Isabel Barceló, en su Blog “Mujeres Romanas”, con el pseudónimo de “Isabel Romana”,
http://mujeresderoma.blogspot.com/
con el sentido de la oportunidad, la precisión y la exactitud, que le son propios, nos ha recordado puntualmente el asesinato de César y lo que pasó al día siguiente con su cadáver.
Ello me ha hecho volver a estudiar o recordar el tema y he recurrido a la "Vida de César” que nos dejó Plutarco (46 dC. – 120 dC.), un griego que nos dejó una serie de “Vidas Paralelas”, comparando la de un Griego con la de un Romano. Es el caso de la de Julio César, que comparó con la de Alejandro Magno.
Os dejo más abajo la traducción y el texto original, en Griego, de la "Vida de César, de Plutarco”, el capítulo LXIX, porque él también nos explica los fenómenos extraños que ocurrieron tras el asesinato de Julio César. Es el final absoluto de su "Vida de César”.
He puesto, entre paréntesis, los años de nacimiento, aproximados en el caso de Plutarco, de los cuatro autores mencionados, porque lo que nos cuenta Plutarco no tiene la crudeza de la inmediatez como la tiene lo que nos dice Virgilio u Ovidio. Es que a Virgilio y a Ovidio, personas aún vivas les pudieron explicar los hechos, por haberlos vivido directamente, y Suetonio y Plutarco sólo pudieron conocerlos por leerlos en los libros. No es lo mismo. Pierden en ellos, en Suetonio y en Plutarco, el calificativo de “escalofriantes”, que les atribuye, y como los llama Isabel Barceló.
Tampoco es el mismo el genio creador de un Virgilio u Ovidio, como el interés puramente descriptivo o historiador de Plutarco o Suetonio.
“Cuando murió, César tenía cincuenta y seis años cumplidos. Y no había sobrevivido a Pompeyo más que cuatro años; y de aquella dominación, de aquella soberanía que durante toda su vida se había empapado, pasando por tantos peligros y que apenas había conseguido, no había obtenido más fruto que el solo nombre y la gloria que hacía que fuese envidiado por los ciudadanos.
Verdad es que el Genio poderoso, que lo había asistido durante toda su vida, lo acompañó incluso después de su muerte: vengador del crimen, no dejó en paz a los asesinos, por tierra y por mar, hasta que no quedó ni uno: los que, de la forma que fuese, habían puesto sus manos en la fechoría o tomado parte en el complot, todos sufrieron el castigo. Pero lo más maravilloso entre los sucesos de orden humano es lo que pasó con Casio, porque, vencido en Filipos, se suicidó con la misma espada que había utilizado contra César; entre los de carácter divino, el gran cometa que después del asesinato de César brilló con todo su esplendor durante siete noches y desapareció de golpe; así como el oscurecimiento de la luz del sol. Porque, durante todo aquel año, su disco se volvió amarillento y sin tener aquella brillante radiación, y el calor que enviaba era tenebroso y escaso, por la debilidad del calor que lo destruía, y los frutos a medio cocer y todavía para madurar, se quedaron inmaduros y como pasas por el frío del ambiente.
Pero sobretodo el fantasma que se le apareció a Bruto reveló hasta qué punto el asesinato de César no fue del agrado de los dioses. He aquí esa historia. Bruto, a punto de hacer pasar a su ejército de Abidos al otro continente, descansaba una noche, como solía, dentro de su tienda, no durmiendo, sino dándole vueltas a lo que vendría; porque dicen que este hombre era el General que menos dormía de todos los que han existido jamás, y el que, de forma natural, podía pasar más tiempo en vigilia. En un sobresalto, le pareció oír un ruido en la puerta, y, mirando hacia aquel lado a la luz de una lámpara ya toda mortecina, ve una visión espantosa de un hombre de talla extraordinaria y aspecto feroz. Asustado a la primera, cuando ve que el espectro no hace ni dice nada, sino que está de pie en silencio cerca de su lecho, Bruto le pregunta quién es. Y el fantasma le responde: “Bruto, soy tu Genio malo; me verás en Filipos”. Entonces Bruto, con aire seguro, dice: “Te veré”, y el ser divino se va de golpe de su presencia. Y en el tiempo que vino, cuando en Filipos comenzó la batalla contra Antonio y Octavio César, el primer día, Bruto, vencedor, puso en fuga a todo el que se encontraba delante suyo, y arremetiendo a través del enemigo limpió el campo de César. Y ya se disponía a la segunda batalla, cuando el mismo espectro lo visita por la noche, por segunda vez; no es que le dijese nada, pero Bruto comprende cuál es su destino y se lanza de cabeza en medio del peligro.
