que sobre este particular se poseen.
Frases célebres:
1) Un hombre debe vivir cerca de sus superiores como cerca del fuego: ni tan cerca que se queme ni tan lejos que se hiele.
2) El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.
3) Cuando estoy entre locos, me hago el loco.
4) Es preferible consolarse que ahorcarse.
5) Gente mucha, personas pocas.
6) Otros perros sólo muerden a sus enemigos, mientras que yo también muerdo a mis amigos con el fin de salvarlos.
Anécdotas:
1) Le preguntaron en qué pueblo de Grecia había más hombres. Respondió: «En Esparta hay niños; hombres en ninguna parte.»
2) Paseábase por las calles con una linterna encendida, en medio del día. Preguntáronle qué buscaba, y respondió: «Un hombre.»
3) Demóstenes estaba comiendo un día en una taberna. Vio pasar a Diógenes, y procuró ocultarse para que no le viera, Diógenes le dijo: «Mientras más te ocultas en la taberna, más te metes en ella.»
4) Un hombre que había cometido muchos delitos le echaba un día en cara su pobreza. «No he visto ahorcar a ningún pobre, sólo por ser pobre, respondió, pero he visto ahorcar a muchos malvados.»
5) Decía que las cosas más útiles eran las que menos apreciaban los hombres, puesto que daban mil escudos por una estatua y veinte sueldos por una medida de harina.
6) Entrando en un baño, observó que el agua estaba muy sucia: «Cuando uno se baña aquí, preguntó, ¿dónde va a lavarse después?».
7) Diógenes fue cogido por los Macedonios cerca de Queronea, y presentado a Filipo, que le preguntó quién era: «Soy, le respondió, el espía de tu insaciable codicia.» El rey celebró mucho está respuesta, y le dejó ir libre.
8) Decía que los sabios no podían carecer de nada, porque los dioses son dueños de todas las cosas del mundo, los sabios son amigos de los dioses, y entre amigos todo es común. Por eso, cuando necesitaba de algo, se dirigía a un amigo, y le decía: «Restitúyeme tal cosa».
9) Alejandro, pasando por Corinto, quiso ver a Diógenes, y lo halló sentado al sol y componiendo su tonel.
«Yo soy el gran rey Alejandro, le dijo. Y yo, le respondió el filósofo, soy un perro llamado Diógenes. ¿No tienes miedo de mí?, preguntó el Rey. ¿Eres bueno, o malo?, preguntó Diógenes. Soy bueno, respondió el rey». De lo bueno, continuó el filósofo, nadie tiene miedo».
Murió Diógenes a la edad de 90 años, según unos de una indigestión, según otros voluntariamente, y sujetando la respiración. Sus amigos se disputaron sobre quién le había de enterrar, y se encendieron tanto en esta contestación que fue necesario que los magistrados de Corinto los apaciguasen. Se le hicieron magníficas exequias, y junto a su sepulcro se le erigió una columna, sobre la cual se colocó un perro de mármol de Paros. El mismo día de su muerte fue el de la de Alejandro el Grande.
http://www.e-torredebabel.com/Biblioteca/Fenelon/vida-diogenes-fenelon.htm
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Γηράσκει καὶ χαλκὸς ὑπὸ χρόνου, ἀλλὰ σὸν οὔτι κῦδος ὁ πᾶς αἰών,
Διόγενες, καθελεῖ.
Hasta el bronce envejece con el tiempo, pero de ningún modo tu
fama, Diógenes, la eternidad entera podrá derribar.
(Antología
Palatina, XVI, 334, 1-2)
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16 comentarios:
Buenas noches Antonio, buena entrada, a mi entender Diógenes fue un hombre más que cínico,un hombre libre, que no tenia dar sus respuestas, ciertamente muchas, muchas veces osadas, pero con inteligencia.
Gracias.
