Para pedir, Clito, un regalo y exigirlo,
naces ocho veces en un año
y sólo tres o cuatro calendas (1), creo,
no las consideras cumpleaños.
Aunque tienes un rostro más liso
que los cantos rodados de un árido litoral,
aunque tienes un pelo más negro
que una mora a punto de caer,
aunque con tus mollas temblonas
superas a las plumas
o a la masa del queso recién cuajado
y la hinchazón te inflama unas tetillas
como las que una muchacha virgen
guarda para su marido,
tú a mí, Clito, me pareces ya un viejo.
Y es que,
¿quién creería que fueron tan numerosos
los cumpleaños de Príamo o de Néstor? (2)
Ten de una vez vergüenza
y medida para tus rapiñas.
Y, si sigues burlándote
y no tienes ya bastante
con nacer una vez al año,
te consideraré, Clito,
como no nacido ni siquiera una vez (3).
(Traducción de José Guillén)
(1) Las calendas eran el día primero de cada mes
(2) Príamo y Néstor son ejemplos tópicos de longevidad
(3) Es decir, considerará que no existe y no le hará jamás ningún regalo. Considerar a alguien "homo non natus", “hombre no nacido”, valía tanto como para nosotros considerarlo “un don nadie”.
Vt poscas, Clyte, munus exigasque,
uno nasceris octiens in anno
et solas, puto, tresue quattuorue
non natalicias habes Kalendas.
Sit uultus tibi leuior licebit
tritis litoris aridi lapillis.
Sit moro coma nigrior caduco,
uincas mollitia tremente plumas
aut massam modo lactis alligati,
et talis tumor excitet papillas,
qualis cruda uiro puella seruat,
tu nobis, Clyte, iam senex uideris:
Tam multos quis enim fuisse credat
natalis Priamiue Nestorisue?
Sit tandem pudor et modus rapinis.
Quod si ludis adhuc semelque nasci
uno iam tibi non sat est in anno,
natum te, Clyte, nec semel putabo.
Nuestra amiga Elena Pascual, que tiene una inspiración exuberante y extraordinaria, tal como queda reflejada en su blog, Elena Clásica, ha hecho un comentario a este epigrama de Marcial que tiene la categoría de auténtico poema, del que con toda seguridad Marcial estaría orgulloso. Es un complemento digno al epigrama de Marcial, motivo por el que me veo en la obligación y el placer de publicarlo aquí, como complemento indispensable a
lo que yo escribí.
Muchas gracias y todo mi cariño hacia ti, querida Elena.
Antonio
“Clito niño:
pequeño caprichoso,
¿Cómo prospera tu ansía
de carrillos infantiles?
¿Cómo creerán los vecinos
que alguna Parca tejiera
más despacio esos cabellos
de elevado viento negro?
¿Cómo creerán tus amigos
el tejido deslumbrante de
tantos lirios ahorrados?
Clito niño:
no ofendas, pues, a los dioses
de alma eterna,
con años no concedidos.
No ofendas a tus mayores,
de sonrisa bonachona.
No nos pretendas burlar,
que no mereces derroche.
Clito, niño, mira al cielo
y aprende de los rebeldes
que tan jóvenes cayeron,
engañados por su audacia,
sin recordar el oráculo
de muchas divinas mancias.
Clito niño:
escucha,
muslos apretados,
corazón engreído,
pequeño caprichoso.
Clito niño:
si el hijo de Príamo
fue arrastrado por el suelo,
no te creas embaucador,
pues ya el divino Aquiles,
piernas de león,
te muestre su escudo
de lumíneo resplandor".
Firmado: Elena Pascual
11 comentarios:
Ay Clito, no seas tonto, que los cumpleaños repetidos no te van a dejar crecer con el buen paso de los días verdaderos.
Y recuerda que como dice Marcial, los falsarios acaban siendo "don nadies"...
Este epigrama es declicioso, Antonio. Clito se comporta como un niño pequeño, ansioso por recibir sus premios. Me encanta la descripción física que hace Marcial, sobre todo los versos que describen sus "tetillas". Un orondo e insaciable Clito.
Un beso, maestro.
Y deliciosa me parece también tu nueva frase áurea: Conócete a ti mismo.
Conlleva una honda reflexión, la del ser humano desde sus cominezos, la búsqueda infinita de la razón de ser. Hay miles de textos y magníficos filósofos -Dilman debería comentar esta frase, regalarnos un post de los suyos- que se han encargado del "asunto".
Yo solamente haré dos pequeñas anotaciones. El crecimiento personal se basa en ese conocimiento... y la belleza del mismo. Al menos para mí, es muy hermoso aceptar lo que no nos guste -y hacer lo posible por mejorarlo- y potenciar y exhibir, sin el menor pudor, aquello que hace de nosotros la persona especial que cada uno somos.
El goce de los descubrimientos, buenos y malos, es la sal de la vida. Y la audacia de quitarnos la máscara, un inmenso acto de amor.
Un beso, maestro, y feliz día.
Bueno, ya veo que Sócrates está entre líneas...