A pesar de todo, no cayó combatiendo; pero, tras la derrota, huyó hacia un lugar escarpado y, apretando su pecho contra su espada desnuda, ayudado, dicen, por un amigo, que dio más fuerza al golpe, murió”.
(Plutarco, Vida de César, LXIX)
[69] Θνῄσκει δὲ Καῖσαρ τὰ μὲν πάντα γεγονὼς ἔτη πεντήκοντα καὶ ἕξ, Πομπηΐῳ δ’ ἐπιβιώσας οὐ πολὺ πλέον ἐτῶν τεσσάρων, ἣν δὲ τῷ βίῳ παντὶ δυναστείαν καὶ ἀρχὴν διὰ κινδύνων τοσούτων διώκων μόλις κατειργάσατο, ταύτης οὐδὲν ὅτι μὴ τοὔνομα μόνον καὶ τὴν ἐπίφθονον καρπωσάμενος δόξαν παρὰ τῶν πολιτῶν.
Ὁ μέντοι μέγας αὐτοῦ δαίμων, ᾧ παρὰ τὸν βίον ἐχρήσατο, καὶ τελευτήσαντος ἐπηκολούθησε τιμωρὸς τοῦ φόνου, διά τε γῆς πάσης καὶ θαλάττης ἐλαύνων καὶ ἀνιχνεύων ἄχρι τοῦ μηδένα λιπεῖν τῶν ἀπεκτονότων, ἀλλὰ καὶ τοὺς καθ’ ὁτιοῦν ἢ χειρὶ τοῦ ἔργου θιγόντας ἢ γνώμῃ μετασχόντας ἐπεξελθεῖν. θαυμασιώτατον δὲ τῶν μὲν ἀνθρωπίνων τὸ περὶ Κάσσιον· ἡττηθεὶς γὰρ ἐν Φιλίπποις, ἐκείνῳ τῷ ξιφιδίῳ διέφθειρεν ἑαυτὸν ᾧ κατὰ Καίσαρος ἐχρήσατο· τῶν δὲ θείων ὅ τε μέγας κομήτης (ἐφάνη γὰρ ἐπὶ νύκτας ἑπτὰ μετὰ τὴν Καίσαρος σφαγὴν διαπρεπής, εἶτ’ ἠφανίσθη), καὶ τὸ περὶ τὸν ἥλιον ἀμαύρωμα τῆς αὐγῆς. ὅλον γὰρ ἐκεῖνον τὸν ἐνιαυτὸν ὠχρὸς μὲν ὁ κύκλος καὶ μαρμαρυγὰς οὐκ ἔχων ἀνέτελλεν, ἀδρανὲς δὲ καὶ λεπτὸν ἀπ’ αὐτοῦ κατῄει τὸ θερμόν, ὥστε τὸν μὲν ἀέρα δνοφερὸν καὶ βαρὺν ἀσθενείᾳ τῆς διακρινούσης αὐτὸν ἀλέας ἐπιφέρεσθαι, τοὺς δὲ καρποὺς ἡμιπέπτους καὶ ἀτελεῖς ἀπανθῆσαι καὶ παρακμάσαι διὰ τὴν ψυχρότητα τοῦ περιέχοντος.
