multa tulit fecitque puer, sudauit et alsit,
abstinuit Venere et uino;
(Horatius, Ars Poetica, 412-414)
El día 1 de Septiembre de 1960, un grupo importante de muchachos jóvenes, de entre 10 y 11 años, dejaron sus familias, en la provincia de Lleida, cogieron sus bártulos más imprescindibles, y se marcharon al Seminari Conciliar de la Seu d’Urgell, en la provincia de Lleida. Era un Internado para preparar a los futuros clérigos que predicarían la Doctrina de Dios por diferentes parroquias. La disciplina en el Internado era dura, y los estudios muy rigurosos. Dios y la Virgen estaban por todas partes: allí sí que eran omnipresentes y tenían el don de la ubicuidad, ellos mismos o sus representantes en la Tierra, que eran los que impartían las clases o daban las prédicas correspondientes.
Ahora, al cumplirse el cincuentenario de aquel suceso, bajo la coordinación de uno de ellos, Pep Coll Martí, eminente Filólogo y Escritor, han publicado un libro colectivo de memorias titulado CARTUTXOS DE RÈQUIEM, algo así como CARTUCHOS DE FOGUEO. Es un libro precioso, escrito en su mayor parte en Catalán, en el que muchos de ellos reviven sus recuerdos de aquella adolescencia dura, pero sólida y con mucha perspectiva. También aparecen en el libro colaboraciones de quienes fueron sus Profesores o Prefectos. El libro tiene el tono de quienes están agradecidos, y mucho, de la Educación y Disciplina recibidas en tiempos más que difíciles.
Si a alguien le interesa el libro, y esto no es propaganda, puede dirigirse por correo electrónico, jcoll222@xtec.cat, al coordinador y pilar fundamental del libro, Pep Coll Martí. Él os indicará la forma de pago, que será transferencia bancaria. El precio es 18€, en el que se incluyen los gastos de envío. Pinchando aquí podéis acceder a la página WEB de Pep Coll Martí.
CERTIFICO:
Que Don Antonio Martín Ortiz, Number One de la Promoción del 60 del Seminario Conciliar de la Seu d' Urgell, Catedrático de Latín y de Griego, Lenguas del Imperio Romano y de la Cultura Helénica, y, además, gran experto en el uso de las nuevas Tecnologías de la Información (Informática, Internet, Facebook, Blog, Chat, ....), es el miembro más adecuado de la Promoción del 60 para llevar a cabo una campaña de publicidad a nivel global de "Cartutxos de Rèquiem", para que dicha obra llegue a ser "best- seller" y Premio Nobel de Literatura de la Academia Sueca.
Además, para promocionar la obra literaria "Cartutxos de Rèquiem", propongo rodar una película que podría perfectamente llamarse: ”Vivieron con las batas puestas”, o bien “Murieron con las bragas puestas”, o bien "A la recherche de las bragas perdidas".
Entiendo que también se pueden vender libros como "Cartutxos de Rèquiem" utilizando las bragas como reclamo publicitario. ¿O no?
Ciudad Imperial Tárraco, 15 de Septiembre de 2010
Firmado: Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda
Alcaración final:
36 comentarios:
D. ANTONIO, me he reido mucho con don Jerónimo y con usted. Hágale saber, por favor, que de vez en cuando haga algo en francés...jeje.
Ya que usted menciona lo de hacer el amor...
Don Cesar,
Hasta donde llegan mis humildes conocimientos, el Inglés se puede aprender en plan autodidacta, pero para hacer Francés, son imprescindibles, por lo menos, dos personas, a ser posible, de género diferente.
Que quede claro que lo que antecede lo digo por haberlo oído, no por haberlo practicado. Mi fuerte es el Latín y el Griego. El Francés, lengua que leo y escribo, no es mi fuerte.
Aguda observación la suya.
Le envío un abrazo, en Latín o en Inglés, como prefiera, pero nunca en Francés.
Antonio
Mi queridísimo Antonio:
Ya tenía yo ganas de volver y de encontrarme con estas novedades e informaciones tan importantes del pasado; sin duda para los amigos que por aquí nos descolgamos felizmente, se manifiesta certeramente la idea de la claridad de aquellos jóvenes cuyas mentes y almas se empaparon del estudio y de la belleza de los Clásicos.
Ay, ¿para cuándo esa película? El resultado final sería seguramente una narración cinematográfica emotiva y vibrante, pero digo yo, ¿cómo lo pasaríamos en el rodaje? Ah, sí, sí, yo ya me incluyo en el rodaje, el papel me da igual, si bien una fémina quizá no tenga mucho que ofrecer como actriz en este drama, si podría ser una entregada regidora o maquilladora o peluquera o sastra...
Don Jerónimo sabe muy lo que se dice, y bien demuestra su buen criterio al encargar a nuestro Antonio la publicidad de esta bella historia. Ese libro hay que leerlo ya, ay, esos recuerdos, esas horas de estudio y sueños.
Muy interesante también me ha resultado conocer a Pep Coll y su obra.
Te envío, querido amigo un abrazo gigante, con la alegría de las noticias renovadas de la vida.
Tu admiradora, que ya te echaba de menos, Ἑλένη.
Dos amables lectores del blog y colaboradores del libro (Miquel Zambudio y Josep M. Antonijoan) me informan por correo privado de su disconformidad con la traducción que he dado del título del libro al Castellano.
Me dicen que no les parece correcta la traducción de Cartutxos de Rèquiem a Cartuchos de Fogueo.
Efectivamente, Rèquiem procede del canto religioso en la misa de difuntos:
Requiem aeternam dona eis, Domine.
Dales, Señor, el descanso eterno.
Es decir, que Requiem suena a muertos, pero en realidad significa descanso. Entonces la frase hay que traducirla en su conjunto, no palabra por palabra. En el título en Catalán se percibe la idea de mescolanza: cuando se habla de muerte, se utiliza la palabra descanso. He intentado reflejar en Castellano el conjunto del título: la apariencia de muerte (cartuchos) y la inexistencia de ésta (fogueo). He considerado el título como un conjunto armónico, no como unas palabras pegadas. Además, en el título en Catalán se percibe un aire desenfadado e irónico, cosa que he intentado reflejar en la traducción al Castellano.
Seguro que el Josep Coll nos podría decir si las traducciones que se han hecho de sus libros a otras lenguas son literales o no lo son: hay veces que esto se puede hacer, pero en muchas otras es imposible.
