Su última entrada se titula
Yo le he hecho un comentario, un tanto vehemente, como él lo califica, que transcribo aquí:
“Don Mario,
Me ha encantado la lección de hoy, porque su blog es la hostia, casi la hostia en vinagre. Aquí se aprenden cosas, al tiempo que uno se divierte, pues tiene usted (¿Vd., Ud., Usted,? ¿Cuál es la forma correcta?) una forma tan elegante de escribir, que a mí ya me suda la polla de ver por el espacio cibernético tanta gente que escribe tan mal y se me hace la picha un lío, cuando leo ciertos artículos que parecen escritos, no con la pluma ni el teclado, sino con el culo, de forma que, lógicamente, muchas veces resultan ser una puta mierda. No es éste el caso de su espacio, sino todo lo contrario.
Y me pregunto yo: ¿qué tendrá que ver la puta o la puñetera hostia con la hostia consagrada? Claro, si uno anda por el mundo con este lenguaje, se expone a que algún desalmado le pegue un par de hostias, o un hostión, o lo que sea.
Adentrándonos en el terreno de lo marginal, ¿podría usted, don Mario, decirme cuál es el masculino de “puta”? Le pregunto esto para ir a la contra de esa corriente de feminismo que intenta feminizarlo todo.
Podría usted un día hablarnos de la gilipollez que es utilizar ciertas palabras como “presidenta”, “jueza”, y otras del mismo estilo, porque, en ese caso habría que decir también “amanta”, “estupideza” o “sensateza”, si nos referimos a mujeres, y tendríamos el dilema de decir “fuente” o “fuenta”.
Añado que Ostia es el puerto de Roma.
Buenas tardes y un cordial saludo, don Mario.
Don Antonio”
Él, don Mario, me ha contestado de una forma sabia y equilibrada, dejando cada cosa en el lugar que debe ocupar. Aquí tenéis su contestación. Que cada cual juzgue por sí mismo, o por sí misma:
“Estimado Don Antonio*,
Caramba, qué vehemencia la suya, pardiez. En fin, me alegra, claro, su mensaje, pero bueno, espero que no haya niños leyendo, como se suele decir. Agradecido quedo, faltaría más, espero que no me malinterprete usted. (A mí me gusta usar 'usted' o 'Vd.', pues el término viene de 'vusted', así que por una nostalgia añeja, me parece apropiado su uso.)
Respecto al tema de la prostitución masculina, tenemos el vocablo 'puto', que se usa en México, pero que se refiere más a conductas homosexuales, si no me equivoco. Sólo se me ocurre, amigo Don Antonio, el extranjerismo 'giggolo'.
Sobre el último punto que presenta, no estoy yo del todo de acuerdo en ese encorsetamiento del género. ¿Qué hay de malo en 'presidenta' de la Academia o en la 'jueza' del Tribunal Supremo? Si se puede poner en femenino y no suena a rayos, pues estupendo. El caso de 'miembra' es más complicado, pero el de 'clienta', por ejemplo, lo veo igual y nadie se rasgó las vestiduras por ello.
El lenguaje es tremendamente masculino, por la influencia del monoteísmo, Islam, judaísmo y cristianismo, que creen en un Dios varón y viril. Seamos capaces de ceder un poco, estimados y amigos (y no pongo amigas porque se entiende la neutralidad de la palabra electa.)
Buenas noches y hasta el lunes,
Mario
*Con mi colega Don Antonio hago una excepción con la fórmula de respeto o cortesía y pongo el 'don' con mayúscula a sabiendas de la transgresión, son cosas nuestras.”
Os aconsejo que le hagáis una visita de cuando en cuando. No os arrepentiréis. Es una delicia. Podéis pinchar en cualquiera de los mútiples enlaces que hay en este texto.
Nuestro amigo Dilman, que tiene un blog de alta calidad filosófica, "Verde que te quiero verde", ha tenido a bien traernos en su comentario un estupendo poema de don Francisco de Quevedo que, por pertinente al máximo con los interrogantes planteados en mi texto, merece los honores de ser citado en primera página.
Aquí lo tenéis:
DESENGAÑO DE LAS MUJERES
"Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas".