Con ternura
Sor.Cecilia
Pues sí, Sor Cecilia,
Yo también creo que Diógenes fue un hombre bueno y libre, que supo desatarse de los lazos y limitaciones que nos imponen las convenciones sociales, es decir, que supo vivir de acuerdo con el Instinto y las Leyes primigenias, liberado y libre de las ataduras sociales, producto de la Civilización.
Le envío un afectuoso abrazo, amiga mía.
Antonio
Diógenes ha pasado como el paradigma del cinismo, pero creo que hizo lo que le dio la gana, es decir, actuó en consecuencia, ¿se puede pedir más? Estupenda semblanza, como siempre, de los clásicos. Reciba un saludo muy cordial.
Querido Antonio, has escogido una figura interesantísima para tu entrada de hoy; "políticamente incorrecto", como se diría hoy, Diógenes no respondía ni a convencionalismos ni a cortesías fútiles. Todo un personaje el filósofo de la tinaja.
Mil bicos.
En el periodo que se dió la vivencia filosófica de Diógenes de Sínope se completaban todas las propuestas del idealismo platónico quedando estas como los cimientos para un posterior pensamiento occidental por más de dos mil años. Junto al cinismo también se desarrollaron otros modelos de filosofar como el epicureísmo, el esceptisismo y el estoicismo. El encuentro entre Alejandro Magno y Diógenes cierra el círculo platónico que habría de regir toda la historia espiritual en adelante: “De no ser Alejandro, habría deseado ser Diógenes.”dijo el mismo Alejandro frente a sus generales y a Diógenes. Se toma estos dos modos de vida como extremos de la dinámica histórica griega en la que pendularán los intereses modelos de organización social posteriormente, tal vez por ello hoy los grupos de poder atenidos a esta costumbre exijan austeridad siempre y cuando esta no vaya a permear sus altos intereses.
Un abrazo amigo Antonio!!!
¿Qué más añadir, querido amigo Antonio? Este perro de hombre representa un completo ideario que apenas tiene ya cabida entre nosotros -suponiendo que alguna vez la haya tenido-, entre la figura suficiente del individuo que sabe y se sabe, el inconformista hastiado del mundo (¿anticonsumismo?) y una esencia indescifrable de latente autodestrucción, a pesar de las palabras a él atribuidas.
Quizá, para resumirlo, escogería su fabulosa búsqueda del hombre, que es rara especie se tenga o no linterna.
Estupenda entrada, didáctica, esclarecedora y muy oportuna.
Un abrazo.
Todo un personaje, este Diógenes de la antigüedad. No es de extrañar que muchos, no se sabe si fascinados por la noticia de sus extravagancias o en un afán por obtener algo de la notoriedad (o vistosidad) que cabe esperar de semejante proceder, hayan incidido en esta peculiar manera de dirigir sus conductas. En el pasado reciente, un Francisco Umbral o un Camilo José cela me parecieron dignos discípulos del filósofo griego, o que tocaban la misma cuerda.
No obstante, a diferencia de muchos cínicos modernos, sean famosos o no, aquel se distinguía, en mi opinión, por su desprendimiento y falta de codicia, y por su deseo de lograr el bien. Ese anhelo que se le atribuye por encontrar un hombre (bueno, sabio o cabal, hemos de suponer) entre el sinnúmero de sus contemporáneos dice mucho a este respecto. Por lo que se ve, en su época este propósito se le antojaba tan difícil como lo sería de hallarse entre nosotros en la actualidad, al menos si tuviera que codearse con los políticos y hombres de pro que todos conocemos.
Por último, hecho de menos la famosa anécdota cuando Alejandro le pregunta si hay algo que pueda hacer por él y el anciano, despreciando todos los bienes y favores que hubiera podido obtener del monarca, se limita a pedirle que se aparte un poco para no taparle el sol.
Un fuerte abrazo, amigo Antonio.