Por otra parte, todos estamos acostumbrados a ver títulos de preliculas dobladas que nada tienen que ver (en apariencia) con el original.
Espero que esta explicación será suficiente.
A ambos os envío mi agradecimiento y un fuerte abrazo,
Antonio Martín Ortiz
Para que sepáis quién soy, os diré que soy la parte femenina de Antonio, como a él le gusta decir. A mí, además de la Decoración me encanta el Cine, y de eso algo entiendo. Me estoy leyendo los Cartutxos de Rèquiem, y tengo que decir que me parece un libro de lo más interesante. Me ha recordado la película Los Niños del Coro. Estoy más que orgullosa de compartir mi vida con uno de esos Niños del Coro.
Felicidades y enhorabuena a todos los que habéis participado en ese libro de memorias.
Un beso,
Ana
Por lo que veo, amigo Antonio, en aquel seminario no debían darse las condiciones más idóneas para formar a futuros sacerdotes si ninguno de ustedes siguió por esa vía. Imagino una atmósfera opresora llena de dogmatismo e intransigencia, crueldad e hipocresía, con un Dios militante y un infierno aterrador como el que le intentaron inculcar a mis padres y a tanta otra gente de su misma generación.
Sin embargo ustedes sí supieron apropiarse de lo más valioso que podía florecer entre tanta impostura, aquello que con el tiempo les llevaría a ser buenas personas con unos Valores muy consolidados. Enhorabuena por esa educación y esa disciplina que propiciaron tan feliz desenlace, aunque tuvieran que pagar un alto precio por ello. Tal vez habría que reclamar una solución intermedia, algo más humana y secular, que combatiera desde las aulas la crisis de valores que se hace bien patente hoy en día en la sociedad. Usted es docente y sabe de lo que le hablo, empezando por el poco respeto que inspira la figura del maestro (no sé si será su caso) entre la mayor parte del alumnado.
En esta vida todo lo que merece la pena de ordinario no se consigue sin esfuerzo, y más bien parece que en la actualidad nos instalamos con demasiada frecuencia en la comodidad, en una desproporcionada búsqueda del bienestar y aun en la desidia, olvidando que una vida plena comporta riesgos, sacrificios y algún que otro impulso para ir avanzando hacia adelante.
En cuanto a la humorística certificación del ilustre Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda, le confieso que, además de reírme un rato, me he quedado perplejo: ¿es verdad que ustedes, los sufridos seminaristas, tenían que llevar bragas?
Un afectuoso saludo.
Awesome web site, I hadn't noticed antoniomartnortiz.blogspot.com before in my searches!
Keep up the excellent work!
Amiga Elena, Φίλη Ἑλένη, Querida Elena,
Todos, y todas, los que aparecen por aquí, comentando lo que buenamente uno escribe, son personas de alto nivel cultural y humano, pero, entre todos, o entre todas, para ser más riguroso, tú eres la Princesa que nos faltaba, la Musa que inspira este foro, la fémina que siempre es imprescindible, porque la Sensibilidad femenina, y también la Inteligencia, es superior a la del hombre, y lo es porque es diferente, más empática.
Como todo el mundo puede suponer, Don Jerónimo es el pseudónimo de uno los actores del libro, y, como ya existe Los Niños del Coro, como bien apunta Ana, bien podría hacerse una segunda parte. Os puedo asegurar que resultaría de lo más interesante.
Amiga Elena, entre tanto muchacho y hombre, con las correspondientes hormonas, lo que más falta hubiera hecho es una presencia femenina, como la tuya, y lo digo en el mejor de los sentidos, porque tú serías la diosa que todos teníamos en la cabeza, y con la que soñabamos en todo momento, despiertos incluso. Bien nos hubiera gustado a todos los que en aquella historia participamos que la imagen de la Virgen pudiera sustituirse por la de una mujer de la más grande categoría, y, en lugar de tantas imágenes virginales, con cara de tristeza, porque las Vírgenes siempre me parecieron tristes, además de esquivas (lo que en Catalán se llama esquerpa y que es intraductible). Su nombre sería Elena, así sin h.
De llevarse a cabo el proyecto, tú estarías en primera línea.
Te envío, te doy, Amiga Elena, Φίλη Ἑλένη, Querida Elena, un beso enorme y un gran abrazo,
Antonio
Amigo Don Carlos Hernández, Chacien,
Contesto en la medida de mis posibilidades a su amable, atento y exquisito comentario. Puedo asegurarle que en aquel Internado se daban las condiciones, como en otros muchos, para que de allí saliesen Ministros de Dios. Lo que pasa es que hay que ver las cosas con perspectiva y no analizar lo que ocurría hace cincuenta años con lo que ocurre y se piensa ahora. Lo que pasó es que nuestro Instinto Natural y, si me permite, y a riesgo de pecar de inmodestia, nuestra Inteligencia, se sobrepuso a todo tipo de Inquisiciones, y nuestro Instinto de Supervivencia salió a flote.
Si miramos las formas de enseñanza actuales, evidentemente que están en el polo opuesto a la que se impartía en ese tipo de Internados. Tenían razón los Griegos, Aristóteles en sus Ética a Nicómaco, cuando decían que la virtud está en el término medio.
Puedo asegurarle que la disciplina que tuvimos que soportar los que tuvimos que hacer el Servicio Militar Obligatorio no es nada comparada con la que había en ese tipo de Internados: allí se apoderaban de la persona en su totalidad, cuerpo y alma. Si uno no se vacunaba, el libre pensar quedaba bloqueado, pero eso pasaba en todos los Internados del mismo tipo. No obstante, los que dirigían ese tipo de Instituciones eran tan víctimas como los alumnos que tenían: yo, que actualmente me considero ateo, sin llegar al anticlericalismo, puedo asegurarle que guardo un muy buen recuerdo de todos los que fueron mis profesores (Aquí no se puede decir y mis profesoras, porque, como Vd. puede comprender, el género femenino era inexistente).
Sobre lo que Vd. dice del esfuerzo y la necesidad de él para conseguir algo en la Vida, me remito a la cita de Horacio que encabeza la presentación del libro.
En relación a Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda, y el tema de las bragas, como ya le he dicho a Elena Clásica, le aseguro que es un hombre con un alto sentido del humor. Hace referencia a las bragas, porque yo, en un texto anterior, tuve la osadía de hacer un estudio serio sobre esa prenda femenina, texto que sin duda Vd. habrá leído.
