domingo, 5 de mayo de 2013
IN MEMORIAM para mi madre, que ya no está [R.I.P.], para mi padre, que tampoco está [R.I.P.], y, por extensión, PARA TODAS LAS MADRES, las que están y las que no están.
ÉSTA ES LA MÚSICA QUE SE ESCUCHÓ EN EL FUNERAL DE MI MADRE: JOHANN SEBASTIAN BACH: CORO INICIAL DEL ORATORIO DE LA ASCENSIÓN (BWV11). SEGURO QUE A MI PADRE TAMBIÉN LE GUSTÓ DESDE EL PARAÍSO.
La interpretación es de Nikolaus Harnoncourt.
CLICK AQUÍ.
Lobet Gott in seinen Reichen
Himmelfahrts-Oratorium
Lobet Gott in seinen Reichen,
Preiset ihn in seinen Ehren,
Rühmet ihn in seiner Pracht;
Sucht sein Lob recht zu vergleichen,
Wenn ihr mit gesamten Chören
Ihm ein Lied zu Ehren macht!
Louez Dieu dans ses Royaumes
Oratorio de l'Ascension
Louez Dieu dans ses royaumes,
Prônez-le dans sa gloire,
Glorifiez-le dans sa splendeur;
Cherchez à trouver des louanges à sa mesure
En lui adressant par les voix de tous vos choeurs
Un cantique d'honneur!
ALABAD A DIOS EN SUS REINOS
Oratorio de la Ascensión
¡Alabad a Dios en sus reinos,
Load sus honores,
Cantad su magnificencia!
¡Tributadle alabanzas
cuando acudan los coros
para cantar sus honores!
La interpretación es de Nikolaus Harnoncourt.
CLICK AQUÍ.
Lobet Gott in seinen Reichen
Himmelfahrts-Oratorium
Lobet Gott in seinen Reichen,
Preiset ihn in seinen Ehren,
Rühmet ihn in seiner Pracht;
Sucht sein Lob recht zu vergleichen,
Wenn ihr mit gesamten Chören
Ihm ein Lied zu Ehren macht!
Louez Dieu dans ses Royaumes
Oratorio de l'Ascension
Louez Dieu dans ses royaumes,
Prônez-le dans sa gloire,
Glorifiez-le dans sa splendeur;
Cherchez à trouver des louanges à sa mesure
En lui adressant par les voix de tous vos choeurs
Un cantique d'honneur!
ALABAD A DIOS EN SUS REINOS
Oratorio de la Ascensión
¡Alabad a Dios en sus reinos,
Load sus honores,
Cantad su magnificencia!
¡Tributadle alabanzas
cuando acudan los coros
para cantar sus honores!
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13 comentarios:
Amigo Antonio: La verdad que hace mucho que no comentamos, pero hoy aquí estoy y también me uno al sentimiento que haces para tu madre y todas las madres. La mia la tengo en una situación crítica y triste, y el dolor al ver en día a día es grande e impotente.
Cada vez que entro en tu blog, me quedo admirando la foto familiar, ya que es bella y dice tanto de ti...
Un abraciño amigo,
Rosa maría Milleiro
Amiga mía, Rosa María, muchas gracias por el comentario que has dejado en mi espacio. Es precioso. Hay dos cosas grandiosas en esta vida, el Amor de Madre y la Amistad. De la Amistad podemos gozar todos de forma ilimitada, del Amor de Madre, mientras nuestra madre está a nuestro lado, porque luego queda sólo el recuerdo.
Bendita sea también tu madre, a la que Dios le dé larga vida.
Un abrazo amistoso, amiga mía.
Antonio
Don Antonio: un placer verle de nuevo en labores blogueras; me uno a su homenaje a su madre y a su padre y escucho esa música de Bach para recordar a la mía. Un saludo muy afectuoso.
Amigo Don Paco,
Muchas gracias por tu mensaje. Sigo al pie del cañón, aunque esté un poco emperezado. También te hago saber que te continúo leyendo, y me enriquezco con tus aportaciones, y las de tus alumnas y alumnos, aunque no siempre deje constancia escrita de mi paso por tu casa.
Te envío un gran abrazo, amigo y colega mío.
Antonio
Cuando una madre nos deja, parece que quedáramos colgados en el vacío, sin sujeción. Somos el eslabón que las mantiene vivas, somos lo que ellas nos han dado.
Recuerdos para todas.
Un homenaje muy elocuente a tu madre, Antonio. La lengua de los ángeles... Un abrazo muy fuerte.
Pues claro que sí, Don Paco. Nada hay como una madre, y es de bien nacidos reconocerlo y tenerlo en cuenta, porque las madres son la prueba de que Dios, si existe, tiene forma de mujer.
Le envío un buen abrazo, abrazo vinero, amigo mío.