Μάλιστα δὲ τὸ Βρούτῳ γενόμενον φάσμα τὴν Καίσαρος ἐδήλωσε σφαγὴν οὐ γενομένην θεοῖς ἀρεστήν· ἦν δὲ τοιόνδε. μέλλων τὸν στρατὸν ἐξ Ἀβύδου διαβιβάζειν εἰς τὴν ἑτέραν ἤπειρον, ἀνεπαύετο νυκτὸς ὥσπερ εἰώθει κατὰ σκηνήν, οὐ καθεύδων, ἀλλὰ φροντίζων περὶ τοῦ μέλλοντος· λέγεται γὰρ οὗτος ἁνὴρ ἥκιστα δὴ τῶν στρατηγῶν ὑπνώδης γενέσθαι καὶ πλεῖστον ἑαυτῷ χρόνον ἐγρηγορότι χρῆσθαι πεφυκώς· ψόφου δέ τινος αἰσθέσθαι περὶ τὴν θύραν ἔδοξε, καὶ πρὸς τὸ τοῦ λύχνου φῶς ἤδη καταφερομένου σκεψάμενος, ὄψιν εἶδε φοβερὰν ἀνδρὸς ἐκφύλου τὸ μέγεθος καὶ χαλεποῦ τὸ εἶδος. ἐκπλαγεὶς δὲ τὸ πρῶτον, ὡς ἑώρα μήτε πράττοντά τι μήτε φθεγγόμενον, ἀλλ’ ἑστῶτα σιγῇ παρὰ τὴν κλίνην, ἠρώτα ὅςτίς ἐστιν. ἀποκρίνεται δ’ αὐτῷ τὸ φάσμα· „ὁ σὸς ὦ Βροῦτε δαίμων κακός· ὄψει δέ με περὶ Φιλίππους“. τότε μὲν οὖν ὁ Βροῦτος εὐθαρσῶς „ὄψομαι“ εἶπε, καὶ τὸ δαιμόνιον εὐθὺς ἐκποδὼν ἀπῄει. τῷ δ’ ἱκνουμένῳ χρόνῳ περὶ τοὺς Φιλίππους ἀντιταχθεὶς Ἀντωνίῳ καὶ Καίσαρι, τῇ μὲν πρώτῃ μάχῃ κρατήσας τὸ καθ’ ἑαυτὸν ἐτρέψατο, καὶ διεξήλασε πορθῶν τὸ Καίσαρος στρατόπεδον· τὴν δὲ δευτέραν αὐτῷ μάχεσθαι μέλλοντι φοιτᾷ τὸ αὐτὸ φάσμα τῆς νυκτὸς αὖθις, οὐχ ὥστε τι προσειπεῖν, ἀλλὰ συνεὶς ὁ Βροῦτος τὸ πεπρωμένον, ἔρριψε φέρων ἑαυτὸν εἰς τὸν κίνδυνον.
Οὐ μὴν ἔπεσεν ἀγωνιζόμενος, ἀλλὰ τῆς τροπῆς γενομένης ἀναφυγὼν πρός τι κρημνῶδες, καὶ τῷ ξίφει γυμνῷ προσβαλὼν τὸ στέρνον, ἅμα καὶ φίλου τινὸς ὥς φασι συνεπιρρώσαντος τὴν πληγήν, ἀπέθανεν.
21 comentarios:
¿Sabes, Antonio? Tardo mucho tiempo en entrar en el blog de las personas cuyos comentarios me parecen interesantes.
Es una técnica defensiva, porque al final suele ocurrir que me encuentro con un blog más interesante todavía y me vuelvo adicto.
Ya me ha pasado contigo, así que nos veremos con frecuencia por aquí, para mi beneficio.
Que feliz encuentro, ver citada en tu post a mi querida Isabel Romana.
No sabía que la conocías, cuando descubrí tu blog, pensé en presentarlos. Cosa que tuve que portergar porque el trabajo me llevó por otros rumbos.
Hablando de Cesar, mejor dicho de la muerte, pienso que ésta, aún cuando es buscada para un enemigo, se impone. No sé si entran a jugar cuestiones éticas, de las que la humanidad, parece haber prescindido la más de las veces, pero sí, esa verdad inocultable, de que tarde o temprano vendrá por nosotros.
Saldrá al encuentro del asesino,que verá los mismos ojos, en los que se miraron sus victimas.