Contesto claramente a su pregunta directa: mire, Don Carlos, allí las bragas no existían, ni puestas ni sin poner, simplemente no existían las bragas, ni nada que se le pudiese comparar, ni nada que las pudiese sugerir. Lo que sí existían eran los cilicios, intrumento de tortura autoimpuesta.
Estoy seguro de que su pregunta está hecha con ironía y con humor, y que Vd. se habrá dejado escapar una sonrisa ante de escribir lo que ha escrito, lo mismo que me ha ocurrido a mí al contestarle sobre un tema tan trascendental y tan serio como son las bragas. ¿Qué sería de las mujeres, si no existiesen las bragas? Imagínese Vd. que una mujer con falda y sin bragas le deja libre su asiento en el autobús después de haber estado sentada en él un buen rato. Yo, por supuesto, que continuaría de pie.
Le envío un cordial saludo
Antonio
(Superviviente de La Inquisición)
EPÍSTOLA AL AMIGO PEPE
¡Querido Pepe, amigo hermano!
Para mí fuiste como un dios,
un dios divino y a la vez humano.
Si el Olimpo estaba lejos,
tú lo hiciste más cercano.
¡Querido Pepe, amigo hermano!
Modelo de emigrante
ante todos deslumbrante.
¡Querido Pepe, amigo hermano!
En la vida y en la gloria
siempre estás en mi memoria.
Te he deseado siempre suerte
y fue un privilegio como amigo tenerte.
¡Querido Pepe, amigo hermano!
Nuestra vida de seminario no estuvo mal.
No fue un rosal ni fue un calvario.
¡Querido Pepe, amigo hermano!
Siento una gran ilusión
por celebrar juntos la promoción
y es mi mayor deseo
verte de nuevo en La Seo.
¡Querido Pepe, amigo hermano!
No hay promoción sin Pepe.
Ni hay Pep sin promoción.
¡Querido Pepe, amigo hermano!
Visca el Pep!
¡Viva el Pepe!
¡Viva la Pepa!
¡Vivan las mujeres y la Constitución!
¡Friends for ever!
Salut i força al Cartut......!
Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda
Carus Amicus Dominus Antonius.
Tu gran hermano, Pepe el Humano, creó escuela y ahora parece que no da señal de vida. Te aseguro, mi caro amigo Don Antonio, que la Oda a Pepe, Pep y las Pepas, es decir, las mujeres, está bien pensada y más aún, bien sentida. De hipérbole no tiene nada. Todo lo que dice es verdad y aún es poco. El bizconde duque de Avellaneda, cuando estaba dentro, quería estar fuera ( "cuando la tiene dentro la quiere fuera " ). Se pasó media vida soñando en bragas con ilusión y de vez en cuando vivió, además de algún milagro, alguna que otra aparición. Otros hacían lo mismo y no lo dicen, no son sinceros. ¿Quién es Don Antonio y Juan ( tú y yo a la misma vez ) para criticar a los poetas mundanos ? ¿ No será el mismo Don José María Antonio y Juan? Don José María Antonio y Juan "quan era petit ja volia ser gran" , " quan era petit ja s´ho passava en gran". ¿ O no ? A propósito, en la lengua de los ángeles, es decir, de los ingleses, o bien de los hijos de la Gran Bretaña, el plural de man es men, el plural de woman es women, y el plural de gentleman es gentlemen. El Bizconde Duque de Avellaneda es un personaje muy singular, es decir, es un gentleman.
Salut i força!
Friends for ever.
Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda
Amigo Antonio,
Usted me comprende en alguna medida, como lo prueba el hecho de haber acertado al conocer que había leído su texto "serio" sobre las bragas, así como al describir mi actitud y la intención en el momento de redactar mi pregunta al respecto, y en la medida en que usted me conoce estoy seguro que no dudará de mi honestidad cuando le digo que no siento la menor simpatía por lo que usted denomina "Inquisición". Conozco testimonios de viva voz y lo que he leído en algunos libros (su "inquisición" no difiere en lo esencial del absolutismo impuesto por Fernando VII o del preconizado por el sector "moderado" partidario del aspirante Don Carlos, tan magistralmente retratados por Galdós en sus Episodios Nacionales), lo que he visto en el cine (sólo con visionar algún que otro Nodo ya se hace uno una idea) o he oído en la radio, y, créame que me hago cargo de la falsedad y la instrumentalización de la religión hecha por el Régimen franquista. Pero eso no es la auténtica religión. Usted, como tantos, ha sido víctima de una organización perversa que utilizaba la religión fundamentalmente como una herramienta de poder y sometimiento, pero eso no quiere decir que la religión o la religiosidad en sí mismas sean algo perverso.
La Historia es testigo de los crímenes que en nombre de Dios se han cometido en todo tiempo y lugar (tenemos muy próximo el ejemplo de las torres gemelas o el régimen de los talibanes), pero, en mi opinión, esto es responsabilidad exclusiva de los hombres que interpretan la religión con infame corazón o de un modo erróneo. La auténtica finalidad de la religión es aportar paz y alivio a los corazones, sobre todo a los corazones que sufren. Todo lo demás es una impostura. La palabra beato, y más aún desde los tiempos que usted padeció, tiene entre nosotros una significación francamente peyorativa, casi viene a equipararse con hipócrita, pero a usted no tengo que decirle el significado latino de la palabra beatus; pues bien, en mi opinión esa sería la finalidad de la religión: permitir que nos sintamos felices, dichosos, bienaventurados.
Claro que para ello deberíamos huir de cualquier interpretación que se aparte de dicha finalidad, sobremanera de aquellas interpretaciones que se detienen en la letra de las escrituras y no en el significado que hay detrás. Yo, verbigracia, habiendo leído hace años el origen de las especies de Darwin, me confieso convencido de esta teoría y nunca, sin embargo, he encontrado ninguna incompatibilidad con el barro y la costilla de Adán del Viejo Testamento; del mismo modo que sería absurdo argumentar que Góngora fue un mentiroso por el solo hecho de afirmar en determinado soneto que los dientes de una mujer eran perlas y sus labios coral. Se podría demostrar categóricamente la falsedad de tales afirmaciones haciendo un estudio científico de la materia que conforma esas zonas concretas de la anatomía femenina, comparar su textura, su dureza, su densidad, etc., igual que podemos mirar al frente y no ver más allá de la punta de la nariz, pero no sería más que una estupidez y, en consecuencia, podíamos morirnos de la risa.