Querido profesor, siempre enriqueciéndonos. Gracias. Un abrazo
Amigo Paco,
Totalmente de acuerdo contigo en que Diógenes hizo lo que le dio la gana. Añado yo que también desenmascaró buena parte de las convenciones sociales, que, todo hay que decirlo, muchas veces nos hacen adoptar conductas hipócritas y poco sinceras.
Un buen abrazo, amigo mío,
Antonio
Amiga mía, Profedegriego,
Efectivamente Diógenes fue un personaje políticamente incorrecto. Y me digo yo: ¡Cuánto deberían aprender de él la caterva de Políticos que nos gobiernan, o, para hablar con propiedad, nos malgobiernan, y, cosa característica, dicen en general lo contrario de lo que piensan, y hacen lo contrario de lo que nos conviene a todos!.
Te envío un afectuoso saludo, amiga mía.
Antonio
Amigo Aristos,
Como siempre, tu comentario sitúa a nuestro Diógenes en el lugar que le corresponde en la Historia del Pensamiento, junto a otras corrientes que compitieron con él a la hora de sentar las bases de lo que luego sería la forma de pensar Occidental. Es un aporte valioso el tuyo, amigo mío. Muchas gracias por intervenir en estos debates.
Te envío un gran abrazo, amigo mío.
Antonio
Amigo Javier, estimado Profesor,
Digna aportación la tuya el hacernos observar la gran diferencia que hay entre el devenir de Diógenes y nuestra propia cotidianidad. Tengo que decirte que no comparto en su totalidad tu visión de la Realidad, porque, aunque nuestro mundo actual deje bien poco para la iniciativa individual, porque todo está atado y bien atado, creo yo que todavía queda algún resquicio para que los individuos que no comulgan con el Orden que nos imponen Políticos, Banqueros y Poderosos, puedan (¡podamos?) tener su propio pensamiento, pensamiento que los haga libres frente a la Tiranía del Capitalismo que nos amordaza.
Te reitero mi admiración y respeto, y te envío un afectuoso saludo.
Antonio
Amigo Carlos,
Tengo que decirte que comparto en su totalidad lo que dices en tu comentario, y soy cómplice yo también de esa admiración que sientes por Diógenes, un hombre que vivió como consideró más adecuado, en íntimo contacto con la Naturaleza, y sin estar sometido a las Convenciones Sociales que nos amordazan la mayoría de las veces. Comparto también tu admiración por Umbral y Cela que fueron, mutatis mutandis [con los cambios que sean necesarios], hombres que supieron desligarse de muchas de las ataduras que nos impone la Civilización.
Aprovecho la oportunidad para enviarte un afectuoso saludo, saludo que te ruego hagas extensivo a tu padre, Don Serapio.
Antonio
A sabiendas de la incorrección política y de la política de la incorrección, la entrada acerca de este fascinante personaje, Diógenes, me viene (hoy en concreto) como anillo al dedo:
Para ilustrar, que no darle luz, no la necesita, a un mi -propio- hermano. Y aun siendo previsible su rechazo si se aviniera a leer...
Disfruto enormemente con estos pasajes, Antonio
Abrazo
Buenas tardes Antonio, no me funcionan todas las actualizaciones así que le dejo un beso de ternura.
Sor.Cecilia
Tienes razón, querido antonio, al señalar que hay ciertas contradicciones en las frases y también en las anécdotas. Quizá sea el filósofo del que más anécdotas se cuentan. Respecto a su encuentro con Alejandro Magno, en algún otro lugar (no recuerdo cual, lo siento) he leído que el rey le dijo que le pidiera lo que quisiese. A lo cual Diógenes repondió algo así: apártate que me tapas el sol. Creo que a esta anécdota se refiere una de las ilustraciones que has puesto, pues precisamente se ve como el cuerpo de Alejandro deja en sombras parcialmente al del filósofo.
Creo que Diógenes, en general, despierta muchas simpatías.
Un abrazo muy fuerte.
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