Don Mario Moliner es un hombre inteligente y sabio, como los Sabios (con mayúscula) de Grecia. Tiene una serie de cualidades que no voy yo ahora a enumerar, por innecesario, pero sí quiero resaltar que es un hombre agradecido. Y de bien nacidos es ser agradecido. Yo le he dedicado unas palabras que pueden Vds. leer aquí y él, en su espacio, me ha hecho una serie de elogios, a los que yo no voy a renunciar en un alarde de falsa inmodestia, sino que los asumo en su totalidad, al tiempo que le doy mi conformidad y complacencia a esa caracterización de mí que él ha hecho.
Aquí están sus palabras:
“No querría comenzar este post sin antes dedicar unas palabras a mi buen amigo Don Antonio Martín Ortiz*, para con quien no tengo sino palabras de gratitud, al tiempo que de admiración.
Martín Ortiz es un tipo que, como me comenta por correo electrónico, ha decidido que no se casa con nadie y que es tal cual es. Ni una cosa ni otra, y al que no le guste, que se rasque. Y de ese ejercicio de libertad sólo pueden salir cosas buenas, como es cosa buena su blog, en el que he tenido el gusto y el honor de ser protagonista, como pueden comprobar en su espacio.
*La única persona con la que me permito el uso del 'don' con mayúscula, a pesar de su incorrección."
Quede expreso aquí todo mi agradecimiento hacia él y mi sugerencia de que lean el texto entero suyo, en el que, de forma magistral, nos define lo que es una “efeméride” y unas “efemérides”.
10 comentarios:
Yo quisiera traer a Don Francisco de Quevedo para que ilustre un tanto sobre la palabra puto que desde ese entonces ya era pronunciada. En el poema "Desengaño de las mujeres" el poeta reflexiona sobre la prostitución y veo que la práctica no exonera del calificativo a quién paga o recibe el pago. Y tanto puta como puto vienen siendo una de las dos caras de la misma moneda con la que se tasa el convenio a disfrutar por las partes comprometidas (cuando se llega a disfrutar o no)
DESENGAÑO DE LAS MUJERES
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.
Amigo Dilman,
Aprovecho la circunstancia para agradecerte, aunque sea con un retraso consistente, el sensato comentario que hiciste al texto que puse de Quintiliano referente a los maestros. Es cierto que la sociedad actual no valora a los enseñantes en su justo término y así nos van las cosas.
Precioso el comentario que haces a mi entrada presentando el blog de don Mario Moliner y muy pertinente el poema que nos traes de don Francisco de Quevedo. Ya voy notando que don Francisco de Quevedo no tiene dificultad alguna para ti, pues lo conoces tan bien como la madre que lo parió. Tu conocimiento de él y su obra es exhaustivo en todos los aspectos.
He considerado que era pertinente y apropiado situar en primera página el poema de Quevedo, porque encaja muy bien con el tema tratado, aún a riesgo de que alguna mente delicada crea que es un texto demasiado atrevido.
Estupendos comentarios los tuyos, amigo Dilman.
Un abrazo,
Antonio
Gracias Antonio por tener en cuenta estos aportes. El idioma español es una lengua continental, muchos no aprecian esta ventaja cultural y lo deprecian. Afortunadamente los cultores del idioma de Cervantes han tomado conciencia del problema.
Un gran saludo maestro!!!
Querido Antonio:
tengo la suerte de conocer el blog de Mario y suscribo todos tus comentarios sobre la maravilla que supone encontrar un espacio lleno de reflexión lingüística y con tanto sentido del humor.
Tu respuesta a la entrada de Mario es genial: me encanta ese tono atrevido y valiente que dice verdades a la cara.
Hay que ver, tú siempre tan generoso, pensando en las bondades de los demás, estupendo el soneto de Dilman también.
Con estas notas tan divertidas te envío un besazo y como siempre el agradecimiento a tus palabras que tanto me hacen disfrutar.