(continuación)
La ciencia se demuestra a través de las leyes físicas de la materia y la religión -cualquier religión- a través de la fe en la verdad de las leyes del espíritu. Los libros científicos se encargan de enumerar y desarrollar dichas leyes de la materia y los libros sagrados son un compendio de la sabiduría y la experiencia acumuladas desde hace milenios en torno a las verdades del espíritu. No son incompatibles, pero no se pueden mezclar ni se puede pretender demostrar los fenómenos de la una según las leyes de la otra, porque como queda dicho, cada cual tiene sus propias leyes.
De todo esto se concluye que sus inquisidores (víctimas así mismo de aquel sistema, como usted acaba de decir) no sólo ejercieron sobre ustedes una disciplina despiadada (el adjetivo está elegido a propósito), sino que les ofrecieron una interpretación pacata y superficial de la religión, algo muy de cartón piedra, tan falso y simplificador que resultaba un insulto para la inteligencia, incluso para unos adolescentes imberbes y casi sin experiencia de la vida como eran ustedes.
Reciban mi solidaridad, mi más sincera comprensión y mi reconocimiento por la personalidad y las ganas de vivir de que demostraron, usted y sus compañeros, al revelarse a su manera contra aquella impostura. A usted le pediría, no que se convierta a la religión, nada más lejos de mi intención, sino que reflexione si aquella experiencia tan poco recomendable no habrá propiciado la aparición de ciertos prejuicios que hayan obstaculizado un ecuánime acercamiento, con la inteligencia, a la verdad que se esconde (este verbo también está elegido a propósito) detrás de la religión, de modo que, al igual que el gato escaldado del agua fría huye, basta que le nombren la religión para que se ponga tenso, cruce los dedos índice de ambas manos vertical y horizontalmente y exclame (considere la escena en sentido alegórico): "!Vade retro, Satanás!". :) (estos dos signos -los dos puntos y el paréntesis- forman un emoticono -ignoro si conoce su significado y aplicación- que significa que he escrito esto último con una sonrisa de oreja a oreja, aunque con su natural perspicacia estoy seguro que sería innecesaria esta aclaración)
Un abrazo y un saludo muy afectuoso.
Amigo Carlos Hernández, Chacien,
Muchísimas gracias por su extenso comentario, que no tiene desperdicio. Tengo que decirle, así, de inmediato, que, en general, comparto y estoy de acuerdo con todo lo que Vd. dice, y el tono general de su comentario es de un equilibrio solemne. Oportunamente recibirá Vd., de mí, un comentario detallado a buena parte de lo que dice, pero para eso necesito tiempo, porque a lo que Vd. escribe, dada la alta calidad que tiene, no se puede contestar con prisas. Vd. lima al máximo lo que escribe, y quiero quedar a la altura correspondiente y, para eso, necesito tiempo.
Entretanto reciba mi total agradecimiento y un cordial saludo,
Antonio
PS.: La cita exacta de la frase que Vd. menciona es:
Vade retro me, Satana
[Vete detrás de mí, Satanás)
(Evangelio según San Marcos, 8, 33)
¡Carus amicus Dominus Antonius!
Esta vez no hablaré de bragas. Me da vergüenza. Voy a hablar de curas y de sotanas. Me siento orgulloso de confesar públicamente que yo fui y he sido muy aferminado . En mis primeros años de vida docente tomé a Don Fermín como ejemplo, modelo y referente. Para mí, él es el Gran Casal, pues se llamaba Don Fermín Casal. Don Fermín Casal era y es cura, cura de los de sotana, pero, antes que cura, es un santo sabio o un sabio santo. El era el prefecto o jefe de nuesto internado de adolescentes llamado San Luis.
Don Fermín era severo, disciplinado, serio, honesto, honrado, formal, cumplidor, recto. Hay que tener en cuenta que, entre los 50 internos de la promoción, había algunos salvages de los Pirineos (Pep Coll, famoso escritor catalán de nuestra mismísima promoción, ha escrito mucho sobre algún Salvage de los Pirineos), y que fue Don Fermín el que el se encargó de domarlos sobre la marcha aunque fuera "a cop de xiulet (= a golpe de pito ) o a cop de clau (=a golpe de llave)". Por cierto, la sangre aún no ha llegado al río y menos aún al Mare Nostrum, que sigue siendo tan azul como el mismo Danubio. Él fue nuestro padre adoptivo cercano, cosa reconocida explicitamente por muchos de los que se desfogan o desahogan escribiendo Cartutxos de Rèquiem. El prefecto y Gran Casal no fue perfecto, pero nos hizo siempre más bien que mal.
Cuando el río suena, agua lleva. Será verdad el refrán. En aquellos tiempos sus palabras, de tanto oirlas, me resbalaban y volaban como las de mi misma madre, pero algunas de sus obras en mí dejaron huella:
"És de malparit no estar ben agraït " = "Es de mal nacidos no ser agradecidos".
Próximamdente os hablaré de la sotana y, sobre todo, de la mengana.
Un aferminado.
¡Salut i força al Cartut...!
Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda
Un saludo para ANA, tu parte femenina con una delicadeza que traspasa la pantalla...
Enhorabuena por ella!
Antonio,
Ante la sugerencia que me has hecho en privado sobre la conveniencia de citar a Don Fermín bajo pseudónimo, creo que no es necesario poner pseudónimo, porque el texto engrandece a Don Fermín Casal Loan y, además, hay un juego de palabras entre Fermín Casal, el Casal (La gran Casa) y aferminado (que no afeminado). Estoy de acuerdo contigo. No sé cómo coño te lo montas que todo lo que pillas lo perfeccionas y da gusto de verlo retocado por tu lima de Pompilia perfecto.
Carus Amicus Dominus Antonius.