Mi querido Antonio, amigo del alma, maestro y rapsoda:
Nos traes otro epigrama delicioso del fructífero Marcial, alma descriptiva. Como siempre es un viaje en el tiempo este poema, en el que nos es concedido de tu sabia mano conocer los detalles de la sociedad romana, sus delicadezas, sus encantos y sus pequeñas miserias cotidianas.
He aquí un epigrama reluciente en su estilo y en su transporte lumíneo de nuestras almas a la antigua Roma. Exquisito humor y descripción de este Clito aprovechado, que tan caprichoso se muestra.
La descripción, suscribo a la maravillosa poetisa Soledad, es delirante en sus detalles. Y parece que lo estamos viendo, pues tan elocuente se muestra Marcial en el rostro y el cuerpo de este jovencito prontamente envejecido.
Como siempre, maestro, es una delicia cimbreante leer tu entrada, soleada belleza.
Me ha entusiasmado tanto el derroche artístico de letras y esculturas, que con tu permiso me he dejado llevar por la imaginación y le he querido dirigir también unas palabritas a este pequeño Clito. Helas aquí:
"Clito niño:
pequeño caprichoso,
¿cómo prospera tu ansía
de carrillos infantiles?
¿cómo creerán los vecinos
que alguna Parca tejiera
más despacio esos cabellos
de elevado viento negro?
¿cómo creerán tus amigos
el tejido deslumbrante de
tantos lirios ahorrados?
Clito niño:
no ofendas pues a los dioses
de alma eterna,
con años no concedidos.
No ofendas a tus mayores,
de sonrisa bonachona.
No nos pretendas burlar,
que no mereces derroche.
Clito, niño, mira al cielo
y aprende de los rebeldes
que tan jóvenes cayeron
engañados por su audacia
sin recordar el oráculo
de muchas divinas mancias.
Clito niño:
escucha,
muslos apretados,
corazón engreído,
pequeño caprichoso.
Clito niño:
si el hijo de Príamo
fue arrastrado por el suelo,
no te creas embaucador,
pues ya el divino Aquiles
piernas de león,
te muestre su escudo
de lumíneo resplandor".
Querido Antonio, como siempre, es un placer haberte conocido, pues encuentro poesía en este museo de las artes e inmensas pulsiones de expresarme.
Gracias también por tu ayuda técnica, ¡eres un cielo!
Ἑλένη.
Las extravagancias de Clito colmaron la paciencia del poeta. La imagen de Clito debería ilustrar todas las entradas de los grandes centros comerciales de hoy, ya que es condición en estos días por parte del mercado cultivar en cada uno de sus clientes todo lo que de Clito puedan tener. Ojalá nacer todos los días para sus productos. "Bebo para olvidar...para olvidar que soy un borracho"
Ya dejé una respuesta en el sitio de la Poeta Soledad ante su inquietud de comentar sobre el "Conócete a ti mismo".
Gran saludo Maestro!!!
Estupendo epigrama. Tu espacio es una cátedra a la que vengo con frecuencia, a aprender. Gracias ahora por Marcial.
Saludos...
Gracias, Antonio, no me merezco tanto. Eres un sol.
¡Felicidades por tu santo! Besitos.
Amiga Carmen,
Excelente reflexión sobre la "pasión" la que haces en tu espacio. Es que sin pasión, sin entusiasmo, sin ganas de lo que sea, no se puede salir adelante. Hay que estar ilusionado por algo. Da igual lo que las cosas sean: lo importante es cómo las percibe uno. La vida es movimiento. Ya lo decía Heráclito: "Πάντα ῥεῖ" (Todo cambia, todo fluye).
Muy apropiado el comentario que haces a mi epigrama de Marcial sobre ese Clito que se niega a crecer. Bueno, pero yo pienso que para recibir regalos no hace falta ser niño, también se pueden recibir en edad provecta.
Un beso y un abrazo,
Antonio
Amigo Dilman,
No soy un descargador de Internet, pero intentaré ver esa película HOME que nos aconsejas en tu espacio. Gracias por darnos la posibilidad de que la veamos gratis, aunque no sé si eso de bajárselo todo de Internet colabora al mantenimiento del planeta. En cualquier caso, muchas gracias por tu atención.
Muy sugerente e interesante el comentario que haces al epigrama de Marcial, con la idea esa de luchar contra todas las promociones de los Grandes Almacenes, auténticas fábricas de adictos al consumo.
Tomo nota de tu intención de dedicar una entrada a Sócrates. Creo que es una idea genial.
Un abrazo,
Antonio
Amigo Ángel,
Muchas gracias por visitarme y por esos elogios que me diriges, seguramente inmerecidos. A partir de ahora yo visitaré también tu precioso espacio.
Me impresiona a primera vista esa estupenda fotografía de la mujer desnuda, con todas sus exuberancias al aire, y ese hombre, no sé si dormido o borracho, en el suelo y sin darle importancia alguna a la bellaza que tiene encima de sus ojos.
Ha sido un placer conocerte.
Un abrazo,
Antonio
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