Acabo de leer en primera página en LA RAZÓN de hoy:
“José Tomás hace historia en
la Monumental de Barcelona
donde cortó en solitario cinco
orejas a seis toros y provocó
el delirio del público”.
Y me pregunto yo:
¿Cómo se pueden cortar cinco orejas a seis toros? ¿Es que a algún toro, o a dos, se le cortó sólo media oreja?
Es que ya, desde que la gente está desaprendiendo a hablar, también está desaprendiendo a escribir. Ya ni las Matemáticas funcionan. Ni el sentido común.
Y todo ello, sin tener en cuenta la crueldad que representa, en mi opinión, que haya gente, multitudes, capaces de disfrutar viendo cómo se arremete hasta la muerte de forma salvaje contra un animal, el toro, que, en definitiva, nada malo nos ha hecho.
Vivimos en una Sociedad en la que habría que cambiar muchas cosas, en el contenido y también en la forma.
Podríamos haber aprendido algo de los Cretenses de hace cuatro mil años que, en la Época Minoica, practicaban las lidias de toros, divirtiéndose, sí, pero sin que el noble animal sufriese daño o sufrimiento alguno.
He dicho.
Buenas noches
11 comentarios:
Vivimos dentro de un circo romano, el mundo es un gran circo, cruel, sangriento, hipócrita, egoísta, falso, doloroso.
Si los periodistas escriben así, los editores aprueban esa edición, si los lectores leen este tipo de cosas, se entiende claramente porque este tipo de entretenimientos tan cobardes y sangrientos tienen importancia todavía.
La educación brilla por su ausencia tanto en lo que se refiere a lengua, como a matemática. El sentido común directamente esta muerto desde hace siglos.
Enfrentarse a un animal drogado, asustado, desangrado no es un acto de valor, más bien de cobardía. Aturdido el toro, dentro de la plaza, bajo el grito de miles de personas, entumecido por las espadas que tocan los nervios del animal, el infeliz que se cree hombre cree tener valor y erecto (a diferencia de su miembro estéril e impotente que no sabe de hombría y de ser varonil, noble y fuerte) mata al animal, o corta orejas para ganar aplausos.
Que mente deficiente, que poco corazón, que falta de ética, estética y valor.
Un saludo grande.
HologramaBlanco
Antonio haces un excelente elogio al valor y a la valentía que en la tauramoquia se desconoce y en cambio se alardea y se aplaude la cobardía. Te felicito por tu doble labor de defensa, la del animal y la del idioma.
Un gran saludo Antonio!!!
Terrible.
Creo que poco importa la palabra a quien le gusta la sangre.
Un abrazo, A.
La crueldad a la que podemos llegar es muy grande, seleccionamos una raza, criamos a los individuos y luego los encerramos en una plaza, lo martirizamos clavándole un montón de artilugios y cuando ya el animal perdió las fuerzas "alguien" al que consideran un héroe intenta alargar su agonía, mientras le aplauden y después le conceden trofeos.
Y a "Esto" ¿llaman fiesta nacional?
Bicos
Amigo Edgardo,
Paso a contestarte, desde aquí, con algún retraso al excelente comentario que hiciste sobre mi entrada EL MODELO DE MAESTRO. Defines una situación triste y desesperada, pero la Realidad es que es así. Ya no hay respeto por nada ni por nadie y así no se puede progresar. Es una lástima que se hayan perdido tantos valores en la Educación.
Enlazo también ahora con el exacto comentario que haces en mi última entrada, la referente a la decadencia del lenguaje y la poca conciencia de los que lo usan. Si añadimos a ello la crueldad que se ejerce sobre los animales en rituales como la tauromaquia, no es que estemos en el Circo Romano, es que estamos en los peores momentos de la Civilización Romana, que también los tuvo.
Un abrazo,
Antonio
Estpenda esta doble defensa.
Muy graciosa la primera parte (no he podido evitar la risa).
Respecto a la segunda... ¿qué decir? La sangre que se derrama siempre es dolorosa. No es su sitio la arena.
Un beso, maestro.
Soledad.
Querido Antonio:
y qué bien has dicho. A ti sí que te doy un "olé" por tus palabras en defensa de la vida, la armonía, la humanidad, la cultura, la belleza cretense. Y, por supuesto, te felicito por el comentario lingüístico, apropiado y afortunado. Afortunadamente encontramos comentarios como éste, menos mal que algunas voces claman contra la violencia extrema hacia los animales.
Me han encantado todos los demás comentarios, buena gente siempre por tu casa alada y mágica.
Gracias, maravilla de profesor.
Un abrazo muy fuerte.
Tu admiradora Ἑλένη
Caramba, Don Antonio, esto parece el anverso de mi predio virtual, me place comprobar esta simbiosis que nos traemos. Me sonrío ante lo de 'dislate' y su despedida y cierre y me alegra ver, ya digo, este mutuo efecto simbiótico que ha obrado entre nosotros.
¿Cinco orejas a seis toros? Le diré que entendí el mensaje del redactor a la primera, pero es cierto que no deja de ser un texto equívoco, es decir, que se presta a la ambigüedad. Parece que hubiera toros con cinco orejas y yo no los conozco. Otra cosa es que el poco espacio y las prisas hayan evitado una fórmula mejor, que podría haber sido:
'José Tomás se atreve solo con seis astados y recoge cinco orejas'.
Por ejemplo.
Buenas noches,
Mario
'José Tomás se atreve en solitario con seis astados y recoge cinco orejas'.
Este es menos equívoco.
M
Muy bonita, amiga Dilaida, la historia que nos explicas EN TU ESPACIO de Deucaióíon y Pirra, de las Metamorfosis de Ovidio. Es una de las que más me gustan. Por eso somos una raza dura, como dice Ovidio, porque venimos de las piedras. Me parece muy ocurrente la idea de que también publiques el texto latino: siempre habrá alguien al que le interese.
Muy interesante el comentario que haces a mi entrada sobre la crueldad y violencia ejercida contra los toros en eso que algunos, de forma totalmente inapropiada, llaman fiesta nacional. Si las fiestas han de consistir en eso, ¡a la mierda con las fiestas!
Un abrazo,
Antonio
Amigo Dilman,
Muchas gracias por tu acertado comentario a mi entrada sobre el disparate lingüístico relacionado con las fiestas de los toros, esas mal llamadas fiestas nacionales aquí en España, con toda la crueldad que se ejerce contra los nobles animales.
A ver cuándo podemos leer el segundo capítulo del "Conócete a ti mismo".
Un abrazo,
Antonio
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