Querido Antonio, qué traducción tan bonita la que has puesto de estos acontecimientos. Me quedo, no obstante, un poco desconcertada del comentario que has dejado en mi blog y he leído ahora, al llegar a casa. El jueves o el viernes pasado te envié por el correo que sale aquí en tu página el texto de Plutarco que te había prometido, aunque sólo en castellano. No suelo utilizar esa cuenta, pero como es la que de manera automática sale al pinchar en los correos de blogger, no tuve reparo en utilizarla. Ahora trataré de volver a enviártelos a través de otro correo. Yo precisamente había escogido para tí los presagios que precedieron al asesinato, de modo que no coinciden con los tuyos. No pretendo que los vuelvas a colocar, pero al menos sí que tengas la versión que tengo yo. Muchísimas gracias por tus palabras de elogio. Dentro de un rato, colocaré el funeral y creo que te gustará... Un abrazo.
Ya has visto que tenemos a una amiga común, hipolitta, lo cual siempre es motivo de alegría. Besos otra vez.
Amigo NáN,
Tú y yo nos conocíamos, pero en otro ambiente. Hoy creo que te he conocido en tu faceta más interesante y divertida. Ahora ya me he hecho asiduo de tu Blog y te seguiré, leeré tus artículos, como ese libro que tú querías leer, el que llevaba el "idiota". Me encantó tu relato y me gusta tu Blog.
He hecho un nuevo comentario en el Blog de Bárbara, porque me parece que allí hay tema y diversión para rato.
Un fuerte abrazo y gracias, muchas gracias, por veniR a mi espacio. Intentaré no defraudarte.
Cordialmente,
Antonio
Amiga Hipólita,
Ya ves. Nos encontramos por todas partes. A lo mejor es que el Destino nos tiene unidos de alguna manera. Bueno, que sepas que me ha encantado que entraras en mi espacio y me lo comunicaras cuando yo aún ando pensando en esos malditos hombres que, como explicas en tu Blog, se creen que las mujeres son objetos de uso. Ya hice, como sabes, mi comentario correspondiente, adjetivándolos como se merecen.
Pues sí, ¿quién no conoce a Isabel Barceló, o Isabel Romana, si está interesado en la Roma Antiguo?. El suyo es el mejor Blog que he visto sobre estos temas.
Oye, tu, Hipólita, tienes un pseudónimo muy bonito, tiene resonancias Griegas.
Sobre el concepto de muerte, se me ocurre una pregunta: Sabemos que muchos de los que nos precedieron han muerto, pero ¿quién puede asegurarnos que nosotros también vamos a morir?...
Seguiremos visitándonos mutuamente,
Te envío un abrazo y un beso,
Antonio
Isabel Romana,
Aquí estamos desconcertados los dos. Parece un prodigio más en torno al tiranicidio. Te puedo asegurar que no he recibido ese correo tuyo. Yo tropecé en mi casa con una edición de Plutarco, la de la Bernat Metge, y me puse a mirar de forma rápida y tropecé con los prodigios posteriores a su muerte. Y aquí me paré. Ya decía yo en mi comentario que esos prodigios eran un poco sosos, no "escalofriantes". He vuelto a coger el libro de Plutarco y he visto que en el capítulo LXIII se explican acontecimientos mucho más interesantes. Por supuesto que los pondré en mi Blog.
Lo que te puedo asegurar es que no he recibido ese correo tuyo. Pasa a veces. Son prodigios de la Informática.
Te envío directamente, a tu correo, la dirección de un par de correos más míos, para que me los reenvíes.
Si el trabajo ya está hecho, me será mucho más fácil colocarlos en el Blog.
Pues sí, tenemos una amiga común, nuestra Hipólita. Igual algún día le explico la leyenda de Hipólito, que tiene mucho interés. Me esperaré a que ella, que seguramente, leerá esto, me lo pida.
Un beso y un abrazo, querida Isabel.
Antonio
Querida Isabel,
Ya que estamos hablando de Julio César, te escribo un informe famoso que envió al Senado Romano, tras una campaña en Asia:
Veni, uidi, uici
[Llegué, vi, vencí]
Misión cumplida.