Tu admiradora Ἑλένη
Amiga Elena, Ἑλένη,
Gracias y muchas por atribuirme los adjetivos de “genial, atrevido y valiente”. Si a ello le añado la “vehemencia” que me atribuye don Mario, ya no debo ni puedo esperar nada más. Esto es más que suficiente.
No voy a caer yo ahora en una falsa modestia, que no serviría para nada, y renunciar a vuestros pensamientos y opiniones. Además, ¿quién soy yo para contradeciros a vosotros, mentes sanas e inteligentes, allí donde las haya?
Lo que voy a hacer es devolverte en parte esas perfumadas flores que me envías, querida Ἑλένη.
Tú eres una mujer como no existe ninguna otra: tú estás a la altura siempre, aceptas el lenguaje, siempre que sea correcto, en todas sus dimensiones, no conoces los tabúes, contigo se puede hablar de todo, siempre que sea con elegancia y equilibrio, no renuncias a ninguna vía de comunicación, siempre que ésta tenga la altura y el nivel requeridos.
Eres una delicia siempre, en todas tus intervenciones.
Seguro que eres la Luz (con mayúscula) que alumbra todo tu entorno.
Estoy seguro de que la ninfa Parténope, la que habitaba en Neapolis, te va a proteger durante unos días que van a ser deliciosos para ti y todos, y todas, quienes estén en tu entorno.
Un abrazo, querida Ἑλένη,
Antonio
He visitado el blog que recomiendas, es una maravilla, GRACIAS
Un bico
Siempre me sorprendes, maestro.
Sencillamente delicioso tu comentario. Un juego precioso y perfecto con otro compañero de blog, al que, desde luego, paso a visitar.
Sigo pensando en la grandeza de las palabras y en la magia de la comunicación entre las personas inteligentes y honestas.
Aunque no te comente como me gustaría (la falta de tiempo, ya lo sabes), te sigo a diario.
Un beso, maestro.
Soledad.
Estimado Don Antonio,
He caído en la cuenta de que he incumplido, y no lo digo por falso interés protocolario, sino por sincera desazón, que no he dejado aquí el grato acuse de recido que se esperaba de mí. Me va a perdonar usted, pero ando todavía un poco perdido en las normas básicas que rigen la buena y afable comunicación entre amigos de blog.
Pues aquí estoy, contento también tras su último comentario en mi predio virtual (parece que hoy 'volaron' mis comentaristas), y contento también por lo que me ayuda usted en la difusión de mi humilde espacio. Las chicas Soledad y Elena Clásica ya han tenido la deferencia de pasarse por mi blog y dejar afectuosos y muy certeros comentarios.
Ha sido algo providencial dar con usted. Y, sin querer abusar de su paciencia, algún día le pediré que me explique cómo se escriben esos caracteres griegos. Me han fascinado.
Un saludo muy cordial,
Mario
Amiga Soledad,
Es toda una alegría verte de nuevo por aquí y recibir tus gratificantes comentarios que, por venir de una mujer sensata, inteligente y rica en pensamientos y emociones, tienen para mí mucho más merito y me proporcionan una gran alegría. Tú estás siempre presente cuando escribo algo, y cuando dejo de escribirlo. Eres ahora una “Bella durmiente” y es una pena que no podamos, y pueda yo, seguir disfrutando de tus escritos y del encanto de tus poemas. Entiendo perfectamente tu falta de tiempo y tu derecho al descanso, pero también pienso que, con la fórmula y el escrito que has dejado en la portada de tu “locus amoenus”, la gente y todos tus amigos y amigas, que somos numerosos, podríamos entender perfectamente que no tengas tiempo de hacer comentarios, pero que nos dejaras la posibilidad de desearte también a ti en tu espacio unas Felices y bien merecidas vacaciones, además de seguir disfrutando de lo que ya tienes publicado.
Como siempre, un beso y un gran abrazo,
Antonio
Don Mario,
No se preocupe por lo de escribir en Griego. Es muy fácil. Un día de éstos le indico cómo se descarga el programa y cómo se utiliza. Es mucho más fácil de lo que la gente se cree. Pero que no se entere nadie, porque así podremos los dos vanagloriarnos de nuestros conocimientos informáticos.
Buenas noches, don Mario.
Don Antonio
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