Como tú mismo bien dices, este mismo texto puede ir a misa tal como está. Creo que está hecho con hamor y con umor. Me gusta ver la cara positiva de las cosas. Se puede ser sincero y humano sin hacer daño a nadie. Hasta la mismísima mierda es buena si le miras la cara positiva. La mierda es abono, fertilizante y da vida. En concreto, este verano he jugado o experimentado criando flores (utilizando mierda, es decir, abono), como las Zinias o Rosas Místicas, a las que también llamo Cintas en honor a mi Musa o moza, y en privado las llamo Titolas (para quienes no conozcan el Catalán: titolas significa mingas o pollas, que se entiende más), porque se crían rectas y desafiantes. He conseguido más de 20 variedades, algunas de más de 3 colores a la vez, de todos los tamaños y de formas simples y dobles. Cada cosa tiene su sitio en la vida y tú lo sabes decir hasta en Latín. De la mierda salen las flores más bellas y a veces del peor veneno sale la mejor medecina.
Tu blog o block, no es un block, es un rascacielos. En él se dicen muchas verdades, muy serias y objetivas, pero en coña. Me gusta ser tu inquilino. Nunca en mi vida había blogueado. Espero no bloquearte el edificio, tu block o blog. ¡Nada mejor que la caña con coña y, si puede ser, en compañía de un buen coño! "La caña con coña no pica". ¿Has oído alguna vez este refrán?
¡Salut i força!
Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda
Muchas gracias, Querida Carmen, por tu elogioso comentario hacia ANA, mi parte femenina. Más o menos, como dijo Cicerón en su Discurso Pro Archia poeta, si algo de bueno hay en mí, que no sé si es mucho o poco, todo se lo debo a ella.
Te envío un gran abrazo,
Antonio
Amigo Don Carlos Hernández, Chacien,
Voy a contestar con algún detalle a su elaborado comentario. Vd. siempre profundiza hasta lo más hondo y va a las raíces del problema. Coincido plenamente con todos sus planteamientos, pero quiero hacer algunas anotaciones por lo que respecta al Internado que yo conocí in uiuo.
Desde la Mitología Griega hasta la época actual, siempre se ha justificado en nombre de la Religión, o de Dios, más de un crimen. Recordemos, en el Mito Griego, el Sacrificio de Ifigenia por parte de su padre Agamenón, y ya en El Génesis, el de Isaac por su padre Abraham. Ambos fueron resueltos de forma milagrosa por la Divinidad, sin que tuviesen que llegar a ejecutarse. Pasamos luego por La Inquisición y los Torquemadas de turno, y podríamos llegar hasta la actualidad, pero no quiero entrar en este terreno, por ser demasiado próximo a nosotros.
Donde no encuentro una infamia de este tipo es en la Religión Romana, pero también es cierto que el Romano Lucrecio, en su De rerum natura [Sobre la Realidad], hizo una crítica sólida a este tipo de acontecimientos.
Me quiero referir ahora a las personas, clérigos o no, que estuvieron a mi lado en la época del Internado. Creo que todas ellas también fueron víctimas de la Estructura y de los tiempos, y en ningún momento debe atribuirseles responsabilidad alguna por lo que hicieran o dejaran de hacer. Quiero que quede bien claro que todos ellos fueron, y muchos todavía lo son, porque están vivos, personas de la mejor madera. El recuerdo que conservo de todos ellos, al igual que el que recuerdan los que fueron mis compañeros, es el mejor de los posibles. Fueron personas que cumplieron con su Deber en la forma en que pudieron y hasta donde les permitía la Estructura, a la que también ellos estaban sometidos. La Realidad es que nos dieron una Educación que se ha demostrado ser la mejor posible, vistos ahora los resultados de la Formación de aquellos años. Que nadie tenga la menos duda: todos son personas que sólo merecen halagos y elogios, y tengo que reconocer también que sus conocimientos en las diferentes materias eran más que exquisitos.
Quede manifiesto desde aquí mi agradecimiento, mi solidaridad, mi cariño, y mi más profundo respeto hacia todos ellos.
No soy ni Católico, ni Creyente, ni Religioso, pero, como ya dijo Terencio, Homo sum: humani nihil a me alienum puto (Heauton Timorumenos, 77, {El que se castiga a sí mismo}) [Hombre soy: nada humano lo considero extraño a mí].
Reciba Vd., Don Carlos, todos mis respetos, y todos ellos, mi más profunda comprensión y mi más sincero agradecimiento.
Antonio Martín Ortiz
Un compañero, inteligente, sesudo. bienintencionado, y con un sentido del humor desbordante, me ha comunicado, de forma privada, que me había enviado unos comentarios que no ve publicados. Desconozco yo el motivo de la no publicación: seguramente que cometió algún error en el proceso de comentar, porque en este blog, hasta ahora, se han publicado todos los comentarios que han llegado. A continuación tenéis lo que él ha tenido a bien escribir. Si este trabajo se pagase, a él habría que pagarle el doble, porque lo ha hecho dos veces, pero entiendo que se conformará con el agradecimiento de todos los lectores, que con seguridad estarán ansiosos de leer sus palabras, escritas en un Catalán perfecto.
Él prefiere mantener el anonimato y se hace llamar El petit bisbe, que, traducido, significa El pequeño obispo.
Siento yo un enorme respeto ante tamaño título y, por si las moscas, me digo: ¡Bendito sea Dios y benditos sean todos sus Ministros!
Antonio Martín Ortiz
Amic Antoñito.
Ha estat una llàstima que la meva ignorància en el maneig del blog no ha permès retenir les impressions immediates, després de donar una caminada pel teu blog. Ara em resulta difícil reproduir-ho, doncs la inspiració no s’improvisa, i menys quan el que vaig escriure era a mitja nit, en que la claror de la lluna em sublima.
Retinc els conceptes (fes-ne l’ús i abús que et vingui en gana):
1.- Gratitud immensa a Ana, per haver tingut la paciència d’obrir un llibre fosc i antic, i particularmenti fer una síntesi tan intel•ligent i real alhora. Millor dit, com bona entesa i amant del cinema, ha fet la crítica precisa amb un sol flash: la comparació amb Los Niños del Coro. La meva esposa, cinèfila i coneixedora també d’ambdues obres, m’ha explicat l’argument i sentit de la pel•lícula, i jo avalo a l’Ana en la seva crítica a l’obra literària del seu home, del Pep Coll i d’altres companys de seminari, recollida en CARTUTXOS DE RèQUIEM.