Antonio
Amiga Isabel, veo con agrado que estamos de acuerdo en lo fundamental: siempre he pensado que la auténtica naturaleza de "lo bueno" tiene forma de mujer. Si a eso le añadimos que esa mujer es nuestra madre, ya no hay nada más sublime. Hay una frase que suelo repetir a todas las mujeres que, de una u otra forma, he querido o quiero en mi vida:
Oye, Señora, tú eres una gran mujer, y yo te quiero mucho, pero tienes que saber que mi madre, muerta como está [R.I.P.], siempre irá por delante tuyo, por muy joven y viva que estés.
Te envío un gran abrazo, amiga mía.
Antonio
También yo, querido Antonio, quiero sumarme a este homenaje tuyo tan tierno, tan hermoso a todas las madres sublimadas en la figura de la tuya propia; asimismo celebro que te tengamos de nuevo en estas labores blogueras porque siempre es un placer disfrutar de tus escritos.
Mil bicos, caro amico.
Muchas gracias, Querida ProfedeGriego por tus palabras tan cariñosas. En efecto, es siempre un gran placer confirmar una vez más que personas de Alto Nivel y con Infinita Categoría Humana, como es tu caso, experimentan un buena sensación leyéndolo a uno. Mayormente en casos como éste, en los que se trata de reconocer algo obvio y grandioso al mismo tiempo, como es el Amor que les debemos a las madres todas.
Si me he alejado algo en la frecuencia con la que escribo en estos medios, te digo que se debe exclusivamente a cierta dosis de pereza y buena vida que se han apoderado de mí últimamente, pero desde aquí te confieso que volveré a estar mucho más activo a partir de ahora, porque es muy enriquecedor y gratificante poder conectar con personas como tú.
Te envío un gran abrazo, amiga mía.
Antonio
Querido amigo,
Quiero hacerte partícipe de una buena nueva en relación a este post que publicas con ocasión del día de la madre. Lo hago público, aunque soy consciente de que se trata de algo muy personal y que acaso a nadie le importe.
Sabrás que mi madre lleva muchísimos años con una demencia que le diagnosticaron como Alzheimer (probablemente recuerdes algo), pues bien, después de más de 26 años sin salir a la calle (porque en el pasado ella se había negado sistemáticamente), el sábado la sacamos mi padre y yo a pasear; y el domingo, día de la madre, estupenda manera de celebrarlo.
Mi padre parece decidido a sacarla todos los días, mientras haga bueno, y esto me hace bastante feliz. No quiere decir que ella esté ya bien, ni que su demencia sea recuperable, pero daba gusto verlos a los dos, a mi padre y a mi madre, plácidamente sentados en un banco del parque.
Perdona la interferencia, ya sé que esto no te toca ni de lejos (menos aún a tus lectores), pero me apetecía compartirlo al hilo de esta publicación en el Blog; he pensado que te alegrarías.
Un abrazo.
Amigo Carlos,
La historia que nos explicas de tu madre es algo grandioso, y que demuestra que hay algo, algún poder, que nos traspasa y que nunca podremos entender, por mucho que nos esforcemos. Los que tenéis Fe lo tenéis fácil: es obra de Dios, y, como tal, un milagro sin duda. Para los que no tenemos esa riqueza de la Fe, ello es una invitación a que reflexionemos y abramos los ojos, porque bien podría darse el caso de que lo que realmente somos es ciegos. De todas formas, es una invitación a que nos convenzamos de que existe Algo superior a nosotros, y que la capacidad de la Vida y el Amor para impresionarnos es infinita.
Conocía yo ya el estado de tu madre, amigo Carlos, y quiero que sepas que lo que pienso sobre eso que os ha sucedido es que la Divinidad y la fuerza del Amor y la Vida han hecho acto de presencia en vuestra casa. En este sentido, tu padre, Don Serapio, y tú mismo, tenéis que interpretar que sois seres afortunados porque lo Extraordinario ha hecho presencia en vuestra casa.
Si ha sido posible un milagro, también tiene que ser posible un segundo milagro, y es que tu madre sea capaz de recuperar sus funciones cognitivas y convertirse en una mujer con todas las cualidades y recursos que ella y vosotros merecéis.
Estoy seguro, amigo Carlos, de que vuestra madre os va a dar todavía alguna sorpresa más que agradable.
Te envío un afectuoso abrazo, que te ruego compartas con tu padre, Don Serapio.
Antonio
Qué más quisiéramos, querido amigo, si no que fuera cierto todo lo que afirmas. En algunos aspectos, estoy de acuerdo, como cuando dices que "la Divinidad y la fuerza del Amor y la Vida han hecho acto de presencia en nuestra casa", pues, si de algo estoy convencido, es de que el mucho amor que le damos y le hemos dado está contribuyendo, no sólo a que mejore en algo su estado, sino a que se mantenga con vida: sin esta premisa creo firmemente que hace años mi madre hubiera muerto. En efecto, algo de milagroso tiene que haber en el amor, que se trasluce en sus resultados y consecuencias. Yo, al menos, así lo creo.
Gracias por tus palabras.
Recibe, igualmente, un cariñoso abrazo.
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