Un abrazo y muchas gracias,
Antonio
Me encanta pasar por tu cultivado rincón, es que se me olvida el tiempo y el lugar...es una delicia aprender así...de tu mano, te dejo una frase que creo es de Plutarco:
"El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender."
Un abrazo iluminado!!
Bueno, te saludo en este rincón de luz y de buen cultivo!!!
Y que sigamos compartiendo camino...
Antonio, leída la lección de hoy y aprendida una cosa más.
Mi agradecimiento.
Besos.
carmensabes, Carmen,
Muchas gracias por visitar mi espacio. Yo visito los dos tuyos con frecuencia, como habrás podido comprobar. Me maravillan todas esas imágenes que pones. Son una delicia. Que siga nuestro intercambio por largo tiempo.
Un beso cálido desde Barcelona,
Antonio
Carmen, amiga querida,
Te agradezco en cantidad que hayas entrado en mi rincón. Creo que en él hay alguna cosa interesante. Lo que ha pasado y está pasando en el Blog de Bárbara es divertidísimo. Nos lo hemos pasado de "p.m."
En mi mismo Blog podrás ampliar el tema que hemos discutido en el de Bárbara. Sólo tienes que copiar y pegar este enlace:
http://antoniomartnortiz.blogspot.com/search/label/CVNNVS%20et%20CVNICVLVS%20%5BCO%C3%91O%20y%20CONEJO%5D
Creo que con tus exquisitos conocimientos de la Filosofía y el pensamiento Griego, puedes aportar mucho a esta página y hacer buenos comentarios. Te estaría muy agradecido.
Un beso y un buen abrazo,
Antonio
winsta,
Tomo nota de tu aprovechamiento de las clases. Es un placer ver que hay personas como tú, que están dispuestas a divertirse con lo que de bueno, aunque sea poco, tienen los demás.
Un beso y un abrazo,
Antonio
Antonio, gracias!!
Me pasaré con mucho gusto porque esto es un auténtico disfrute. Vaya que sí!
Este texto me pareció interesante y con una redacción muy amena y bastante clara; desgraciadamente, a veces los blogs suelen tener una letra muy pequeña pero este no, además, usas bien los colores de tal manera que hasta sintamos he hemos terminado rápido la lectura. Me dio mucho gusto encontrarme con tu comentario en mi blog, ahora ya tengo a alguien más con quien contar para aprender sobre las culturas clásicas. Hasta pronto.
Tras leer tus acerados comentarios en la última entrada del blog de Bárbara, no podía hacer otra cosa que visitarte, y así echarle un vistazo -somero, de momento- al tuyo. En todo caso, lo suficiente como para comprobar que está bien escrito y que tiene un elemento instructivo, de lo más interesante.
Un saludo.
Hola, Antonio:
Esta semana... con mucho retraso. He disfrutado mucho con esta entrada. Como ya te comentan, la lectura es muy amena y el deseo de conocer el final la hace muy corta. ¿Sabes? Es un gusto pasarse por tu espacio y recorrer después el de Isabel. Tú nos ofreces la versión clásica, ampliada y explicada con tus palabras e Isabel nos "novela" los hechos.
Formais un tandem estupendo.
Y respecto a estos prodigios, siempre me quedé (de hecho es una frase que a veces utilizo, para sorpresa de quienes me escuchan) con esta idea: LA SOLEDAD DE BRUTO.
¿Qué pasó por su cabeza cuando se suicidó? ¿Por qué, un hombre tan curtido, no se dejó matar en la batalla y se quitó la vida a solas, de una forma tan cruel?
Me gusta ese halo de misterio (yo que soy tan "novelera").
Me voy ahora un rato al blog de Isabel.
Ya te contaré.
Un beso, maestro.
Soledad.
Querida amiga Soledad,
Te voy a contestar con algún detalle al estupendo comentario que haces en mi espacio.
“LA SOLEDAD DE BRUTO es la “soledad” del héroe de la tragedia griega: el héroe siempre está solo, frente al destino. Es precisamente ése su destino: tiene que enfrentarse solo a todo y contra todos.