2.-Reafirmació en la meva crítica a la teva pretensió (la de Don Antonio) en voler traduir al castellà la paraula “requiem”, doncs si en la versió original el títol inclou una paraula llatina, perquè vols traduir-la al castellà i malmetre el simbolisme i el caràcter topònim d’aquest títol?. A més, suposo que els castellans són capaços de comprendre el doble sentit i ús de dita paraula, com bé saben fer tots els catalans, malgrat no haver estudiat llatí....
3.-Una qüestió important, derivada de la primera (crítica i resum del llibre CARTUTXOS DE RÈQUIEM), és la meva discrepància en fer símils de l’entorn històric, social, cultural i religiós del llibre amb la institució de la Inquisició. Ho deixo aquí, doncs l’important és que les persones expressin el que els vingui en gana. Jo només dic que cal llegir el llibre primer, com sembla que ha fet l’Ana, abans d’escriure tant i amb tanta vehemència, com fan d’altres, que ho fan molt bé, però fóra del context històric (un segle com a mínim i règims polítics-religiosos diferenciats).
4.-Finalment, una nova discrepància amb Don Antonio respecte al que diu que ell no seuria en el seient deixat per una dona sense bragues. El tema, contràriament a l’opinió de Don Antonio, i no entraré a discutir els possibles arguments que el motivin a donar dita opinió, és molt més senzill i de solució totalment diferent: les bragues són sensacionals quan es treuen o desapareixen de la vista dels homes, les emocions creixents en els humans (home i dona junts) i les temperatures d’aquest tipus són prodigioses i necessàries per seguir endavant en la vida, lluitant davant de les múltiples adversitats i defensant aquests ideals, plens d’humanitat.
Signat: El petit bisbe
Hola, Antonio:
Me gusta mucho ver esas fotos antiguas, es bonito recordar viejos tiempos, los que nunca volverán.
Un saludo.
Se me olvidaba, voy a entrar a ese enlace para votar a esa linda bebé, es preciosa.
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Amigo Petit Bisbe, es decir, Pequeño Obispo,
En primer lugar tengo que reconocer la gran labor social que haces dando clases de Catalán en mi blog, al redactar tus textos en Catalán. Yo cobro las clases de Latín a 50€, las de Griego, que es más difícil, a 100€. Pienso que las de Catalán, que todavía es más difícil, las podrías cobrar a 200€, pero, como tú eres Ministro de Dios, que te las pague Dios, porque, si esperas que te las pague yo, andas listo. Como puedes suponer, las clases serían para otros, que no para mí, porque yo el Catalán, además de hablarlo en la Intimidad, lo escribo y lo hablo con total soltura. Imagínate: un montón de años dando clases de Latín y Griego en Catalán. ¡Es que ya esto es la Torre de Babel!
Ando yo un poco acojonado al tener que dirigirme a personaje de tanta categoría, con tanto rango, y la verdad es que me siento como amilanado al dirigirme a Vd. (ahora ya cambio la fórmula para dirigirme a Su Excelencia).
Hay algunas cosas de las que Vd. dice, con las que estoy de acuerdo, pero son muchas más las que no comparto en absoluto. Veamos:
1. Sus alabanzas a Ana y a su propia esposa me suenan a intento de seducir a las mujeres: en efecto, Vd., ante la presencia o la opinión de una mujer, es capaz de arrodillarse, como debe hacer ante Dios. Dicho esto, yo también reconozco las exquisitas cualidades de Ana y las de la mujer que tiene la paciencia de soportarlo a Vd., y la habilidad de educarlo, y llevarlo por el buen camino, Un día de éstos me explicará cómo es posible que, tratándose de un Obispo, aunque sea Pequeño, Vd. comparta vida y cama -supongo- con una fémina;
2. Mire Vd.; sobre la traducción de Rèquiem no voy a variar mi decisión ni un ápice. Podría alegar muchos motivos de rango filológico y todo lo que Vd. quiera, pero le voy a dar una razón que no tiene vuelta de hoja: no la cambio simplemente porque no me da la gana, o, si lo prefiere, aunque sean una indecencia utilizar semejante fórmula ante Su Excelencia, porque no me sale de las pelotas (Entiéndase aquí que pelotas significa la parte más noble de cualquier hombre);
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3. Alega Su Excelencia que hago excesivas comparaciones, al citar entre otras Instituciones, a La Inquisición. Mire Vd.: yo lo único que he hecho es contestar de la mejor forma que sé a un extenso comentario de Don Carlos Hernández, Chacien. Creo que la categoría de su comentario, el de Don Carlos, merecía una contestación por mi parte que estuviese a la correspondiente altura. Tenga por cierto Su Excelencia, Monseñor Pequeño Obispo, que las Instituciones que existieron en el Pasado alguna huella han dejado, y que no se puede prescindir del Pasado así por las buenas, porque somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos.
4. Estoy totalmente de acuerdo con las excelencias y virtudes que Vd. reconoce en las bragas, pero tengo la sensación de que se le ha escapado un detalle de alguna importancia: no es lo mismo la presencia de unas bragas limpias, frágiles, transparentes casi, que la de unas bragas sucias, impermeables, acartonadas, vamos de esas que, dado su estado, podrían perfectamente quedarse de pie solas, sin ninguna entrepierna femenina que las mantuviese en esa posición.
Espero que, con la explicaciones dadas, se dé Vd. por satisfecho y conforme, pero también dejo constancia de que no tengo ningún inconveniente en seguir con este debate tan intelectual y tan sensato.
Reciba Vd., Señor Petit Bisbe [Pequeño Obispo], toda mi admiración y todos mis respetos.
Don Antonio
(Que no llegó a Obispo, ni siquiera Pequeño, porque se conformó con lo de Catedrático de Lenguas Muertas)
Don Antonio,
A la vista de sus argumentos, todos ellos carentes de la más mínima CONSISTENCIA, mi respuesta a los mismos se resume en la siguiente manifestación:, como hace la mayoría de los hombres prostáticos (en los que no me incluyo todavía), en una palabra, estado o necesidad (como prefiera calificarla): INCONTINENCIA. Es decir, ¡me......en todos ellos!
Sigo con mi labor apostólica.
EL PETIT BISBE
¡Vaya! ¡Vaya! Señor Petit Bisbe. Ahora le ha dado a Vd. por darle solidez a sus argumentos, no dándoles una forma racional, sino recurriendo a las funciones fisiológicas más elementales, porque, como bien sabe, lo de mearse en algo es bastante antiguo y sobradamente primario. Siendo así las circunstancias, le sugiero que apunte bien, y que lo haga con fuerza, no sea que se mee Vd. encima o lo haga fuera del tiesto.
De todas formas, para airear un poco su mente y sus instintos, piense un poco en la siguiente frase:
Lo que es racional se hace real,
y lo que es real se hace racional.
Was vernünftig ist wird wirklich,
und das wirkliche wird vernünftig.
G.W.F. Hegel: Philosophie des Rechts
[Filosofía del Derecho, Prólogo]
Y, cuando llegue el momento oportuno, si es que llega, cosa que no es probable ni previsible y que yo no le deseo, vaya Vd. al médico, que lo de la próstata descontrolada también tiene arreglo.
¡Bendito sea Dios y benditos sean quienes predican su doctrina!
Don Antonio
(El portador de un alma descarriada, que se ha separado del rebaño)
Sr. Obispo,
Me permito llamar al orden a Su Excelencia. ¡¡¡Cuide Ud. su lengua viperina, Sr. Obispo!!! ¡¡¡No sea Ud. el Abogado del Diablo ni un basilisco y muestre un mayor respeto y una mayor sensibilidad por los muertos, por las muertas y sobre todo por Dominus Antonius que come del Latín como Ud. mismo hace!!! El Latín no es una lengua muerta. El Latín sigue vivo y coleando. Si Ud. tiene una lengua tan afilada y gana pleitos, es gracias al Latín.
El Latín sigue reencarnado en su Catalán, en el Español y hasta en la misma lengua de los Hijos de la Gran Bretaña, lengua global. ¡¡¡De momento!!! El 80% de las palabras del Inglés proceden del Latín vía Romanización y vía Conquista Normanda. Sólo el 20 % de sus palabras proceden del Anglosajón. ¿Sabía Ud. que el vocablo Inglés viene de ángelus, anglais, ángel? Aunque los ingleses no tengan siempre la belleza de los ángeles y menos aún la de las ángeles.
Sr. Obispo, las apariencias engañan. Sepa que debajo de una falda escocesa multicolor se esconde lo mismo que debajo de una roja sotana y lo mismo que debajo de una gris chilaba, pero no exactamente lo mismo que debajo de una bella chavala, porque no es lo mismo chilaba que chavala, ni sotana que mengana. “Te vi o no te vi: this is the difference”.
Los buenos escritores lo son gracias a haber mamado Latín. De ahí les viene su gran riqueza de vocabulario: sinónimos, antónimos, anónimos, homónimos, pseudónimos y jerónimos. Puede dar fe de ello el escritor Pep Coll Martí, el de Les Senyoretes de Lourdes. También puede dar fe de ello la multinacional vaticana a la que Ud. pertenece, Sr. Obispo. ¿Por qué razón el clero siempre ha rezado, ha cantado y se ha comunicado en Latín con Dios y con el pueblo?
¿Para que el pueblo llano no entienda lo que dice? ¿Para dominarlo mejor manteniéndole en la ignorancia ?
Sr. Obispo, si Ud. es tan avispado, responda a mi pregunta. ¿ Cuántas palabras seguidas puede Ud. decir entre las que no haya ninguna procedente del Latín ? Si ahora no puede responder a mi pregunta, ¡cállese para siempre!
Amen
Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda
Si Dios descansó el séptimo día, ¿por qué no vamos a descansar nosotros hoy?
2.1 Igitur perfecti sunt caeli et terra et omnis exercitus eorum.
2.2 Compleuitque Deus die septimo opus suum, quod fecerat, et requieuit die septimo ab uniuerso opere, quod patrarat.
2.3 Et benedixit Deus diei septimo et sanctificauit illum, quia in ipso requieuerat ab omni opere suo, quod creauit Deus, ut faceret.
(Noua Vulgata, Liber Genesis, 2, 1-3)
2.1 Así pues fueron terminados los cielos y la tierra y su ejército entero.
2.2 Y acabó Dios al séptimo día su obra, la que había hecho, y descansó el séptimo día de todo el trabajo que había hecho.
2. 3 Y bendijo Dios al séptimo día y lo santificó, porque en ese día había descansado de todo su trabajo, el que había creado Dios, para hacerlo.
(Traducción: Antonio Martín Ortiz)
• [2.1] So wurden vollendet Himmel und Erde mit ihrem ganzen Heer.
• [2.2] Und so vollendete Gott am siebenten Tage seine Werke, die er machte, und ruhte am siebenten Tage von allen seinen Werken, die er gemacht hatte.
• [2.3] Und Gott segnete den siebenten Tag und heiligte ihn, weil er an ihm ruhte von allen seinen Werken, die Gott geschaffen und gemacht hatte.
[Traducción de Martin Luther (Deutsche Bibelgesellschaft) (© 1984)]
Antoñito, em pots explicar quin mèrit tenen les nostres senyores en tot aquest desgavell ?
EL PETIT BISBE
El comentario precedente del Petit Bisbe es consecuencia de una opinión que le hice llegar yo de forma privada en la que le decía que, si algún mérito hay en nosotros, ése corresponde a las mujeres que comparten nuestras vidas.
Traduzco, de gratis, su comentario:
Antoñito, ¿me puedes explicar qué merito tienen nuestras señoras en todo este desbarajuste?
Ahí va mi contestación para Su Excelencia, El Petit Bisbe, y unos cuantos más, que no cito porque no me lo han pedido:
Mire Vd., Monseñor, Señor Don Petit Bisbe: bien sabe Vd., al igual que sé yo, y saben otros también que, en tiempos precedentes, Vd., al igual que yo y también otros más, era un personaje asalvajado, primitivo, descontrolado, sin principios, sin argumentos, en estado silvestre, sin educación ni nada que se le pareciese, es decir, una joya.
Tendrá Vd. que reconocer que todo lo que de bueno hay ahora en Vd., al igual que en mí y en otros muchos, que, reconozcámoslo, es mucho y abundante, se debe al proceso de domesticación y humanización ejercido por la mujer que es capaz y tiene el mérito de soportarlo, y de llevarlo por el buen camino.
Vd., Monseñor, que es una persona culta y buen lector, debería saberlo ya: si es Vd. capaz de leer uno de los lemas de este blog, habrá comprobado que es:
Ellas son mejores.
Bendito sea Dios, benditos sean sus Ministros, benditos sean sus Apóstoles, y bendita sea también la madre que nos parió a todos (R.I.P. en mi caso).