En relación a su suicidio, planteas un tema muy interesante: el Romano, cuando se ve vencido, como en el caso de Bruto, o cuando por pensamiento filosófico, como en el caso de Séneca, que era estoico y creía en el Destino, piensa que ha llegado su final, prefiere darse muerte a sí mismo, con sus propias herramientas, antes de que lo haga un enemigo o sea ello con una herramienta no apropiada.
He aquí algunos casos:
Cicerón, el gran orador, perseguido por los sicarios de Marco Antonio, huyó lo que pudo acompañado de un esclavo. Cuando se vio acorralado y supo que su final había llegado, le ofreció su cuello a su esclavo amigo y éste le cortó la cabeza, para evitar que fueran sus enemigos quienes acabaran con su vida. Pasó el 43 aC. Por orden de la mujer de Marco Antonio, le cortaron la lengua y ésta fue clavada con una aguja en la tribuna de los oradores de Roma, porque Cicerón había atacado con dureza previamente a Marco Antonio en sus “Filípicas”.
Bruto, cuando se vio ya vencido por Marco Antonio y Octavio, el futuro Augusto, en Filipos, antes de dejarse matar por un enemigo, se suicidó él, y “con su propia espada”, que era su herramienta de trabajo. Sucedió el 42 aC.
Séneca, cuando le llegó la orden de Nerón de que su fin había llegado, se preparó un baño de agua tibia y, conversando con sus amigos en la bañera, se abrió las venas. Ocurrió el año 65 dC.
Lucrecia, una noble dama Romana, que había sido violada por uno de los hijos del rey Tarquinio el Soberbio, el séptimo y último rey de Roma, llamó a su padre y a su marido, y les explicó lo que había sucedido. Entonces se suicidó ella misma, en este caso con un cuchillo de cocina. Es que Lucrecia, al ser violada, se sintió “sucia”, como si el delito lo hubiese cometido ella. Sucedió allá por el 509 aC. Como consecuencia de esto, los Romanos hicieron una revolución, echaron a los Reyes de Roma y nunca más los toleraron. Según Tito Livio, eran una estirpe “odiosa y peligrosa para la libertad”:
“Odi regium genus: periculosum libertati esse” [Odio la estirpe de los reyes: es peligrosa para la libertad], dice en el libro primero de su obra “Ab Vrbe condita” {Desde la fundación de Roma].
Por eso apuñalaron a César, porque, creían, se comportaba con si fuese un rey.
Y es que en Roma y también en Grecia, por los menos en el Mito y la Tragedia, la gente se suicidaba con sus herramientas de trabajo, la mujer siempre con alguna herramienta de cocina y el hombre siempre con una espada, a ser posible la suya propia. Es que así la muerte era más honrosa, menos deshonrosa.
Yo mismo he comprobado que en La Alpujarra Granadina, en los pueblos que son zonas totalmente rurales, el que se suicida lo hace siempre con herramientas que le son cercanas: suele ser colgándose de un árbol, en pleno campo, con una soga no comprada, o en la propia casa, de la misma forma y con los mismos utensilios.
Como la mujer estaba confinada en casa, las que se suicidan lo hacen siempre con herramientas caseras, preferentemente de cocina, y los hombres, que practicaban la guerra, con una espada, a ser posible, la propia.
Y es que tú, querida Soledad, cuando planteas algún tema, ese tema da para hablar largo y tendido.
Te envío un beso y un abrazo, en espera de tu próxima sugerencia,
Antonio
donna nobile,
Ya lo ves: yo entrando en tu casa y tú entrando en la mía. Esto es muy divertido y muy enriquecedor. Tú disfrutas con lo que yo escribo y yo disfruto con lo que tú escribes. Espero que esto dure mucho tiempo.
Un beso y un abrazo,
Antonio
Amigo Raúl,
Muchas gracias por visitarme y por los elogios que me transmites. La verdad es que nos lo hemos pasado muy divertido con el debate que suscitó Bárbara. Yo me reí como nunca antes lo había hecho. Espero que sigamos con esos debates. Allí todo el mundo estuvo a la altura. Y es que se puede hablar de todo y con todos y todas. Ahora me voy a tu casa y ya te comentaré.
Un abrazo,
Antonio
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