Y felicidades para Don Miguel, Miguelito, Miguelillo, artífice y responsable digno de todas las fotografías que aparecen en el libro Cartutxos de Réquiem, cuya onomástica se celebra hoy
Don Antonio
Mi réplica, en Castellano,para no deber favores a Don Antonio, es que de pequeños ya éramos unos chicos pluscuamperfectos: yo iba para Obispo, con toda la formación y requisitos inherentes al cargo, al igual que Vd para presidir altares y púlpitos.
Ergo, no estábamos tan mal formados en el terreno intelectual, con muchos principios y argumentos, y con una educación extrema, que nos hizo tímidos, aunque no necesariamente reprimidos y mucho menos cobardes, y muy santos en nuestras acciones.
De jóvenes continuamos y completamos la formación hasta enamorarnos locamente.
Ergo, todo fue natural y excelente.
Saludos
El Petit Bisbe
Señor, Monseñor Petit Bisbe,
Totalmente de acuerdo en lo que dice. Como comprenderá, no voy a oponer resistencia a tan sólidos argumentos, porque lo evidente no hay que demostrarlo. En cuanto al puyazo de que no quiere deberme favores, tengo que decirle que yo soy una persona generosa, allí donde las haya, y jamás en mi vida se me ocurriría cobrarle a Vd. nada de nada por nada.
Vd. no tiene que agradecerme nada y, como también puede suponer, para mí, hacer una traducción del Catalán al Castellano, o viceversa, es un trabajo menor, que no me cuesta esfuerzo ninguno, y mucho menos tratándose de un buen amigo como yo lo considero a Vd. y espero que también Vd. a mi.
¡Bendito sea Dios y benditos seamos también quienes algún día creímos en Él!
Don Antonio
Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda,
Le estoy sumamente agradecido por la gran colaboración que está demostrando en este entretenimiento en el que nos hemos instalado, y también le agradezco las palabras elogiosas que le ha dirigido sobre mi humilde persona al Petit Bisbe. No obstante, le recomiendo que no siga en la línea de atacar a quienes representan Poderosas Instituciones, no sea que le lancen la Caballería y le sometan a un amedrentamiento indigno de Vd.
Aunque no lo pueda parecer, El Petit Bisbe es una persona que merece todos mis respetos, y, dada su categoría de Abogado, creo que no es conveniente entrar en pleitos con él, porque podría darse el caso de que Vd. tuviese que contratar a un buen abogado para defenderse, y diese la casualidad de que se topase con el mismo Petit Bisbe, que tendría que hacer dos trabajos irreconciliables entre si: 1) acusarle a Vd. de los ataques que ya ha recibido de Vd., en defensa mía, claro está, y al mismo tiempo, atendiendo a la petición de Vd., y previo pago de las minutas correspondientes, 2) defenderlo a Vd.
Entraríamos entonces en una situación extraña: El Petit Bisbe se vería obligado a hacer una cosa y la contraria al mismo tiempo.
Creo que ni el mismo Dios, del que El Petit Bisbe, por lo que parece, es un Ministro, podría serle de ayuda.
Recuerde Vd., Don Jerónimo, lo que suele decirse desde hace ya algunos siglos:
Roma locuta, cusa finita.
Cuando Roma habló, ya no hay nada que discutir.
Yo mismo me temo que venga ahora El Petit Bisbe, y me diga que no está de acuerdo con la traducción que he dado, pero, como puede comprender, a mí eso me resbalaría bastante.
Reciba Vd., Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda, mi más sincero agradecimiento, y Vd., Señor, Monseñor Petit Bisbe, todos mis respetos.
¡Bendito sea Dios!
Amen.
Don Antonio
¡Diosa mía! Me ha sido imposible participar al ser desbordado, más bien "arrollado", por los comentarios.
Solo subrayar que el "El petit bisbe" y el "Sr. Avellaneda", semejan personajes literarios y en el caso de este último, (que no se enfade el Obispo) parece heredar las dotes literarias del Avellaneda que escribió una magnífica segunda parte, antes de la segunda parte del Quijote.
Un saludo, amigo Antonio
Amigo Ar Lor,
Muchas gracias por su comentario.
Como Vd. habrá podido comprobar, Don Jerónimo Menéndez de Avellaneda y el Monseñor Señor Petit Bisbe son dos personajes de la más alta alcurnia y Excelencia. Ahora mismo podrían ser perfectamente Purpurados, pero no lo son, porque Dios no lo quiso, y Dios tomó tal decisión porque, dada la calidad y Naturaleza eximia de ambos personajes, podrían hacerle sombra al resto de Purpurados.
Tengo que decirle a Vd., y decirles al resto de comentaristas, que ellos, dada su humildad y modestia, quizá excesivas, han preferido permanecer en el anonimato y han firmado bajo pseudónimo, pero yo, pasándome por el forro de mi parte más noble el derecho a la Intimidad, puedo asegurarle que el primero es todo un Catedrático de Inglés, que da unas clases magistrales que, evidentemente sus alumnos no aprovechan, como es normal en nuestros tiempos; y el segundo, Monseñor El Petit Bisbe, es un abogado de esos que lo ganan todo, absolutamente todo, pero eso sí, cobrando buenas minutas, porque de pródigo no tiene ni un pelo, y que, si tuviese que defender a Satanás frente a Dios, bien podría Satanás quedarse tranquilo, porque ganaría el Juicio, incluido el Juicio Final. Esperemos que a Satanás no se le ocurra contratarlo, porque, en ese caso, todos los que tenemos que ir al Cielo, que somos multitud, iríamos directamente a Los Infiernos, para ser súbditos de Satanás.
Otra cosa: como podrá comprobar, he situado ya en el blog otro tema, más mundano que éste, porque, dado el cariz que estaban tomando los comentarios, corría el riesgo de convertirse en el Concilio Vaticano Tercero, y, como Vd. puede imaginarse, creo yo que con el Concilio Vaticano Segundo ya quedó todo en el lugar en el que debía estar.
Por si las moscas y en prevención de cualquier incidencia, ¡Bendito sea Dios y benditos sean todos los que algo tienen que ver con él!
A ver si, con esta invocación, Vd. y yo, además de otros muchos, conseguimos librarnos de los tormentos del Infierno.
Le envío un gran abrazo, amigo Ar Lor,
Antonio
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